La Biblia ¿Digna de confianza?

Introducción

¿Por qué es importante afirmar que la Biblia es digna de confianza? Si bien por un lado hemos dicho que la Biblia es la Palabra de Dios, aún así muchos, a pesar de afirmar tal cosa, niegan que la Biblia sea Infalible, inerrante y por ende suficiente. La importancia de afirmar que la Biblia es digna de confianza surge de tales especulaciones. Si decimos que la Biblia es falible, le hacemos a Dios también alguien que falla, alguien que yerra y alguien que no es suficiente en la vida del creyente, y confiar en algo que contiene errores es algo absurdo, por eso vamos a presentar tres características de la Biblia que nos demuestras que realmente la Biblia es digna de confianza.

Texto bíblico

Proverbios 30:5–6 NVI

»Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio. No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso.

I. Inerrancia

Definición

En ese sentido es importante definir lo que es la Inerrancia. Antes de dar una definición de la misma es importante hacer una distinción pero no una separación de Inerrancia e Infalibilidad. Ambos términos tienen significados distintos pero son inseparables. Entonces “inerrancia” simplemente significa que la Biblia en los manuscritos originales dice la verdad,es decir que no afirma nada que sea contrario a la verdad. (R.C. Sproul, C. Ryrie, J. MacArthur, M. Núñez.) No contiene ningún error (F. Lacueva).

¿Puede uno ser evangélico y negar el concepto pleno de la inerrancia? Sí, simplemente porque algunos evangélicos lo hacen (Evangélico=uno que cree en el evangelio) ¿Puede uno ser cristiano y no aceptar el concepto de inerrancia? Sí ¿Puede uno ser bíblico y negar la inerrancia? No. Si uno dice ser bíblico, pero niega que la Biblia es inerrante, está negando parte de la veracidad de la misma y si esto sucede ¿Cómo puede uno estar seguro de que lo que conoce de la Biblia no es inerrante? Lo cierto es que cuando quitamos la inerrancia de las Escrituras le quitamos una característica muy importante que necesitamos afirmar para sostener todo nuestro conocimiento de Dios.

Entendimiento

Vamos a entender este asunto de la inerrancia con el siguiente ejemplo: Un estudiante puede tomar un examen de veinte preguntas y lograr veinte respuesta correctas, lo cual le da un resultado inerrante. Sin embargo, la inerrancia de del estudiante en esta área restringida no hace que el estudiante sea infalible, porque en otros exámenes puede fallar.

Base bíblica

Tenemos al Señor Jesús como aquel que declaro que Su Palabra es veraz (Jn. 17:17) Y si hemos de decir que la Biblia es la Palabra de Dios, y que la Biblia es inerrante, tenemos que llegar a la conclusión que Dios por ser autor de la Biblia es inerrante, es decir que no miente. Esto lo afirma Pablo en su carta a Tito “que no miente” (Ti. 1:2 Ref Ro. 3:4) Si consideramos que Jesús es el Dios encarnado y la segunda persona de la trinidad él también ha de ser inerrante, por lo tanto, él es verdad (Jn. 14:6) Lo mismo se dice del Espíritu Santo en muchas ocasiones (Jn 14:17; 15:26; 16:13; 1 Jn 5:6) La Biblia misma afirma su veracidad e inerrancia (Sal 119:160).

Si queremos ser bíblicos no podemos negar la inerrancia de las Escrituras, ya que si lo hacemos estamos yendo en contra de uno de los atributos de Dios “su veracidad” y negar ese atributo convierte a Dios en un ser mentiroso y en ninguna parte de las Escrituras podemos encontrar tal afirmación o suposición.

II. Infalibilidad

Sobre la infalibilidad tenemos que decir, como ya se mencionó que es distinto a la inerrancia pero inseparable a ella. De las dos palabras, la inerrancia es un término de menor alcance (no de menor importancia), es decir, surge de manera natural a partir del concepto de infalibilidad.

Definición

El término significa “que no puede fallar, que no puede errar” esto en cuanto a su posibilidad. Como dice MacArthur “incapaz de conducir a conclusiones erradas o de cometer errores en el cumplimiento del divino propósito”.

Entendimiento

Entendamos el asunto en cuanto a la diferenciación de términos. Por qué decimos que la inerrancia es de menor alcance que la infalibilidad, por lo siguiente: Cuando decimos que alguien no yerra, no por eso aseguramos la imposibilidad de que yerre. En cambio, si decimos que es infalible (recordar ejemplo del estudiante), no hace falta añadir que no yerra, a sí mismo se complementa.

Base bíblica-teológica

Por su autoridad, ya que es la palabra de un Dios veraz, es decir no puede engañarse, porque es infinitamente sabio, ni engañarnos, porque es infinitamente santo.

Por su inspiración, ya que procede del aliento mismo de Dios (2 Ti 3:16) y este mismo aliento, siendo la tercera persona de la trinidad llevó a los escritores sagrados a expresar lo inspirado por Dios (2 P. 1:21)

El pensamiento de que la Biblia es infalible pero no inerrante es completamente incoherente. El Salmo 19:7-9 afirma categóricamente que las Escrituras no contienen ningún error alguno.

III. Suficiencia

Si afirmamos que la Biblia es inerrante necesitamos afirmar que la Biblia es infalible, de otro modo estamos entrando en contradicción. En ese sentido, al afirmar dichas doctrinas tan importantes concluimos que: La Biblia en efecto es digna de confianza por lo que ya hemos presentado. Esto nos lleva a determinar que la Biblia es suficiente para la vida del creyente. No existe nada fuera de la Biblia que sea la autoridad del creyente sino únicamente las Sagradas Escrituras. La Biblia es la única regla de fe y práctica en la vida del cristiano. Por eso ninguna tradición, opinión papal, credo u otra cosa que este fuera de la Biblia es su autoridad, sino suficientemente La Palabra de Dios (Salmo 138:2). “Es importante resaltar que cuando los credos y confesiones de fe coinciden con la Palabra, esas declaraciones nos exigen una cierta obligación; pero su autoridad no está en ellas, sino en la Palabra de Dios que las ampara” (M. Núñez).

Conclusión

¿Cómo debo responder a esto? Dado que La Biblia es inerrante, infalible y todo suficiente, no me queda más que responder de manera positiva hacia ella, reconociendo que es ella la que me juzga y me instruye para ser perfecto (2 Ti 3:16-17) que debe ser mi guía (Sal 119:105), que es el único medio por el cual puedo conocer la verdad (Jn. 8:31-32).

Bibliografía

Lacueva, Francisco. Diccionario teológico ilustrado. Tarrasa, Barcelona: Clie, 2001.

Ryrie, Charles Caldwell. Teologı́a básica. Miami: Editorial Unilit, 2003.

MacArthur , John y Richar Mayhue. Teología Sistemática. Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 2018.

Grudem, Wayne. Teología Sistemática. Miami, Florida: Editorial Vida, 2007.

Núñez, Miguel. Enseñanzas que transformaron el mundo. Nashville, Teennese, 2016.

Sproul, R.C. Todos somos teólogos. El Paso, Texas, 2015.