Brillando en la oscuridad

Temas de cada libro de la biblia  •  Sermon  •  Submitted
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Tema motivacional para los nuevos desafios a enfrentar.

Notes
Transcript
I. INTRODUCCIÓN
Saludos
500 ilustraciones 303. Falsa Seguridad Que Produjo Un Desastre

FALSA SEGURIDAD QUE PRODUJO

UN DESASTRE

Amós 6:1–14.

Aconteció en abril de 1912. Podría decirse que todo el mundo civilizado se sintió consternado por el hundimiento del trasatlántico llamado Titanic. Una de las causas de esa tragedia fue que los armadores y muchas autoridades marítimas creían que dicho barco no podía hundirse porque estaba perfectamente construido.Pensaban esto porque el casco de la nave estaba dividido en compartimientos de tal manera que si uno era averiado, los otros quedarían cerrados herméticamente y el barco permanecería a flote. Basados en esta suposición se hizo navegar el barco a toda velocidad, por la noche, en una región donde había grandes masas de hielo flotante. Contra una de éstas chocó el Titanic y comenzó a hundirse porque despreocupadamente, por ser el primer viaje, los compartimientos no habían sido bien cerrados. Muchos creyeron que el barco no se hundiría y … ellos y él se fueron al abismo.

2. Objetivos
Recordar que todo aquello que inicia de las manos de nuestro buen Dios tendrá siempre su sello de la excelencia.
Resaltar que es Dios quien estableció todas las cosas y por medio de el subsisten.
Dios nos estableció con un propósito en esta vida y para eso vivimos.

II. EN EL PRINCIPIO (GEN 1:1)

Todos nosotros conocemos este episodio de cómo inició todo por las manos creadoras de nuestro Dios, pero hoy queremos darle otro énfasis para que recordemos algunos aspectos importantes.
Creó : Hebreos bará. En el AT, este verbo tiene por sujeto únicamente a Dios y se refiere siempre a una acción divina que produce un resultado nuevo e imprevisible. Se emplea para designar la creación del mundo y de la humanidad (Gn 1.27; 5.1; Dt 4.32; Is 45.12), la formación del pueblo de Israel (Is 43.1,15), la restauración de Jerusalén (Is 65.18), la renovación interior del pecador arrepentido y perdonado (Sal 51.10) y la creación, al final de los tiempos, de un cielo nuevo y una tierra nueva (Is 65.17; 66.22).
Al nosotros analizar nuestro año pasado podemos y deberíamos hacernos una auto evaluación de cómo fue nuestra vida y preguntarnos si hemos crecido o decrecido en cada aspecto de nuestras vidas o si seguimos siendo los mismo. Cada año nos proponemos diferentes metas, generalmente la gran parte de ellas son dirigidas al aspecto físico, económico o social y muy pocas en el aspecto espiritual pero sí sabemos que muchas personas toman en cuenta este aspecto como uno de los principales en sus vidas pero, de forma general medita en esta hora ¿cual es tu mayor meta para este año?
¿Será que cada día somos conscientes de la brevedad de la vida humana? Al parecer muy pocas personas se ponen a pensar en esto a menos que estén enfrentando una situación que amenaza sus vidas o la vida de algún ser querido cercano. La pregunta la hago con el interés que cada uno de nosotros pueda analizar sus vidas sabiendo que cada vez nos queda menos tiempo pero en ocasiones vivimos nuestras vidas a la locura sin medir muy bien cada uno de nuestros pasos olvidando que algún día todo se terminará y nuestras vidas dejarán de ser a menos que en vida hayamos tomado la sabia decisión de cumplir la voluntad de nuestro Padre celestial.
Aferrándonos al episodio de la creación del universo y el mundo en general tal y como hemos mencionado anteriormente vemos que Dios es el fundador de todas las cosas y aparte de el todo tuvo un inicio. Quiere decir primero, ante todo, que nuestras vidas y todo lo que nos rodea dependemos al 100% de el. Dios todo lo que crea lo hace perfecto, el no hace remiendos, el hace y hará siempre nuevas todas las cosas. Con este pensamiento en mente comparamos la palabra inicial de las escrituras de modo que las palabras con que comienzan las Escrituras trazan un decidido contraste entre todo lo que es humano, temporal y finito, y lo que es divino, eterno e infinito. Al hacernos recordar nuestras limitaciones humanas, esas palabras nos señalan a Aquel que es siempre el mismo, y cuyos años no tienen fin.
¿Cómo estas viviendo tu vida a este punto? ¿Crees que puedes subsistir sin la intervención divina? Es curioso que en varias ocasiones en nuestras vidas nos creemos tanto que pretendemos vivir nuestras vidas independientes de nuestro sustento vital que es nuestro Dios y llegamos a olvidamos que es Dios el único soberano sobre todas las cosas y que nosotros solo somos una pequeña criatura que tenemos valor solo por la sangre de Cristo y no por nuestros estudios académicos o por la casa o el auto que poseemos o por otros aspectos de esta vida. Es necesario que hoy entendamos que necesitamos de Dios para vivir y subsistir y vivir vidas dignas.

