Apologética en la Teología Propia
Apologética Cristiana • Sermon • Submitted
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· 515 viewsEste es un estudio sistemático sobre la Apologética Cristiana en el cual se abarcará: (1) Introducción a la Apologética Cristiana, 2. Apologética en la Teología Propia 1-2, (3) Apologética en la Bibliología, (4) Reflexión final sobre la Apologética Cristiana.
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
Hablar acerca de la existencia de Dios siempre ha sido un debate común, en nuestro tiempo y en tiempos pasados, no sólo en los tiempos de Cristo, sino aún antes de él ya existían aquellos que negaban la existencia de Dios. Nos corresponde como apologetas presentar evidencia de la existencia de Dios en nuestros tiempos, ya que se nos demanda por las Escrituras (1 Pedro 3:15) y por la presión de la sociedad. Se dijo anteriormente que “ser cristiano es también pensar, usar la razón” (John Stott), es por eso que en esta ocasión vamos a presentar evidencias de la existencia de Dios, pero más que ser evidencias tangibles, son argumentos que nos muestran, de manera racional, la posibilidad de la existencia de Dios a través de la lógica humana. Hay que tener mucho cuidado con estos argumentos, pues tenemos que remarcar que son razonamientos humanos carentes de perfección y en los cuales se halla la deficiencia, pero más allá de eso es importante tomarlo en cuenta.
Texto clave:
Habacuc 1:12 “¡Tú, SEÑOR, existes desde la eternidad! ¡Tú, mi santo Dios, eres inmortal!” NVI.
I. Pruebas racionales
I. Pruebas racionales
A continuación se presentan los 4 argumentos racionales, naturales, humanos, etc. que son más comunes en el ámbito filosófico.
Argumento cosmológico
Es el argumento que postula una “Causa Última” de todo a partir de lo creado. Tomas de Aquino articuló este argumento en sus “1ra vía, 2da vía y 3ra vía” para demostrar la existencia de un dios. No puede haber una secuencia de causas, por lo que debe haber un motor inmovil (1ra vía), una “primera causa” “causa incausada” (2da vía), un ser original y absolutamente necesario, capaz de producir todas las cosas creadas (3ra vía). Y esta “Causa Primera” es Dios. Es decir, utilizamos la lógica al decir: “Lo que hay no puede provenir de la nada, por lo tanto debe haber una causa original, alguien que lo hizo, dado que todo lo que vemos es contingente (no tiene en sí mismo su propia existencia)”. De la misma forma que se usa un reloj, y aunque el que lo usa nunca vio al relojero el hecho de que exista un reloj exige y demanda que exista un relojero que fabricó dicho objeto. Todo efecto tiene una causa, y la causa primera a todo lo que existe es “Dios”.
Argumento teleológico
Postula que, como el término significa “telos = Fin, meta o propósito”, todo cuanto existe presenta un orden y una adaptación progresiva, de los sujetos a los objetos, de los órganos a sus funciones, de los medios para los fines. Este argumento (5ta vía) al observar la complejidad del orden, el diseño, el propósito y la inteligencia detrás del universo exige un diseñador inteligente y deliberado, que es “Dios”. Puesto que el universo parece estar creado con propósito, debe haber un Dios inteligente y con propósitos que lo creó para que funcione de esa manera.
Argumento ontológico
Empieza con la “idea de Dios”, que se define como “más grande de lo que se puede imaginar”. Este argumento fue propuesto por Anselmo de Canterbury. Dicho de otra manera: “si el hombre es capaz de pensar que Dios existe como ser perfecto, entonces este Dios ha de existir. Puesto que la existencia es un atributo de perfección, y pensar en alguien máximamente grandioso sin ese atributo lo convierte en alguien imperfecto, es decir alguien que no es máximamente grandioso, pues no es perfecto sino imperfecto por no existir”. Este argumento parte del pensamiento abstracto a la existencia real. Alguien dirá, puedo imaginar a alguien mucho más máximamente grandioso, en ese caso ese sería Dios.
Argumento moral (psicológico)
Este argumento empieza con el sentido del bien y del mal, es decir desde la moral. La conciencia nos mueve a la observación de una ley moral, comun a todos los hombres que se impone al individuo como una norma anterior y superior a él. Esta es la “4ta vía” de Tomás de Aquino. Es decir, toda ley universal superior al individuo humano implica la existencia de un legislador, también anterior y superior al ser humano. Hay un ser moral anterior al ser humano quien creó y sostiene el orden moral del mundo y que por lo tanto este ha de ser alguien superior al ser humano.
