¿Como escuchar malos sermones?
Como Oir Sermones • Sermon • Submitted
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· 677 viewsUn material de Christopher Ash, adaptado del ingles.
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Un material de Christopher Ash (Listen Up)
Hay tres tipos de malos sermones, y cómo escuchar bien depende de qué tipo estamos hablando. Un sermón puede ser aburrido, puede ser bíblicamente inadecuado, o puede ser herético. Veamos cada uno de ellos por aparte.
1. ¿Cómo Escuchar un sermón Aburrido? (Hechos 20:7-12)
1. ¿Cómo Escuchar un sermón Aburrido? (Hechos 20:7-12)
No sabemos qué tipo de estilo de enseñanza tenía Pablo, pero en Troas, leemos que habló durante mucho tiempo y que un joven se durmió en medio del sermón, se cayó por la ventana y murió (Hechos 20 v 7-12). Afortunadamente Pablo era apóstol y tenía el don de hacer señales y resucito al joven de los muertos, esto no pasara en una iglesia hoy, así que ¿Cómo oír sermones aburridos, que en su presentación no mantienen nuestros sentidos atentos, tal vez sean desordenados, sin estructura, difíciles de seguir por su estilo, o densos por su gran contenido doctrinal, difíciles de retener? De muchas formas, un sermón puede estar mal presentado.
Supongamos, sin embargo, que este aburrido sermón es bíblicamente fiel y exacto, como seguro lo fue el sermón de Pablo. Si es así, debemos hacer todo lo posible por escuchar con el objetivo de sacar provecho de ello.
Nosotros quizás podamos animar al predicador a obtener ayuda con las habilidades de presentación. Podemos orar por nuestros predicadores y animarlos siempre que muestran signos de mejoría (un mensaje de texto o correo electrónico de agradecimiento por las cosas buenas es mucho más eficaz que una serie de quejas).
Pero sobre todo, debemos escudriñar nuestro propio corazón y acudir al sermón orando por la ayuda de Dios para escuchar con tanta atención como nuestro cuerpo nos permita (la cafeína puede ayuda). Mi consejo es que no se preocupe de que gran parte del sermón puede pasar por encima de nuestras cabezas o pasar por alto nuestra conciencia, sino mas bien pida a Dios que alguna parte del sermón pueda ser retenido por ti y te lleve al arrepentimiento y a la fe.
Intente tomar notas, o al menos Tener papel y bolígrafo, con el objetivo de apuntar un verso o una verdad que pueda llevar a casa y responder. Intenta ir reunirte con un hermano luego, no para almorzar juntos y lamentarse por las deficiencias del predicador, sino más bien, para compartir las verdades bíblicas positivas que hayan aprendido o que les hayan recordado, luego oren juntos por la ayuda de Dios de manera que puedan poner todo en práctica
2. Cómo escuchar un sermón bíblicamente inadecuado
2. Cómo escuchar un sermón bíblicamente inadecuado
Supongamos ahora que el sermón está bien presentado. Es interesante, fácil de escuchar y claro. Pero cuanto más escuchas, más te preguntas si el predicador tiene una buena comprensión del pasaje, se supone que está exponiendo el texto pero te sigues preguntando: "¿De dónde sacó eso?"
De alguna manera, el sermón parece importar todo tipo de cosas que no están en el pasaje, o descartar cosas importantes del pasaje. El sermón te parece equivocado en algunos lugares, y carecer del equilibrio bíblico. ¿Como debemos escuchar estos sermones?
A. El primer peligro a evitar es desarrollar un espíritu crítico. (Lucas 11:54)
Algunos de los que escucharon al Señor Jesús estaban “esperando pescarlo en algo que pudiera decir mal”(Lucas 11 v 54). Su esperanza cuando fueron al sermón era encontrar algún error. Claro con Jesús, nunca pudieron; con nuestros predicadores, ¡generalmente podemos encontrar algún error! Después de todo, cometemos errores, somos imprecisos, inexactos en lo que decimos (Santiago 3:2). Pero hay algo equivocado si la búsqueda de fallas es nuestro objetivo al venir a la iglesia. Porque entonces el sermón nos hará sentirnos bien con nosotros mismos, pensaremos cuan inteligentes somos o lo bien que conocemos nuestras Biblias a diferencia del predicador inexacto; pero nunca seremos llevados al arrepentimiento y a la fe. Un critico de sermones no progresa en generalmente en su vida de piedad.
