Filadelfia 1
Las Siete Cartas • Sermon • Submitted
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Carta a Filadelfia 1
La ciudad de Filadelfia estaba situada en un valle, al paso de una carretera importante; es la más joven de las ciudades mencionadas, fue fundada por colonizadores de Pérgamo, durante el reinado de Atalo II del 159-138 a. C. El nombre, quiere decir “el que ama a su hermano”, y se llamó así por el amor que Atalo tenía por su hermano Eumenes.
El amor fraterno es característica de los creyentes, amarnos unos a otros, amar a Dios, pero no es suficiente, debemos amar a un mundo perdido, alcanzar a los no creyentes con las buenas nuevas de la cruz.
Fue fundada con la intención de hacerla un centro para la expansión del idioma y costumbres griegas en la región de Lidia y Frigia. Su propósito fue servir como misioneros y cumplieron su misión, para el año 19 d. C. la región había olvidado su propia lengua y les faltaba poco para ser totalmente griegos.
Por su ubicación estratégica, en la ruta principal del correo imperial de Roma, era llamada “Puerta al oriente”, también se le conocía como “Pequeña Atenas”, por los muchos templos en la ciudad, entre ellos: a Helios, Artemisa, Zeus, Dionisio y Afrodita.
Estaban sobre una falla geológica, y el año 17 a. C. fue destruida por un fuerte terremoto, el mismo que destruyó Sardis y otras 10 ciudades. Después del terremoto muchos se quedaron a vivir en la zona rural por miedo a otro terremoto. Sembraron uvas y llegó a ser famoso por su vino.
Filadelfia tuvo la puerta abierta para extender las ideas y lengua griega, ahora se les da la oportunidad de llevar el mensaje del amor de Jesús, el Cristo, a quienes no le conocían.
Es la ciudad que recibe más alabanzas. Su debacle se da a mediados del siglo XIV. Hasta el día de hoy, hay un obispo y cristianos. Junto con Esmirna, son las únicas que aun existen. Actualmente es la ciudad de Ala-Sheir. Ubicada aproximadamente a 45 Km de Sardis.
En la carta hay varias promesas y se da la razón de cada promesa. Bienvenidos a Fiadelfia:
“»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Filadelfia. Este es el mensaje de aquél que es santo y verdadero, el que tiene la llave de David. Lo que él abre, nadie puede cerrar; y lo que él cierra, nadie puede abrir:” (Apocalipsis 3:7, NTV)
Recordemos que las cartas, son escritas por nuestro Señor Jesús, o inspiradas en ÉL por el Espíritu Santo. Aquí se le identifica con títulos atribuidos sólo a Dios: El Santo, El Verdadero, El que tiene las llaves. El Santo, es una descripción de Dios mismo, es lo que escuchó Isaías.
“Se decían unos a otros: «¡Santo, santo, santo es el Señor de los Ejércitos Celestiales! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!».” (Isaías 6:3, NTV)
En el AT Dios es el Santo y aquí se da el título a Cristo Resucitado. La palabra santo, del griego Háguios: separado.
Porque Él es Santo, es digno de juzgar la vida espiritual de la iglesia de Filadelfia; Jesús fue llamado Santo por un demonio aterrorizado.
“«¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!».” (Marcos 1:24, NTV)
Por otra parte, El Verdadero, otro título dado a Dios, en hebreo significa: fiel o confiable y Jesús es ambos. Pero en griego hay 2 palabras que se traducen como Verdadero: Alethes: es una afirmación verdadera a diferencia de una afirmación falsa. La otra palabra es Alethinós, que es algo real, en contraparte a lo irreal. Y es en este sentido que se usa aquí. En Jesús está la realidad, cuando lo conoces, no es una sombra de la verdad, sino que te encuentras con la verdad misma, ÉL es todo lo que dice que es.
“»…el que tiene la llave de David…” (Apocalipsis 3:7, NTV)
La llave es símbolo de autoridad, es Jesús quien tiene la autoridad definitiva, nadie lo pone en duda. Pero detrás de esta frase hay una historia del AT. Asiria ha invadido Judá, Isaías el profeta lo advirtió, pero los líderes judíos prefieren confiar en Egipto y no en Dios. Uno de los dirigentes traidores se llamó Sebna, que usó su cargo, no para el bien del pueblo, sino para su propio provecho. Dios se asegura que sea quitado del cargo y ponen en su lugar a Eliaquim.
