Dejad a los niños venir a mí

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Ser como niño es imprescindible. No podremos entrar en el Reino de Dios si no somos como niños. Esto es un llamado para mi, en lo personal, a reflexionar en mi dependencia de Dios. Muchas veces tiendo a hacer las cosas en mi propia fuerza, pero debo confiar más en Dios. Separado de Él nada puedo hacer.

Notes
Transcript

Dejad a los niños venir a mí

Lucas 18:15-17 (RV60)
Lucas 18:15–17 RVR60
15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron. 16 Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. 17 De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Contexto:

Jesús está en una aldea de Judea en su trayectoria de regreso a Jerusalén. No sabemos específicamente el nombre de la aldea donde Jesús está, pero tenemos una referencia del área donde estaba. En Lucas 17:11, nos dice que Jesús iba hacia Jerusalén y que pasaba entre Samaria y Galilea.
A su paso por las aldeas entre Galilea y Jerusalén, Jesús siempre enseñaba sobre el Reino de Dios, sanaba a los enfermos, y liberaba a los endemoniados. En muchas ocasiones los fariseos, los escribas y otros grupos se acercaron a Jesús para cuestionarle. En esta ocasión son traídos a Jesús niños para que los tocase. Jesús está posiblemente rodeado de un grupo de personas que han venido a hacerle preguntas y Él está enseñando.
Puntos importantes | Lo que el pasaje está diciendo a la audiencia original
Verso 15.
Traían a Jesús los niños para que los tacase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron.

Traían a Jesús los niños para que los tacase;

La palabra niños en este pasaje es la palabra griega βρέφος (brephos), que se traduce como niños pequeños, infantes y bebés.
El diccionario Griego-Ingles Lexicón también traduce esta palabra como un bebé en el vientre.
Otras versiones traducen esta palabra como:
· Niñitos (Biblia Textual - BTX)
· Niños pequeños (Biblia de Jerusalén)
· Niños muy pequeños (La Biblia de las Américas - LBLA)
· Sus bebés (American Standard Version - ASV)
También podemos ver que le traían a Jesús. Esto nos hace entender que alguien, muy posiblemente uno de los padres, traía el niño o niña a Jesús. Los niños no venían a Jesús por su propia cuenta, no pueden caminar ni sostenerse por sí mismos, alguien maduro o mayor les traía a Jesús.
Para que los tacase. Jesús tocó a muchas personas, y cuando les tocó sus vidas cambiaron.
Jesús tocó a muchos y fueron sanados de varias enfermedades.
· Jesús tocó a un leproso y fue limpio. Mateo 8:3
Mateo 8:3 LBLA
3 Y extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra.
· Jesús sanó a la suegra de Pedro. Él le toco la mano, y la fiebre la dejó. Mateo 8:15
Mateo 8:15 LBLA
15 Le tocó la mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó y le servía.
· Una mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde del manto de Jesús y fue sanada. Mateo 9:20-22
Mateo 9:20–22 LBLA
20 Y he aquí, una mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21 pues decía para sí: Si tan sólo toco su manto, sanaré. 22 Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y al instante la mujer quedó sana.
· Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Genesaret, los hombres de allí reconocieron a Jesús y avisaron a todos para que trajeran a los enfermos, y todos los que lo tocaban quedaban curados. Mateo 14:34-36
Mateo 14:34–36 LBLA
34 Terminada la travesía, bajaron a tierra en Genesaret. 35 Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Jesús, enviaron a decirlo por toda aquella comarca de alrededor y le trajeron todos los que tenían algún mal. 36 Y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.
· Lucas 6:19 nos dice que toda la multitud procuraba tocarle, porque de El salía un poder que a todos sanaba.
Lucas 6:19 LBLA
19 Y toda la multitud procuraba tocarle, porque de El salía un poder que a todos sanaba.

Lo cual viendo los discípulos, les reprendieron.

Cuando los discípulos vieron esto, que los padres y personas mayores traían a los niños pequeños a Jesús, les reprendieron.
Esto quiere decir que los discípulos no aprobaron lo que ellos estaban haciendo.
Según el contexto en los evangelios Jesús está posiblemente enseñando, y tiene un grupo de gente alrededor.
Los discípulos vieron que no era correcto que los niños fueran traídos a Jesús. Ellos procedieron a reprender, advertir a los que hacían esto que no lo hicieran. Los discípulos querían impedir que los niños fueran traídos a Jesús. Ellos pudieron ver esto como una distracción que podía interrumpir la atención de las personas a la enseñanza de Jesús.
Verso 16.
Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

Mas Jesús, llamándolos, dijo:

Jesús al ver lo que hicieron los discípulos los llamó. Lo que los discípulos hacían no era correcto y Jesús los llama para corregirles y enseñarles. En esta ocasión es para enseñarles una verdad del Reino de Dios.
Jesús los llama. Jesús no solamente expone la corrección o la instrucción a sus discípulos.
Primero Él los llama, luego les dice.

Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis;

Dejen que los niños vengan a mí. No se lo impidan. Permitan que esto pase. No sean un obstáculo.
Jesús aprueba esto. Que los niños vengan a Jesús es bueno.
Porque de los tales es el reino de Dios.
De los tales es el reino de Dios. Los tales son los niños.
Otras versiones dicen, porque de los que son como estos es el reino de Dios. Esto nos lleva a pensar en las características de un niño, de un infante, de un bebé.
· Ellos fueron traídos a Jesús. No pudieron llegar por sí mismos.
· Un niño no se dirige a si mismo, no toma decisiones por si mismo.
· Necesitan la protección de alguien mayor.
· Necesitan ser instruidos y corregidos.
· Necesita ser alimentado para vivir. No puede valerse por sí mismo.
Verso 17.
De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

De cierto os digo.

