El Perdón a través de la Gracia
Notes
Transcript
El Perdón a través de la Gracia
Introducción: Cuantas veces nos equivocamos en la vida y cometemos errores que nos alejan de Dios, y estamos tan fríos y resignados a vivir mal, sin la mas mínima esperanza de recibir nuestras bendiciones y una vida mejor
Ilustración Recuerdo en una ocasión cuando era pequeño que amenacé a mama con irme de la casa, porque no me dejaba juntarme con amigos de la colonia, del barrio……. ¡¡¡Quiero libertad!!! Tendría unos 12 años
En cuantas ocasiones nos hemos equivocado y en lugar de reconocerlo buscamos justificaciones, culpando a otros.
Y hasta que caemos en un pozo muy profundo reconocemos que necesitamos ayuda.
Lucas 15:11-32
11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.
16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
17 Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.
28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido se había perdido, y es hallado.
ORACiÓN.
1. El propósito de las parábolas
¿Que es una Parábola? deriva del griego "parabolé", término que sugiere una comparación. Es un relato corto, con forma de contar una historia real en una forma sencilla, mediante la cual Jesús establece una comparación.
La parábola del hijo pródigo es una de las parábolas más conocidas de Jesús. Aparece una sola vez en los Evangelios, en Lucas 15:11-32.
En este capítulo Jesús explicó tres parábolas: la de la oveja perdida, la de la moneda perdida y la del hijo pródigo.
Jesús cuenta estas parábolas porque muchos pecadores se acercaban a Jesús para oírlo, de modo que los fariseos y los maestros de la ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos». (Lucas 15:1-2)
Los fariseos y maestros de la ley no entendían por qué Jesús dedicaba tiempo a personas que no tenían buena reputación.
Jesús enseñaba a menudo con parábolas. Narraba una situación común para dar una enseñanza spiritual y aqui él aprovecha la oportunidad.
Jesús quiere dejar claro que para él, para Dios, todos somos valiosos. También habla sobre la importancia del arrepentimiento y el gozo que este trae al corazón de Dios, cuando un pecador se arrepiente de sus pecados.
Ahora esta Parábola, el hijo Prodigo La palabra pródigo se refiere a alguien Que despilfarra o gasta sin cuidado sus bienes o que gasta lo que tiene en cosas inútiles.
1. Jesús presenta a los personajes principales. «Un hombre tenía dos hijos.
2. El menor de ellos le dijo a su padre: “Papá, dame lo que me toca de la herencia”. Así que el padre repartió sus bienes entre los dos».
3. Lo primero que observamos en el contenido de esta parábola es una manifestación de los anhelos y deseos del hijo menor.
· Anhelos y deseos que todos en un momento tenemos,
4. El hijo le pide la herencia al Padre, Hermanos, esta petición era un tanto ofensiva pues es como si el hijo menor le hubiera dicho a su padre, ¿Cuándo vas a morir porque quiero disfrutar la vida?, prefería que le adelantara su herencia para poder irse y comenzar a vivir a su manera.
5. El padre accedió, repartió la herencia, y el hijo menor se fue a un país lejano donde malgastó el dinero en placeres desenfrenados. Se quedó sin nada y empezó a pasar necesidad así que tuvo que buscar un trabajo.
6. La Provincia donde vivía tenía problemas económicos y no era fácil conseguir trabajo. Solo había trabajo cuidando cerdos, un animal impuro para los judíos.
7. El hecho de que lo aceptara nos revela su nivel de desesperación. Estaba con hambre y hasta deseaba comer la comida de los cerdos. ¡Tal era su situación!
El regreso
8. El joven recordó que en su casa los jornaleros que trabajaban para su padre vivían mejor que él y decidió regresar. Ensayó un mini discurso con el que intentaría convencer a su padre para que le diera un trabajo.
9. Él sabía que la ofensa contra su padre había sido enorme y ya no aspiraba a ser tratado como hijo. Sin embargo, el amor de su padre era muy grande. El mismo padre que lo dejó ir sin recriminarle le recibió sin preguntas.
10. Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo”.(Lucas 15:20-21)
11. ¡Qué escena más conmovedora! El padre sale corriendo a recibir a su hijo, lo abraza y lo besa. No espera dentro de la casa ni trata a su hijo con frialdad. Tampoco le dice que vaya a bañarse y cambiarse de ropa antes de saludarlo sino que lo recibe, le expresa su amor y aceptación tal como estaba. Ni siquiera deja que el hijo termine el discurso corto que había practicado sino que lo interrumpe y ordena a sus siervos:
12. ¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”. Así que empezaron a hacer fiesta.