III. DIOS ES EL PRINCIPIO (COL 1:18)

Así como la cabeza tiene la capacidad de hacer los planes para el cuerpo, al cual gobierna y por el cual hace decisiones, y así como todas las actividades del cuerpo dependen completa y continuamente del funcionamiento de la cabeza, Cristo también es la cabeza del cuerpo espiritual.

Nuestra mente finita no puede pensar en “el principio” sin pensar en Dios, pues él “es el principio”

La Sabiduría y todos los otros bienes tienen su principio con Dios y si alguna vez hemos de asemejarnos nuevamente a nuestro hacedor entonces nuestras vidas y todos nuestros planes deben tener un nuevo comienzo con el.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;

Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;

Su loor permanece para siempre.

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

La simple afirmación de que Dios creó los cielos y la tierra es uno de los conceptos más desafiantes que enfrenta la mente moderna. La grandiosa galaxia en la que vivimos gira a la increíble velocidad de 784.000 km por hora. Pero incluso a esta velocidad vertiginosa, nuestra galaxia igualmente necesita 200 millones de años para hacer una rotación. Y existen más de 1000 millones de galaxias como la nuestra.
Algunos científicos dicen que el número de estrellas que hay en la creación es igual a todos los granos de todas las arenas de todas las playas del mundo. Aun así este complejo mar de estrellas giratorias funciona con un orden y una eficiencia sorprendentes. Decir que el universo "sólo apareció" o "evolucionó" requiere mucha más fe que creer que Dios está detrás de todas estas estadísticas asombrosas. Ciertamente Dios ha creado un universo maravilloso.
Dios no necesitaba crear el universo; El decidió crearlo. ¿Por qué? Dios es amor y el amor se expresa mejor hacia algo o hacia alguien, así que Dios creó al mundo y a la gente como una expresión de su amor.
¿Que quiero decir con todo esto? que todos nosotros debemos entender que dependemos de Dios al 100% y que nosotros no somos nada sin el. Resulta que al pasar los días y entre más cosas logramos entonces vamos creyendo que somos independientes y creemos que tenemos todas las cosas de nuestro lado y que ellas funcionan porque nosotros somos los mejores y olvidamos que para que todo pueda marchar bien todo fue creado para depender de su creador. No lleguemos a pensar nunca que somos independientes, nunca olvides que todo inició con Dios y todo subsiste por el.
El primer versículo de la Biblia nos da un relato satisfactorio y útil del origen de la tierra y de los cielos. La fe del cristiano humilde entiende esto mejor que la fantasía de los hombres más doctos. De lo que vemos del cielo y la tierra aprendemos el poder del gran Creador. Que el hecho de ser creados y nuestro lugar como hombres, nos recuerden nuestro deber cristiano de mantener siempre el cielo a la vista y la tierra bajo nuestros pies.
El Hijo de Dios, uno con el Padre, estaba con Él cuando éste hizo el mundo; mejor dicho, a menudo se nos dice que el mundo fue hecho por Él y que sin Él nada fue hecho. ¡Oh, qué elevados pensamientos debiera haber en nuestra mente hacia el gran Dios que adoramos, y hacia ese gran Mediador en cuyo nombre oramos! Aquí, en el principio mismo del texto sagrado, leemos de ese Espíritu Divino cuya obra en el corazón del hombre se menciona tan a menudo en otras partes de la Biblia.
Para que todas las cosas marchen bien en nuestras vidas debemos entender que Dios es el único que merece toda honra y toda gloria, nosotros solo somos instrumentos en sus manos y ojalá todos permitamos que Dios nos use como sus instrumentos y esto se aplica para todas las cosas que hagamos, ya sea en nuestros hogares o en nuestros lugares laborales, en todas partes debemos dejarnos usar por nuestro Dios y rendirle tributos a el.

IV. DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ (GEN 1:2)

Nos dice la escritura que en el principio todo estaba desordenado y estaba vacío y todo estaba oscuro. Observe que, al principio nada deseable había para ver, pues el mundo estaba informe y vacío; era confusión y desolación. En manera similar, la obra de la gracia en el alma es una nueva creación: y en un alma sin gracia, que no ha nacido de nuevo, hay desorden, confusión y toda mala obra: está vacía de todo bien porque está sin Dios; es oscura, es las tinieblas mismas: este es nuestro estado por naturaleza, hasta que la gracia del Todopoderoso efectúa en nosotros un cambio.
Algunos pueden considerar que el año pasado no fue su mejor año y es posible que a este punto tu sientas que tu vida no tiene algún sentido, sientes que quizás no valga la pena seguir viviendo la vida cristiana porque o ya sea que sientes que has fracasado o te sientes aburrido de más de lo mismo o sientes que tu vida espiritual se ha convertido en un circulo vicioso. Sea cual sea tu condición actual debemos hoy tomar una decisión a favor o en contra en este aspecto. La tierra en el principio, antes de la creacion de todas las cosas estaba sin forma y no había ningún tipo de esperanza de que fueran a mejorar sin embargo dice el verso 3 de Génesis
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Sin luz no podía haber vida. Era esencial que hubiera luz cuando el Creador comenzó la obra de sacar orden del caos y dar comienzo a diversas formas de vida vegetal y animal en la tierra. La luz es una forma visible de energía que, mediante su acción sobre las plantas, transforma los elementos y compuestos inorgánicos en alimento tanto para el hombre como para los animales y rige muchos otros procesos naturales necesarios para la vida.