Esta frase denota una verdad muy importante. Jesús uso esta frase repetidas veces al enseñar las verdades más importantes del reino de Dios. Jesús repite esta frase más de 60 veces en los evangelios. En algunas ocasiones dice “de cierto, de cierto os digo” y esto denota que debemos prestar mucha atención a lo que está diciendo.
Otras versiones lo traducen como verdad y certeza.

El que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Esto es una condicionante que Jesús pone. Para entrar en el reino de Dios debo recibir el Reino como un niño.
Debo entender que no puedo llegar a Jesús por mí mismo, que no me dirijo a mí mismo, que no tomo decisiones por mi mismo.
Debo entender que necesito ayuda, necesito instrucción y corrección, alimento para vivir. Ser como un niño en los sentidos mencionados, no cómo inmadurez o irresponsabilidad. Debo recibir el Reino de Dios como un niño para poder entrar en él. Recibir el Reino no quiere decir entenderlo intelectualmente, quiere decir aceptarlo.

Principios importantes

· Los niños, bebés e infantes deben ser traídos a Jesús.
· Los padres deben traer sus hijos a Jesús.
· El toque de Jesús es muy importante y tiene poder para sanar cualquier enfermedad y aflicción.
· No debemos impedir a los niños que vengan a Jesús.
· Como discípulos de Jesús no podemos dar más importancia a la enseñanza a los adultos que a que los niños se acerquen a Jesús.
· El toque de Jesús es tan importante como sus enseñanzas.
· Jesús llamó a sus discípulos para corregirlos e instruirlos.
· Jesús no solamente alzó su vos y reprendió a sus discípulos. Los llamó y luego dijo.
· El Reino de Dios es de los que son como niños.
· Debemos recibir el Reino como niños.
· Un niño es totalmente dependiente de alguien mayor, más maduro, para vivir; para ser llevado a Jesús, dirección, tomar decisiones, protección, instrucción, corrección y alimentación,

Aplicación

· Como padre de familia y líder en la Iglesia del Señor Jesucristo, debo traer mis hijos a Jesús para que Él los toque.
· Como discípulo de Cristo no debo impedir que los niños sean traídos a Jesús para que Él los toque.
· Como cristianos, creyentes maduros, debemos traer bebés a Cristo. Esto también puede aplicarse como la obra de ir por todo el mundo y hacer discípulos. Nosotros como discípulos maduros, presentamos el evangelio del Señor Jesucristo a personas que no han nacido de nuevo.
· Como pastor en la iglesia que el Señor me ha puesto, debo dar mucha importancia a los niños, pues ellos son un ejemplo para los creyentes en cuanto a la dependencia de Dios para vivir. Debemos ser como niños para recibir el Reino de Dios. Esto implica una evaluación de los programas y actividades de la iglesia, incluyendo el formato que tenemos en nuestras reuniones semanales.
· Algunas veces ponemos a los niños en segundo plano, y no queremos que ellos se conviertan en una distracción. Creamos programas y actividades para que se entretengan mientras los adultos hacemos lo importante.
· Debo ser como niño. No puedo venir a Cristo por mi propia cuenta, alguien me trajo a El. En cuanto al Reino de Dios, nadie puede entrar por si mismo, debe primero recibir el Reino como un niño. Aceptarlo.
· Un niño es totalmente dependiente de alguien más. Jesús dice que separados de Él nada podemos hacer (Jn. 15:5)
Juan 15:5 RVR60
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Aplicación personal

El Reino de Dios es de los que son como niños. Entendemos que dependemos de Dios y sabemos que dependemos de Él. En mi experiencia personal, fue mi madre quien me trajo a Cristo en una escuela Bíblica de vacaciones. Necesitamos que alguien nos traiga a Jesús. Esto hace mucho más importante para mí la labor de evangelización y discipulado. Debemos dar fruto. Un cristiano debe dar a luz a otro cristiano.
Es de igual importancia poder evaluar las actividades e incluso la cultura que tenemos como iglesia, para no impedir que nuevos creyentes se acerquen a Cristo. Esto me habla tanto sobre los niños de edad que tenemos en la iglesia, como aquellos que son niños, recién nacidos, o aún no nacidos en lo espiritual. Puede ser que tengamos una cultura que impide que los niños en nuestra congregación se acerquen a Jesús. Pensamos que lo que los adultos hacemos es más importante, y para que los niños no nos interrumpan, los mandamos al sótano para que ellos canten y jueguen y hagan unas pocas actividades y hablemos de la Biblia. La tarea de traer a los hijos a Jesús es de los padres. Así mismo de instruirlos y corregirlos.
Ser como niño es imprescindible. No podremos entrar en el Reino de Dios si no somos como niños. Esto es un llamado para mí, en lo personal, a reflexionar en mi dependencia de Dios. Muchas veces tiendo a hacer las cosas en mi propia fuerza, pero debo confiar más en Dios. Separado de Él nada puedo hacer.
[1] Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Lc 18:15–17). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
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