La tragedia de la oportunidad perdida

Fidelidad de Dios.  •  Sermon  •  Submitted
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Dios hoy te hace una invitación, el quiere darte salvación y vida eterna, tú debes acetarla o rechazarla.

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INTRODUCCIÓN:

Lucas presenta a Jesús como Salvador de todos, escribió a los griegos, pueblo gentil.
Encontramos en el capítulo 14 a Jesús entrando a la casa de un fariseo. Este hombre, posiblemente el dirigente de la sinagoga local o incluso un miembro del concilio.
Lo habían invitado en un intento de los hostiles fariseos por atraparlo en el momento en que les violara sus restricciones sabáticas de confección humana realizando una curación (vv. 1–2).
Pero Él les devolvió la jugada y les desenmascaró su hipocresía, avergonzándolos hasta dejarlos callados (vv. 3–6).
Después de silenciarlos, tomó entonces la ofensiva y contó una parábola que les ejemplificaba su duplicidad, arrogancia e hipocresía (vv. 7–14).
Ellos pensaban que iban a ir al cielo,
Lucas 14:15 RVR60
15 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios.
Jesús sabiendo el orgullo religioso que había en sus corazones, les narra esta parábola conocida como la parábola del banquete, o la parábola de la cena.
En esta parábola a meditar en esta tarde, sobre esta gran enseñanza que Jesús dio a estos, hombres, “La tragedia de la oportunidad perdida”
En esta parábola Jesús presenta dos absurdos acerca de los invitados:
Por un lado, invitados que nunca rechazarían esta invitación rechazándola, por otro lado, aquellos que nunca hubiesen sido convidados aceptando la invitación y recibiendo la bendición.
En esta parábola, vamos a identificar algunas representaciones que Jesús quería ilustrar:
El dueño de la casa, representa a Dios, quien hizo la invitación.
El banquete representa la salvación en su reino eterno.
Los invitados con anticipación, representa a los Israelitas.
Los nuevos incluidos en el banquete, simbolizados por los moradores de la ciudad( remanente judío creyente), y los del camino(los gentiles creyentes)
El siervo, es un tipo del mensajero, predicador, aquel que lleva las buenas nuevas de salvación.
Jesús, se muestra así mismo, como la puerta o entrada rechazada o aceptada.
Encontramos a Jesús estableciendo tres aspectos de la oportunidad de recibir la invitación de Dios y las consecuencias que trae consigo aceptarlas y rechazarla.

I. LA INVITACIÓN PERSONAL Y FORMAL A LA CENA.

Lucas 14:16–17 RVR60
16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.
En la respuesta a la petulante y errónea suposición del invitado de que él y sus colegas fariseos estarían en el reino, el Señor enfocó el asunto de quién entrará realmente al reino.
Jesús les narra esta historia, un hombre que quería dar una gran cena, e invitó a muchos, es decir, invitó de manera personal, pero también cuando estuvo preparada la cena, envió a sus siervos a decir a sus convidados, que ya estaba listo todo, que era hora de venir, la anticipada y tan esperada cena estaba a punto de comenzar.
Como dije ya, El dueño de la casa representa a Dios, quien hizo la invitación, él invita al banquete que representa la salvación en su reino eterno, esos convidados con anticipación fueron los Israelitas.
Ellos recibieron su primera invitación a través de los profetas del Antiguo Testamento, así enseña Pablo cuando escribe a los Romanos, en Romanos 9: 4-5
Romanos 9:4–5 RVR60
4 que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas;5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
Ellos al ser convidados aceptaron inicialmente la invitación de Dios; aceptaron la revelación del Antiguo Testamento de que eran el pueblo elegido de Dios, y que por tanto entrarían al reino (aunque rechazaron y asesinaron a los profetas; cp. Lc. 13:34).
Lucas 13:34 RVR60
34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
Habían recibido la invitación, pero a la hora del banquete, a quien Jesús le llama “El año agradable del Señor “ en Lucas 4.19, también reciben una segunda invitación, primero entregada por Juan el bautista en Mateo 3.2
Mateo 3:2 RVR60
2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Y también por el mismo Jesús en Mateo 4:17
Mateo 4:17 RVR60
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Pero ellos se negaron a asistir, ellos no tuvieron ningún interés en el banquete de Dios, puesto que Jesús era la puerta del banquete a quien rechazaban
Ellos no estaban interesados en Él ni en su mensaje. Cuando les presentó el verdadero mensaje de salvación, intentaron matarlo.
Mateo 26:59 RVR60
59 Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte,
Marcos 14:1 RVR60
1 Dos días después era la pascua, y la fiesta de los panes sin levadura; y buscaban los principales sacerdotes y los escribas cómo prenderle por engaño y matarle.
Juan 11:53 RVR60
53 Así que, desde aquel día acordaron matarle.
Eso nos lleva al siguiente aspecto de esta invitación.

