Oposición al Mesías
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Oposición al Mesías
Serie: “El Hijo sufriente” Basada en el Evangelio de Marcos
13 de febrero del 2021 /Sermón 50 en la INP “Antioquía”
Pasaje: Marcos 3:20-35
En una ocasión, en una casa que estaba llena de líderes religiosos, Jesús estaba enseñando casi acostado alrededor de la mesa, <<entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora>> trajo un frasco de perfume; entonces estando a los pies de Jesús, <<llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume>> (Luc 7:38). Entonces, después de aprovechar la ocasión y enseñarles a todos los presentes la necesidad de perdón de esta mujer, Jesús le dijo: <<Tus pecados te son perdonados>>. Y los que estaban allí presentes, comenzaron a preguntarse: <<Quién es éste, que también perdona pecados?>>. La pregunta fue ¿Quién es éste? ¿Quién es Jesús?
El mismo Herodes, el que mató a Juan el Bautista, estaba sorprendido de todo lo que escuchaba de Jesús, porque algunos decían <<Juan ha resucitado de los muertos>> (Luc. 9:7). Otros decían: “es Elías” otros decían: “Algún profeta de los antiguos ha resucitado”. Y el mismo Herodes dijo: <<A Juan yo le hice decapitar; ¿quién, pues, es éste, de quien oigo tales cosas?>>. Otra vez la pregunta fue ¿Quién, pues, es éste?
Hasta los mismos discípulos de Jesús, en una noche iban con Jesús en una barca y entonces se levantó una gran tempestad de viento que echaba las olas en la barca, de modo que la barba estaba a punto de hundirse, pero Jesús estaba dormido así que lo despertaron y le dijeron ¿No te importa que perecemos? Entonces Jesús le dijo al mar: <<Calla, enmudece>> Y el viento y el mar se calmaron. Los discípulos llenos de miedo se decían uno al otro: <<¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?>> (Mar 4:41). La pregunta fue ¿Quién es éste? ¿Quién es Jesús?
En estas y más ocasiones, a ver lo que Jesús hacía la gente se preguntó: ¿Quién es éste? El mismo Jesús después de haberle preguntado a sus discípulos qué decía la gente acerca de quién es él, les hiso una pregunta muy directa: <<Y ustedes, quién dicen que soy>>
¿Quién es Jesús? Esta es la pregunta que Marcos responde en todo su Evangelio, y aquí en Marcos 3:20-35 Marcos, nos recordará que Jesús es el Hijo de Dios que vino a conquistar a sus enemigos. Esto está en acorde al mensaje de todo el Evangelio de Marcos, recordemos que Marcos presenta a Jesús como el Hijo de Dios que asume una posición de siervo sufriente para dar su vida en rescate por muchos.
El pasaje de hoy nos muestra tres escenas donde encontramos tres opiniones distintas de quién es Jesús. 1) Su familia creyó que era un demente, 2) Los líderes religiosos creyeron que era un endemoniado y 3) Jesús mismo nos dirá que, Él es el Hijo de Dios que vino a conquistar a sus enemigos.
I.- JESUS ES UN DEMENTE.
[NTV] Mr.3:20 Cierta vez, Jesús entró en una casa y las multitudes empezaron a juntarse nuevamente. Pronto ni él ni sus discípulos encontraron un momento para comer.
Una de las características del Evangelio de Marcos es que, cuando narra que las multitudes se acercaban a Jesús, lo narra como algo negativo, como algo malo. Como decíamos hace ocho días, grandes multitudes se acercaban a Jesús en busca de beneficios personales. Tanto que Marcos al inicio de su Evangelio nos muestra a Jesús rodeado de multitudes, pero al final de su Evangelio, nos presenta a Jesús solo porque todos lo han abandonado.
Y aquí, una vez más, << las multitudes empezaron a juntarse >>, << Pronto ni él ni sus discípulos encontraron un momento para comer >>.
