Las mentiras que destruyen el matrimonio y las verdades que lo edifican
Introducción
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres
2 al observar vuestra conducta casta y respetuosa.
3 Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos,
4 sino que sea el yo internoa, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.
5 Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos.
6 Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.
shamar (שָׁמַר, 8104), «guardar, atender, proteger, retener»
Entonces el SEÑOR Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara.
significa literalmente “apretar juntos o bajo presión”. El matrimonio presiona a dos personas juntas en la forma más íntima que podemos pensar.
18 Sea bendita tu fuente,
y regocíjate con la mujer de tu juventud,
19 amante cierva y graciosa gacela;
que sus senos te satisfagan en todo tiempo,
su amor te embriague para siempre.
20 ¿Por qué has de embriagarte, hijo mío, con una extraña,
y abrazar el seno de una desconocidab?
21 Pues los caminos del hombre están delante de los ojos del SEÑOR,
y Él observa todos sus senderos.
22 De sus propias iniquidades será presa el impío,
y en los lazos de su pecado quedará atrapado.
23 Morirá por falta de instrucción,
y por su mucha necedad perecerá.