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La importancia de la vida humana en el Salmo 139:1-16

Introducción

El libro de los salmos es una hermosa colección de alabanzas (por la palabra hebrea tehillin que significa alabanzas) y clamor ordenadas de una manera similar al pentateuco (primeros cinco libros de la Biblia) quedando de la siguiente manera:

- Libro I (1-41)

- Libro II (42-72)

- Libro III (73-89)

- Libro IV (90-106)

- Libro V (107-150) [1]

El Salmo 139 es parte de la quinta sección y señala que es un salmo escrito por David. A la vez, al conocer que es un salmo aleluyatico, se manifiesta de importancia en su contenido ya que exalta a Yahweh.

[1] Este orden fue tomado de mis notas de clase de Antiguo Testamento 4. En la presentación en clase de la introducción a la literatura sapiencial.

I. Dios nos enseña una gran verdad.

Sal. 139:1-6

Salmo 139:1–6 RVR60

Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.

V. 1 La omnipresencia y omnisciencia de Dios, quiere decir que Dios, está en todas partes.

- Omnisciente: es «el que lo sabe todo». Porción hermosa es Sal. 139:1–6. Dios conoce todo de modo perfecto, total, exhaustivo hasta el mínimo detalle.[1]

- Omnipresente: Si Dios es omnipresente, no se lo debería representar con ninguna clase de forma que pudiera dar la impresión de que se lo puede confinar o concentrar en algún lugar.[2]

- Omnipotente: El Shadday, אֵל שָׁדַּי, traducido «Dios todopoderoso, omnipotente».[3] Aunque vale la pena notar que: el nombre compuesto El-Shadday no significa «Dios Omnipotente» (Gn. 17:1; Ex. 6:3), sino más bien «Dios Todosuficiente», como lo muestra la raíz shad, que significa «el pecho materno», de donde el bebé, en su total insuficiencia, obtiene su alimento.[4]

[1] Francisco Lacueva, Diccionario teológico ilustrado (Tarrasa, Barcelona: Clie, 2001), 236.

[2] Douglas K Stuart, «Éxodo, Libro de», ed. John D. Barry y Lazarus Wentz, Diccionario Bíblico Lexham (Bellingham: Lexham Press, 2014).

[3] Alfonso Ropero Berzosa, ed., Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia (Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE, 2013), 1809.

[4] Ibíd., 2180.

v. 2 y que él conoce todo de cada uno de nosotros. Como ya se ha mencionado que ante Dios nada escapa de su vista

v.3 ante él todo nuestro conocimiento es revelado. Ya que escapa a nuestra realidad, lo magnifico y especial de su alcance universal.

4 Trasciende nuestro pensamiento, y conoce cada detalle aún aquellos que están muy dentro de nosotros como nuestra mente y corazón.

v. 5 Además cuida de cada uno de nosotros

V. 6 Nuestra capacidad de razonar es finita, pero la de Dios es infinita.

II. Dios está con nosotros en todo lugar.

Salmo 139:7-12

Salmo 139:7–12 RVR60

¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

v.7 Dios es Espíritu a dónde se podrá huir de su presencia, por su omnipresencia está en todas partes.

v.8 Dios está presente en lugares como: el cielo, el Seol (que para los israelitas era el cementerio, y el inframundo de los muertos).

v.9 Las alas del alba y el extremo del mar (es una forma poética de decirlo).

v.10 tu mano y tu diestra, es una personificación del cuidado de Dios.

v.11 aún las tinieblas y la noche resplandecen.

v.12 ni las tinieblas pueden cubrir la vista de Dios ya que para él es lo mismo las tinieblas y la luz.

III. Dios es quien nos forma y nos conoce.

Salmo 139:13-16

Salmo 139:13–16 RVR60

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

v.13 Permite conocer como Dios obra en la formación de un ser humano que es formado desde el vientre de una mujer.

Ilustrar: Científicamente se conoce que un ser humano es formado por dos elementos Espermatozoide del hombre (Y o X) y el ovulo de la mujer (X). En la antigüedad se pensaba que la mujer era la que definía el sexo de niño, pero ahora se sabe que es el hombre. Ya que él hombre por su cromosoma es quien define el sexo del niño o niña. (Por cierto este es un hecho científico y derrumba la idea de que hay otros géneros aparte de los que Dios ha establecido)

v.14 El salmista reconoce que las obras de Dios son para: Alabarle, porque son formidables y maravillosas, reconocer que su alma (ósea todo su interior) los sabe perfectamente.

v.15 El salmista reconoce que delante de Dios no hay nada oculto. Ya que Dios mismo dio forma a su cuerpo, y cada una de sus partes, no son desconocidas para Dios.

v.16 El salmista reconoce en ese proceso pudo ver los ojos de Dios. Ya que Dios conoce a cada ser humando desde su gestación. Y tiene un registro histórico donde lleva el registro de cada detalle. Y es un libro, (metafóricamente se interpreta como el libro de la vida, en donde Dios lleva el registro de cada ser humano) y este libro es la Biblia donde Dios se ha revelado y muestra su plan salvífico para la humanidad.

Conclusiones

Entonces podemos aprender que Dios nos enseña una gran verdad. Sal. 139:1-6 al decir que Dios está con nosotros en todo lugar. Salmo 139:7-12 y Dios es quien nos forma y nos conoce. Salmo 139:13-16 .

Podemos comprender que La importancia de la vida humana en el Salmo 139:1-16 es de Dios para cada uno de nosotros. Pero especialmente para aquellos que están en el vientre de una madre.