Lo que Dios quiere de los Diaconos

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Introducción

1 Timoteo 3:8–13 RVR60
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
Pablo, al escribir a estas congregaciones en Asia Menor (lo que llamaríamos la Turquía actual) hace unos dos mil años, no solo les estaba dando sabios consejos, sino que como apóstol estaba dando instrucción de parte del Señor a la iglesia, para que esta sea ordenada conforme a su voluntad.
Por tanto, los asuntos que tenemos ante nosotros son muy prácticos y muy significativos espiritualmente.
El tema que trataremos acerca de los diáconos es muy importante para la salud y el crecimiento de una congregación local. De manera que todos debemos tener oídos bien atentos y no tomar este tema como algo trivial.
Vamos a considerar esta mañana la razón por la cual Dios estableció el oficio de los diáconos, el debe que tienen en la iglesia, el carácter que deben tener, y terminaremos considerando la recompensa que pueden esperar.

I. La Razón para el diaconado (Juan 13:13-16; Hechos 6)

Veremos como Dios estableció a los diáconos para que la Iglesia reflejara realmente la unidad del Espíritu en el vínculo del amor.
La noche en que Jesucristo fue traicionado, él y sus discípulos fueron a celebrar la pascua en el aposento alto. Era costumbre que el anfitrión de una casa tuviera sirvientes no judíos que lavaran los pies de sus invitados. En este lugar no habían sirvientes y ninguno esa noche haría las veces de uno. Esa noche Jesus se quitó su manto, tomo una toalla larga como lo haría un esclavo de este tiempo, luego se arrodilló, lavó los pies sucios de las personas que lo iban a abandonar esa noche, incluido a Judas.
Juan 13:13–16 RVR60
Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.
La vida de servicio del Señor y su sacrificio en favor de ellos en la pascua era un ejemplo del amor que nos debemos unos a otros como miembros de la familia de fe. Los discípulos esta noche se estaba preguntando cuál de ellos sería el más grande en el reino de Dios. Y Jesús siendo Dios encarnado, lava los pies de todos y luego les dice que: "Se traten unos a otros como él les ha tratado".
¿Qué tiene esto que ver con los diáconos y la razón por la cual Dios los establece?" Tiene mucho que ver, porque:
Dios estableció el ministerio de la diaconía para encarnar el ejemplo de Cristo, al amar y servir de manera tangible y concreta a la congregación . Los diáconos deben encarnar el propio servicio de Cristo a su pueblo, especialmente cuando administran misericordia en la vida de la congregación local.
Para comprender mejor esto, leamos juntos
Hechos de los Apóstoles 6:1–7 RVR60
En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria.Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
La iglesia estaba creciendo y ha sido activa en el cuidado de las personas necesitadas, especialmente las viudas. Importante entender que lo hicieron a causa de que todos como Judíos ya estaban acostumbrados a esto.
Los judíos tenían un compromiso muy fuerte con el cuidado de los pobres y necesitados. Lo hicieron por las instrucciones que Dios les dió en el Antiguo Testamento. Y de hecho, tuvieron medios muy sofisticados para hacer esto.
