EL SEÑOR NO NOS VE
Inmoralidad secreta dentro del Cristianismo
I.- EL ÍDOLO DEL CELO JUNTO A LA PUERTA DEL ALTAR. Vv. 1-6.
II. A LOS ANCIANOS DE ISRAEL QUE ADORAN TODA CLASE DE IMAGENES EN UNA HABITACIÓN SECRETA (Vv. 7–12)
III.- A LAS MUJERES QUE LLORAN POR TAMUZ. Vv. 13-14.
Divinidad babilónica. Las antiguas tradiciones orales acerca de Tamuz fueron consignadas en sumerio. Era adorado en Babilonia, Asiria, Fenicia y Palestina. Su nombre vino a ser el del cuarto mes del año semítico (véase TIEMPO). Era considerado el protector de la agricultura y de los rebaños. Tamuz era representado como muriendo cada año, renaciendo a la vida en la primavera, durante las crecidas que vivificaban la vegetación. El profeta Ezequiel tuvo una visión acerca de los judíos que practicaban el culto a Tamuz: unas mujeres, sentadas a la puerta septentrional del Templo, lloraban la muerte de este dios (Ez. 8:14). Cirilo de Alejandría y Jerónimo asimilaron Tamuz al Adonis fenicio y sirio. En junio, época calurosa que seca los cultivos, las mujeres lloraban la desaparición de Adonis, y se lanzaban a su búsqueda. Este culto comportaba ritos inmorales.
IV.- A LOS HOMBRES QUE ADORAN AL SOL. Vv. 15-16.
2. Divinidades babilonias. Bel (en acadio Bēlū, relacionado con el heb. Baal, Señor), finalmente identificado con Marduk, es la principal divinidad de Babilonia (Jer. 51:44). Los hebreos lo llamaban Merodac (Jer. 50:2; cp. Is. 39:1). Era un Dios solar, a cuyos rayos se atribuía la renovación de la naturaleza en la primavera, la época en que se celebraban sus fiestas. Fue poco después del 2000 a.C. que los babilonios lo situaron a la cabeza de su panteón. Según Enuma Elish (el relato babilónico de la creación), Marduk consiguió este lugar al dar muerte a Tiamat, la diosa del abismo. Era adorado particularmente en Esagil, el famoso templo de Babilonia