Salmo 67

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Introducción

Por regulación del gobierno y a causa del segundo pico de la pandemia que alcanzamos este mes, por dos semanas más si el Señor así lo dispone no tendremos nuestros servicios dominicales de adoración. Que anhelo de nuestros corazones sea poder adorar juntos al Señor como iglesia.
En nuestra reflexión bíblica de esta mañana vamos a considerar el Salmo 67. Un precioso salmo que nos dará una perspectiva correcta a la hora de rogar a Dios que extienda su bendición sobre nuestras vidas en en este nuevo año. Como Iglesia además nos permitirá considerar lo Dios espera de una iglesia que él bendice, como nos ha bendecido a nosotros.
¿Quien no quiere ser bendecido por el Señor? ¿sabes lo que significa la bendición de Dios? ¿Sabes que debería hacer al recibir la bendición? y ¿Cual debe ser tu mayor anhelo al recibirla?
Este Salmo tiene tres estrofas (vv. 1-2, 3-5 y 6-7) y dos interludios o pausas para dar tiempo a la reflexión, estas partes las he titulado: una petición a Dios por su bendición, el proposito de esta bendición y el fin último de esta bendición.
Leamos Juntos la Palabra de Dios.
1. Una petición a Dios por su Bendición (1-2)
Según los comentaristas este salmo fue escrito para ser cantado en la fiesta de la cosecha conocida por el pentecostés. en Neginot indica que debía ser acompañado por instrumentos de cuerdas.
Se supone que Israel ha recibido una cosecha abundante, trae las primicias delante de Dios como ofrenda y cantan este salmo en agradecimiento a Dios. Poniendo en perspectiva el porque han sido bendecidos por el Señor con abundantes frutos Vs. 6. “La tierra ha dado su fruto, nos ha bendecido Dios”
La petición de los primeros versículos tiene que ver con la bendición con la que Dios ordenó a Moisés que Aarón declarara sobre Israel Numeros 6:22-26
Esta bendición tiene que ver con la protección y el cuidado de Dios sobre su pueblo, esta envuelta en esta bendición la presencia de Dios con ellos, su rostro resplandecería sobre Israel para tener de ellos misericordia, quiere decir que el rostro del Señor no estaría airado por causa de sus pecados, la relación con ellos sería amorosa.
De manera que bendición es algo mas de lo que nosotros pensamos que Dios debe darnos cuando pedimos su bendición. Pensamos que la bendición tiene que ver con éxito profesional, mas dinero, un buen trabajo, comodidades que deseamos, etc. en resumen, que nos vaya bien en la vida.
Aunque la cosecha era un resultado de la bendición de Dios sobre Israel, estro era una arandela una añadidura. Bendición entonces tiene que ver con Dios mismo, una vida que disfruta de Dios y le glorifica, a causa de su misericordia.
Por lo general pensamos que Dios nos ha bendecido si llegamos a ser ricos, pero noten lo que dijo Jesus (Marcos 8:36). Así que conocer a Dios y disfrutar de él y su favor, es la mayor bendición que cualquiera puede experimentar, ya sea en esta vida o en la eternidad. Esta, es la bendición que el Salmista está pidiendo tras haber recibido una abundante cosecha.
La bendición Aarónica se repite en varios otros lugares del Antiguo testamento, Salmos 4: 6; 29:11; 31:16; 80:3,7,19. Tenemos una variación en el Salmo 67, al citarla, el salmista se identifica con aquellos que van a recibir la bendición: "Bendícenos" en lugar de "Jehová te bendiga".
Esto nos esta enseñando a pedir a Dios, aquello que él nos ha provisto ya.
Que pasa a la personas que son bendecidas con el favor de Dios, que gozan de una relación de amor con Dios inmerecida, por gracia en Jesucristo.... Cual debe ser nuestro mayor deseo en esta tierra al obtener el favor de Dios y gozar de una relación personal con él.
