Vivir el gozo de la bendición.
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Introducción
Introducción
Henri Nouwen, renombrado autor de libros sobre diferentes aspectos de la vida espiritual, habla mucho sobre lo que significa para haber crecido en un mundo que maldice. Desde pequeños se nos ha dicho que nuestro valor como personas es relativo. No valemos por lo que somos, sino que valemos por lo que hacemos, por lo que logramos o por lo que tenemos. Los efectos devastadores de tal herencia nos dejan con una autoestima frágil, vulnerable a toda experiencia negativa.
Al conocer a Cristo deberíamos experimentar cambios dramáticos en esta triste condición humana, al descubrir que somos atesorados y valorados por el Dios eterno de los cielos
El término hebreo es barak y se utiliza en dos sentidos. Por un lado, el menor es bendecido por el mayor (Heb 7:7). Este acto en que la persona que bendice es superior a la bendecida, supone un beneficio para esta última.
Por el otro, el menor puede bendecir al mayor, en cuyo caso este último lo que recibe es alabanza.
Otro uso consiste en expresar con la palabra el deseo de que Dios beneficie, sea propicio o prospere a una persona. (Diccionario Bíblico Digital)
Literalmente es “decir bien” o “desear bienes” en el contexto hebreo. Bíblicamente alude al gesto de desear beneficios humanos y divinos a la persona a la que se “bendice”. (Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado)
Otra palabra hebrea para bendición es esher, que también se traduce como felicidad. Job 5:17 declara: "bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso". Esta bendición está conectada con el conocimiento de que Dios está obrando para guiarnos en el camino correcto.
Uniendo todos estos aspectos, vemos que una bendición es una declaración de buena voluntad y felicidad. El diseño original de Dios en la creación fue que Sus criaturas, incluyendo a la humanidad, experimentaran la prosperidad, paz y la satisfacción, aunque ese diseño se arruinó cuando entró el pecado en el mundo.
Las declaraciones de bendición hoy son un deseo para que Dios restaure Su favor sobre los demás, son una declaración de Su propia bondad. La máxima bendición que Dios nos ha dado, es la nueva vida y el perdón que viene a través de la fe en Su Hijo, Jesucristo. Las bendiciones materiales que disfrutamos día a día son temporales, pero las bendiciones espirituales disponibles para nosotros en Cristo abarcan el tiempo y la eternidad, así como las cosas materiales e inmateriales.
Toda la historia de Israel y de la humanidad es la historia de la bendición prometida a Abraham Gen. 12.3 y esa bendición se cumple para toda la humanidad en Cristo Jesús.
Siendo la bendición a la vez cosa dada, don de alguna cosa y formulación de este don, hay tres palabras que la expresan: el sustantivo beraka, el verbo barek y el adjetivo baruk.
La bendición evoca la imagen de una sana prosperidad, pero también de la generosidad para con los los afligidos Eclo 7,32 Prov 11,26 y siempre de la benevolencia de Dios.
La bendición de Dios depende de la obediencia.
La bendición de Dios depende de la obediencia.
La bendición de Jehová produce prosperidad espiritual y cubre sus necesidades materiales, siendo manifiesta en sus hogares, su tierra, su prole, sus animales, el suministro de alimento, sus viajes y cada uno de sus actos. “Las bendiciones son para la cabeza del justo.” (Pr 10:6, 7.)
La bendición del hombre a Dios es gratitud y alabanza
La bendición del hombre a Dios es gratitud y alabanza