II. Análisis a cada prueba
II. Análisis a cada prueba
Argumento cosmológico
1) Este argumento no presenta al Dios de la Biblia, lo que propone es la existencia de un ser supramundano. 2) Todo lo que vemos es contingente, sí, pero a nuestra percepción. Puesto que lo que surge y desaparece, no es la masa atómica o la energía constante del universo, sino las distintas formas que una diversa composición molecular ofrece a nuestra percepción. Este argumento también fue utilizado por Al-Ghazali (1058-1111)para demostrar la existencia de Alá. 3) Kant señaló que todo cuanto existe tiene una causa adecuada y esto también se aplica a Dios, y esto produce una cadena interminable.
Argumento teleológico
Este argumento no prueba la existencia de Dios ni de un creador, sino sólo de un gran arquitecto que diseñó el mundo. Este argumento indica la “probable existencia de una Mente que está en control del proceso del mundo”. Este argumento también fue utilizado por Platón, Aristóteles y Kant, por ende, no conduce necesariamente al único Dios verdadero.
Argumento ontológico
Es bastante evidente que no podemos partir desde el pensamiento abstracto hacia la existencia real. El hecho de que tengamos una idea de Dios no prueba su existencia objetiva. Este argumento supone tácitamente la existencia de Dios en la mente humana. Se debe tener cuidado con esté argumento, pues pensadores no evangélicos como René Descartes, Baruc Spinoza, Gottfriet Wilhelm von Leibniz, Geroge Hegel y Charles Hartshorne han sostenido una forma de este argumento y no no los condujo al Dios de la Biblia.
Argumento moral (psicológico)
1) La Psicología a partir de Sigmund Freud ha demostrado que la tal “voz de la conciencia” que dicta al ser humano lo que es bueno y malo, puede explicarse por ese “Super-Yo” el que está presente en el ser humano como aquello heredado e introyectado como conjunto de normas religiosas, morales y sociales, que le han venido al individuo desde fuera hasta constituirse en una superestructura moral de su yo. 2) Kant propuso una variante de este argumento moral y negaba tanto la trinidad como la encarnación.
III. ¿Son válidas?
III. ¿Son válidas?
Todos estos argumentos basados en la observación humana y en sus razonamientos sobre ella no demuestran lógicamente la existencia del único Dios verdadero. Como dice Louis Berkhof: “Ninguno de ellos puede conducir hasta una absoluta convicción”. Esto no quiere decir que la existencia de Dios sea contraria a la lógica, sino más que estos argumentos no la demuestran de forma persuasiva a quienes “detienen con injusticia la verdad” (Ro. 1:18). Los creyentes no los necesitan, pues su convicción respecto a la existencia de Dios no depende de ellas, sino de una aceptación creyente de la auto-revelación de Dios en la Escritura. Pero, ¿Son válidas? A esto debemos responder que: Como argumentos de confección humana pueden tener cierta utilidad, pero sólo cuando se derivan de las Escrituras, estos argumentos son formas de la verdad bíblica y el Espíritu Santo puede utilizarlos para convencer a las personas de su veracidad. El valor de estas pruebas reside en superar algunas de las objeciones intelectuales de los que no creen, llevan a superarlas, mas no así a salvarlos.
Conclusión
Conclusión
El Nuevo Testamento nunca presenta a un creyente esforzándose en argumentos con incrédulo, el testimonio del cristiano es siempre una apelación a los hechos: a lo que Dios ha hecho para revelarnos Su mensaje de salvación, y a la persona sagrada de Jesús que ha podido interpretarnos (Juan 1:18) correctamente a Dios, por ser su Verbo, “el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia” (Heb 1:3) Por tanto, no digamos al incrédulo: “Vamos a discutir”, sino “Ven y ve” (Juan 1:46).
Bibliografía.
Berkhof, Louis. Teología Sistemática. Traducido por Cristian Franco. Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico, 2018.
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Enns, Paul. Compendio Portavoz de Teología. Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 2010.
Grudem, Wayne. Teología Sistemática. Miami, Florida: Editorial Vida, 2007.
Lacueva, Francisco. Curso de formación teológica, Vol. 2, “Un Dios en tres personas”. Viladecavalls, Barcelona: CLIE, 2006.