Realice el cambio

1. Introducción.

El amor de Dios nos enseña a sufrir por Él y con Él.

El amor de Dios nos enseña a sufrir por Él y con Él.

Hay dos clases de amor, el amor de Dios y el amor de abajo que, es terrenal, animal y diabólico, esto es, el contemplado en Santiago 3.14-16

Santiago 3:14–15 RVR60

14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.

1. Demuestra que somos nacidos de Dios y que conocemos a Dios (vv. 7-8).

2. Demuestra que vemos el amor de Dios (vv. 9-11).

3. Demuestra que el Espíritu de Dios está dentro de nosotros (vv. 12-13).

4. Demuestra que nuestro testimonio y nuestra confesión son verdaderos (vv. 14-16).

5. Demuestra que Dios nos libera del juicio (v. 17).

6. Demuestra que Dios nos libera del miedo (v. 18).

7. Demuestra que amamos a Dios (vv. 19-21).

Textos biblicos

Mateo 22:36–39 RVR60

36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

1 Juan 4:7–21 RVR60

7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

1. Demuestra que somos nacidos de Dios y que conocemos a Dios (vv. 7-8)

1 Juan 4:7–8 RVR60

7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

Retener ofensa como:

amargura,

dolor del pasado,

enojo,

malos sentimientos,

Significa que no ha conocido a Dios

SI TU PAGAS MAL POR MAL, no eres discípulo, ni siervo, ni hijo de Dios, por cuanto no lo ha conocido.

Nuestra dificultad, no es nuestro enemigo, sino lo que nos permite seguir a Dios.

No ignoremos nuestra conciencia, para poder ver la promesa de nuestros angustiadores, cuando Dios nos prepare mesa, delante de el.

La fuerza viene a través de las situaciones, ya que todo lo puedo en Cristo que me fortalece. filipenses 4.13

No debe haber nada entre nosotros y Dios Retener ofensa, es el muro entre Dios y nosotros.

No malgaste su tiempo si tiene amargura, dolor del pasado, enojo y malos sentimientos, pues es hora de hora, para que la ayuda llegue.

El arma de Satanás, es hacernos perder el control, para hacernos sus discípulos y hijos,

Cuando perdemos en control, nos hace ir onde él quiera, por cuanto no podemos razonar en el espíritu.

El arma de satanás es la Ofensa, con las que perdamos el control.

Juan 16:33 RVR60

33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

1 Juan 1:6–7 RVR60

6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

2. Demuestra que vemos el amor de Dios (vv. 9-11).

a. El amor de Dios se ve en un acto supremo: El envio a su hijo

B. La unica manera para Salvar al Hombre

la conclusión

el amor perdonador, demuestra que Cruisto mora en nosotros.

1 Juan 4:9–11 RVR60

9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.

3. Demuestra que el Espíritu de Dios está dentro de nosotros (vv. 12-13).

Dios no se conoce por vista

Dios se conoce sólo medientele amor

conclusion.

Somos templo del Espritu Santo

1 Juan 4:12–13 RVR60

12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.

4. Demuestra que nuestro testimonio y nuestra confesión son verdaderos (vv. 14-16).

a. El gran testimono: Dios envio a Cristo para que fuera el SALVADOR

b. La Gran promesa. lA PERSONA QUE CONFIESA a Cristo permanece en Dios y Dios en ella.

c. LA GRAN CONFESIÓN

Nosotros conocemos y cremos en el amor de Dios.

1 Juan 4:14–16 RVR60

14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

5. Demuestra que Dios nos libera del juicio (v. 17).

1 Juan 4:17 RVR60

17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.

2 Corintios 5:10 RVR60

10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Juan 3:17 RVR60

17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Juan 3:18 RVR60

18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Juan 5:24 RVR60

24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

Pues como Él es, asi somos nosotrso:

Como es el: enfermo, conflictivo, envisioso, iracusndo, no persdonador, asi somos nosostrso,

No. Él es nuentro proveedor, juastificador, el que se llevó nustras enfermedades,

Por lo tanto, si Él es Sano, yo tambien soy sano, y recibo la sanidad

si Él es Justo, yo recibo la justiicación

Si Él es poderoso yo recibo tambien el poder

Si Él es el autor y consumador de la fe, yo tambien tengo fe

Si Él es Perdonador

si Él es hijo de Dios yo tambien

El hermano Daniel decia, no pidan reciban

6. Demuestra que Dios nos libera del miedo (v. 18).

1 Juan 4:18 RVR60

18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

7. Demuestra que amamos a Dios (vv. 19-21).

a. la base el amor

b. El ejemplo una falsa promesa

1 Juan 4:19–21 RVR60

19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.