Él queda a cargo de toda la casa del rey Ezequías y el único que daba acceso a la presencia del rey. Isaías oyó decir a Dios, acerca de este mayordomo fiel:
“Le daré la llave de la casa de David, la posición más elevada dentro de la corte real. Cuando él abra puertas, nadie podrá cerrarlas; cuando él cierre puertas, nadie podrá abrirlas.” (Isaías 22:22, NTV)
Eso es lo que tiene en mente Juan; Jesús es el único que tiene autoridad para admitir en la nueva Jerusalén, la Ciudad de David, es el Único Camino nuevo y vivo a la presencia de Dios. Cristo tiene esa autoridad, en forma total, completa. Pero además, si recordamos el verso 1.18 dice:
“Yo soy el que vive. Estuve muerto, ¡pero mira! ¡Ahora estoy vivo por siempre y para siempre! Y tengo en mi poder las llaves de la muerte y de la tumba.” (Apocalipsis 1:18, NTV)
Además, tiene las llaves de la muerte y la tumba, ÉL ejerce autoridad en el cielo, la tierra y en el reino de la muerte; nadie más ¡mucho menos un virus! Que, aunque real, limitado por la Soberanía de Dios.
“»… Lo que él abre, nadie puede cerrar; y lo que él cierra, nadie puede abrir:” (Apocalipsis 3:7, NTV)
Además, el Rey tiene autoridad para abrir las puertas de Su tesoro para ti. Se le ha dado toda autoridad ¡Él tiene la llave de las bendiciones! Los tesoros están bajo Su resguardo. Y ÉL es tu Dios, tu Padre. Este año, pide, clama, porque Él sigue teniendo toda autoridad, no es satanás, no es tu jefe, no es el médico, es ÉL, se ganó ese derecho mediante Su muerte y resurrección.
Cuando crees el Mensaje de Gracia, ÉL abre la puerta del cielo y nadie la puede cerrar. Quien se niega creer, a pesar de la evidencia y se aparta, para ellos no hay ninguna puerta que pueda abrir su dinero o buenas obras, porque Jesús la ha cerrado con llave para ellos.
Filadelfia no tenía la reputación de Sardis, de ser prósperos y crecientes, lo que caracteriza a esta iglesia es la fe, no las obras. Jesús no menciona ninguna obra, pero si menciona promesas. Esta iglesia demostró Amor por la Palabra y el deseo de compartirla. Esto debe caracterizar toda iglesia cristiana.
No es el tamaño o la fuerza de una iglesia lo que determina su ministerio, sino su fe en el llamado y obediencia a la orden del Señor. Jesús abrió la puerta y ¡ÉL se encargará de que pasen por ella! Es ÉL quien determina dónde y cuándo su pueblo debe servir. A Filadelfia le llegó su oportunidad ¿la aprovecharían? Es verdad, es una iglesia con poca fuerza o poca influencia, pero era fiel a la Palabra y no tenía miedo de proclamar Su Nombre.
Así que nada impide que seamos esa iglesia que cumple Su propósito, que las personas lleguen buscando a Dios y lo encuentren entre nosotros. Si estás aquí, es con un propósito, no sólo engordar de la Palabra, sino nutrirte y hacer discípulos.
La puerta es una oportunidad de predicar el evangelio y que la Gracia de Dios opere, creando oídos dispuestos a escuchar y corazones dispuestos a recibir. Así lo entendemos por otras cartas.
“Cuando llegué a la ciudad de Troas para predicar la Buena Noticia de Cristo, el Señor me abrió una puerta de oportunidad;” (2 Corintios 2:12, NTV)
“Una vez que llegaron a Antioquía, reunieron a la iglesia y le informaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo él también había abierto la puerta de la fe a los gentiles.” (Hechos de los Apóstoles 14:27, NTV)
El profeta Isaías dijo algo similar:
“Desde la eternidad y hasta la eternidad, yo soy Dios. No hay quien pueda arrebatar a nadie de mi mano; nadie puede deshacer lo que he hecho».” (Isaías 43:13, NTV)
Aunque en esa época la sinagoga de satanás, judíos falsos tratan de cerrar la puerta que Dios ha abierto ¡ninguno podrá cerrarla!