La respuesta del salmista sorprendería a un Judío nacionalista como Jonás que se enojó por que Dios tuvo compasión de los enemigos de Israel, o para los Discípulos de Jesus que estaban pensando orar para lloviera fuego del cielo y consumiera a los que rechazaron su predicación. De echo podría sorprendernos a nosotros que pensamos de manera egocéntrica sobre nuestro deleite en Dios y no miramos más allá, al fin ultimo de todas las cosas y es que la tierra sea llena de la gloria de Dios.
Esto nos lleva a nuestro segundo punto.

2. El proposito de la bendición de Dios. Vs. 3-5

Noten el para que..... esperamos que Dios nos bendiga para los caminos de Dios sean conocidos, que Dios salve a gente de todo pueblo y esta gente alabe a Dios con nosotros y así Dios sea mas glorificado. La gloria de Dios es el punto aquí.
El E.S. inspiró este salmo para enseñar a Israel mientras oraba y clamaba en la fiesta de las cosechas, a esperar un cosecha de almas de todo linaje pueblo tribu y nación, para la gloria de Dios.
Dios bendecía a Israel con gracia y misericordia para que “ sus caminos [sean] conocidos en la tierra, su salvación entre todas las naciones ”, es decir, que gentiles, o personas no Judías como nosotros llegaran a poseer la misma bendición que posee Israel, que es conocer a Dios. O para decirlo de otra manera, que las naciones puedan venir a escuchar y creer en el evangelio y ser salvas.
La idea de que las naciones sean bendecidas a través del testimonio del pueblo de Dios ha sido una esperanza central para la iglesia del antiguo testamento y debe serlo para nosotros.
Desde que Dios llamó a Abram de la Ur de los caldeos y confirmó el pacto de gracia con él, dijo: Génesis 12: 1-3, Abraham y todo creyente es llamado no solo a glorificar a Dios y gozar de él para siempre, sino también es llamado a ser de bendición para las naciones de la tierra Galatas 3:9.
Hermanos, Debemos vivir para la gloria de Dios, y debemso disfrutar de él, para que las naciones sean bendecidas en Él y para que las naciones glorifiquen a Dios.
Los profetas anhelaban el día en que los gentiles, los pueblos, las naciones de la tierra vendrían al monte Sion y adorarán al Dios vivo y verdadero (cp. Is. 56:3–8; 60:1–14; Zac. 14:16–19). Y los salmistas cantan constantemente sobre esa esperanza y nos enseñan a hacerlo también.
De hecho, el templo que Dios ordenó construir estaba diseñado para que todas las naciones buscaran a Dios, había un patio de adoración para hombres, otro mujeres y otro, el mas grande de todos era para los gentiles, este patio media 52.000 metros cuadrados aproximadamente, cabían unas 300.000 personas. Los Judíos entendían que el propósito de Dios era juntar en su casa gente de todo linaje, lengua, tribu y nación, pero no lo creyeron, de echo este fue el lugar que convirtieron en una plaza de mercado para que los Judíos pudieran cambiar dinero para sus ofrendas y comprara animales para sus sacrificios, se encerraron en si mismos y convirtieron el templo en un negocio. No había lugar para los gentiles en el templo. Se suponía que las naciones vendrían a adorar: “yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.” (Isaías 56.7, RVR60)
Y entonces, cuando Jesús llega a Su comisión a Su iglesia, cuando nos dice que “vayan y hagan discípulos de todas las naciones”, está diciendo que eso no es algo nuevo. Eso tiene sus raíces en el pacto de gracia tal como se revela en el Antiguo Testamento. Es una esperanza del Antiguo Testamento.
De manera que, habiendo sido salvados por Su amor y gracia, el deseo de nuestro corazón debe ser que las naciones, todas las naciones, se deleiten en ese mismo amor y gracia. Queremos que las naciones se regocijen en y mediante un conocimiento salvador de Jesucristo. Queremos que ellos puedan compartir las bendiciones que Dios por su gracia ha derramado sobre nosotros.
Así que la preocupación del salmista cuando agradece a Dios por su generosidad para con él, es pedir a Dios que derrame su generosidad espiritual sobre las naciones. En otras palabras, este Salmo, inicia rogando por la bendición de Dios y alaba a Dios por su generosidad, luego se convierte en una oración misionera.
