Un Derecho de Quien Predica el Evangelio
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Introducción
Introducción
¿Cuanto ganas en tu trabajo?
Este es un tema importante.
Los sueldos son importantes porque son el medio mediante el cual mantenemos nuestro hogar.
Cada obrero, profesionista, empleado que trabaja es digno de un salario / pago.
El sueldo que recibimos es el justo pago por el tiempo que dedicamos a servir en nuestro trabajo.
Nuestro jefe no nos hace un favor en pagarnos. Mas bien, está obligado a cumplir con el contrato entre empleado y empleador.
Hoy vamos a tocar un tema bastante sensible porque tiene que ver con el derecho que el apóstol Pablo tenía como predicador del evangelio, el derecho de ser apoyado económicamente por la congregación de los corintios.
Decimos que es un tema sensible porque en ocasiones se mal entiende el papel que tiene el dinero en la comunidad cristiana.
Muchos critican a las iglesias cristianas porque solo piden dinero. Muchos de ellos son Católico Romanos que critican las prácticas de ofrenda y diezmo.
Su forma de criticar no tiene lógica porque olvidan que el Vaticano posee una riqueza de alrededor de $15B.
Los pisos de la basilica de San Pedro son del mas fino mármol italiano.
Es imposible calcular las riquezas mundiales de esta iglesia cuyos templos son entre los mas lujosos y finos.
La semana pasada vimos que Pablo nos exhortó a no usar nuestra libertad de tal manera que pudiéramos perjudicar la conciencia débil de los hermanos.
Pablo nos exhortó a ser prudentes y abstenernos de ciertas cosas para no hacer pecar a otro hermano.
En el capítulo 9 Pablo nos explica como él mismo se abstuvo de un derecho muy importante con tal de ver el avance del evangelio. Por tanto, hoy consideramos:
Pablo era un apóstol autentico
Pablo, como apóstol autentico, tenía derecho a ser apoyado económicamente por la congregación
Pablo se abstuvo de este derecho para ver el avance del evangelio
Pablo era un apóstol autentico
Pablo era un apóstol autentico
Pablo luchó constantemente contra gente que no creía en su llamado como apóstol de Jesucristo.
Algunos lo criticaban y decían que no era más que un fanático religioso.
Otros decían que Pablo estaba loco y que solo andaba de pueblo en pueblo engañando a la gente.
Pero Pablo declara:
¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes el fruto de mi trabajo en el Señor? Aunque otros no me reconozcan como apóstol, ¡para ustedes sí lo soy! Porque ustedes mismos son el sello de mi apostolado en el Señor.
Pablo se identifica como un apóstol de Jesucristo.
La palabra “apóstol” significa enviado.
Pablo consideraba que él había sido elegido por Jesucristo, enviado por Dios para predicar el bendito evangelio.
Pero había algunos en Corinto que no aceptaban su apostolado.
En el capitulo 1 vimos como algunos decían que ellos eran de Apolos y otros de Cefas.
Me refiero a que unos dicen: «Yo sigo a Pablo»; otros afirman: «Yo, a Apolos»; otros: «Yo, a Cefas»; y otros: «Yo, a Cristo.»
¡Cómo! ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O es que fueron bautizados en el nombre de Pablo?
Se entiende pues que los que decían que eran / o favorecían a otro predicador, era porque no querían aceptar su llamado de Pablo como uno que había sido enviado por el Señor Jesucristo.
Es muy importante que entendamos que uno no es pastor / ministro por haber estudiado en un seminario.
El seminario nos ayuda a prepararnos.
Los cursos teológicos nos ayudan a conocer la Biblia para predicarla de manera fiel y poder interpretar su mensaje de manera correcta.
Sin embargo, esta preparación académica no nos convierte en pastores / ministros.
Uno puede estudiar medicina y convertirse en un médico.
Uno estudia para una profesión.
Pero, solo Dios nos llama al ministerio.
Ser ministro requiere preparación; pero aunque tenga preparación académica pero no ha sido llamado por Dios no tendrá el apoyo divino - será solo un impostor.
Es por eso que hay tanto ministro interesado.
Es por eso que hay tanto ministro que sirve a Dios por dinero, por interés, por no querer trabajar, por vivir de las ofrendas de la iglesia - porque no han sido llamados por Dios y el ministerio es la solución más fácil para obtener una fuente de ingreso.
Existen demasiados perezosos que se esconden detrás del ministerio.