“»Yo sé todo lo que haces y te he abierto una puerta que nadie puede cerrar...” (Apocalipsis 3:8, NTV)
El verso 8 empieza diciendo lo que ha dicho a otras iglesias: Yo sé todo lo que haces, se todo de ti. Y en otras palabras hace la misma afirmación del verso anterior. Sabemos que se refiere a las oportunidades para predicar el evangelio, porque es la misma fraseología que usa Pablo:
“Se ha abierto una puerta de par en par para hacer un gran trabajo en este lugar, aunque muchos se me oponen.” (1 Corintios 16:9, NTV)
“Cuando llegué a la ciudad de Troas para predicar la Buena Noticia de Cristo, el Señor me abrió una puerta de oportunidad;” (2 Corintios 2:12, NTV)
La ubicación de Filadelfia la hace estratégica para su misión. Está en una frontera, en la carretera imperial, los ejércitos del César pasan por ahí, el camino desde el puerto de Esmirna pasa por ahí. Esa posición permitía el transito a los misioneros cristianos. Aquí vemos 2 puntos:
Actualmente hay una puerta de oportunidad misionera delante de cada cristiano, sin tener que ir a otro país. En tu familia, amigos, la colonia, etc. Cada día, Dios abre una puerta de oportunidad. Y al mismo tiempo que es un privilegio es nuestra responsabilidad.
En el Camino de Cristo, la recompensa de un trabajo bien hecho es ¡más trabajo! Filadelfia dio muestras de su fidelidad y su recompensa es ¡más oportunidades para seguir demostrándolo!
La puerta que nuestro Señor ha abierto a las misiones -en estos tiempos-, es sin precedentes en los 1900 años de historia cristiana. Somos agentes misioneros en la cultura, la sociedad. Cristo sabe nuestras circunstancias y nuestro potencial. La pregunta es ¿tenemos esa mente evangelizadora, misionera? O más bien ¿escurrimos el paquete y evadimos ese privilegio y responsabilidad?
¿Estamos dispuestos a cumplir el llamado ante las puertas que Dios abrirá? ¿has desaprovechado alguna oportunidad? Si es así ¿qué puerta dejaste abierta?
La metáfora de la puerta abierta era común en esos días:
“Una vez que llegaron a Antioquía, reunieron a la iglesia y le informaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo él también había abierto la puerta de la fe a los gentiles.” (Hechos de los Apóstoles 14:27, NTV)
“»…Tienes poca fuerza; sin embargo, has obedecido mi palabra…” (Apocalipsis 3:8, NTV)
Decirles que tienen poca fuerza no es reproche, más bien les dice que ÉL sabe la situación por la que pasan, lo sabemos, por lo que les dice inmediatamente después: ¡han obedecido mi Palabra!
Por tu poca fuerza no has podido abrir las puertas ¡YO las abro para ti! Porque se que al abrirlas, obedecerás mi Palabra.
De otra forma ¿para qué quieres bendición, puertas abiertas, cielos abiertos? Si no es para obedecer mi Palabra, será para tus deseos egoístas. Además, les dice lo siguiente:
“»…y no negaste mi nombre.” (Apocalipsis 3:8, NTV)
Puede ser referencia a alguna crisis o prueba que los sometió a tomar una decisión: me mantengo firme o reniego. Los de Fila sabían que un cristiano junto a Cristo es mayoría. Pasaron por situaciones en que ser identificado como cristiano tenía un costo. Pero tenían presentes las palabras que Cristo dijo y registró Mateo:
“pero al que me niegue aquí en la tierra también yo lo negaré delante de mi Padre en el cielo.” (Mateo 10:33, NTV)
Pablo dio que es un requisito para reinar con ÉL.
“Si soportamos privaciones, reinaremos con él. Si lo negamos, él nos negará.” (2 Timoteo 2:12, NTV)
¿Alguna vez has sentido pena o vergüenza de ser identificado como seguidor de Jesús? Para los judíos que eran excluidos de la sinagoga,les da ánimo saber que Jesús, quien gobierna con justicia, lo sabe y los reconoce como Su propio pueblo.
Podemos concluir diciendo que Filadelfia era una iglesia pequeña a los ojos humanos, pero eran grandes a los ojos de Dios y al fin de cuentas ¡esa es la opinión que importa!
Palabra de Dios
Oremos