La misión más importante de la historia

Juan 13:1 NVI

1 Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

Las dos caras de la misión de Jesús

El entrenamiento de los libertadores

El acto de liberación

Jesús entrenó a un equipo para que anunciara la liberación, lo hizo antes de que sucediera el acto de liberación.

Solemos resaltar la salvación de la cruz pero obviamos la preparación de los discípulos pero ambas son caras de la misma moneda.

Jesús murió en la cruz para darnos salvación pero antes de ir al cielo preparó a un grupo de discípulos para que llevaran a cabo la misión que Él había empezado.

Si separamos ambas caras de la moneda tendríamos una misión incompleta. Cuando Jesús gritó: “Consumado es” no solo se refería al haber soportado la cruz sino a haber preparado a su equipo.

El Último Congreso

Jesús estuvo desde la tarde del jueves hasta la madrugada del viernes con sus discípulos.

Fue un congreso en vigilia en donde puso los últimos retoques a su preparación para que los discípulos quedaran listos para la misión.

Esta sería la cereza del pastel de la formación de los discípulos, lo que fuera que había quedado sin decir o que necesitaban recordar sin olvidar debía decirse en estas horas.

Si supieras que te quedan 24 horas de vida y pudieras reunir a tus hijos/líderes/empleados, ¿qué consejos e instrucciones les darías?

Los 4 bloques del Congreso

Bloque 1: Lección interactiva, aprender haciendo (13.2-17)

Bloque 2: Aprendizaje cooperativo (13.18-14.31)

Bloque 3: Instrucción directa (15.1-33)

Bloque 4: Aprendizaje inspiracional (17.1-26)

La misión más importante de la historia

Jesús decidió pasar con sus discípulos las últimas horas antes de la cruz. Pudo haber pasado solo en oración pero sabía de lo trascendente de ese tiempo con ellos.

Jesús sabía que la hora había llegado y sabía que después de lo que vendría todo quedaría en manos de sus discípulos. Jesús debía asegurarse de que recordaran que ellos estaban siendo parte de la misión más importante de la historia.

Juan 14:12–13 NVI

12 Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. 13 Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo.

Cada hijo de Dios ha sido reclutado para llevar a cabo la misión más importante de la historia. Cuando recibiste a Cristo no fue para obtener beneficios sino para enlistarte como parte de sus discípulos.

No hay mayor obra posible que la salvación.

Jesús no se refiere al tipo de milagros sino al alcance de esa misión pues nos extenderíamos por toda la tierra.

Esto no se trata de milagros para nuestro beneficio (egoístas) sino que obren para alcanzar con la gracia de Dios al mundo.

Esta misión contiene la promesa de Jesús de intervenir mientras cumplimos la misión.

Es la promesa de quien estará pendiente y seguirá paso a paso cada una de nuestras obras mientras cumplimos el plan.

Entendemos la importancia que tiene la oración en la vida de los creyentes para que logren cumplir la misión y nos enlaza con Él.

La misión no se cumple lejos o fuera de Jesucristo.

Una misión de dos caras

Dios te llama, te limpia, te cambia y te entrena para que cumplas la misión de liberar a otros de la esclavitud del pecado, la liberación Él la consiguió pero el mundo no sabe que es libre ni sabe cómo vivir en libertad.

Nuestra misión es de dos caras, tal como la de Jesús:

Anunciarle al mundo que es libre

Enseñarle al mundo a vivir en libertad

Los discípulos fueron entrenados antes de la liberación, nosotros estamos siendo entrenados después de la liberación. Esa es la única diferencia, pero la misión es la misma.