(Lucas 15:21-24)
El gozo del padre por el regreso
13. La parábola no termina ahí. El hijo mayor regresa de trabajar en el campo y se da cuenta de que hay una fiesta. Le pregunta a uno de los siervos qué pasa y este le cuenta que su hermano había vuelto y que el padre había organizado una celebración.
14. El hijo mayor se enojó. No podía entender cómo el papá hacía esa fiesta en honor de su hermano derrochador e insensato, mientras que a él, que había permanecido trabajando las tierras a su lado, nunca le había dado ni un cabrito para festejar con sus amigos.
15. El padre sale de la fiesta para pedirle a su hijo mayor que entre, pero él no quiere. El papá intenta tranquilizarlo, le explica que todo lo que tiene ha estado siempre a su disposición, pero que era importante celebrar la llegada del hermano «porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado» (v.32).
16. El padre entiende la reacción de su hijo mayor pero no permite que empañe el gozo que siente por el regreso de su otro hijo.
Casi todos conocemos la historia del hijo pródigo, la cual es una de las mejores ilustraciones con que Jesús muestra el secreto de la salvación por medio del arrepentimiento y la fe.
2. La Parábola del Perdón. Lucas 15:11–24
Wikipedia: El perdón es no vivir con el recuerdo, disculpar a otro por una acción considerada como ofensa, renunciando eventualmente a vengarse, o reclamar una justiciar.
El perdón es nunca mas volver a tocar el tema.
Jesús relato la parábola del hijo perdido, que hoy quisiéramos llamar «la parábola del perdón».
El perdón: ciertamente, el perdón cancela el castigo.
a) Esto lo entendemos todos. Cuando el hijo perdido volvió a su Padre no fue castigado. Regresó arrepentido, confesando su pecado. sintiéndose merecedor de una severa penalidad.
b) Pero el Padre «fue movido a misericordia» y le perdonó sus culpas sin castigarlo.
c) De esta manera llegamos al padre, cansados, agobiados,
d) Sin embargo, nunca podremos olvidar que la remisión de nuestro pecado no sería posible sin la obra redentora de Cristo. «Herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados el castigo de nuestra paz fue sobre él; y por sus llagas fuimos nosotros curados. (Is. 53:5, 6).
e) Indiscutiblemente, el alto precio pagado para la remisión de mis pecados son una gran evidencia de amor, En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo en propiciación por nuestros pecados» (1 Jn. 4:10).
f) El castigo es cancelado porque Dios nos ama y nos ama hasta el punto de cargar nuestros pecados en la cruz. «Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús» (Ro. 8:1).
g) El perdón, entonces, nos libera definitivamente. Jamás el padre volverla a mencionar los pecados de su hijo. Jamás le reprocharía su maldad anterior.
«Nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades» (Heb. 10:17),
1. El perdón cambia radicalmente la vida: esta parábola nos indica claramente que el perdón no es sólo la remisión de nuestros pecados. Sino nos viste de Hijo
a) El Padre nos viste Quizás el Padre podría haber dejado a su hijo con los mismos andrajos, trabajando como jornalero en su hacienda. Podría haberle dicho: «te perdono, no te castigaré; pero ahora te arreglarás como puedas».
b) Pero no fue así. Jesús relató que el padre dijo: «Sacad el principal vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies».
c) El «muerto» y «perdido» comenzaba ahora una nueva vida. La obra que Dios hizo en Jesús a través de la cruz es el perdón,
d) es un perdón divino que derribo todo muro que el pecado levanto entre el hombre y Dios. Cuando esto ocurrió, se produjo la reconciliación. Tal como ilustra la parábola, la reconciliación es completa.
e) El pecador arrepentido y perdonado es ahora el hijo que compartirá las bendiciones del hogar. «Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios Muy amados, ahora somos hijos de Dios» (1 Jn. 3:1, 2).
f) El Perdón No solo quita el castigo. Quita el pecado mismo, porque ése fue un objetivo de Cristo: «Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados» (1 Jn. 3:5).
Ilustración…. Había una vez un niñito que, con su hermana, estaba visitando a sus abuelos en su granja. Le dieron una honda para jugar en el bosque. Se puso a practicar, pero nunca le podía dar al blanco. Ya un poco desanimado, regresó a la casa para la cena. En el camino, vio un pato que era la mascota favorita de su abuela.
