La mayoría de nosotros tenemos un problema de disciplina y compromiso. Comenzamos un proyecto o un propósito de año nuevo, pero al final de este notamos que lo hemos dejado a medias y nunca lo terminamos.
El pueblo de Israel al volver del cautiverio para reconstruir el templo del Señor, comenzó con entusiasmo pero al pasar del tiempo ya no le dieron importancia y comenzaron a atrasar o abandonar lo que ya había comenzado.
I. El Problema de poner nuestra opinión antes de la Palabra de Dios.
Hageo 1:2 (RVR) 2 Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.
A. El tiempo de Dios y el tiempo del hombre.
1. El hombre dice. Si lo hago, pero aún no.
10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría. Eclesiastés 9:10 (RVR)