Por ejemplo, todos los viernes, en cada comunidad judía, algunos hombres recorrían el mercado y las casas de los fieles, y recolectaban el dinero de todos. Luego el dinero era distribuido a los necesitados por comités de no menos de dos personas por razones obvias: no querían que nadie robara el dinero. Y cuando iban a los pobres de la comunidad, solo les daban lo suficiente para 14 comidas, eso es 2 comidas al día durante 7 días. Y si ya tenían comida para una semana en la casa. Esta distribución se llamó la canasta. Además de esto, había una recolección diaria de comida de casa en casa para aquellos que estaban en una situación de emergencia y necesitaban comida para ese mismo día, y esto se llamaba la bandeja, y lo iban ofreciendo a la gente en necesidad. Los judíos no enseñaban que una persona le diera a otra persona que tuviera necesidad; mas bien enfatizaban dar donaciones a la sinagoga y dejar que la sinagoga la distribuyera de manera sabia entre los necesitados. En Hechos 6 este patrón continuó en la iglesia.
Mientras la iglesia hacia esto, habían algunas viudas de habla hebrea o aramea que estaban recibiendo un poco más de atención, después de todo, vivían en Jerusalén. Las viudas de habla griega se sintieron mal atendidas e ignoradas.
Los Apóstoles, hacen algo muy interesante. No dicen:
“Es tan importante que estemos comprometidos con el ministerio de la palabra y la oración que simplemente vamos a olvidar este ministerio de misericordia para las viudas."
Tampoco dicen: "Sabes, el ministerio de misericordia a las viudas es tan importante que vamos a olvidar la oración, la enseñanza, la lectura de la palabra y el discipulado".
No, los apóstoles y los ancianos, bajo la dirección de Dios, dicen: "Vamos a nombrar diáconos". Hechos 6: 1-7 este es el nombramiento de los primeros diáconos en el Nuevo Testamento.
La razón es que el amor de Cristo debe manifestarse de manera tangible en la congregación. Y los ancianos no pueden dejar de dedicarse a la obra pastoral de enseñar y orar y guiar a la congregación en el discipulado. Entonces, los ancianos, los apóstoles, le dicen a la gente: “Miren, aquí están las calificaciones para los hombres que van a dirigir el ministerio de misericordia en nuestra congregación. Ahora elige algunos hombres que cumplan con esas calificaciones ". La congregación mira esas calificaciones, y miran a los hombres de la congregación, y dicen: "Tenemos siete hombres allí que cumplen con esas calificaciones". Y entonces los Apóstoles nombraron a esos hombres como los primeros diáconos de la iglesia, porque
Jesús, le dijo a sus discípulos que su testimonio al mundo dependerá de la forma en que se amen y se sirvan tangiblemente unos a otros.
Juan 13:34–35 RVR60
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
¿Porque Dios estableció diáconos? Para que el ministerio de la palabra y la oración pueda florecer bajo la dirección de los ancianos, y los ancianos puedan dedicarse a esto; y para que el ministerio de la misericordia y el amor tangible pueda florecer en la congregación local bajo el liderazgo, la exhortación y el ejemplo de los diáconos.
1 Juan 3:18 RVR60
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
Los diáconos son dados a la iglesia como un don, para que la iglesia ame, tanto de palabra como de hecho, para que la verdad sea ministrada en la congregación y para que la misericordia sea ministrada.
El ministerio del evangelio es un ministerio de palabra y obra, y ninguno debe descuidarse.
Por lo tanto , es para el bienestar de la iglesia tener dos clases de oficiales que se dediquen a fomentar ambos aspectos del ministerio de la iglesia. El trabajo de los diáconos es complementar el ministerio de la palabra y la oración de los ancianos, y el diácono debe liderar el ministerio de misericordia de la congregación local hacia los necesitados de la iglesia local.
De manera que la Palabra y el servicio, encarnan el ejemplo de Jesús. Estas es la razón para el diaconado.

