Sanidad del alma

Lucas 4:16–19 (RVR60)

16Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo* entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:

18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor.

Introducción

Uno de los problemas más grandes de la humanidad y que no le ponen atención es la sanidad del alma.

Todos hemos sufrido, hemos sido lastimados, nuestras malas decisiones nos han hecho sufrir, hay mucho rencor, desepción, frustración, amargura, falta de perdón, orgullo y complejo de inferioridad que es necesario sanar.

Si no sentimos la paz que Cristo promete, es porque necesitamos sanar nuestra alma.

El Señor promete: e ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;

Causas externas

Vivimos en un mundo lleno de pecado, debemos enfrentar día a día:

El dolor y daño que existe en el alma de muchas personas.

Las preocupaciones del hogar, la familia

La violencia y maldad que cada día es más agresivo por el sentimiento de odio

El materialismo que nos reta a alcanzar poseciones materiales que no necesitamos pero al no tenerlas nos frustran.

El agotamiento físico que causa todo esto enferma.

Los médicos debe estar preparados para atender sintomas que no son físicos sino del alma.

Las soluciones materiales

El error más grande que comete el ser humano es buscar sanidad del alma en las cosas materiales.

Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. Jeremías 2:13.

Las cisternas rotas son la soledad, los vicios, el placer del pecado, la hechicería, la autocompasión, incluso las medicinas y las distracciones.

Soluciones Religiosas

El hombre transformó su relación con Dios en religión y tradiciones. Hoy, para la mayoría de los cristianos, la religión consiste en ceremonias, ritos, costumbres, cultos.

Estamos, ante el peligro de transformarnos en una religión sin principios morales y sin verdad, la ocultan dando respuestas superficiales.

Se habla de paz, de perdón, de bendición, de poder, de prosperidad. Pero no se habla de pecado. Cuando se habla de pecado, a la gente no le gusta, se ofende.

La gente va a la iglesia buscando una solución superficial o fácil, como cuando Saúl era atormentado por un espíritu malo, mientras David tocara el arpa todo estaba bien, pero el espíritu siempre estaba ahí. (1 Samuel 16)

Conclusión

Aceptar nuestra condición es el primer paso para la sanidad del alma, reconocer que el único que puede sanar nuestra alma es Cristo Jesús.

Él ha venido para sanar toda enfermedad, incluso la del alma.

Debe confesar su pecado si en usted hay falta de perdón, rencor, orgullo, etc.

Acudir a la fuente de agua viva que es Cristo Jesús, confieselo como su Señor, y que nada puede hacer fuera de Él, humillese delante de Él.

Llene su vida de la Palabra de Dios, escuchela y pongala en práctica.

De esa manera podrá disfrutar de la paz que solamente Cristo puede dar.

Juan 14:27 (RVR60)

27La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.