El despertar del liderazgo auténtico
El Último Congreso • Sermon • Submitted
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· 22 viewsCuando el verdadero liderazgo despierte, los falsos temblarán de miedo.
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15 Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.
Para transformar al mundo necesitamos líderes auténticos
Para transformar al mundo necesitamos líderes auténticos
La razón por la cual tenemos una imagen distorsionada acerca del liderazgo es porque no hemos aprendido lo que en verdad es un líder.
Hemos visto y sido víctimas de los malos líderes por eso muchos de nosotros no queremos ni tener otro ni ser uno.
Cuando el verdadero liderazgo despierte, los falsos líderes temblarán.
La primera lección que Jesús les da a sus discípulos en el Último Congreso es que deben liderar la transformación del mundo.
No podían enfrentarse al mundo para transformarlo si no estaban dispuestos a asumir el liderazgo, a dejar la mentalidad de víctimas o de pacientes y tomar una actitud proactiva.
No era la primera vez que alguien les hablaba de liderazgo, de hecho, ya los discípulos tenían algunas ideas al respecto:
35 Se le acercaron Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo. —Maestro—le dijeron—, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir. 36 —¿Qué quieren que haga por ustedes? 37 —Concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Por esta razón era importante para Jesús dejar claro en qué consistía el liderazgo auténtico, y a través de una lección práctica se los deja muy claro. Las cuatro primeras características del liderazgo auténtico surgen de los primeros 5 versículos del capítulo 13.
Liderazgo auténtico
Liderazgo auténtico
1 Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. 2 Llegó la hora de la cena. El diablo ya había incitado a Judas Iscariote, hijo de Simón, para que traicionara a Jesús. 3 Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio, y que había salido de Dios y a él volvía; 4 así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. 5 Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura.
1. Conciencia de la misión
1. Conciencia de la misión
Todo líder necesita mantenerse consciente de su misión, sin desenfocarse.
Jesús tenía conciencia de su misión porque sabía el momento histórico en que vivía.
Tu contexto es el grito que pide un líder se levante.
¿Cuál es la realidad que conmueve tu corazón? Es ahí, seguramente, donde Dios te está llamando a liderar un cambio.
2. Amor todo terreno
2. Amor todo terreno
El liderazgo auténtico solo puede surgir del amor, de lo contrario solo perseguirá fines egoístas.
Esta es una práctica de lo que más adelante Jesús les enseñaría acerca del amor, les demostró la práctica para después explicarles la teoría.
Jesús hizo lo que hizo teniendo muy clara la traición de Judas, la negación de Pedro y el abandono de todos sus discípulos.
¿Me permiten una frase célebre? Liderar es amar. Eso lo demostró Jesús en el Último Congreso.
3. Identidad absoluta
3. Identidad absoluta
Un líder sin identidad se desvía fácilmente del objetivo.
Una identidad sana nos ayuda a resistir las distracciones u oportunidades que no nos acercan al propósito.
La identidad de Jesús no dependía de la aprobación o fidelidad de sus discípulos; aunque ellos dudaran de él en el momento crucial, él no dudaría de su misión.
Decimos que algo es absoluto cuando no necesita de aprobación para cumplirse.
Jesús entendía que su misión debía ser aprobada por Dios pues de él venía y a él volvía.
Jesús solo podía tener absoluto dominio de todo porque tenía absoluto dominio de sí mismo.
4. Humildad legítima
4. Humildad legítima
Un líder que carece de humildad buscará los beneficios egoístas en vez de colectivos.
Lavar los pies no era un acto que asombraba a los discípulos, que Jesús lo hiciera sí lo hizo. No era el acto, era quién lo estaba haciendo.
Como no había nadie sirviendo, se sentaron a la mesa esperando que el menor entre ellos se levantara a lavarles los pies, pero ninguno se sentía tan menor como para eso…solo Jesús.
El acto fue tan impactante para Juan que describió la escena paso a paso.
Jesús demostró que la grandeza no está en lo que se recibe sino en lo que se da.
El liderazgo servicial es el liderazgo auténtico. El mundo no se transforma con el poder, la violencia o el abuso sino con el amor, la humildad y el servicio.
Sigan mi ejemplo...
Sigan mi ejemplo...
Jesús no está estableciendo un nuevo símbolo de humildad (lavar los pies), está diciendo que deben seguir su ejemplo. No deben lavarse los pies entre ellos sino ejercer un liderazgo como el suyo.
Ninguno de nosotros duda de que Jesús haya sido un líder. Los mismos ateos lo crees. Su vida a ha tocado a millones de personas alrededor del mundo. Es él quien nos está enseñando un liderazgo según su diseño.
La vida de Jesús no estuvo marcada por la gloria, credibilidad y reconocimiento, ni siquiera de sus seguidores. Vemos que además de la cruz él vivió la desaprobación familiar, el rechazo de los líderes, las burlas de los vecinos que lo vieron crecer, los cuestionamientos de quienes lo seguían, la incomprensión de quienes lo escuchaban y la deslealtad de sus discípulos.
El liderazgo, a diferencia de lo que creemos, no es un jardín de rosas, es un camino de espinas y piedras que nos duele y que forma nuestro carácter. Por eso el mundo se inventó un liderazgo más “apropiado”, uno en donde el líder recibe la gloria, el respeto, reconocimiento y el servicio.
Nosotros hemos sido llamados al liderazgo auténtico. Hoy estamos llamando al despertar del liderazgo al estilo de Jesús. ¿Responderás a ese llamado?
La primera lección de Jesús a sus discípulos en este Último Congreso fue a ser líderes auténticos y ese llamado también es para nosotros. Solo a través de un liderazgo auténtico transformaremos al mundo.