EL SIERVO SUFRIDO DE DIOS

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VERSÍCULO CLAVE: Isaias 53.5

Isaías 53:5 RVR60
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

INTRODUCCIÓN

- Isaías profetiza del Siervo Sufrido aproximadamente 700 años antes de la venida de Cristo.

- El describe con precisión el sufrimiento que Jesús padecería para traer salvación a la humanidad desobediente.

- Los escritores de los evangelios describieron este acontecimiento con cierto detalle.

- Al tratar de comprender su cruenta muerte, nuestra atención debe estar dirigida al propósito de su sacrificio y a la gloria que Dios debe recibir a través de nuestra vida como reflejo terrenal de su Hijo.

1. DESPRECIADO Y RECHAZADO

A. Jesús exaltado por Dios, Isaías 52:13-15

Isaías 52:13–15 RVR60
13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. 14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, 15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.

1)Al sacrificarse en favor de la humanidad perdida, V. 13.

2)Al resucitar de los muertos, V. 14. Véase Colosenses 2:15; Filipenses 2:9-11.

Colosenses 2:15 RVR60
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Filipenses 2:9–11 RVR60
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

3)Al asombrar a las naciones, reciben admirados la buena noticia de la salvación, muchos creen y aceptan Cristo como su Salvador, V. 15.

B. Jesús rechazado por la humanidad, Isaías 53:1-3.

Isaías 53:1–3 RVR60
1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? 2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

1)Fue rechazado por la incredulidad de su propio pueblo y el mundo, V. 1.

2)Fue rechazado por su origen humilde, V. 2.

3)Fue rechazado por su falta de atractivo, V. 2.

4)Fue rechazado por muchos, pero también fue aceptado por muchos, V. 3. Ejemplo discípulos, seguidores piadosos mencionados en los Evangelios.

2. HERIDO POR NUESTRAS TRANSGRESIONES

A. Jesús llevó nuestro pecado y sufrimiento, Isaías 53:4-6.

Isaías 53:4–6 RVR60
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

1)Él tomó nuestra culpa y cargó con la ira de Dios sobre sí mismo, el hombre no es capaz de entender las razones ni el porqué de esto, V. 4.

2)Él fue azotado, herido por Dios, y abatido por nuestras rebeliones, por nuestros pecados, V. 5.

3)Él sufrió la cruz para darnos paz y sanidad física, V. 5.

4)Él murió en la cruz a pesar de que los hombres se descarriaron y se apartaron de Dios, V. 6.

B. Jesús murió voluntariamente, Isaías 53:7-9.

Isaías 53:7–9 RVR60
7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

1)Él no abrió su boca para defenderse a si mismo, V. 7.

2)Él sufrió una muerte terrible, cruenta y real, V. 8.

3)Él murió en compañía de dos impíos, V. 9. Véase Lucas 23:32-33.

Lucas 23:32–33 RVR60
32 Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. 33 Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

4)Él al morir fue sepultado en la tumba de dos ricos, Nicodemo y José de Arimatea, V. 9. Véase Lucas 23:50-56; Mateo 27:57-60.

Lucas 23:50–56 RVR60
50 Había un varón llamado José, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del concilio, varón bueno y justo. 51 Este, que también esperaba el reino de Dios, y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, 52 fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. 53 Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie. 54 Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo. 55 Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. 56 Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento.
Mateo 27:57–60 RVR60
57 Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. 58 Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. 59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, 60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.

3. QUEBRANTADO Y EXALTADO POR DIOS

A. Jesús sufrió en obediencia al Padre, Isaías 53:10-11.

Isaías 53:10–11 RVR60
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

1) Él sufrió según el plan ordenado por Dios, V. 10.

2) Él al morir en obediencia al plan de Dios verá los siguientes resultados, v. 10-11.

a) Verá linaje: sus descendientes espirituales.

b) Vivirá por largos días: su vida es gloriosa.

c) La voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

d) Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho.

e) Él es el único que nos justifica ante Dios.

B. Jesús obtuvo la victoria, Isaías 53:12.

Isaías 53:12 RVR60
12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

1) Él triunfará y será recompensado. “… yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos”.

2) Él triunfó cuando derramó su vida hasta la muerte.

3) Él triunfó a pesar que fue contado con los pecadores.

4) Él triunfó cuando llevó el pecado de muchos.

5) Él triunfó cuando hubo orado por los transgresores.

Aplicación. El sacrificio de Cristo fue ordenado por Dios desde el principio por amor a la humanidad, Apocalipsis 13:8; Jesús triunfó sobre la muerte y ahora intercede por nosotros, Romanos 8:34.

Apocalipsis 13:8 RVR60
8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.
Romanos 8:34 RVR60
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Conclusión

La vida, la muerte y la resurrección de Cristo forman la base principal de nuestra fe.

Pasemos del conocimiento intelectual al compromiso del corazón, y luego a la práctica diaria de estas verdades.

Enfóquese en la transformación que Dios desea de nosotros al poner nuestra fe en el Salvador Resucitado.

Refleje las actitudes de Jesús, anime a los creyentes a regocijarse en el amor de Dios y comparta a Jesús con un no creyente.

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