La Confrontación del pecado

1º Samuel 12:16–20 (RVR60)

16Esperad aún ahora, y mirad esta gran cosa que Jehová hará delante de vuestros ojos. 17¿No es ahora la siega del trigo? Yo clamaré a Jehová, y él dará truenos y lluvias, para que conozcáis y veáis que es grande vuestra maldad que habéis hecho ante los ojos de Jehová, pidiendo para vosotros rey. 18Y Samuel clamó a Jehová, y Jehová dio truenos y lluvias en aquel día; y todo el pueblo tuvo gran temor de Jehová y de Samuel. 19Entonces dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega por tus siervos a Jehová tu Dios, para que no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir rey para nosotros. 20Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón.

Introducción

Despues de 300 años se ser gobernados por jueces, israel pide rey, siendo El profeta Samuel el último juez.

Samuel a su vejez había encargado la tarea de juzgar a Israel a sus hijos Joel y Abías, pero ellos fallaron porque eran avaros y corruptos (1 Samuel 8)

Israel no se daban cuenta de su pecado que estaban desechando a Dios como su rey: Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. 1º Samuel 8:7.

Dureza de corazón

Aunque Samuel advirtió al pueblo de su pecado y de las consecuencias que sufrirían al poner rey sobre ellos, no quisieron oir: Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros; 1º Samuel 8:19.

Estaban empecinados en su vanidad al querer ser como las otras naciones. No les importaba ofender a Dios con tal de ver cumplidos sus caprichos.

Esta es la falta que cometen muchos cristianos hoy día.

Cuando se les señala el pecado, se enojan, blasfeman, reclaman que nadie puede juzgarlos, sus frases favoritas: “Solo Dios puede juzgarme”, “Dios sabe por qué lo hago”.

Otros se convencen que tienen derecho a cometer una falta, o no la reconocen como tal.

Puede ser mentira, lujuria, robo, soborno, irrespeto, desobediencia a las autoridades, a Dios o la Biblia, maldad, amor a las cosas del mundo, incluso adulterio.

El corazón está endurecido, no atienden a la corrección, aun cuando sea de parte de Dios.

La Señal de Dios

Debido a que Israel no le daba importancia a su pecado, el profeta lse declara que les mostrará señal, Dios envía truenos y lluvia.

Esto causo temor a los Israelitas, temian morir.

Estaban en la epoca de la siega en verano, en segundo lugar porque Israel no está en una latitud tropical, por lo tanto nunca habían vista una lluvia tan severa con truenos y relámpagos.

Esto también causaría daños a sus cosechas: Como no conviene la nieve en el verano, ni la lluvia en la siega, Así no conviene al necio la honra. Proverbios 26:1.

Esta señal era testimonio del enojo de Dios con su pueblo por desecharlo como su rey.

El Dios de misericordia

Esta señal hizo reaccionar al pueblo y darse cuenta de la gravedad de su pecado.

Entonces dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega por tus siervos a Jehová tu Dios, para que no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir rey para nosotros. 1º Samuel 12:19.

El pueblo se humilló delante de Dios, creían que serían destruidos por su pecado.

Pero Dios es amor y misericordia: No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Salmo 103:10.

Nuestro Padre es un Dios de segundas oportunidades, prefiere ver nuestra humillación que nuestra destrucción, por eso es paciente con nosotros.

Conclusión

Israel pretendió restarle importancia a su pecado, fue necesario que Dios les diera una pequeña prueba de su disgusto.

Al darse cuenta de su pecado, se humillaron delante de Dios, y Él los perdona.

En la gran tribulación, a pesar de sufrir las plagas no se arrepentirán de su pecado: Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar. Apocalipsis 9:20.

Dios es amoroso, si nos arrepentimos nos perdonorá: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9 (RVR60)

Samuel le dice al pueblo: “No temas, no te apartes de Jehová tu Dios” v.20.

Si el Señor hoy nos advierte de nuestro pecado, no desechemos la exhortación, porque de lo contrario Dios enviará su señal para advertirnos.

Tengamos temor de Dios:

Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros. 1º Samuel 12:24.