II. LAS EXCUSAS PARA EL RECHAZO.

Lucas 14:18–20 RVR60
18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.
Ofrecieron excusas ridículas. Dos de tales excusas habían implicado posesiones materiales.
El primero compró una hacienda y necesitaba ir a verla.
El segundo compró bueyes y fue a probarlos.
El tercera una relación.
Ninguna excusa valida en el contexto.
Hermanos, Israel aceptó la invitación original de Dios, pero rechazó la segunda invitación; dijeron “sí” a las promesas de Dios, pero no a su Hijo.
Desinteresados, indiferentes y satisfechos de sí mismos se aferraron con fuerza a la seducción de las riquezas y las preocupaciones de este mundo y se perdieron el banquete celestial de Dios. Como resultado, Dios se enojó con ellos y los abandonó al juicio, dejándolos la casa desierta (Lc. 13:35)
Lucas 13:35 RVR60
35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.
Eso abrió la puerta para aquellos, que no habían sido convidados, Veamos el tercer aspecto de la invitación:

III. NUEVOS CONVIDADOS AL BANQUETE.

Lucas 14:21–24 RVR60
21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.23 Dijo el señor al siervo: Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
Los nuevos invitados, están aquí representados por dos grupos.
A. Los moradores de la ciudad: “Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos”(Vr. 21)
Estos son el remanente judío que había creído, los creyentes.
B. Los del camino: “ Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (vr.23).
Estos son los creyentes gentiles, ahí está incluida la iglesia.
Hermanos, estos son pecadores arrepentidos, que reconocen que no son dignos de entrar al reino. Aquellos que tienen la actitud del publicano, quien “no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lc. 18:13)
Aquellos que no merecíamos el favor de Dios, pero que Dios en su inmenso amor y misericordia, ha traído salvación y vida eterna.
Pero también aquellos que se sienten tan indignos, tan miserables, tan pecadores tan consientes de que no son dignos de ir al banquete a la cena, con el Señor, que los mensajeros del evangelio tendrán que forzar para que se llene la casa, del Señor.
Como Aplicamos esta enseñanza a nosotros en esta tarde.
La invitación vino a los judíos primeramente pero ellos lo rechazaron, Romanos 1.16
Romanos 1:16 RVR60
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Juan dice en Juan 1:11
Juan 1:11 RVR60
11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
El trágico resultado de la incredulidad y el rechazo de Jesús el Mesías es la pérdida de la vida eterna en el reino. No solo el pueblo judío, sino también todos los demás que rechazan la invitación de Dios a la salvación serán excluidos del reino.
2. Pero a aquellos que respondieron con fe en arrepentimiento entraron al reino eterno de salvación de Dios.
Juan 1:12 RVR60
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Estos son los que sin ser merecedores del favor de Dios, fueron convidados por su Señor, y aceptaron la invitación aquellos que aunque nos sentimos indignos, fuimos llamados y ahora gozamos de la salvación y la vida eterna.

Conclusión:

Hoy hemos visto, dos tipos de personas, los que fueron invitados y pusieron excusas para no asistir al banquete y los que fueron convidados, y aunque no eran nada, aunque no eran importante, aunque se sentían indignos, aceptaron la invitación del dueño de la casa.
Ahora acerca de los primeros fueron que rechazaron la invitación, Jesús dice:
Lucas 14:24 RVR60
24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
Mientras los otros que aceptaron la invitación, han sido participes del banquete de la cena que representa la salvación en su reino eterno.
Así como en esta historia, La tragedia es tener la oportunidad más importante de tu vida y rechazarla, todos aquellos que rechazan al Señor Jesucristo quedarán fuera de las bendiciones que Dios ha preparado en el cielo para quienes aman a su Hijo, el Señor hoy sigue invitando, el Señor, hoy te dice:
Ven a mi, “Al que a mi viene yo no le hecho fuera”
El Señor te dice, no pongas excusa, “Si oyes hoy su voz no endurezcas tu corazón”
El Señor te dice: “ Yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, cenaré con él y él conmigo”
¿Qué vas a hacer tu con la invitación que Dios te hace?, la vas a rechazar o la aceptarás.
Vamos a orar.
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