2. El trabajo de los diáconos.

Hay muchos conceptos erróneos sobre lo que un diácono debe hacer. Algunos los ven como ancianos, especialmente las personas que viene de contextos bautistas donde los diáconos administran la iglesia y todos sus recursos, son los encargados del mantenimiento, el presupuesto y administran las propiedades de la iglesia. En algunos lugares los diáconos son los jefes del pastor. En otros lugares son confundidos con ujieres o siervos del pastor como una especia de acólitos. Un diácono podría tener alguna de estas funciones por que ama a la iglesia y ama servir al cuerpo de Cristo. Pero su llamado no es ser administradores, o directores de asistencia social o comunitaria.
El Señor estableció el diaconado para guiar a la congregación en el servicio de los necesitados de la iglesia. De esta manera ellos modelaran de manera concreta y tangible, el amor de Cristo en la iglesia.
¿Los diáconos que son? Siervos.
El término diácono se usa en las escrituras para hacer referencia a cualquier tipo de servicio, y mas que nada para el servicio a las mesas como es el caso en Juan 2:5, que se usa para el grupo de meseros que servían en las bodas. Lucas 4:39 usa la palabra para referirse a la forma en la que la suegra de Pedro atendió a la gente en su casa. También se usaba para todo tipo de servicio como es el caso de Romanos 13: 4, donde un soldado es un diáconos que sirve al gobierno, este es un uso genérico, que tambien lo vemos en Juan 12:26 donde se nos llama a servir al Señor con todo lo que hacemos en la vida.
En un sentido amplio, todo creyente es un diácono. Todos estamos llamados al servicio.
Esto nos lleva a la idea de que en la iglesia todos somos siervos, al elegir y ordenar un diácono, no estamos diciendo que nosotros seremos servidos por ellos mientras los observamos de manera pasiva. En la iglesia no hay tal cosa como una piramide: Ancianos o lideres de primer nivel ejecutivo, siervos de la iglesia y consumidores de cultos. No existe tal cosa. En la iglesia todos somos siervos de Cristo, todos tenemos un ministerio y hemos sido llamados por el Señor al servicio de nuestros hermanos. Todos hemos sido llamados a someternos al Señor en obediencia como siervos suyos.
Lo que distingue a un diácono del resto de servidores, es que es un hombre llamado por Dios para mostrar concreta y tangiblemente el amor de Cristo en el cuerpo de Cristo. Este es un oficio que ejemplifica el servicio de amor que la iglesia debe manifestar al mundo.
Como el diácono es un servidor que da ejemplo del amor de Cristo, este no debe buscar poder, ni prestigio: es un hombre que desea servir, ayudar cuando el pueblo de Dios está sufriendo y está en necesidad. El deseo de su corazón será consolar a sus hermanos y hacer tangible el amor de Cristo, ser un ejemplo para la iglesia.
Pablo no describe el oficio con gran detalle en I Timoteo 3. Pero en Hechos 6, y en I Corintios 12:27, 28 Pablo habla sobre el don de ayudar y en Romanos 12: 6,7 del don del servicio, este no un cargo transitorio para el que desea ser anciano, es un honroso llamado para el cual Dios equipa a un hombre, para servir en la iglesia.
En la iglesia tenemos solo dos oficios con funciones distintas Filipenses 1:1-2 algunos reciben el llamado, el deseo y la vocación por uno de estos oficios, y otros reciben los dones, el deseo y el llamado por el otro servicio.
Y esto es lo que queremos, hombres con el deseo, el don y el llamado de servir al rebaño del Señor en este sagrado oficio. Un diácono esta feliz de servir al pueblo del Señor en tiempos de necesidad.