De impulso, dejó volar la honda, le pegó justo en la cabeza al pato, y lo mató. El niño estaba espantado y afligido.
Entrando en pánico, escondió al pato muerto entre la pila de leña, ¡pero en eso vio que su hermana lo estaba observando! Sally lo había visto todo, pero no dijo ni una palabra.
Después de la comida al siguiente día, Abuela dijo, “Sally, lavemos los platos.” Pero Sally dijo, “Pero Juanito me dijo que él quería ayudar en la cocina.” En eso le susurró a Juanito, “¿Recuerdas el pato?” Entonces Juanito se puso a lavar los platos.
Minutos mas tarde el Abuelo preguntó que si los niños querían ir de pesca, pero Abuela dijo, “Lo siento, necesito que Sally me ayude con la cena.” Sally solo se sonrió y dijo, “Bueno, está bien porque Juanito me dijo que él quería ayudarte.” Otra vez susurró, “¿Recuerdas el pato?” ¡Entonces Sally fue de pesca y Juanito se quedó ayudando a su abuela!
Después de varios días en los cuales Juanito hacía no solo sus propias tareas, sino las de Sally…finalmente ya no aguantaban más.
Se acercó a su abuela y confesó que había matado al pato. Su abuela se hincó, le abrazó y dijo, “Mi amor, ya lo sé.
Ves, estuve parada en la ventana y vi todo lo ocurrido, pero porque te amo, te perdoné. Solo me estaba preguntando cuánto tiempo dejarías a Sally usarte como su esclavo.”
g) La vida cambia, pues, porque se establece mediante el perdón una nueva relación entre el hombre y Dios. «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» (2 Co. 5:17).
h) Imaginemos al hijo pródigo, vestido ahora con el principal ropaje después de su extravío. Así Jesús nos presenta el cuadro del pecador perdonado. Un hombre nuevo, que ha llegado a serlo merced a la gracia misericordiosa del Padre. Cuando Dios perdona el pasado, también nos brinda un nuevo presente.
2. El perdón es un motivo de gozo:
Lucas 15: 23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta. 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
a) Una vez que eres el perdonado por Dios aprende a regocijarte. Dice uno de nuestros himnos: «¿Cómo podré estar triste, ¿cómo entre sombras ir?, ¿cómo sentirme solo, y en el dolor vivir? ¡Si Cristo es mi consuelo, mi Amigo siempre fiel, ¡si aun las aves tienen seguro asilo en Él!».
el hijo perdonado fue un hijo feliz. Y esta felicidad nació con el perdón de sus pecados.
El Perdón por medio de la Gracia te da identidad. .
El Perdón siempre viene a través de la gracia.
La Gracia me da identidad de Hijo.
La Gracia nunca cancela la relación Padre e hijo. La Gracia Nunca Cancela la Relación. Entre Tu y Dios.
Las decisiones del hijo no le permitieron negar la realidad de la relación padre-hijo. Él pudo rechazar a su padre, pero Su padre nunca le rechazo.
El Amor y la Gracia de Dios Excede Nuestro Pecado. Cuando el hijo ya está cerca de su casa, su padre lo ve y corre hacia él. El amor del padre es tan grande que no sólo lo perdona, sino que hace una celebración en su honor. La aceptación del padre muestra una gracia sorprendente; la celebración muestra una gracia abundante.
Cualquiera que peque ya sea judío, Cristiano, o incrédulo, necesita saber el amor de Dios y su aceptación viene a través Jesucristo por medio de la Gracia.
J.D. Greer en su libro el evangelio describe la gracia de esta manera Dios ama a aquellos que pecan, los perdona, los restaura, y se regocija con ellos.
Gracia Significa que Ya No Tenemos que Correr Más. El evangelio es que Cristo sufrió toda la ira de Dios por mi pecado.
Gracia Significa que Ya No Tenemos que Correr Más. El evangelio es que Cristo sufrió toda la ira de Dios por mi pecado.
Jesucristo intercambio lugares conmigo, vivió la vida perfecta que yo había de haber vivido, y murió la muerte a la que yo estaba condenado.
Jesucristo intercambio lugares conmigo, vivió la vida perfecta que yo había de haber vivido, y murió la muerte a la que yo estaba condenado.