· Recuerdo que hace unos días estuve haciendo unos trámites en el Banco. Mientras estaba en espera para ser atendido -aproximadamente 40 minutos-, en todo ese tiempo pude ver cómo un ejecutivo atendía pacientemente a una mujer que no paraba de hacer preguntas y con una actitud muy exigente. Finalmente, observé que el ejecutivo hizo una pausa y se dirigió a otro lugar. Mientras tanto la mujer se sentó en la silla que estaba a mi lado, y sin dudarlo y con una actitud de enojo me dijo: “¡No es posible, este ejecutivo me pide que lo espere 15 minutos porque debido a tantas personas, me dice que no ha podido ni comer!” A los 15 minutos el ejecutivo regresó y continuó atendiendo a esta mujer.
A veces estamos tan concentrados en nuestros asuntos que no nos importa las necesidades de los demás. Nos comportamos tan egoístas porque únicamente pensamos en nosotros, y eso es, precisamente lo que está sucediendo aquí, Marcos nos muerta a personas que buscan ser atendidos, aunque eso implique que Jesús y sus discípulos se quedaran sin comer. Es una actitud egocéntrica. Solo están pensando en ellos.
Lo sorprende es que Jesús los atiende, aunque eso significa pasar hambre. Lo más triste es que, estas personas, al final del día, lo que buscaban era su beneficio personal, y finalmente terminarían dejando solo a Jesús.
[NTV] Mr.3:21 Cuando sus familiares oyeron lo que sucedía, intentaron llevárselo. «Está fuera de sí», decían.
Si tienes una Biblia RV60 notarás que dice: <<cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle>>. ¿Quiénes eran “los suyos” que estaban convencidos de que Jesús había perdido el juicio o que estaba fuera de sí? En el idioma original esta frase es algo ambiguo, básicamente significa “los de su parte”. De ahí que, LBLA, NVI y DHH lo traducen: “sus parientes”. La NTV dice: “sus familiares”.
Algunos concluyen que una mejor traducción sería “sus amigos”. Concluir o pensar que María y los hermanos de Jesús lo consideraban un demente serían algo difícil de concluir. Aunque ciertamente, en Juan 7:5 se dice que <<ni aun sus hermanos creían en él>>. Pero pensar que María y sus hermanos lo consideraban un loco, es difícil, sabiendo que a María se le reveló que Jesús fue engendrado del Espíritu Santo y que él salvaría a su pueblo de sus pecados. Sin embargo, debido a la condición pecaminosa que tanto María y los hermanos de Jesús compartieron, no podemos descartar por completo que ellos hayan llegado a creer que Jesús estaba <<fuera de sí>>.
Entonces, ¿quiénes fueron los que creyeron que Jesús era un demente? ¡Sencillamente no lo sabemos! Pudieron haber sido personas con quienes Jesús se había criado en Nazaret, posiblemente algunos parientes, algunos amigos, o tal vez, si fueron sus propios hermanos… no se nos dice explícitamente quiénes eran, solo se dice “los de su parte”. Pero una cosa sí sabemos, esta gente muy cercana a Jesús << intentaron llevárselo >>. Intentaron “prenderle”. Es la misma palabra que usa en Mt 14.3 cuando se dice que << Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel>>. Literalmente, estos familiares de Jesús creyeron que estaba loco. Y quisieron hacerse cargo de él.
Una de las cosas que los llevó a concluir que Jesús estaba loco es que; recorría largas distancias y se quedaba sin comer con tal de atender a las necesidades de las personas, se sentaba a comer con los publicanos y pecados, decía una y otra vez a los enfermos “tus pecados te son perdonados”. Se llamaba a sí mismo como “el Hijo del Hombre”. Un título que señalaba su autoridad divina. Atendía en los enfermos y endemoniados todo el día. Y llamó a percadores a seguirlo y diciéndoles que los haría pescadores de hombres. No fue muy difícil para los familiares de Jesús, concluir que estaba fuera de sí.
