El Camino de la Gracia Disciplinada

Isaiah 57:14–21 NTV

14 Dios dice: «¡Reconstruyan el camino! Quiten las rocas y las piedras del camino para que mi pueblo pueda volver del cautiverio». 15 El Alto y Majestuoso que vive en la eternidad, el Santo, dice: «Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Restauro el espíritu destrozado del humilde y reavivo el valor de los que tienen un corazón arrepentido. 16 Pues no pelearé contra ustedes para siempre; no estaré siempre enojado. Si lo estuviera, moriría toda la gente, sí, todas las almas que he creado. 17 Estaba enojado, así que castigué a este pueblo tan avaro. Me aparté de ellos, pero continuaron por su propio terco camino. 18 He visto lo que hacen, ¡pero aun así, los sanaré y los guiaré! Consolaré a los que se lamentan, 19 llevando palabras de alabanza a sus labios. Que tengan paz abundante, tanto cerca como lejos —dice el Señor que los sana—. 20 Pero los que aún me rechazan son como el mar agitado, que nunca está tranquilo, sino que continuamente revuelve el lodo y la tierra. 21 No hay paz para el perverso —dice mi Dios—.

Introducción

¿Alguna vez te has sentido atrapado? ¿Alguna ves has ido a la playa y visto como las olas levantan la tierra cuando rompen sobre ella? Ese es el estado del ser humano que sigue como esclavo a la ley del pecado.

Isaiah 57:20 NTV

20 Pero los que aún me rechazan son como el mar agitado, que nunca está tranquilo, sino que continuamente revuelve el lodo y la tierra.

Romans 7:5 NTV

5 Cuando vivíamos controlados por nuestra vieja naturaleza, los deseos pecaminosos actuaban dentro de nosotros y la ley despertaba esos malos deseos que producían una cosecha de acciones pecaminosas, las cuales nos llevaban a la muerte.

Es como la tierra que es levantada por el movimiento natural de las olas. El movimiento natural de una persona que no ha nacido espiritualmente es levantar la suciedad y basura que se encuentran en sus profundidades.

Ahora bien, ¿habrá esperanza para nosotros? Los que conocemos del poder redentor y sanador de nuestro Señor Jesucristo cantamos y compartimos de lo que Dios puede hacer en nuestras vidas. Con el comienzo de este nuevo año y utilizando Celebración de La Disciplina de Richard Foster, estaremos adentrándonos a cómo podemos colocarnos en un lugar para que podamos ser más receptivos a la obra que Dios quiere hacer en nuestras vidas por medio de disciplinas espirituales.

Pero, muchos dirán, esas disciplinas son para los “super religiosos” que no están viviendo en la vida real del trabajo, pagar renta, pagar los facturas de luz y agua, etc. A esto le digo mi hermano y hermana, que las disciplinas son especialmente para personas ordinarias que cuidan niños, lavan la losa en sus casas, y trabajan como cualquier otro.

¿Qué son las disciplinas espirituales?

Romans 5:17 NTV

17 Pues el pecado de un solo hombre, Adán, hizo que la muerte reinara sobre muchos; pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, porque todos los que lo reciben vivirán en victoria sobre el pecado y la muerte por medio de un solo hombre, Jesucristo.

“El cambio necesitado dentro de nosotros es la obra de Dios, no nuestra. La demanda es de una obra interior, sólo Dios puede obrar desde adentro. Nosotros no podemos obtener ni ganarnos esta justicia del reino de Dios; es una gracia a ser recibida.”

“Dios nos ha dado las Disciplinas de la vida espiritual como medios de recibir su gracia. Las Disciplinas nos permiten colocarnos ante Dios para que él pueda transformarnos.”

Galatians 6:8 NTV

8 Los que viven sólo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna.

Las disciplinas son como podemos sembrar al Espíritu.

“Un agricultor no puede hacer nada para cultivar grano; todo lo que puede hacer es proporcionar las condiciones adecuadas para el cultivo de grano. Él cultiva la tierra, planta la semilla, riega las plantas y luego las fuerzas naturales de la tierra toman el control y surge el grano. Así es con las Disciplinas Espirituales: son una forma de sembrar para el Espíritu. Las Disciplinas son la forma en que Dios nos mete en la tierra; nos ponen donde él puede trabajar dentro de nosotros y transformarnos. Por sí mismas, las Disciplinas Espirituales no pueden hacer nada; solo pueden llevarnos al lugar donde se puede hacer algo. Son los medios de gracia de Dios.”

¿Qué son estas disciplinas? Algunos ejemplos incluyen:

meditación

oración

estudio

ayuno

servicio

confesión

adoración

celebración

¿Por qué practicar estas disciplinas?

Psalm 42:1–2 NTV

1 Como el ciervo anhela las corrientes de las aguas, así te anhelo a ti, oh Dios. 2 Tengo sed de Dios, del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir para estar delante de él?

El propósito principal de las disciplinas espirituales no es el hecho de que lo hagamos o ni siquiera el resultado que pueden traer. El punto principal es que deseamos más del Señor en nuestras vidas y queremos relacionarnos más íntimamente a nuestro Dios. Si nuestro deseo principal no es estar más cerca de Dios puedes perder el tiempo participando de estas disciplinas. Tenemos que quererle a Él primero.