¿Cómo van a llegar las naciones del mundo a conocer a Dios?
¿Cómo se va a conocer esta gran bendición en toda la tierra?
¿Solo porque el pueblo de Dios es bendecido?
Notemos como estos versiculos del 3-5 se enfocan en esta petición: que los gentiles lleguen a conocer y a alabar a Dios por su salvación. Entonces ¿Cómo espera el salmista que pase esto?
1. Al ver como Dios obra en medio de su pueblo. Bendícenos para que seas conocido. Señor danos esta bendición de Aarón, danos tu misericordia, que podamos conocer tu gracia, que estes a favor nuestro, entonces las naciones te conocerán, verían que tu gobiernas a tu pueblo con justicia y los guardas y guías como un buen pastor.
En palabras de Piper, El creyente nunca exclamará, “Que se gocen las naciones” cuando no puede decirlo de corazón “Yo me regocijaré en Jehová...Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, Altísimo (Salmo 104:34; 9:2) Las misiones comienzan y terminan con la adoración.
Los no cristianos están mirándonos, Ellos aaben que nosotros afirmamos conocer, amar y seguir a Jesucristo. Decimos que él es nuestro Salvador, nuestro Señor y nuestro Amigo. Seguro que ellos se está preguntando ¿Que diferencia hace esto en sus vidas?¿Dónde está su Dios?
Dice Mongomery Boice: Se puede decir sin temor a contradecirse que el mayor obstáculo para la evangelización en el mundo de hoy es el fracaso de la iglesia en proporcionar evidencia en su propia vida y obra del poder salvador de Dios.
Debemos pues orar con el salmista por nosotros mismos, para que podamos tener la bendición y la misericordia de Dios y la luz de su rostro nos ilumine, no para que luego nos sintamos llenos y cómodos disfrutando su gracia su gracia y su favor, sino para que arda en nuestros corazones un deseo por promover su gloria entre las naciones de la tierra, de manera que otro puedan ver en nosotros su bendición y su belleza y sean atraídos hacia él por medio de nosotros.
Mateo 5:16
¿Muestra tu vida la presencia de Dios en tu interior?
¿Alguna vez alguien te mira y piensa: "Dios ciertamente hace una diferencia para ese cristiano"?
Como dijo alguien: "Si ser cristiano fuera un crimen, ¿habría suficientes pruebas para condenarte?"
Stott dice que un gran obstáculo para el evangelismo es el hecho de que la iglesia no da evidencia del poder de Dios en cada individuo y en su vida corporativa.
Dios nos esta dando una gran oportunidad en estos tiempos para mostrar a otros la luz del evangelio con nuestras vidas.
¿Cómo van a conocer las naciones del mundo a Dios?
2. También conocerán a Dios por medio de la palabra con la cual Dios nos ha bendecido dándose a conocer a nosotros.
Debemos hablar a otros acerca de Dios. ¿De donde sacamos esto del salmo? recordemos que als primeras palabras del salmo salen de la oración de Aaron, era la bendición “sacerdotal” que Dios le había dado para bedecir a su pueblo.
Esta bendición sacerdotal no vendría por arte de magia, por una imposición de manos o algo así. Comop tal vez pensaran muchos cuando al final de servicio extendemos sobr la iglesia una bendición final. La bendición sacerdotal no viene mágicamente. ¿Mecánicamente por la imposición de manos, o algo por el estilo?
La bendición llega al pueblo de Dios cuando la palabra de Dios es proclamada con fidelidad. El sacerdote del Antiguo Testamento enseñaba la palabra y la dramatizaba realizando sacrificios. Observemos tres pasajes que amplían esta idea:
Romanos 15: 15-16. Pablo esta hablando a los romanos sobre su deber sacerdotal de proclamar el evangelio de Dios, esto, para que los gentiles lleguen a ser ofrenda agradable a Dios, santificada por el Espíritu Santo. Solo por la proclamación del evangelio de Dios, los gentiles se convertirían en olor grato a Dios y alabarían a Dios. Pablo se veía a sí mismo como un sacerdote o ministro, la forma en que ejerció su sacerdocio fue mediante la evangelización, enseñando a otros acerca de Dios.
