CEGUERA ESPIRITUAL Parte 9
Sermon • Submitted
0 ratings
· 16 viewsNotes
Transcript
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Hoy terminamos cuando Jesús sana a un ciego de nacimiento.
DESARROLLO
DESARROLLO
La semana pasada estudiamos los ojos de adoración.Observamos como el hombre que había sido ciego,paso de conocer a Jesús intelectualmente a espiritualmente.
Juan 3:3 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”
Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.
Juan 9:38 “Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.”
“Creo” No puede ser más breve, pero tampoco más clara, la confesión de fe: Creo. El verbo en imperfecto “Pisteuo”,indica una acción hecha que continúa sus efectos; creyó y seguía creyendo. Era un verdadero creyente en Cristo Jesús.
“Señor” El nombre Señor que acompaña a la confesión de fe, debe ser entendido como reconocimiento de la deidad de Jesús. No es el señor que decía antes (v. 36), ahora es la confesión tanto de Salvador como de Señor:
1 Corintios 2:14 “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”
El hombre natural no regenerado no puede ni quiere aceptar el señorío de Jesús. Pero nadie es salvo si no acepta sin reservas ese señorío. A Cristo se le confiesa como Salvador y Señor:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
“le adoró” “postrarse,inclinarse” Quién relamente cree,también adora.
Ahora,entranto en el Texto de hoy.El tema del mensaje es LA CEGUERA ESPIRITUAL(v 39-41):1.recibe juicio,2.se niega admitir su condición,3.rechaza la visión espiritual y 4.acaba en condenación.
1.LA CEGUERA ESPIRITUAL RECIBE JUICIO.
1.LA CEGUERA ESPIRITUAL RECIBE JUICIO.
Juan 9:39 “Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.”
“Para juicio he venido yo a este mundo”. Estas palabras de Jesús parecen contradecir:
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Lejos de ser contradictorias,son complementarias. Rechazar la paz de Jesús es recibir su castigo, rechazar su gracia es recibir su justicia, rechazar su misericordia es recibir su ira, rechazar su amor es recibir su enojo, rechazar su perdón es recibir su juicio. Aunque Jesús vino a salvar, no a condenar:
Juan 12:47 “...no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.”
Se condenan quienes rechazan su evangelio y se hacen sujetos de juicio:
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Juan 9:39 “Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.”
La vista espiritual solo viene para los que reconocen que no ven, quienes confiesan su ceguera espiritual y su necesidad de la luz del mundo. Por otro lado, los que creen que ven por su cuenta, separados de Cristo, se engañan y seguirán cegados. No llegarán a la luz porque aman la oscuridad y no quieren que sus malas obras se expongan:
Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
La primera Sinagoga que Jesús predicó sucedió lo mismo.Jesús ofreció la salvación a los que son conscientes de su pecado,los pobres en espíritu,prisioneros,ciegos y oprimidos(Cuando leí Isaias 53).La respuesta fue autocondenación.
El peligro que enfrentan quienes creen que ven es que su rechazo de incfedulidad es irreversible y pueden quedar cegados para siempre.La verdad es que quienes rechazan la luz de salvación en Cristo,DIOS LOS PUEDE DEJAR ANCLADOS EN SU CONDICIÓN.
Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías:
Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón;
Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón,
Y se conviertan, y yo los sane.
Las Escrituras no solo registran que el faraón endureció su corazón hacia Dios:
Éxodo 8:15 “Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.”
Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.
Las Escrituras también resaltan que, por esta causa, Dios endureció el corazón del faraón:
Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.
Éxodo 4:21 “...Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.”
2.La Ceguera Espiritual se Niega Admitir su Condición.
2.La Ceguera Espiritual se Niega Admitir su Condición.
Juan 9:40 “Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?”
Es obvio que Jesús no estaba solo cuando encontró al ciego; algunos de los fariseos todavía estaban con él; al oír las cosas que dijo Jesús en el versículo 39,
Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.
Los fariseos indignados dijeron : “¿Acaso nosotros somos también ciegos?”. La forma de su pregunta espera en el griego una respuesta negativa. Con seguridad, Jesús no estaba proponiendo que ellos fueran ciegos espiritualmente, como las personas comunes y corrientes que no conocían la ley:
Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.
Después de todo eran la élite, expertos autoproclamados en la ley y discípulos devotos de Moisés:
Juan 9:28 “Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos.”
Como líderes religiosos reconocidos de Israel, estaban confiados en que no carecían de percepción espiritual. Pero en realidad eran ciegos a la verdad espiritual, aunque no lo sabían. Y al negarse a admitir su ceguera, confirmaban la condición entenebrecida de sus corazones e incrementaban su odio hacia aquel que podía salvarlos de su pecado condenatorio y de Satanás.
3.La Ceguera Espiritual Rechaza la Visión Espiritual
3.La Ceguera Espiritual Rechaza la Visión Espiritual
Juan 9:41a “Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado”
Jesús quería decir que si los fariseos confesaban que eran ciegos espirituales (y con ello admitían su necesidad de Cristo, la luz verdadera), no tendrían pecado porque se les perdonaría:
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
Selah
El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
En el último día, será más tolerable la sentencia para los que perecieron por falta de visión que para los que se rebelaron contra la luz. Quienes se percatan de su enfermedad están en disposición de poner los medios para curarse, pues no hay mayor impedimento para la salvación de las almas que la autosuficiencia.
4.La Ceguera Espiritual Acaba en Condenación.
4.La Ceguera Espiritual Acaba en Condenación.
Juan 9:41b “mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.”
Los fariseos no estaban dispuestos a reconocer su ceguera, mas afirmaban ver,entonces seguían siendo culpables y no tenían perdón por todo su pecado. No podían alegar ignorancia o falta de oportunidad. En particular, el pecado aquí considerado, el que siempre condena, es la incredulidad. El pronunciamiento de Jesús según el cual el pecado permanece:
A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
En una ocasión, cuando algunos de sus discípulos le dijeron que unos fariseos estaban ofendidos por sus palabras, Jesús les respondió:
Mateo 15:13-14 “Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo”.
ESTO ES IMPORTANTE .Esa palabra sorprendente “Dejadlos” revela que a veces Dios juzga directamente a los pecadores que no se arrepienten abandonándolos e incluso endureciéndolos en su incredulidad:
Oséas 4:17 “Efraín es dado a ídolos; déjalo.”
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
Romanos 1:24 “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,”
Romanos 1:26 “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,”
Romanos 1:28 “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;”
El Señor dijo de su ministerio:
¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Aquellos que, como el ciego mendigo, reconocen su ceguera espiritual y se vuelven a la luz:
Juan 8:12 “el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”
Pero aquellos que, como los fariseos, persisten en amar más la oscuridad que la luz (Juan 3:19), continuarán vagando sin rumbo en la penumbra:
Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va.
El primer grupo está destinado a pasar la eternidad en la luz gloriosa del cielo:
No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.
El segundo está condenado a la oscuridad horrorosa del infierno eterno:
mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
“los hijos del reino”. La nación hebrea, herederos físicos de Abraham. serán echados