Vida en Jesús

Ezequiel 37:1–6 (RVR60)

1La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 3Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. 4Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 5Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.

Introducción

1er paso: El profeta Ezequiel “Dios fortalecerá” fue llevado por el Espíritu a un valle lleno de huesos dispersados, secos en gran manera.

Dios pregunta al profeta: ¿vivirán estos huesos?, el profeta responde: “Señor tú lo sabes”

2do paso: Dios le ordena profetizar sobre los huesos, y estos comienzan a unirse, aparecen tendones, carne y cubiertos de piel.

3er paso: Luego el profeta por orden de Dios profetiza vida sobre ellos y se levantó con vida un ejercito grande en extremo.

La visión fue dada cuando Israel estaba cautiva en Babilonia, y se refiere a la restauración política y espiritual de Israel.

Luego que Israel fuera llevado cautivo, no había esperanza de volver, estaban condenados a desaparecer.

Pero Dios les profetiza que los volverá a reunir como los huesos.

Una vez reunidos (cuerpos restaurados) les volverá a dar vida como al principio. Esta profecía espera su cumplimiento en el reino milenial de Cristo.

Recibir la Visión

Ezequiel al recibir la visión estaba en el Espíritu, conectado con Dios.

Necesitamos ocuparnos más en las cosas del Espíritu para que el Señor envíe visión, podamos ver la necesidad de la gente que necesita vida.

De esa manera comienza el avivamiento.

Contenido de la visión

Ezequiel pudo ver un valle lleno de huesos secos, simbolo de muerte, desolación y desesperanza.

Así es el hombre sin Dios, muerto en delitos y pecados (Efesios 2:1)

Dios le mostró en visión a Carlos Anacondia un Oasis con agua y alimento donde las personas disfrutaban, pero fuera había un desierto donde gente necesitada imploraba ayuda.

Esto es lo que El Señor quiere que veamos, la condición espiritual de las personas para que actuemos.

La pregunta

El Señor pregunta a Ezequiel: ¿Vivirán estos huesos?

Aquella persona que se ocupa de las cosas del Espíritu entenderá esta pregunta, pero el que se ocupa de las cosas terrenales, preguntará ¿cuáles huesos?, no tiene la visión de ver la condición de la humanidad sin Dios, para él o ella todo está bien.

El profeta conociendo al Dios omnipotente responde: “Señor, tú lo sabes”.

Aunque la lógica le podría haber dicho al proféta: “oviamente no es posible, esta muertos y secos en gran manera”

Pero el proféta no se dejo llevar por la lógica o el razonamiento, pues sabía que para Dios no hay nada imposible.

Muchas veces nosotros descartamos la posibilidad que aquella persona pecadora en extremo reciba la salvación de Dios, nuestro razonamiento y lógica le condenan al infierno.

Pero Dios es el único que puede transformar la vida del hombre: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Isaías 1:18”

No perdamos la esperaza y clamemos por aquel que necesita salvación.

Dar la Palabra

Al profeta le fue ordenado dar unicamente la Palabra de Dios, solamente ella puede dar vida.

Hablemos unicamente la Palabra de Dios, no filosofías, conjuros, ritos, buenos deseos, ni aun los testimonios si no van acompañados de la Palabra de Dios.

Por la Palabra de Dios fueron creadas todas cosas: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Hebreos 11:3”

El profeta no hizo nada más que dar la Palabra, pues aunque le habló a huesos que no tienen oidos, comenzaron a unirse y a restaurarze el cuerpo, obedecieron la Palabra.

Conclusión

En la primera Palabra profetica los cuerpos fueron restaurados, esto simboliza la reunificación de Israel en su tierra.

Pero en la segunda Palabra profética dio vida, pues no hay diferencia entre los huesos y los cuerpos si no tienen vida.

“Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Ezequiel 37:9”

Solamente el aliento (Ruaj) de Dios puede dar vida, así el hombre debe ser lleno del Espíritu Santo para tener vida eterna en Cristo. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Juan 11:25.

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9–10.

Es tiempo iglesia que:

Nos interesemos de las cosas del Espíritu, para que el Señor ponga visión en nosotros.

Proclamemos las Palabra de Dios para que los que no tienen vida puedan alcanzar la vida eterna en Cristo.

El volver un muerto a la vida no es un milagro tan maravilloso como el nuevo nacimiento que solamente Dios puede hacer.