B. El segundo peligro a evitar es ser crédulos, creer que lo que diga cualquier predicador esta bien, solo por que es un pastor que se dedica estudiar al biblia. (Hechos 17:11; Hechos 18:27-28)
Para no caer en estos dos extremos, debemos con corazones humildes preguntarnos: ¿este sermón está apegado a lo que el Señor dice en su palabra? Como lo hicieron los de habitantes de Berea, debemos escudriñar las Escrituras para ver si lo que dice el predicador es realmente cierto (Hechos 17:11).
Pero de nuevo, centrémonos en las partes en las que el predicador lo hizo bien.
En lugar de pensar en las partes que podrían haber estado fuera de equilibrio, recemos para que Dios aplique las partes que vinieron del pasaje a nuestros corazones y vidas.
Puede ser posible y apropiado ayudar a un predicador en silencio y con cortesía, obtener una mejor comprensión de la verdad bíblica. Priscila y Aquila hicieron eso con Apolos, y el beneficio a largo plazo para la iglesia fue considerable (Hechos 18: 27-28).
Un predicador sabio ,siempre se alegrará de ser amablemente desafiado e interrogado por buscadores honestos de la verdad de Dios que están queriendo someter sus vidas a la palabra de Dios.
Si la corrección no es posible o apropiada (tal vez porque somos visitantes, o mucho más jóvenes que el predicador, o el predicador no está dispuesto a ser corregidos), entonces todavía podemos orar para retener algo que es verdad y ponerlo en práctica (de la misma manera que lo haríamos con un sermón aburrido).
3. Cómo escuchar un sermón herético (1 Tim 4:1)
3. Cómo escuchar un sermón herético (1 Tim 4:1)
La respuesta corta es: ¡no tienes que soportar esto!
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
Pero primero debemos preguntarnos cuál es la diferencia entre un sermón herético y un sermón bíblicamente inadecuado.
En términos del Testamento, ¿cuál es la diferencia, por ejemplo, entre la enseñanza de Apolos, que Priscila y Aquila corrigieron, y los falsos maestros de 2 Juan, que no debían ser bienvenidos en absoluto, y mucho menos permitidos en el púlpito (2 Juan: 10-11)?
Una antigua definición de herejía sugiere que tiene tres partes:
Primero, es un error en algo central para la fe cristiana y no algo periférico. 2 Juan 7; 1 Corintios 6:9-10
Alguien no es un hereje si se equivocan con el milenio (lo que sea que usted crea que está "mal"), o si cree que están equivocados sobre el gobierno de la iglesia, o el la edad y el modo del bautismo. Es un hereje si niegan que el Jesús es Dios comletamente y hombre completamente 2 Juan 7, es un hereje si redefine el pecado y hace aceptable algo que Dios condena 1 Corintios 6 v 9-10.
En segundo lugar, una persona no es un hereje si se equivoca en algo y luego corrige cuando es corregido
Nos pasa que decimos cosas incorrectas sin querer). Es un herejes, el que se mantiene obstinadamente abrazando una enseñanza que la Biblia claramente muestra que está incorrecta. En contextos apropiados, podemos compartir nuestra ideas y dudas con otros, incluso si podemos estar equivocados, esto no es herejía
Tercero, es solo herejía cuando la persona busca activamente enseñar este error en la Iglesia. Una opinión privada no es herejía.
El error de un cristiano no es herejía. La Biblia reserva su más agudo desprecio por los falsos maestros en el Nuevo Testamento y para los falsos profetas del Antiguo Testamento. Personas que en privado creen que algo que está equivocado puede poner en peligro su propio destino, pero no son herejes. Un hereje no es solo un falso creyente, sino también un falso maestro .
Así que estamos considerando aquí una iglesia donde la predicación va en contra de algunas verdades cristianas centrales, y se predican de manera dogmática, persistente, y enérgica, buscando persuadir a los demás. La forma de escuchar este tipo de sermones es dejar de escucharlos!
