¡Dios sí existe!
Apologética Cristiana • Sermon • Submitted
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· 51 viewsEste es un estudio sistemático sobre la Apologética Cristiana en el cual se abarcará: (1) Introducción a la Apologética Cristiana, 2. Apologética en la Teología Propia 1-2, (3) Apologética en la Bibliología, (4) Reflexión final sobre la Apologética Cristiana.
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
Durante todo este tiempo que hemos estado estudiando la Apologética Cristiana, hemos de entender que somos llamados a dar razón de nuestra esperanza. Por una parte podemos hacer uso de los argumentos racionales de la existencia de un dios, pero se nos hace útiles cuando los relacionamos con las Escrituras y la revelación de Dios mismo a través de ella. Por ende, en esta noche, no vamos a probar la existencia de Dios, sino que la vamos a asumir observando textos bíblicos que nos demuestran que Dios realmente existe. Uno de esos textos bíblicos que más luz nos da sobre existencia de Dios es Génesis 1:1.
Texto bíblico
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
El edificó en el cielo sus cámaras, y ha establecido su expansión sobre la tierra; él llama las aguas del mar, y sobre la faz de la tierra las derrama; Jehová es su nombre.
En primera instancia, hemos de decir, que Dios es un ser trascendente, es decir que Él “sobrepasa los límites establecidos”, él no es alguien está sujeto a los límites que existen. Es por eso que, nos vemos en la necesidad de decir que: Él no está sujeto al tiempo, es alguien pre-existente, no está formando parte de la creación, es alguien que existe en sí mismo más allá de la creación, no está afectado por la materia. En ese sentido, veamos estas tres partes.
I. Trasciende el tiempo
I. Trasciende el tiempo
“En el principio...”
Para nosotros poder determinar la existencia de Dios, debemos entender que alguien que creo todo, necesariamente debe ser alguien que no este sujeto a nada de lo que ha sido creado. En este punto, el Creador de todas las cosas no puede estar sujeto al tiempo que los seres humanos están sujetos. Esta es una premisa que Moisés en el primer verso de la Biblia lo afirma, él dice, por revelación del Espíritu: “En el principio”. Pensar en una antítesis de lo que Moisés dice nos a entender que: ¿Si Dios inició todas las cosas en el principio, que había antes de ese principio? Y la respuesta a eso es que antes del principio existía la eternidad. Dios es un ser trascendente que no está sujeto al tiempo y esto lo afirma muchos de los autores bíblicos: Abraham (Gn. 21:33), Moisés (Deut 33:27) Un salmista (Sal. 135:13) Isaías (Isaías 9:6; 40:28) Jeremías (Jer 10:10) Daniel (Dn. 7:14, 27) Pablo (Ro. 1:20; 16:26).
Él es en sí mismo, así lo dijo a Moisés: “YO SOY” (Ex. 3:14) Él es el ser no contingente, es decir es alguien que existe en sí mismo sin dependencia de nadie más, las Escrituras demuestran esto también (Hch. 17:25; Col. 1:17; Jn. 17:5; Job 36:26), En referencia a la sabiduría dice el Proverbios 8:22-36. Él es el eterno en sabiduría que nos escogió a cada uno antes de que todo fuese, es decir, antes del tiempo (Ef. 1:4).
Génesis 1:1 es crucial en el entendimiento de la existencia de Dios. El tiempo no afecta a Dios, es Dios quien afecta al tiempo (Job 38:12, 32 ). Antes del principio sólo era Dios.
II. Trasciende el espacio
II. Trasciende el espacio
“...creó Dios los cielos...”
Nuevamente traemos la premisa siguiente: Para nosotros poder determinar la existencia de Dios, debemos entender que alguien que creo todo, necesariamente debe ser alguien que no este sujeto a nada de lo que ha sido creado. Habiendo establecido que Dios es un ser que trasciende en el tiempo, también necesitamos decir que Dios es un ser que trasciende en el espacio. El preciso momento en el que Dios comienza a crear es el momento en que el reloj comienza a girar. Cuando leemos que “Dios creó los cielos” (Sal. 33:6) entendemos a simple vista que Dios no es un ser que forma parte del espacio, sino que él es alguien que tiene su existencia o morada fuera de lo que es el espacio. Hay evidencia bíblica que demuestra este punto. El Salmo 19:1 afirma categóricamente que “el espacio, los cielos” dan a conocer la grandeza de Dios, y el firmamento, es decir la extensión en la cual los cuerpos celestes parecen ser proyectados declaran y dan autoridad del trabajo realizado por sus manos. Así como un pintor recibe autoridad y prestigio por su pintura, Dios recibe elogio de sus criaturas por su creación. Pablo dice que, Dios es el Señor de los cielos (Hch. 17:24) es el Kurios, el amo de todo lo que existe. Las palabras de Salomón son asombrosas al afirmar que “los cielos de los cielos no te pueden contener” (1 R. 8:27; 2 Cr. 2:6; 6:18 ), el espacio no es el límite de Dios, pues Salomón afirma que los cielos no le pueden dar cabida a la grandeza de Dios, el término “contener” tiene la idea de aprisionar, en ese sentido sabemos que el espacio no le pone límites a Dios, puesto que fue Dios quien puso el límite al espacio, él sobrepasa esos límites (Jer. 23:24).
III. Trasciende la materia
III. Trasciende la materia
“… y la tierra.”
En ultima instancia, siguiendo el patrón que Dios trasciende el tiempo y el espacio, tenemos que decir que por ende también Dios ha de trascender la materia. Dios no es alguien que fue creado, en él no hay materia, lo verídico es que de él proviene todo lo que existe (materia) así lo declara Pablo: “en él fueron creadas todas las cosas” (Col. 1:26). Es necesario establecer que Dios trasciende la materia y no la materia en él. Es necesario establecerlo ya que existe un pensamiento llamado Panteismo: “Doctrina según la cual todo cuanto existe participa de la naturaleza divina” en otras palabras Dios está en todo, por lo tanto todo es dios. No podemos decir que la materia encierre a Dios, él sobrepasa los límites de la materia. La materia fue creada por él. Dentro de la teología de la creación existe una idea que sale del análisis del término “creó”, el término hebreo es “bara” este término no tiene la idea de construir algo, ya que esa idea presupone que se construye algo con algo que ya existe, sino que se dice que este “bara” es un acto de traer algo a la existencia, así tal cual como lo dice el autor de Hebreos: “lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Heb 11:3) todo fue creado “ex nihilo” de la nada(Hebreos 3:4; Jer 32:17; Ro. 11:16; Sal. 121:1-2; 90:2; Amos 9:6).
Conclusión
Conclusión
Nuestro Dios es grande, él existió desde la eternidad, él existe ahora, y seguirá existiendo siempre, porque todo cuanto existe es de él, por él y para él. No tenemos que cuestionar la existencia de Dios, él realmente existe. El autor a los Hebreos no dice algo bien claro, que cualquiera que pretenda relacionarse debidamente con Dios crea primero que existe (Heb 11:6)