Volviendo al tema inicial donde mencionamos la libertad del pecado, he mencionado en otras ocasiones donde es imposible ser libres por mera fuerza de voluntad. La segunda razón por la cual debemos practicar estas disciplinas es porque al confiar en Dios, Él tiene el poder para hacer lo que nosotros quisiéramos hacer por pura fuerza propia de voluntad. Esto es romper las cadenas de los hábitos que nos esclavizan a los deseos pecaminosos de la carne y espíritu. Pablo nos da un vistazo en varias cartas de algunos de ellos:

Galatians 5:19–21 NTV

19 Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, 20 idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, 21 envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.

Colossians 3:5–9 NTV

5 Así que hagan morir las cosas pecaminosas y terrenales que acechan dentro de ustedes. No tengan nada que ver con la inmoralidad sexual, la impureza, las bajas pasiones y los malos deseos. No sean avaros, pues la persona avara es idólatra porque adora las cosas de este mundo. 6 A causa de esos pecados, viene la furia de Dios. 7 Ustedes solían hacer esas cosas cuando su vida aún formaba parte de este mundo; 8 pero ahora es el momento de eliminar el enojo, la furia, el comportamiento malicioso, la calumnia y el lenguaje sucio. 9 No se mientan unos a otros, porque ustedes ya se han quitado la vieja naturaleza pecaminosa y todos sus actos perversos.

El mundo nos querrá hacer pensar que hay miles de maneras de lidiar con estos asuntos a nuestra propia manera pero les puedo asegurar que no tendrán efecto duradero y será solamente superficial. Si la obra no ha sido hecha por el Señor, tarde o temprano lo que realmente somos saldrá a la superficie.

¿Quién puede practicar las disciplinas?

Algo especial acerca de las disciplinas es que tanto la persona que recién acaba de conocer al Señor como aquel ha seguido a Dios por décadas pueden practicar las disciplinas. No es necesario ser un experto en materias de teología y/o doctrina para participar en ellas. Sin embargo, todo lo que se practica se puede mal practicar. Es por eso que a lo largo de las próximas semanas estaremos profundizando en cómo podemos practicar ciertas disciplinas de manera adecuada.

James 1:22–25 NTV

22 No sólo escuchen la palabra de Dios, tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. 23 Pues, si escuchas la palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo; 24 te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres. 25 Pero si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia.

Hermano que me escucha, es de mucha importancia que entendamos que no vale solo aprender de estas disciplinas sino ponerlas en práctica para que colaboremos con el Señor en la obra que quiere hacer en nosotros y crezcamos en nuestra cercanía a Él. Pero quede claro que estas disciplinas no serán de beneficio alguno a aquellos que no han nacido de nuevo en el Espíritu.

Ojo: Advertencia acerca de las disciplinas

Las Disciplinas No Son Leyes

El momento que convirtamos las disciplinas que estaremos estudiando en leyes perdemos todo beneficio que el Señor pueda traer a través de ellas. Las disciplinas en su núcleo son la obra interior que el Señor hace en nosotros. Es por esto que Jesús le dijo a los fariseos...

Matthew 23:4 NTV

4 Aplastan a la gente bajo el peso de exigencias religiosas insoportables y jamás mueven un dedo para aligerar la carga.

Pero debemos mantener la Escritura de 2 Cor. 3.6 en nuestra mente constantemente

2 Corinthians 3:6 NTV

6 Él nos capacitó para que seamos ministros de su nuevo pacto. Este no es un pacto de leyes escritas, sino del Espíritu. El antiguo pacto escrito termina en muerte; pero, de acuerdo con el nuevo pacto, el Espíritu da vida.

Es a través del Espíritu y la obra que hará en nosotros que encontraremos nueva vida.

Conclusión

Resumen en una oración

Las disciplinas espirituales son prácticas que nos colocan en el lugar donde Dios hace su obra en nosotros.

Aplicación: Puntos Prácticos

Luego que examinemos cada disciplina tendremos varios puntos prácticos para que puedan ejecutarlos en su tiempo de llevar a cabo estas disciplinas. Pero aquí tenemos unos puntos generales que aplicarán a cualquier disciplina:

Mantenga un cuaderno

Es increíble lo que podemos aprender cuando repasamos alguna experiencia previa. A medida que vayamos practicando las disciplinas a lo largo de nuestras vidas podemos mantener un registro de lo que el Señor nos ha revelado y compartirlo. Es importante también al pasar el tiempo ya que tendemos a olvidar lo que aprendemos. En este cuaderno puedes registrar como responde tu mente y corazón. Puedes tomar notas de algo que hayas aprendido en un libro también para compartir con otros.

Mantenga la consistencia

Rara vez cuando haces un ejercicio físico verás los resultados inmediatamente. Toma práctica y repetición. La obra que el Señor hace en nosotros a veces puede ser drástica y dramática pero en otras ocasiones toma tiempo, paciencia y fe en él.

Mantenga la comunidad

Otra sorpresa viene en cuánto podemos aprender cuando compartimos nuestras experiencias con otros que están en el mismo camino de seguir Jesús en este camino. Otro beneficio de mantener la comunidad es que nos podemos animar unos a otros y levantarnos en oración.

Llamado al altar

Este camino es simple pero no es fácil. Tomará fuerza sobrenatural que el Señor está dispuesto a darte si tu deseo es crecer en él. Dios quiere hacer una obra en ti pero debemos poner de nuestra parte. Colaboremos con el para que la imagen de Jesús sea más clara día tras día.