Sermón sin título

"¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros".

Introducción

Este es mi primer sermón del año ¿Qué necesita la iglesia escuchar? ¿Qué necesito yo día a día, cada inicio de año? El Evangelio. Las buenas noticias de la salvación que Dios ofrece al mundo a través de Jesús, son las noticias que mi corazón necesita escuchar, al fin de cuentas. Eso fue lo que me trajo a Sus pies, lo que me mantiene aquí y además, en el día final, lo que me llevará a Él.Oremos.Respuesta a las preguntas retóricas (cuerpo del sermón)1. ¿Quién condena?El Capítulo 8 de Romanos, tiene un lenguaje jurídico.Condenación (v.1), ley (v.2), testimonio (v.16), acusación y justificación (v.33).Es como si estuviéramos en una corte celestial, donde Dios el Padre es el juez, Jesucristo el abogado y nosotros quienes vamos a ser juzgados.¿Por qué nos encontramos en esta situación?/Siendo juzgados ¿Quién nos condena?La ley de Dios nos condenaEn la película: El León, la Bruja y el Ropero, una adaptación del libro escrito por C. S. Lewis, existe una muy interesante escena, donde la Bruja (haciendo referencia a Satanás) en medio de todo el pueblo de Narnia (hace referencia al mundo creado) y delante de Aslan (en referencia a Jesús): toma la palabra (para acusar) diciendo lo siguiente:—Hay un traidor en tus tropas Aslan. A lo que Él, respondió:—Su ofensa no te ha hecho ningún daño. —Olvidaste las leyes sobre la cual Narnia se forjó, respondió la Bruja. Con un gran rugido, Aslan agregó:—No recites la gran magia ante Mí, Bruja, estuve ahí cuando fue escrita. A lo que la Bruja respondió: —Entonces sabes ya que todo traidor por ley es mío. Su sangre es de mi propiedad... la ley la demanda.a. Cuando pecamos la ley divina, la ley de Dios, la ley que nos demanda cómo vivir ante Dios es quebrantada y ésta nos condena delante de Dios. b. Pero esta condenación no viene sólo porque pecamos, viene también porque nacimos en pecado, nacimos en Adán. Como alguien ha dicho: No somos pecadores porque pecamos, pecamos porque somos pecadores.Sin Cristo, tenemos la mente en la carne (v.7), no queremos sujetarnos a ella, pero tampoco podemos hacerla, (v.8) no podemos agradar a Dios... veredicto: Condenados por la ley. Pero además, aprovechándose de esta situación, otro se alimentan de esta verdad y la utilizan para seguir condenándonos:El diablo condenaSatanás conoce la Escritura y la toma para sus propósitos: el acusar a los escogidos de Dios (v.33), es decir a los cristianos. El diablo hace uso de la ley para intentar condenarnos.Las personas te condenan.El cristiano vive en una disyuntiva, ya es Santo en un sentido, pero aún peca: esto es lo que se conoce como el pecado remanente. Como Pablo lo expresa en Romanos 7:25 Con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.¿El cristiano todavía puede pecar? Sí, pero como dice el apóstol Juan, no practica el pecado (1 Juan 3:7).¿Por qué menciono esto? Si estás en Cristo, aún vas a pecar, y las personas a tu alrededor te condenarán con miradas, comentarios: - ¿Y así dice que es cristiano? - Si eso es ser cristiano prefiero estar donde yo estoy. - Y en momentos de ira, un hermano en la fe puede condenarte. Ilustración: Hermana que llamó para condenar a otra hermana, porque no le permitió hacer una acción.Tu corazón te condena.Aunque amemos a Dios con todo nuestro corazón. Nuestro corazón puede engañarnos. Es verdad que Dios le ha dado un nuevo corazón a todos los que han venido a Él, ya no es de piedra, ahora es de carne. Sin embargo, aún te puede engañar. ¿Por qué lo digo? Miremos el caso de Pedro, negó tres veces al Señor, después que había dicho que él moriría junto a Cristo. Pedro pecó de manera terrible. Cuando cruzó miradas con Jesús: lloró amargamente.(Lucas 22:62). Imaginemos cómo Pedro debe haberse sentido: - De seguro que no soy cristiano. - Un cristiano no hace eso. - Ahora sí, Dios no me va a amar. - Ya Dios no puede perdonarme.¿Si te sientes condenado(a) por la ley, satanás, las personas, hermanos, o inclusive tu corazón? Veamos lo que Dios quiere decirnos hoy:2. Jesús fue condenado¿Quién puede condenarte?Nadie (Romanos 8:1).¿Por qué nadie puede condenarte?