Así que Pablo aclara que él es un apóstol autentico de Jesucristo y que los mismos Corintios eran el “sello” de su llamado.
Si no hubiera sido llamado Pablo, entonces Dios no había respaldado su predicación.
Por tanto, el hecho de que ellos habían sido alcanzados por la gracia salvadora, y que se había establecido una congregación, era una evidencia clara que Pablo había sido llamado por Dios.
Pablo, como apóstol autentico, tenía derecho a ser apoyado económicamente por la congregación
Pablo, como apóstol autentico, tenía derecho a ser apoyado económicamente por la congregación
En los versículos 3-7 Pablo va a describir algunos derechos que como apóstol él podría reclamar de manera justa.
Mi defensa contra los que me examinan es esta:
¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber?
¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?
¿O acaso solo Bernabé y yo no tenemos el derecho a no trabajar?
¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no bebe de la leche del rebaño?
Pablo tenía derecho tener recursos suficientes para poder comer y beber mientras predicaba el evangelio.
Pablo tenía derecho a ser apoyado económicamente para tener recursos para que lo acompañara una esposa en sus viajes misioneros.
Sabemos que Pablo no era casado, pero de haber sido casado Pablo aclara que este sería un derecho justo.
Pablo, que en varios viajes fue acompañado por Bernabé, comenta de como muchos creían que él y Bernabé debían trabajar para cubrir sus propios gastos - aunque sus viajes eran para la propagación del evangelio.
Evidentemente había varios que no creían que Pablo debía recibir apoyo económico para cubrir los gatos de su trabajo misionero. Por tanto, Pablo da algunos ejemplos de la vida cotidiana que mostraban el error de esta manera de pensar.
El gobierno cubre los gastos de sus propios soldados.
Sería ilógico que un soldado que está sirviendo a la patria debía cubrir su gastos de uniforme, comida, y techo.
El que planta una viña, el que la cultiva, la cuida, la riega, sería ilógico pensar que no tiene derecho a comer de su fruto.
El que cuida un rebaño sería ilógico que no tenga el derecho de tomar un poco de leche de su rebaño.
El punto es que en cada uno de estos oficios los empleados tienen el derecho de recibir un beneficio para su necesidad básica.
No estamos hablando de lujos. Estamos hablando de sostén básico como ropa, techo, y comida.
Pablo establece que este derecho también le corresponde a aquellos que predican el evangelio. No lo hace por interés propio sino porque es un principio bíblico.
¿Acaso digo esto según el juicio humano? ¿No dice también la ley esto mismo?
Pues en la ley de Moisés está escrito: «No pondrás bozal al buey cuando trilla». ¿Acaso le preocupan a Dios los bueyes?
¿O lo dice especialmente por nosotros? Sí, se escribió por nosotros, porque el que ara debe arar con esperanza, y el que trilla debe trillar con la esperanza de recibir de la cosecha.
Si en ustedes sembramos lo espiritual, ¿será demasiado que de ustedes cosechemos lo material?
Pablo toma un pasaje del Antiguo Testamento donde Dios mismo cuida a los bueyes que trillaban el grano.
El proceso de trillar el grano era para que se separara el grano de la espiga.
El grano caía al suelo.
Algunos ponían bozal a los bueyes para que no pudieran comer el grano que caía al suelo.
Sin embargo, Dios lo miraba como una abominación el impedir que el buey pudiera comer del grano mientras trabajaba.
Los rabinos de aquel tiempo decían que si Dios se ocupaba del buey que trillaba el grano, y que este pudiera comer, cuanto más se preocupaba Dios por alguien como el soldado, el agricultor, o el pastor de ovejas que pudieran ellos también disfrutar del fruto de su trabajo.
Pablo lo aplica a su propia vida diciendo que si él estaba trabajando en sembrar lo espiritual, mediante la predicación del evangelio, era justo que pudiera él recibir apoyo económico para el avance del evangelio entre los Corintios.
La aplicación es sencilla:
La congregación debe apoyar a quienes trabajan en la predicación del evangelio.
Sería ilógico que el ministro del evangelio no recibiera un apoyo económico solo porque su trabajo es diferente al del agricultor, al del soldado, o a la del pastor de ovejas.
La Biblia en más de una ocasión nos habla acerca del apoyo económico del ministro del evangelio.
Pablo se abstuvo de este derecho para ver el avance del evangelio
Pablo se abstuvo de este derecho para ver el avance del evangelio
Pero, Pablo quiere demostrarnos que él no se aprovechó de este derecho.