3. El carácter de los diáconos

Dios quiere este oficio hombres piadosos, con un deseo de servir, sanos en la fe y con un carácter probado.
1º Samuel 16:7 RVR60
Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
El Señor busca para Sí hombres conforme a Su propio corazón. Es decir que piensan como Él piensa, que sienten como Él siente, que responden como Él responde; un hombre con un corazón que late con el latido del corazón de Cristo, cuyo corazón ama la justicia y odia el pecado, cuyo corazón ama al pecador pero rechaza sus obras, un corazón que se extiende en misericordia a los que sufren, un corazón que se preocupa, un corazón que conoce la justicia y la obediencia, un corazón que se consume con la extensión de la gloria del Padre. Esa es la clase de corazón que tenía Cristo. Macarthur.
1 Timoteo 3:8-13 Pablo no habla de habilidades, sino de carácter. Si uno lee las cualidades requeridas para los ancianos, vemos que son casi las mismas, solo que los ancianos en virtud de su vocación deben ser aptos para enseñar. Nadie debe ser puesto en una posición de liderazgo en la iglesia, como anciano o diácono, sin estar calificado para este oficio.
Pablo habla aquí de cualidades de carácter personal, vida espiritual, servicio cristiano, pureza moral y vida familiar
A. El carácter personal 1 Timoteo 3:8
Honestos u honorables. Alguien que se distingue integridad espiritual. No vive de manera trivial su vida, sino que ha comprendido la seriedad de vivir para la gloria de Dios y modelar a Cristo. No es el sello de la perfección pero en humildad esta creciendo en el carácter de su Señor.
Sin doblez. No es una persona que le dice una cosa a uno y otra cosa al otra con el fin de lograr sus propias metas personales o protegerse así mismos. La idea aquí es la integridad del habla. El que sirven en la iglesia estará al tanto de asuntos muy privados y graves, que a la gente de la iglesia le gustaría mantener en privado. El diácono deben ser el tipo de personas que sepa hablar cuando se debe hablar y que sepa hablar con integridad cuando se habla.
No dado al vino. No entregado a la bebida como un habito. Debe ser una persona sobria en todo momento.
No sea codicioso de ganancias deshonestas. Ellos manejan fondos, no deben estar en el ministerio motivados por el dinero.
B. Cualidades en su vida espiritual. 1 Timoteo 3:9
La palabra "misterio", Pablo la usa para aquello que habiendo estado oculto ha sido manifestado por Dios en su revelación especial. El misterio de la fe, se refiere al cuerpo de doctrina revelado en las escrituras. Tiene que ver con el conocimiento de doctrinas como: el misterio de la encarnación de Cristo, el misterio de Cristo morando en nosotros, el misterio del evangelio. Un Diácono debe tener conocimiento de la fe que una vez fue dada a los santos y que esta resumida en nuestros estándares de fe, el Catecismo y la confesión. Debe pues conocer doctrina, comprender la verdad revelada por Dios en su palabra.
Debe guardar el misterio de la fe con una conciencia limpia ¿Qué significa eso? Una conciencia que no lo acusa, una conciencia que no lo hace sentir culpable. ¿Por qué? Porque está sosteniendo la verdad y estás obedeciendo la verdad.
Cuanto más fuerte sea nuestra teología, más fuerte será nuestra conciencia. Cuanto más comprendas acerca de la Biblia y cuanto más fuerte sea tu fe y tus creencias, más fuerte será tu conciencia. Una persona de convicción débil, será una persona de conciencia débil, porque la conciencia reacciona al cuerpo de verdad con el que la persona está comprometida. Si no estoy comprometido con la verdad, si me limito a fluir y vacilar, mi conciencia no tiene un estándar por el cual acusarme. "La conciencia responde a las normas que tenemos".
Esta es la vida espiritual requerida para un diácono. Es una vida espiritual requerida para todos. Pero los diáconos son modelos de lo que todos los demás deben ser. Entonces, un diácono en la iglesia es probado por su carácter personal, su vida espiritual.
C. El Servicio Cristiano 1 Timoteo 3:10
La iglesia debe evaluar el servicio de esta persona de manera continua en la medida que sirven a la iglesia. Lo mismo debe ocurrir con los ancianos. Por esto dice, estos también sean sometidos a prueba. La Iglesia debe observar su servicio al Señor y la manera que viven para Cristo.
D. La pureza moral. 1 Timoteo 3:12
Si al ser probados son irreprensibles, ejerzan el diaconado. Esto es que estan sin culpa o no tienen reproche, o mancha en su vida. Nada por lo que puedan ser acusados ​​y descalificados. Una mancha moral puede descalificar a un diácono o a un anciano para el ministerio.
¿Que tipo de carácter moral se requiere?
Deben ser fieles, maridos de una sola mujer 1 Tim 3:12 No debe ser un hombre infiel a su esposa.
Buenos mayordomos de sus hijos y sus hogares.
E. Vida en el hogar. 1 Timoteo 3:12
Deben administrar las personas en de hogar, a los niños y las posesiones. Deben demostrar que tienen capacidad de liderazgo. Tienen la capacidad de manejar situaciones, de resolver problemas, porque eso es lo que tendrá que hacer un diácono. No son solo personas que sirven a las mesas como es la definición estándar de esta palabra. Si servicio espiritual en la iglesia, requiere gestión y algo de administración, coordinación y liderazgo. Los diáconos deben ser modelos a seguir por todos.
1 Timoteo 3:11 RVR60
Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
Parece que corta el flujo del escrito y los comentaristas no estan de acuerdo si significa las mujeres de los diáconos, o mujeres diaconisas o las que bajo la dirección de los diáconos ejercen este ministerio. Las iglesia presbiterianas creemos que el diácono tiene liderazgo en su oficio, así que guardando el espirito de lo que Pablo ha dicho en el 1 Timoteo 2:11 creemos que las mujeres no deben ocupar el cargo de manera oficial, pero pueden y de hecho son una pieza importante en un equipo diaconal.
Las mujeres pueden sirven con los diáconos en la iglesia local. Una iglesia necesita mujeres que puedan entrar y ministrar a mujeres en ciertas circunstancias que pueden meter a un hombre en problemas en algunas circunstancias.
Las mujeres deben ayudan a los diáconos de la iglesia a hacer la obra del ministerio de misericordia.
Los diáconos no deben sentirse mal, u ofendidos con mujeres dignas, sin doblez, sobrias y fieles que los ayudan y los alientan a expresar el amor de Cristo de manera tangible.
Ya vimos la razón por la que fue instituido el oficio, el trabajo que se requiere de este y el carácter que se demanda para un diácono, ahora terminemos considerando.

