La caída de David
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Introducción
Introducción
David: amado, bienamado, querido
Joab: Jehová su padre, Yahweh es su padre
Betsabé: hija del juramento
Rabá: ciudad grande
Los pecados de las personas tienen un punto de inicio, el momento cuando descuidamos nuestros deberes a los que Dios nos llamado. Además que siempre son progresivos, van de menos a más hasta llegar al momento de ejecutar el acto mismo de pecado. Es el último paso, como lo en el caso de David
En el lugar equivocado y haciendo lo equivocado (1)
Era una campaña militar que comenzó el año anterior interrumpida por temporada de lluvias, ahora era la primavera
David estaba en la cima de su carrera, era distinguido, apreciado y respetado aun por sus enemigos
Al quedarse en Jerusalén se entregó al ocio y la complacencia
El adulterio
El precio del relajo. David estaba en el lugar equivocado en doble sentido: no estaba con las tropas ni en su despacho
el pecado es progresivo: vio, contempló, mandó a preguntar, llamó, tomó
¿No es esta Betsabé? Es posible que ella fuera reconocida por su belleza
Mujer de Urías. Estas palabras están insinuando a David la prohibición de tomarla
La traición
Con su caída, David traicionó la confianza de tres de sus mas cercanos colaboradores:
Eliam (Dios es mi pariente, mi pariente es Dios): en 1 Crónicas 3:5 se le llama Amiel. Este Eliam aparece en la lista de los 37 valientes de David de 2 Sam. 23:34
Precisamente allí dice que era hijo de Ahitofel (hermano insensato/de la insensatez): en 2 Sam. 15:12 se declara que era el consejero personal de David
Urías (Jehová es mi luz/luz de Jehová): un heteo al servicio de David, uno de sus valientes (2 Sam. 23:39) y uno de los hombres más íntegros que había en sus tropas