Aplicación:
Hermanos, podemos estar seguros que Marcos narró el rechazo que Jesús sufrió de su propia familia o parientes más cercanos, para que nosotros podamos estar seguros que Jesús sabe lo que se siente ser despreciado por tu propia familia.
El Señor entiende perfectamente lo que sentimos cuando nuestra familia nos rechaza y se opone a nuestra fe. Jesús nos dijo con toda honestidad en Mateo 10:34-36
34 »¡No crean que vine a traer paz a la tierra! No vine a traer paz, sino espada. 35 “He venido a poner a un hombre contra su padre, a una hija contra su madre y a una nuera contra su suegra. 36 ¡Sus enemigos estarán dentro de su propia casa!”. (NTV)
Esta fue la experiencia de Jesús y por eso el nos entiende. Estimado hermano, por tu fe, tu familia te verá un con loco. Está loco porque para todo le gusta orar, está loco porque pasa tiempo leyendo su Biblia, está loco porque perdona cuando le hacen mal, está loco porque no aprovecha la oportunidad de tener una amante, esta loco porque se está perdiendo la delicia de tener relaciones sexuales con diferentes personas, está loco porque cree que después de la muerte hay un juicio, está loco porque cree que Jesús le ha perdonado. Tu familia te etiquetará por loco. Pero Jesús sabe lo que se siente… y te anima a no claudicar en tu fe. Mateo 10:37-39
37 »Si amas a tu padre o a tu madre más que a mí, no eres digno de ser mío; si amas a tu hijo o a tu hija más que a mí, no eres digno de ser mío. 38 Si te niegas a tomar tu cruz y a seguirme, no eres digno de ser mío. 39 Si te aferras a tu vida, la perderás; pero, si entregas tu vida por mí, la salvarás.
Entonces, una primera opinión acerca de Jesús, es que su propia familia o amigos creyeron que era un demente, pero aún peor, los líderes religiosos creyeron que era un endemoniando.
II.- JESUS ES UN ENDEMONIADO.
[NTV] Mr.3:22 Pero los maestros de la ley religiosa que habían llegado de Jerusalén decían: «Está poseído por Satanás, el príncipe de los demonios. De él recibe el poder para expulsar los demonios».
Cuando Mateo narra este mismo evento, nos dice que a Jesús <<fue traído un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?>> (Mt. 12:22-23).
Y aquí en Marcos vemos que, los escribas o << maestros de la ley religiosa >> con el fin de desacreditar el Jesús (y que la gente no llegara a convencerse que Él era el hijo de David prometido), dieron una explicación de Él diciendo: << Está poseído por Satanás, el príncipe de los demonios >>. Literalmente ellos concluyeron que Jesús tenía un demonio o que estaba poseído por Satanás. En la RV60 dice << decían que tenía a Beelzebú >>. Beelzebú es el nombre que se da en varios pasajes del Nuevo Testamento al «príncipe de los demonios», esto es Satanás. Así que, la acusación que los enemigos de Jesús le hicieron fue que, debido a que estaba poseído por Satanás, el príncipe de los demonios, entonces << De él recibe el poder para expulsar los demonios >>.
Los escribas, quienes eran los teólogos en ese momento de tal manera que lo ellos opinaban tenía mucho peso, no pudieron negar la autoridad de Jesús al sanar al endemoniado, hacerlo hablar y darle vista, pero tampoco quisieron aceptar que él era el Hijo de David prometido, así que deciden acusarlo, con una acusación totalmente blasfema y absurda. Y en respuesta, o a manera de refutación Jesús les hace una pregunta:
[NTV] Mr.3:23 Jesús los llamó para que se acercaran y respondió con una ilustración. «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? —preguntó—.
Y continúa diciéndoles:
[NVI] Mr.3:24-26 Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede mantenerse en pie. 25 Y si una familia está dividida contra sí misma, esa familia no puede mantenerse en pie. 26 Igualmente, si Satanás se levanta contra sí mismo y se divide, no puede mantenerse en pie, sino que ha llegado su fin.