Éxodo 19: 5–6: Noten que un sentido amplio, todo el pueblo de Dios es y debe ser sacerdote. ¿Cómo? Claramente, viviendo para Dios como pueblo de Dios y hablando a otros sobre él.
1 Pedro 2: 9–10, Pedro le dice estas palabras a una iglesia gentil. Tu función y deber ineludible como sacerdote es “anunciar las virtudes de Dios", Recordemos las palabras del Señor en Hechos 1: 8.
Así que por medio de este salmo, somos llamados a desear u orar por la salvación de otros y a enseñarles como obtener esta salvación, mientras oramos para que Dios nos extienda su bendición.
Que nuestro mayor anhelo sea ver el nombre de Dios siendo glorificado, que nuestro mayor deseo sea ver a nuestros vecino, amigos y enemigos dando gracias a Dios y santificando su nombre. Que nuestro mayor anhelo sea ver a los pueblos del mundo abrazar la gloria de Dios, su gracia en Jesucristo, su justicia y su gobierno justo.
Esta debe ser la espectativa que debemos tener como iglesia al clamar “Bendícenos Dios”
Hermanos que nos anime pensar en los 120 discípulos que se reunieron en el aposento alto de Jerusalén, personas de condición humilde y poco educados, que fueron bendecidos pro el Señor cuando su gracia se derramo sobre ellos y su espíritu vino con poder renovador sobre sus vidas… de ellos se dijo: Mirad como se aman, quienes son que trastornan el mundo entero.

3. El fin ultimo de esta bendición 6-7

El salmista espera que Dios responda su oración, esta es una expresión de confianza. El Señor nos bendecirá con su favor y su gracia, la tierra va a dar su fruto, en un sentido el Señor tambien prospera a su pueblo que le adora.... de manera que el fin ultimo se va a cumplir “Todos los términos de la tierra temerán al Señor” las naciones adorarán al Señor, obedeciendo a sus mandamientos.
Que visión tan gloriosa y que proposito tan increible.
Imaginase a este granjero hebreo agradecido con Dios por su gracia inmerecida, por la comunión que disfruta con el Señor y por la cosecha que ha recibido y recibirá el siguiente año. Pero no se detiene ahí. El no solo agradece Dios por su gracia y generosidad, el no solo esta diciendo “Señor, gracias por tu salvación, tu favor para conmigo y por esta cosecha que has provisto, te ruego que realmente la disfrutemos este invierno, que este nuevo año que inicia nos vaya bien cuando vendamos lo recogido en el mercado”. Si nosotros nos detenemos allí, ni siquiera estaríamos a la altura de la visión del Antiguo Testamento. de hecho seríamos subcristianos si nos detenemos ahí y simplemente agradecemos a Dios por lo que nos da. No, tienes que dar un paso más. Continúa reconociendo que Dios le dio esta generosidad para que todos los pueblos de la tierra pudieran conocer, amar y adorar a Dios.
Este hombre esta orando 'Señor, me has dado una cosecha abundante. Ahora, ¿por qué no salvas el mundo con esto? ¿Por qué no usas esta recompensa que me has dado para que las naciones conozcan quién eres? Esta es una oración muy ambiciosa verdad…
Pero lo increíble es que Jesus la esta cumpliendo, en Mateo 28 Jesus envía a un puñado de 11 hombres, eran la cosecha que Dios le había entregado en su mano, Y les dice: "Id y haced discípulos de todas las naciones"....
Este salmista quería que las bendiciones de Dios que le fueron dadas se usaran para llevar a las naciones a adorar al unico Dios verdadero. Lo mínimo que podemos hacer como cristianos que hemos escuchado la Comisión de nuestro Salvador es usar todos los recursos que Dios nos ha confiado, y anhelar desde el fondo de nuestro corazón que las naciones se regocijen y disfruten de la generosidad de la salvación gratuita en Jesucristo, así como lo estamos haciendo nosotros.
La gloria de Dios y la conversión de las naciones son los dos grandes temas de este Salmo, y esos son parte del latido del corazón de cada cristiano. Que Dios haga que nuestros corazones latan por la conversión de las naciones, para que finalmente Dios sea glorificado, que es el fin ultimo de lo que hacemos.