De hecho, Pablo rehusó recibir apoyo económico con tal de que pudiera avanzar con mayor fuerza el evangelio.
Si otros tienen este derecho sobre ustedes, ¿no lo tenemos aún más nosotros? Sin embargo, no hemos usado este derecho, sino que sufrimos todo para no causar estorbo al evangelio de Cristo.
¿No saben que los que desempeñan los servicios sagrados comen la comida del templo, y los que regularmente sirven al altar, del altar reciben su parte?
Así también ordenó el Señor que los que proclaman el evangelio, vivan del evangelio.
Pero yo de nada de esto me he aprovechado. Y no escribo esto para que así se haga conmigo. Porque mejor me fuera morir, que permitir que alguien me prive de esta gloria.
Pablo estaba dispuesto a padecer económicamente con tal de no servir como estorbo para el evangelio.
Es posible que Pablo padeció necesidades físicas y falta de apoyo económico con tal de que no se mal entendiera este derecho de ser apoyado.
Es bíblico que el que trabaja en las cosas de Dios, como los sacerdotes del AT, puedan comer de la mesa del altar.
Dios establece que el que “proclama el evangelio” pueda vivir del mismo al ser apoyado por la congregación.
…pero Pablo muestra que él no iba a exigir este derecho para no ser un estorbo al evangelio y sabía que Dios habría de suplir sus necesidades.
Así como el que se abstenía de comer carne a causa de la conciencia débil de los hermanos, Pablo estaba dispuesto abstenerse de recibir apoyo económica quizá para no causar escándalo o controversia.
Es posible que también la iglesia, a causa de la persecución y prueba, era una iglesia bastante pobre que no estaba en las condiciones de apoyarlo económicamente, o que muchos lo iban a ver de manera negativa.
Sea cual haya sido el caso, Pablo ve que era mejor no recibir este apoyo con tal que el evangelio pudiera ser proclamado de manera libre.
Conclusión
Conclusión
Pero, los versículos 16-18 nos muestran el corazón del apóstol. En estos versículos vemos que el llamado de Pablo era auténtico y porque es que era tan usado por Dios.
Porque si predico el evangelio, no tengo nada de qué gloriarme, pues estoy bajo el deber de hacerlo. Pues ¡ay de mí si no predico el evangelio!
Porque si hago esto voluntariamente, tengo recompensa; pero si lo hago en contra de mi voluntad, un encargo se me ha confiado.
¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Que al predicar el evangelio, pueda ofrecerlo gratuitamente sin hacer pleno uso de mi derecho como predicador del evangelio.
Si Pablo predicaba voluntariamente entonces era digno de recibir una recompensa / pago por su esfuerzo.
Si Pablo predicaba en contra de su voluntad o más bien por una orden / obligación, entonces simplemente estaba cumpliendo con el deber que se le había asignado.
Vemos que Pablo considera el llamado que ha recibido para predicar el evangelio como un deber delante de Dios.
Pablo predicaba sabiendo que estaba haciendo la voluntad de Dios.
Pablo sabía que él no podía hacer otra cosa mas que predicar el evangelio.
Es como si dijera Pablo - estoy obligado, siento en mi interior como un fuego en mis huesos, necesito cumplir mi deber, debo predicar el evangelio.
Esto es lo que impulsaba a Pablo a cumplir con su deber como heraldo del evangelio, hubiera o no hubiera un apoyo económico.
Pablo no predicaba por dinero.
Pablo no predicaba porque sabía que tendría apoyo financiero.
Pablo predicaba el evangelio porque sentía el llamado de Dios en su interior como no lo dejaba estar en paz a menos que declara el evangelio y cumpliera su deber como portavoz del mensaje de verdad.
…y esto mis amados hermanos era la recompensa de Pablo - poder predicar el evangelio de manera gratuita sabiendo que no lo hacía solo y cuando lo apoyarán económicamente.
Él sabía su deber.
Él estaba dispuesto a cumplir su deber.
Él había sido llamado por Dios y estaba dispuesto a ser fiel a aquel que lo había llamado.
…Pablo solo mostraba la misma actitud que Jesús había pedido de parte de sus discípulos:
»Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios; de gracia recibieron, den de gracia.
…como no hemos de dar de gracia, sin esperar recibir nada, sabiendo lo mucho que Cristo dio por nosotros de manera gratuita.
…esto es lo que nos impulsa sobre todo en momentos que sabemos que no habrá una recompensa económica.