En tres ocasiones, y con ilustraciones, Jesús dice que, si Satanás expulsa a Satanás, este << no puede mantenerse en pie >>, << no puede mantenerse en pie >>, << no puede mantenerse en pie >>. Hacer eso es establecer tu propio fin. Así que, la conclusión que al que los escribas llegaron es totalmente ridícula y es una acusación que sin duda era una blasfemia, un insulto, porque decidieron o prefirieron acusar a Jesús de estar poseído por un endemoniado que aceptar que él era el Hijo de Dios. Decidieron creer que el poder de Jesús venía del propio Satanás. Pero Jesús les dice que, si la acusación fuese verdadera, el gobernante estaría destruyendo su propio reino; el príncipe su propio principado. Y ¿quién gobernante hace eso? ¿qué reino hace eso?
Al contrario, todo gobernante se protege, todo reino se cuida a sí mismo. Y eso es lo que Satanás hace con su reino. Satanás tiene un reino que está constituido de demonios y si fuera por ellos, su reino y dominio nunca tendrían fin. Hasta el día de hoy, Satanás, aun sabiendo que ya fue derrotado por Cristo Jesús, continúa buscando cómo derrotar también a los seguidores de Jesús. Decíamos que, Satanás y sus demonios tienen una agenda muy clara: Destruirte. Y lo hace tentándonos. Nos convence que no pasa nada si descuidamos nuestra vida espiritual, Satanás busca la manera de distraernos para ocuparnos en todo, menos en tener tiempo de comunión con Dios, busca la manera de mantenernos débiles en la oración.
· Esta semana leía de un hombre muy conocido en el mundo de los “apologistas”. Un apologista es un defensor de la fe cristiana. Murió hace solo unos meses y fue muy reconocido por sus debates en público en universidades con otros pensadores. Pero lamentablemente, ahora que falleció salió a la luz algunas demandas que se hicieron en su contra, y que un grupo de abogados presentaron ante el juez una serie de acusaciones graves de su persona, tales como acoso y abuso sexual a varias mujeres. En realidad, la lista es larga. En respuesta, diferentes organizaciones cristianas que respaldaron la vida de este hombre, han tenido que reconocer este hecho y lamentan que, este hermano haya pecado de esta manera.
Experiencias como estas, nos recuerdan que Satanás busca cómo hacer caer a los creyentes, es por eso que el apóstol Pablo nos dice:
“Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes.” (Efesios 6:11-13).
Las buenas noticias es que, aunque Satanás busca cómo destruirnos, su reino es un reino caído. Desde que Cristo vino a esta tierra su reino se empezó a desboronar…Ciertamente, la misma familia o amigos de Jesús dijeron que era un demente, los líderes religiosos dijeron que era endemoniado, pero Jesús, nos muestra que en realidad, Él es el Hijo de Dios que vino a conquistar el reino de Satanás.
III.- JESUS ES EL HIJO DE DIOS.
[NVI] Mr.3:27 Ahora bien, nadie puede entrar en la casa de alguien fuerte y arrebatarle sus bienes a menos que primero lo ate. Sólo entonces podrá robar su casa.
Satanás es el hombre fuerte que tiene muchos bienes (estos son personas bajo su dominio) pero el Señor Jesús se presenta aquí como aquél que ha entrado a la casa de este hombre fuerte, lo ha atado y así, puede <<arrebatarle>> lo que tiene. Se necesita un hombre más fuerte que Satanás, porque << Sólo entonces podrá robar su casa >>. ¿Cuándo sucedió esto? ¡Cuando Jesús se hizo hombre! Cuando vino a nacer a esta tierra. No es en vano que Marcos en su capítulo 1 ya nos ha dicho: << 14Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. >>.
Jesús vino a atar a Satanás y esto lo hizo con su muerte y resurrección de tal manera que hasta hoy el reino de Dios se hace más y más grande y nuestro Señor puede tomar el reino caído a todos los que él quiera tomar. Jesús es el hombre más fuerte que Satanás. Así que, lo que parece una derrota para Jesús, el que haya venido en una posición de siervo, el Hijo que vino para sufrir y dar su vida en rescate por muchos en realidad se traba del hombre más fuerte que Satanás que había venido a atarle y saquear su casa.