Dice Piper: La obra misionera no es la meta final de la iglesia. Lo es la adoración. Las misiones existen porque la adoración no existe. La adoración es absoluta, no así las misiones, porque Dios es la medida final de todas las cosas, no el hombre. Cuando termine ésta era, y los incontables millones de redimidos doblen sus rodillas ante el trono de Dios, las misiones se acabarán. La obra misionera es una necesidad temporal, pero la adoración permanece para siempre… Por tanto, la adoración es el combustible y la meta de las misiones. Es la meta final de las misiones sencillamente porque por medio de las misiones nosotros simplemente ayudamos a llevar a las naciones al incandescente deleite de la gloria de Dios. El objetivo de las misiones es el gozo de los pueblos en la grandeza de Dios ¡Jehová reina! ¡Regocíjese la tierra! ¡Alégrense las muchas costas! (Salmo 97:1). “¡Alábenle, Dios, los pueblos, todos los pueblos te alaben! Alégrense y gócense las naciones” (Salmo 67:3–4). [¡Que te alaben, oh Dios, los pueblos; que todos los pueblos te alaben. Alégrense y canten con júbilo las naciones! (Salmo 67:3–4 NVI).]
Mientras adoramos a Dios y ponemos nuestras vidas a su Servicio en al avance de su gloria, no temamos porque an en las circunstancias menos favorables tendremos éxito en nuestra misión. Tengamos la confianza del salmista y atendamos a la orden de nuestro Señor.
Dice Henry Mattew: “Si nada se hubiera dicho en las Escrituras respecto de la conversión del pagano, podríamos pensar que es en vano intentar una obra tan desesperanzada de llevarles el evangelio. Pero cuando vemos con cuánta confianza se declara en este texto, podemos emprender labores misioneras, seguros de que Dios cumplirá su palabra. ¿Nos retrasaremos en hacer saber al pagano el conocimiento con que nosotros somos favorecidos, y la salvación en la cual profesamos gloriarnos? Ellos no pueden aprender a menos que sean enseñados. Entonces, vamos adelante en el poder del Señor, y miremos a Él para que acompañe la palabra con el Espíritu Santo; entonces será destruido el reino de Satanás y se establecerá el reino de nuestro Redentor.
La mayor bendición será ver a Dios, lo que nos lleva al comienzo del salmo y su oración para que Dios "tenga misericordia de nosotros, nos bendiga y haga resplandecer su rostro sobre nosotros". ¿Recuerda la oración de Moisés que se encuentra en Éxodo 33? Moisés hizo tres peticiones en esa oración: primero, que Dios le enseñara su camino para que pudiera conocerlo y continuar encontrando favor con él; segundo, que Dios permanecería con el pueblo y nunca quitaría su presencia de ellos; y tercero, para poder mirar el rostro de Dios y ver su gloria (vv. 12-18). Dios concedió las dos primeras de esas solicitudes. Incluso dijo: “Haré pasar toda mi bondad delante de ti, y proclamaré mi nombre, el SEÑOR, en tu presencia. Tendré misericordia de quien tenga misericordia, y tendré compasión de quien tenga compasión. Pero… no pueden ver mi rostro, porque nadie puede verme y vivir ”(vv. 19-20). Eso es profundamente cierto, por supuesto. Ningún pecador, por muy devoto o piadoso que fuera Moisés, puede contemplar el rostro de Dios y sobrevivir a esa visión santa y penetrante. ¡Pero un día lo haremos! Miraremos a Dios en el día en que todo su pueblo redimido, extraído de toda tribu, lengua y nación y purificado de la más mínima mancha de pecado, se presente ante su trono para cantar alabanzas al Dios todopoderoso y al Cordero. En ese día, el rostro de Dios brillará sobre nosotros en su máxima medida; lo veremos "cara a cara", y la última visión beatífica que anticipa el Salmo 67 será la nuestra. En ese día nuestro gozo será aún mayor porque grandes multitudes de todas las naciones de la tierra estarán alabando a Dios con nosotros.
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