Ira de Dios
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· 15 viewsLa reacción punitiva y vindicatoria, legítima y controlada, pero asombrosamente enfática de Dios, el juez justo, a la injusticia en las criaturas humanas. Hasta el presente, la expresión del enojo y la ira de Dios ha tenido el propósito de atraer a pecadores al arrepentimiento y la conversión, pero este no será el caso en el juicio final.
Notes
Transcript
La naturaleza de la ira de Dios
La naturaleza de la ira de Dios
Es temible
Es temible
6 ¿Quién podrá quedar en pie ante su ira feroz? ¿Quién podrá sobrevivir ante su furia abrasadora? Su furor arde como el fuego y ante él las montañas se desmenuzan.
Ver también Jos 7.26; Ez 38.18
Es renuente y de corta duración
Es renuente y de corta duración
6 El Señor pasó por delante de Moisés proclamando: «¡Yahveh! ¡El Señor! ¡El Dios de compasión y misericordia! Soy lento para enojarme y estoy lleno de amor inagotable y fidelidad.
Ver también Is 54.7–8; Neh 9.16–18
Es coherente con su carácter justo y misericordioso
Es coherente con su carácter justo y misericordioso
11 Dios es un juez honrado; todos los días se enoja con los malvados.
Ver también Hab 3.2
Cumple con los propósitos de Dios
Cumple con los propósitos de Dios
20 El enojo del Señor no disminuirá hasta que termine con todo lo que él tenía pensado. En los días futuros, ustedes entenderán todo esto con claridad.
Ver también Jr 30.24
Las causas de la ira de Dios
Las causas de la ira de Dios
Idolatría e incredulidad
Idolatría e incredulidad
3 De ese modo Israel se unió al culto a Baal de Peor, lo cual encendió el enojo del Señor contra su pueblo.
Ver también Éx 32.8–10; Dt 8.19; Jue 2.10–14; 1 Re 14.9; 1 Re 16.32–33; 1 Re 22.53; 2 Re 23.19 Josías elimina santuarios idólatras; 2 Cr 28.25; 2 Cr 34.25; Jr 8.19; Jr 32.29; Jr 44.3; Jn 3.36 la incredulidad de rechazar al Hijo de Dios; Ro 1.18–23; Ro 2.8
Desobediencia y deslealtad
Desobediencia y deslealtad
1 Sin embargo, Israel desobedeció las instrucciones sobre lo que debía ser apartado para el Señor. Un hombre llamado Acán había robado algunas de esas cosas consagradas, así que el Señor estaba muy enojado con los israelitas. Acán era hijo de Carmi, un descendiente de Zimri, hijo de Zera, de la tribu de Judá.
Ver también Dt 9.7; 2 Re 22.13; 1 Cr 13.10; Sal 106.29; Jr 32.32; Zac 7.13; Ef 5.6
vida impía
vida impía
El juicio de Dios contra los impíos es una señal de su ira contra las acciones que contradicen su carácter y propósitos justos:
El juicio de Dios contra los impíos es una señal de su ira contra las acciones que contradicen su carácter y propósitos justos:
2 Ti 3.1–9; Jud 14–16
Orgullo, arrogancia e hipocresía
Orgullo, arrogancia e hipocresía
27 ¡ Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
Ver también 2 Cr 32.25; Pr 3.34; Pr 8.13; Is 13.11; Os 12.14; Mal 4.1
Las quejas en contra, y la oposición a los propósitos de Dios
Las quejas en contra, y la oposición a los propósitos de Dios
1 Poco después el pueblo comenzó a quejarse de las privaciones que enfrentaba, y el Señor oyó todo lo que decían. Entonces el enojo del Señor se encendió contra ellos y envió un fuego que ardió entre ellos y destruyó a algunos en las afueras del campamento.
Ver también Nm 14.27; Nm 21.5
Injusticia
Injusticia
9 «El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: juzguen con imparcialidad y muestren compasión y bondad el uno por el otro. 10 No opriman a las viudas ni a los huérfanos ni a los extranjeros ni a los pobres. Tampoco tramen el mal unos contra otros. 11 »Sus antepasados se negaron a escuchar este mensaje. Volvieron la espalda tercamente y se taparon los oídos para no oír. 12 Endurecieron su corazón como la piedra para no oír las instrucciones ni los mensajes que el Señor de los Ejércitos Celestiales les había enviado por su Espíritu por medio de los antiguos profetas. Por eso el Señor de los Ejércitos Celestiales se enojó tanto con ellos.