Es decir, debemos alejarnos de ese tipo de iglesia y encontrar una iglesia donde crean y enseñen la biblia fielmente. No buscaremos una iglesia emocionante, donde la predicación entretiene, buscaremos una iglesia fiel que enseñe la Biblia.
¿Cómo podemos oír mejores sermones?
Los oyentes contribuyen al sermón casi tanto como los predicadores. Quienes escuchan sermones tienen un papel vital que desempeñar.
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
Esta es una reveladora comprensión del lugar que ocupa la congregación para hacer de la predicación y del predicador alguien mas , o menos fiel.
Pablo advierte a Timoteo que el estado normal de las cosas en "los últimos días" (2 Timoteo 3 v 1), entre la primera venida de Jesús y su regreso — será que la gente no tolerará una doctrina sana (sana), sino que se asegurarán de tener predicadores que les digan lo que quieren escuchar. Si quieren ser afirmados en su pecado, en su codicia, en el materialismo o la mala conducta sexual, alentarán, darán la bienvenida, lo capacitaran y les pagaran para que les digan que estas cosas están bien.
Es ¡Es muy difícil ser un predicador fiel en una congregación como esa!
De manera que no toda la mala predicación es enteramente culpa del predicador; la congregación tiene un papel vital que desempeñar.
Cuando una congregación deja claro que son reacios a escuchar una predicación fiel, que quieren sermones mas cortos y menos doctrinales, cuando escuchan al pastor con cara de piedra y no le dan una palabra de aliento, es muy difícil incluso para los más fieles predicadores perseverar (aunque deberían hacerlo, como Jeremías tenía que hacerlo).
Por el contrario, una congregación ansiosa por una predicación bíblica, fiel y desafiante es mucho más probable que tenga un predicar fiel. Se asegurará de este siga estudiando, se siga capacitando, lo animará para que siga siendo fiel a su llamado y li liberara de otras responsabilidades para que se dedique al ministerio de la oración y la palabra.
Siete sugerencias para alentar buena predicación
1- Ore por los predicadores. Ore específicamente para que trabajen duro en los pasajes de la Biblia (1 Timoteo 5:17) y los prediquen fielmente, apasionadamente y de una manera que se relacione con la iglesia.
2- De vez en cuando, dígale a los predicadores que está orando por ellos y esperando con expectación su sermón. Eso será un gran estímulo e incentivo para que se preparen bien.
3- Asegúrate de estar presente. Puede que se sorprenda del estímulo que es para un predicador que estés ahí, y qué desánimo será para él que sin razón apremiante te ausentes.
4- Agradézcale después por las cosas que aprendiste. Sin halagos, sin decirle vagamente lo increíble, estremecedor, desafiante que fue para ti su sermón, eso no importa. Se especifico si quieres agradecer verdaderamente, céntrate en el contenido bíblico del sermón, no en las ilustraciones, dile que cosa del texto te animó, te exhortó, te motivo al arrepentimiento y a la fe.
5- Preparate para ser crítico constructivo y solidario. Pede al predicador que te ayude a ver de dónde saco un punto en particular del pasaje; esto los agudizará si, de hecho, no provino de el pasaje, o de hecho la Biblia. Les animará a seguir más fielmente la Biblia la próxima vez. Sea humilde y respetuoso en la forma en que haces esto; recuerda, es mucho más difícil predicar que criticar la predicación
6- Relaciónese con a sus predicadores como un ser humano a otro ser humano. Recuerde que el mejor sermón de un héroe de la predicación, no sustituye la palabra de Dios predicada por un ser humano cara a cara con otros seres humanos en el contexto de la confianza y el amor.
7- Esté atento a los dones de predicación y enseñanza que hay en la iglesia, y prepárate para animar a algún hermano que ama al Señor y esta progresando en la piedad para que desarrolle estos dones y obtenga más formación a academica. Hable con el consistorio acerca de estos hermanos que le ayudan a entender mejor su biblia en el contexto de las relaciones personales.
Este dispuesto a invertir en ellos con oración y finanzas.
Oremos