Siempre ha sido la luz un símbolo de la presencia divina. Así como la luz física es esencial para la vida física, así la luz divina es necesaria si los seres racionales han de tener vida moral y espiritual. “Dios es luz” (1 Juan 1:5), y para aquellos en cuyo corazón se está llevando a cabo aprisa la obra de volver a crear la semejanza divina, él viene otra vez hoy día ordenando que huyan las sombras de pecado, incertidumbre y desánimo al decir: “Sea la luz”.

3. Cuando Dios dijo que fuera la luz aún el no había creado los astros y seguramente ya ustedes han escuchado esta pregunta ¿Entonces de donde venía la luz? pues dice en Apocalipsis 22:5 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.
Quiere decir que tal como será en el cielo así era al principio, quiere decir que tanto para el mundo físico como en el espiritual se necesita de la presencia de Dios para que el eche fuera de nosotros la oscuridad que no nos deja crecer, se necesita de Dios para que eche fuera esa oscuridad del pecado que nos tiene atrapados que no nos deja ser recreados, necesitamos de la presencia de Dios en nuestras vidas para que dejemos todas las peleas, resentimientos, culpas, enojos y todo aquello que nos quita el gozo de vivir en la luz del Señor. Este mundo está llegando a su punto máximo de oscuridad pero los hijos de Dios hemos sido llamados para brillar, no con luz propia sino a reflejar la luz del Señor y únicamente podremos brillar cuando tengamos la luz de Dios en nuestro ser.
"Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. "Efe. 5: 8.
Andad en la luz. Andar en la luz significa ser decidido, pensar, ejercer fuerza de voluntad, en un ferviente intento de representar a Cristo en la dulzura de su carácter. Significa apartar toda lobreguez. No debéis descansar satisfechos diciendo solamente: "Soy un hijo de Dios". ¿Estáis contemplando a Jesús, y al contemplarlo, os estáis transformando a su semejanza? Caminar en luz significa avanzar en el desarrollo de los dones espirituales. Pablo declaró: "No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; pero . . .olvidando ciertamente lo que queda atrás", al contemplar constantemente el Modelo, me extiendo "a lo que esta adelante". Caminar en la luz significa caminar "rectamente", caminar "en la ley de Jehová", caminar "por fe", caminar "en el Espíritu", caminar " en tu verdad", caminar " en amor", caminar "en novedad de vida". Esto es perfeccionar " la santificación en temor de Dios".- Carta 98, 1902.
V. CONCLUSIÓN
RECUENTO
500 ilustraciones 317. “Brille Vuestra Luz”

“BRILLE VUESTRA LUZ”

Prov. 4:18; Is. 60:2; 62:1; Mat. 5:14–16; 17:1, 2; Mar. 4:21, 22; 9:2, 3; Luc. 8:16, 17; 9:29; 11:33–36; Jn. 1:4–9; 3:19–21; 8:12; Fil. 2:15.

Un caballero visitó una joyería, propiedad de un amigo suyo. Este le mostró una gran variedad de prendas y piedras preciosas. Entre las colecciones de piedras observó una de éstas que apenas si tenía brillo, parecía estar sucia, no llamaba la atención. No revelaba su belleza como las demás.

—¿A qué se debe la diferencia? —preguntó.

El joyero, tomando aquella piedra en la mano, la frotó. Al contacto de sus manos estaba brillando con todo esplendor.

—¿Cómo es eso? —preguntó el caballero.

—Esta piedra es un ópalo que llamamos una piedra simpática. Su escondido esplendor brota tan pronto como uno la frota entre las manos.

Muchas vidas viven a oscuras, ignoradas, porque no ha habido quien las atraiga con lazos de amor, con cuerdas humanas. Muchas veces hemos carecido de ese toque de simpatía personal que nos lleva a descubrir el fulgor de una vida donde otros sólo han visto sombras y oscuridad.—El Testigo.

LLAMADO
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Gn 1:3). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Nichol, F. D., & Rasi, H. M. (Eds.). (1992). Génesis a Deuteronomio. (V. E. A. Matta & N. W. de Vyhmeister, Trads.) (Vol. 1, p. 219). Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana.
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