Ver también 2 Cr 19.7; Jr 22.13; Ez 9.9; Mal 3.5; Mt 23.23
El rechazo a los siervos de Dios
El rechazo a los siervos de Dios
29 ¿ Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia? 30 Pues conocemos al que dijo: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE. Y otra vez: EL SEÑOR JUZGARA A SU PUEBLO. 31 ¡ Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!
Ver también Dt 32.35–36; Sal 135.14; Neh 9.26; Zac 7.12; Mt 21.33–41; Hch 7.35–37
Dios revela su ira
Dios revela su ira
En tiempos presentes
En tiempos presentes
18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad;
Ver también Jr 10.10
En un futuro “día de ira” el cual es anticipado
En un futuro “día de ira” el cual es anticipado
5 Mas por causa de tu terquedad y de tu corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
Ver también Is 13.9; Is 13.13; Ez 7.19; Sof 1.15; Sof 1.18; Sof 2.2
Las consecuencias de la ira de Dios
Las consecuencias de la ira de Dios
Dios permite que aquellos que rechazan la justicia permanezcan en su pecado
Dios permite que aquellos que rechazan la justicia permanezcan en su pecado
18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad; 19 porque lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente. 20 Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa. 21 Pues aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se volvieron necios, 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. 24 Por consiguiente, Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos; 25 porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, que es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza; 27 y de la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío. 28 Y así como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen; 29 estando llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y malicia; colmados de envidia, homicidios, pleitos, engaños y malignidad; son chismosos, 30 detractores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de lo malo, desobedientes a los padres, 31 sin entendimiento, indignos de confianza, sin amor, despiadados; 32 los cuales, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican.
Ver también 1 Re 14.16; 2 Cr 12.5; Neh 9.28; Is 54.7–8; Jr 7.27–29; Jr 12.7–8
El castigo será experimentado por gente rebelde
El castigo será experimentado por gente rebelde
19 »Pero una cosa te aseguro: si alguna vez te olvidas del Señor tu Dios y sigues a otros dioses, y les rindes culto y te inclinas ante ellos, sin duda serás destruido.
Ver también Is 59.18; Jr 21.14; Mt 18.34–35; Mt 25.28–30
Castigo de muerte:
Castigo de muerte:
Éx 12.12; Nm 32.13; Jos 7.25–26; Is 13.9–13; Dn 5.30; Hch 5.5; Hch 5.10
Castigo del exilio:
Castigo del exilio:
1 Re 14.15; Jr 15.13–14; Jr 25.7–11
Destrucción de toda la nación de Israel:
Destrucción de toda la nación de Israel:
Lm 2.1–9; Ez 38.19–21
Dios será temido cuando su santidad y grandeza sean reveladas
Dios será temido cuando su santidad y grandeza sean reveladas
18 Él pagará a sus enemigos por sus malas obras y su furia caerá sobre sus adversarios; les dará su merecido hasta los confines de la tierra. 19 En el occidente, la gente respetará el nombre del Señor; en el oriente, lo glorificará. Pues él vendrá como una tempestuosa marea, impulsado por el aliento del Señor.
Ver también Ez 38.22–23
Al final Dios purificará y restaurará a su pueblo para el servicio
Al final Dios purificará y restaurará a su pueblo para el servicio
2 Pero ¿quién será capaz de soportar su venida? ¿Quién podrá mantenerse de pie y estar cara a cara con él cuando aparezca? Pues él será como un fuego abrasador que refina el metal o como un jabón fuerte que blanquea la ropa. 3 Se sentará como un refinador de plata y quemará la escoria. Purificará a los levitas, refinándolos como el oro y la plata, para que vuelvan a ofrecer sacrificios aceptables al Señor. 4 Nuevamente el Señor recibirá las ofrendas que el pueblo de Judá y Jerusalén le lleven, como lo hizo en el pasado.
Ver también Jr 15.19–21