El apóstol Pablo dijo a los Colosenses: (1:11b-14)
Mi deseo es que estén llenos de alegría. 12 y den siempre gracias al Padre. Él los hizo aptos para que participen de la herencia que pertenece a su pueblo, el cual vive en la luz. 13 Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado, 14 quien compró nuestra libertad y perdonó nuestros pecados.
Es por eso que Jesús dijo…
[RV60] Mr.3:28 De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean;
¿Lo leyó bien? << todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres >>. ¿Qué significa todo? ¡Todo! Incluso << las blasfemias cualesquiera que sean >>. Por favor piensa en momento en los pecados que has cometido. Piensa en ese pecado que si los demás se enteran te harán pedazos, piensa en tus pecados o blasfemias (insultos, difamación, maldiciones que has dicho) cualesquiera que sean, y luego escucha a Jesús diciéndote: Solemnemente te digo, todos tus pecados serán perdonados.
Por supuesto, que esto sucede cuando nos arrepentimos de estos pecados, cuando los confesamos a Dios y nos apartamos de ellos. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. Nuestro Dios está dispuesto a perdonar a toda persona que viene a él en arrepentimiento y fe sin importar el pecado que ha cometido. Incluso cuando haya insultado o blasfemado su nombre. El perdón de Dios no tiene límites.
Solo hay un pecado que no será perdonado…
[RV60] Mr.3:29-30 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. 30 Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.
¿Qué significa esto? ¿Cuál es este pecado? Por el contexto sabemos que Jesús se refiere el pecado de blasfemia que los escribas cometieron al decir que Jesús «Estaba poseído por Satanás, el príncipe de los demonios. Y que de él recibía el poder para expulsar los demonios». Su pecado de blasfemia consistió en afirmar que Jesús hacía milagros porque << Tiene espíritu inmundo >>, tal como lo dice el verso 30. Eso era lo que lo que los escribas decidieron creer. Es una actitud que ellos decidieron tomar. Este fue una blasfemia contra el Espíritu Santo porque todas las obras que Jesús llevó a cabo durante su ministerio las hizo en el poder del Espíritu Santo. Pero ellos insistieron en afirmar que Jesús estaba endemoniado. Y su afirmación fue un desprecio o blasfemia al Espíritu Santo. Y Jesús dice, ese pecado no será jamás perdonado. Se trata de una persona que intencionalmente decidió no reconocer la obra del Espíritu Santo.
Así que, debemos tener cuidado de no rechazar una y otra vez el llamado que Cristo nos hace al arrepentimiento a través de su Espíritu. Debemos cuidar de no endurecer nuestro corazón de tal manera que llegue un punto en que se pierda toda sensibilidad al Espíritu Santo.
Pero, aquellos que confiesan su pecado, se aparta de ellos y empieza a hacer la voluntad de Dios, el Señor le llama: Familia. (vv.31-35)
31 Luego la madre y los hermanos de Jesús vinieron a verlo. Se quedaron afuera y le mandaron a decir que saliera para hablar con ellos. 32 Había una multitud sentada alrededor de Jesús, y alguien dijo: «Tu madre y tus hermanos están afuera y te llaman». 33 Jesús respondió: «¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?». 34 Entonces miró a los que estaban a su alrededor y dijo: «Miren, estos son mi madre y mis hermanos. 35 Todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano y mi hermana y mi madre».
Algunos lo llamaron demente, otros endemoniados, pero Jesús nos enseñó que Él, es el Hijo de Dios que vino a conquistar el reino de Satanás. Jesús es el hombre más fuerte que Satanás. Y si confesamos nuestros pecados, cualesquiera que sean, serán perdonados. Y solo entonces, seremos llamado su familia. De ser enemigos de Dios, por Cristo, pasamos a ser Familia.