Ceguera espiritual
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· 289 viewsLa ceguera espiritual evita que veamos las bendiciones y protección de Dios.
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2º Reyes 6:16–17
16El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. 17Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
Introducción
Introducción
Eliseo es uno de los profetas que predicó a Israel, un pueblo alejado de Dios, después de Elías.
La caida de Israel sucedió en el tiempo de Dios, por lo tanto Dios guardaba a Israel de sus enemigos mientras eso sucede.
Dios revelaba a Eliseos los planes secretos del rey de Siria, Eliseo advertía al rey de Israel, envían un ejercito para destruir a Eliseo (Los más sofisticados sistemas de espionaje nunca se podrán comparar con el poder de Dios).
Este hombre de oración era más peligroso que el más poderoso ejercito de la tierra, porque las armas de nuestra milicia no son carnales... (2 Corinitios 10.4)
El temor
El temor
De mañana, el siervo de Eliseo se percata del gran ejercito que los rodeaba, ¿a donde podían escapar? ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos? 2º Reyes 6:15.
El temor se apoderó del siervo, humanamente no había solución, todo había acabado. El miedo y la desesperación bloquean la mente, debilitan la fe.
Al igual que los 10 espías incredulos, solo podía ver lo que los ojos carnales carentes de unción le permitian ver.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1 Corintios 2:14.
Muchos al igual que este siervo, buscan soluciones visibles y se olvidan de lo invisible.
Una realidad invisible
Una realidad invisible
Eliseo vivia en otra dimesión, su cosmovisión era espiritual. Estaba confiado: Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león. Proverbios 28:1.
Eliseo le dice: No tengas miedo!… Hoy el Señor le dice tambien a usted: No tenga miedo!
porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos!… Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros Romanos 8:31. Aquella persona que conoce a su Dios sabrá que está guardado en sus manos.
Estas palabras debieron ser suficientes para calmar al siervo, pues andamos por fe y no por vista… (2 Corintios 5:7), pero no fue suficiente.
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Juan 20:29.
Solamente el Señor puede abrir los ojos
Solamente el Señor puede abrir los ojos
Al ver la incredulidad de su siervo oró: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea.
Eliseo debió orar para que también su siervo pudiera ver lo que él veía.
El cristiano que ha experimentado el nuevo nacimiento no puede ser egoista en guardarse la experiencia solo para él, comparte su experiencia, ora a Dios para que los que le escuchan también pueda ver.
La experiencia de Eliseo con Dios era tan genuina que sabía que si oraba, Dios escucharía y respondería.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. 1 Pedro 3:12.
Oremos unos por otros para que nuestros ojos espirituales sean abiertos.
Conclusión
Conclusión
Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
Cuando los ojos del siervo fueron abiertos su corazón fue inundado de paz y gozo, pues podía ver más allá de las circunstancias, posiblemente los amigos pensaron que estaba loco por su actitud alegre frente al peligro. “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, Santiago 1:2”.
El gozo del cristiano se basa en la certeza que Dios le respalda y toda amenaza Dios la convierte en bien.
El Señor Jesús sabía los sufrimientos que le esperaban, pero su visión espiritual del fruto de su martirio le producían gozo.
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2.
A Eliseo no le preocupaba la amenaza del ejercito Sirio, no tuvo que orar para ser librado, más bien oró para que los ojos de su siervo fueran abiertos.
Así nosotros, oremos más por las almas que por nuestros problemas.