Él envió a Su hijo (Romanos 8:3 )Por que "condenó" tu pecado (pasado).En el cuerpo de Cristo (en la cruz).En tu unión con Cristo tú has muerto con él y él ha muerto por ti. Tu culpa ha sido pagada.- Dios el Padre, el Juez, debido a Su Justicia y Santidad, declaró culpable a Jesús en la cruz. - Jesús, el abogado, por amor a ti y a mí, se convirtió en el sentenciado. Él es condenado por amor. - Nosotros, los culpables, por la fe en Él, ahora somos declarados justos.Ya no hay más condenación, no más culpa. Somos libres de toda condenación de la ley, de Satanás, de lo que diga el mundo, inclusive algunos hermanos, ni siquiera mi propio corazón puede condenarme porque he sido declarado Justo por el Padre gracias al Sacrificio de Jesús en la Cruz. Ya no más culpa, no más condenación. Eso mis hermanos se conoce también como la doctrina de la justificación por la fe.3. Jesús es exaltadoa. Su obra en la cruz es reivindicadaDios al resucitar a Jesús:Aprobó el sacrificio de Cristo, Fue agradable para Él.La obra fue completa.La obra fue perfecta.Romanos 8:13Aplicación: En tu muerte (puedes parecer condenado) pero no, Dios levantó a Jesús de los muertos (el cual parecía condenado en la cruz). Puedes estar seguro de que a pesar de que parezcas condenado en la muerte, no lo eres, Jesús murió de esa manera para que tú no lo fueras. Te aseguro, por Su Palabra que si mueres hoy, Dios te levantará de los muertos debido a la obra de Jesús.b. Él está con el PadreEl lugar de más honor del universo.Si Él honra a Jesús con tal honor, debido a su obra, no temas, él no te tratará diferente.4. Jesús está intercediendoOración por los suyos (Cumpliendo su rol como sacerdote, Él es sacerdote para siempre (Salmos 110:4)).Juan 17:9Ora por los suyos, los de Cristo.Juan 17:15-17No ora para que nos quite de este mundoHabrá mucho que sufrir.Pero sí ora que nos libre de Satanás.Ora para que él no te destruya.Ora para que Él nos santifique.Que seamos conformados como Él, como Tú has dicho en (Romanos 8:29). Lucas 22:31-32Oro por Pedro, para que su fe no le falle, ¿La fe de Pedro falló? Sí, pero no completamente.Cuando hayas regresado, no "si regresas", sino "una vez" que hayas regresado, fortalece a tus hermanos.Jesús sabía que Pedro fallaría, pero no oró para que no falle, Él oro: Una vez que hayas regresado... fortalece a tus hermanos.Jesús es soberano, Él sabía que iban a negarlo, Él sabía que regresaría, y es por eso que Él ora para que ahora Él le sirva.Ilustración de Amo golpeando a su perro con ira. Siente que ha fallado, se siente indigno, pero una vez que regresó a la cordura fortaleció al perrito.Conclusión/AplicaciónConclusiónLa ley de Dios antes te condenaba.Pero la fe en Cristo, el autor de la ley, te justifica, no hay condenación.En la obra de Cristo en la Cruz: - Dios es glorificado, cuando se satisface Su Justicia e ira contra el pecado. - Jesús es glorificado, cuando Dios el Padre acepta su obra en la cruz, Dios lo resucita y lo sienta a Su diestra, otorgándole todo el poder y Señorío. - Somos justificados, antes éramos culpables, ahora somos justos delante de Dios, gracias a la justicia perfecta de Jesús.^^**Mi pregunta para ti esta mañana es, ¿estás en Cristo ahora?**^^Aplicación1. Si te arrepentiste de tus pecados y confiaste en la obra de Jesús en la cruz, fuiste unido a Él para siempre, eres salvo, ya no más condenación, no más culpa. Nadie puede acusarte de impío, ni mucho menos condenarte. No dudes de tu salvación, eres salvo gracias a los méritos de Jesús. Dios te ha otorgado la verdadera felicidad y por toda la eternidad. - Dios ya no es Juez para ti, ahora es un Padre y lo es para siempre.2. Amigo(a) Si no estás en Cristo, probablemente sientas culpa por tus pecados, tal vez las personas o tu propio corazón te condenan, la ley de Dios te sentencia como culpable al quebrantar Su ley. - Busca la liberación de esa culpa hoy, ven a Cristo. Tus pecados son grandes, Cristo murió por ellos. No puedes ser bueno o hacer el bien, Cristo murió por ti. No pienses en ti por un momento, piensa en Cristo, ya no hay más condenación. Ora, en donde estés, confiésale tu pecado y entrega Su vida a Su gobierno.