En 2 Corintios 5:21 dice que en realidad El se convirtió en mi pecado para que yo pudiera convertirme en su Justicia.
En 2 Corintios 5:21 dice que en realidad El se convirtió en mi pecado para que yo pudiera convertirme en su Justicia.
Tomo mi vergonzosa desnudez para vestirme con su justicia. Cuando recibo esa gracia en arrepentimiento y fe, recibo la aceptación plena. Los teólogos le llaman don de justicia o justificación por gracia.
Tomo mi vergonzosa desnudez para vestirme con su justicia. Cuando recibo esa gracia en arrepentimiento y fe, recibo la aceptación plena. Los teólogos le llaman don de justicia o justificación por gracia.
Eso significa Dios no podría amarme mas de lo que ya me ama, porque Dios no podía amar y a aceptar a Cristo mas de lo que lo hace, y Dios me ve en Cristo.
Eso significa Dios no podría amarme mas de lo que ya me ama, porque Dios no podía amar y a aceptar a Cristo mas de lo que lo hace, y Dios me ve en Cristo.
La Salvación en Cristo en 100% completa y 100% completa en quien la recibe en arrepentimiento y fe.
La Salvación en Cristo en 100% completa y 100% completa en quien la recibe en arrepentimiento y fe.
Di conmigo, En Cristo no hay nada que pueda hacer para que tu me ames mas, ni nada que yo haya hecho hará que me ames menos.
Di conmigo, En Cristo no hay nada que pueda hacer para que tu me ames mas, ni nada que yo haya hecho hará que me ames menos.
La obediencia de Cristo es tan impresionante que no hay nada que podemos hacer para aumentarla.
La obediencia de Cristo es tan impresionante que no hay nada que podemos hacer para aumentarla.
El poder para la transformación proviene del Evangelio, no nos transformamos cuando nos dicen lo que debemos hacer Por Dios, sino al escuchar las noticias sobre lo que Dios ha hecho por nosotros
El poder para la transformación proviene del Evangelio, no nos transformamos cuando nos dicen lo que debemos hacer Por Dios, sino al escuchar las noticias sobre lo que Dios ha hecho por nosotros
Este joven a través de el perdón conoció la gracia del Padre.
Este joven a través de el perdón conoció la gracia del Padre.
La gracia siempre estuvo ahí presente con El, nunca se separo, pero no la conocía.
La gracia siempre estuvo ahí presente con El, nunca se separo, pero no la conocía.
Algunos No Van a Entender la Gracia de Dios. El hermano mayor, quien era un hijo fiel, resiente la gracia demostrada hacia su hermano pródigo Lucas 15: 25-30.
25 Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas.
25 Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas.
26 Y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello.
26 Y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello.
27 Y él le dijo: «Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado porque lo harecibido sano y salvo».
27 Y él le dijo: «Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado porque lo harecibido sano y salvo».
28 Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara.
28 Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara.
29 Pero respondiendo él, le dijo al padre: «Mira, por tantos años te he servido y nunca hedesobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarmecon mis amigos;
29 Pero respondiendo él, le dijo al padre: «Mira, por tantos años te he servido y nunca hedesobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarmecon mis amigos;
30 pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro engordado».
30 pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro engordado».
El hermano mayor está dependiendo de su propio desempeño externo para ganarse el favor de su padre, y en verdad que lo estaba haciendo, pero el amor del padre va más allá de la recompensa merecida para mostrar la gracia inmerecida.
CONCLUSIÓN: el hijo perdonado fue un hijo feliz. Y esta felicidad nació con el perdón de sus pecados. Vino al padre con actitud dolorida para decir: «Padre, he pecado». Pero recibió el perdón y comenzó a regocijarse.
Ningún creyente puede mirar hacia atrás sin ver sobre sus viejas culpas las palabras de Cristo: «Tus pecados te son perdonados». Por eso, el corazón que comprende todo lo maravilloso que hay en ese perdón. salta de regocijo.
Ese es nuestro gozo, nuestro singular gozo.
Final
Ahora yo te pregunto.
1. ¿Cómo esta tu corazón ahora con Dios?
2. ¿Te cuesta reconocer que te has apartado?
3. ¿Es tan grande la ofensa que te cuesta perdonar?
4. ¿Te sientes alejado del Padre?
5. ¿Vives sin identidad de hijo?
Creo que una de las armas mas efectivas de Satanás es hacernos olvidar la identidad que el padre nos ha otorgado en Cristo.
