Confianza en medio de una cultura de muerte.
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Transcript
Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;
Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
Habla mentira cada uno con su prójimo;
Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.
Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,
Y la lengua que habla jactanciosamente;
A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;
Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,
Ahora me levantaré, dice Jehová;
Pondré en salvo al que por ello suspira.
Las palabras de Jehová son palabras limpias,
Como plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces.
Tú, Jehová, los guardarás;
De esta generación los preservarás para siempre.
Cercando andan los malos,
Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres.
Este salmo expresa claramente la confianza de David en la salvación prometida de Dios. Y esta claridad con la que está escrito el salmo nos debe dejar sin duda de que esta salvación a la que se aferra David, por las circunstancias que plantea no se refiere a una salvación “espiritual” en el sentido dualista, sino una salvación en todo ámbito, porque no, una “salvación cultural.” Es por eso que David comienza el cántico clamando por un rescate.
El año pasado sin duda fue un año muy complicado, seguramente el más complicado que hemos vivido como generación, y pienso que mayor parte de esto fue provocado por las restricciones gubernamentales. Si bien como generación hemos visto control por parte del gobierno este año fue en el que pudimos ver el control que realmente tienen sobre la sociedad.
Muchos culparon el año 2020 como si este fuera un ente con conciencia y voluntad propia como para causar mal alguno, e incluso piensan que el 2021 quedará bien con nosotros y hará las cosas diferente.
Pienso que como humanidad estamos bajo el juicio de Dios, es difícil pensar en una nación que no este siendo azotada en estos momentos por su desobediencia a Dios.
Podemos notar que David era una hombre que sabía distinguir los tiempos, el no solo reconoció un juicio sino que la forma del juicio, el sabía que la falta de hombres piadosos y de hombres fieles había dejado la puerta abierta a una sociedad de muerte.
Es interesante que cuando habla de estos “fieles” que ya no se encontraban entre los hombres se refiere a aquellos que profesaban lealtad al pacto. Y podemos imaginar esta situación que se vivía en este tiempo, en donde ya no había hombres fieles al pacto. Esto nos habla de que no encontrabas hombres que ponían en practica la Ley de Dios como estándar de vida, sino al contrario, la mentira era el estándar, recordemos que no hay neutralidad, si no es el orden de Dios, su Reino el que rigen una sociedad, entonces la mentira y la muerte lo harán.
Hace tiempo enseñe acerca de Isaías 3, donde el juicio de Dios se manifiesta por medio de retirar todo sustento “saludable” en la sociedad, reemplazándolo por una estructura enferma que lleva a la sociedad a su propio colapso o al suicidio.
Quienes habían quedado al desaparecer los hombres fieles al pacto, son los mentirosos, recuerda que un mentiroso no es digno de confianza, ahora imagina un estado de mentira y desconfianza generalizado, dio como resultado una sociedad corrupta. Piensa en esto, vivimos en una sociedad nada alejada a esto que describe David, vivimos con tantos controles, vivimos desconfiados de las básculas en los comercios, ¿porqué piensas que existen dependencias como la PROFECO? Si bien habrá corrupción dentro de esta dependencia, existe por la desconfianza en los comerciantes mismos.
¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua.Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios; y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza. Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.
Este pasaje retrata el estado de corrupción en el que estaba la ciudad de Jerusalén. Vemos 3 estados de corrupción dentro de la sociedad en este pasaje, primero la corrupción económica, vemos que el vino había sido mezclado con agua y la plata se había convertido en escorias. No olvidemos que el Señor aborrece los pesos falsos, y los comerciantes habían mezclado el vino con agua y la plata con el latón, esto se volvió un circulo vicioso de corrupción y mentiras, como dice el Salmo 12 “habla mentira cada uno con su prójimo”
Segundo, la corrupción de los gobernantes que aman el soborno, pisoteando con esto la verdad, pasando por encima de ella con tal de salir beneficiados, incluso haciéndose amigos de los ladrones (nada diferente a lo que vivimos)
Y tercero, de esta corrupción y mentiras dan como resultado una sociedad igualmente corrupta, así como sus gobernantes, ¿quiénes pagaban los sobornos? los ciudadanos comunes.
Entonces una sociedad se hunde cuando la mentira reina, cuando la corrupción es el modo de vida. Este tipo de sociedad retratada en Isaías 1 es el mismo en el salmo 12 y es la nuestra.
Aunque se desconoce el escenario de este salmo, es sin duda un escenario donde una cultura oprimía a los débiles por medio del engaño.
Es muy interesante notar que David no pide ser quitado de en medio de esa generación, sino que su confianza esta en que Dios destruirá a estos mentirosos que oprimen a los débiles.
Nuestra esperanza no debe limitarse a nuestra salvación “espiritual, personal” sino al establecimiento del orden y la justicia divina. David no pide su rescate personal, sino descansa en la destrucción de los enemigos de Dios, el sabía que Dios invertiría este orden corrupto y traería justicia.
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová dice Proverbios, esto es el saber que rendimos cuentas de cada acto que llevamos a cabo, esto precisamente es algo de lo que carecía esta sociedad arrogante que pensaba que podían decir lo que quisieran en este caso, mentir sin tener consecuencia alguna, y esta arrogancia queda plasmada con las palabras “¿quien es señor sobre nosotros? El salmo 2 retrata a estos rebeldes también cuando dicen que tratan de cortar sus cuerdas”
Y repito, este salmo no es un clamor por un rescate personal espiritual, sino es un clamor por orden y justicia.
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,
Ahora me levantaré, dice Jehová;
Pondré en salvo al que por ello suspira.
El cristiano moderno tiene la mala costumbre de permanecer inmóvil ante los tiranos, pensamos que Dios resolverá cualquier conflicto sin que nosotros hagamos nada, de hecho el estado de corrupción que se narra en el salmo precisamente llego a ese punto con el permiso de los que se supone debían ser fieles, la fidelidad implica confianza y descanso en el Señor, pero también implica acción.
Como cristianos debemos tener la confianza y esperanza de que Dios destruirá a quienes ilegítimamente quieren establecer un reino de mentiras y de injusticia. Asi como David debemos confiar en que la Palabra de Dios es inmutable, o sea no cambia, y es muy esperanzador el contraste que leemos entre lo corrupto del hombre en esta sociedad y la confiabilidad de las palabras del Señor.
Las palabras de Jehová son palabras limpias,
Como plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces.
Al comparar las palabras de Jehová con plata refinada, purificada 7 veces, expresa que las palabras de Dios no están adulteradas y que no hay engaño en ellas, esto en contraste con las palabras de los mentirosos de los versículos 2 y3.
Recordemos que aquellos fieles al pacto habían desaparecido de la vista pero esto no quiere decir que no había ninguno, Dios siempre guarda un remanente que es el que esta de pie cuando termina el juicio.
Tú, Jehová, los guardarás;
De esta generación los preservarás para siempre.
Dios es fiel y preservará a sus fieles, a quienes guardan sus mandamientos, sin importar lo complicado que se pongan los tiempos, algunos piensan que el año 2021 será mágicamente diferente al 2020, pero los mentirosos todavía siguen ahí, entonces posiblemente vengan cosas que habrá que superar confiando en Dios, pero la esperanza de que Dios guardará a su remanente y de que sus enemigos serán derrotados debe mantenernos confiados, el futuro y la historia pertenecen a Cristo nuestro Rey y a Su pueblo.