4. La recompensa de los diáconos 1 Timoteo 3:13

Dios quiere que los hombres que ejercen el diaconado solo busquen la afirmación “bien buen siervo fiel” de Jesús en su servicio a la Iglesia.
¿Recuerda las palabras de Jesús “los postreros serán los primeros”? Pablo aquí está haciendo eco a esta verdad. Las personas que sirven como diáconos, se ponen así mismos como los últimos, sirven silenciosamente en la iglesia y Dios los recompensará. Recibirán una posición honrosa.
Recuerda que Jesús dijo a sus discípulos que nadie le daría un vaso de agua fría a uno de sus discípulos en su nombre que sería olvidado. Todo el que diera incluso un vaso de agua fría a sus discípulos sería recompensado. Y los diáconos, como ve, están haciendo precisamente eso, servir a las ovejas de Cristo que pueden ser ignoradas por otros en medio de nuestro ajetreo y bullicio.
En la medida que estos diáconos se entregan al lavar los pies de los hermanos, a servir en el ministerio de la misericordia, alcanzan una posición honrosa y además una gran confianza en el Señor o gran denuedo y valor en Cristo para su tarea.
En otras palabras, si un diácono sirve al Señor con limpia conciencia, esta viendo el poder de Dios sosteniendo su vida y ministerio, se dirá así mismo: “Sé que soy cristiano, he visto el poder de Dios obrando en mi vida y ministerio. Sé que mis dones espirituales pueden ser efectivos, he visto a Dios usarlos para su gloria. Sé que Dios puede usarme para ganar a los perdidos, lo he visto hacer esto. Sé que Dios puede usarme para servir a los santos, lo he visto obrando y respaldando su obra, así que seguiré sirviéndole no importa el desafío que tenga por delante.
Lo que nos hace decir sí ante algo que parece imposible, lo que nos da confianza, seguridad y audacia es mirar al pasado y ver lo que Dios ha hecho en el pasado. Aunque te sientas inadecuado, sabrás que Él Señor está allí. Ese es el tipo de confianza que obtiene de un servicio fiel. Macarthur-
Bueno, Dios necesita ese tipo de personas en Su iglesia. Y es maravilloso aspirar a ser esta clase de persona. Oremos esta mañana por Carlos, para que Dios le ayude a ser este modelo para la iglesia y oremos por nosotros para que imitemos su ejemplo, ya que el diácono hará en su oficio lo que todos debemos hacer por amor.

Conclusión:

Hermanos recuerden lo que leímos en Juan 13, cuando el mundo ve que nos amamos unos a otros como Cristo nos amó, sabrá que somos sus discípulos, y conocerá al Señor si les testificamos. Por tanto:
El trabajo del diácono, al igual que el trabajo del anciano, es vital para el testimonio de la iglesia al mundo - Necesitamos ser de esta manera luz y sal del mundo - alumbrando con el evangelio y siendo ejemplo del amor Cristiano, de esta manera, el mundo verá la presencia de Dios en medio de nosotros y la obra del Espíritu Santo en nuestros corazones.
Que Dios nos ayude a amar así.
Oremos.
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