LO QUE ERA DESDE EL PRINCIPIO

Introducción:

Tiempo atrás vi una película, y realmente la vi como 2 veces. Estoy seguro que ustedes también ya la vieron.

Esta película se llama “en busca de la felicidad”, una película hermosa, una película a ratos triste, a ratos conmovedora y a ratos desafiante al buscar nuestros sueños. En esta Will Smith interpreta el papel de Chris Gardner que efectivamente esta en busca de la felicidad y vemos todas las luchas, obstáculos que llega a tener en busca de la felicidad.

Pero algo que hace muchas veces, es que él cita la constitución de los EE.UU. En especial esa parte donde dice que, todo el mundo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. Y eso parece un derecho fundamental del ser humano y yo diría que incluso es algo mucho más fundamental que el derecho del ser humano, es una inquietud de la cual no podemos escapar. Todos buscamos la felicidad, fuimos creados con el deseo de alcanzar ese punto.

La gente busca desesperadamente la felicidad. Y a veces yo observó mi vida pasada y la manera en la que muchos buscan la felicidad. Y digo: pffff, están buscando la felicidad en lugares que nunca lo hallarán. Donde están solamente encontrarán insatisfacción.

Y algo que hace el apóstol Juan es darnos en los primeros versos la única formula que Dios ha provisto para hallar la felicidad, la única forma que Dios ha provisto para hallar gozo, y es ahí donde quiero llegar al final de este mensaje.

La realidad:

Algo que nosotros tenemos que hacer, es primero ver la realidad en la que nos encontramos. Comparar que la realidad de la iglesia no es distinta a la realidad de la iglesia primitiva. La iglesia en este siglo sufre persecuciones (Corea del Norte, Afganistán, Somalía, Sudán, Pakistán, Libia, Irak, India, Irán y solo por nombras algunos que están en persecución extrema) y la iglesia también sufre ataques, no solo desde afuera, sino también internamente.

La iglesia sufre muchas dificultades, la iglesia tiene que pasar por desiertos y eso no es algo nuevo del siglo XXI sino desde el primer siglo, ya desde sus comienzas la iglesia ha sido atacada. Y Juan desea que hallen gozo en medio de estos tiempos tan grises.

Y recuerden, que algo que también estaba sucediendo en aquel tiempo, es que tanto interna como exteriormente la iglesia estaba siendo bombardeada por la corriente de pensamiento gnóstica.

Estas personas gnósticas estaban siempre queriendo obtener conocimientos secretos, verdades secretas. Así que, decían que Dios les daba nuevas revelaciones a través de sueños, visiones. Decían que Jesús no había muerto y ni había resucitado, todo paso de una manera espiritual. Ellos no creían en un Dios hecho carne, porque ellos habían adoptado el dualismo platónico y decían que podían hacer cualquier cosa con el cuerpo (ya que el cuerpo era algo corrompido, dañado por el pecado) y alma no salía afectada (porque es espíritu). Es por eso que no creían en un Dios hecho carne, porque no era posible que un Dios pueda tener un cuerpo que es pecaminoso, solo pensaban en Cristo como un ente espiritual.

Y recuerden que esto es uno de los propósitos por lo cual Juan escribió su carta de 1 de Juan, para combatir estos pensamientos anticristianos. Y algo que caracteriza al libro de 1 de Juan es que tiene una estructura muy difícil de bosquejar, muy complicada de poder separarlos por temas. Un teólogo erudito en el griego dice que esta carta es como un torbellino, un espiral, comienza en un punto y luego empieza a hacerse más grande.

El punto principal:

Y el punto principal del cual empieza a nacer este espiral o este remolino, se trata de un mensaje. Lo que era desde el principio. Juan comienza hablando de lo que era desde el principio. Esto es una cachetada para los gnósticos quienes estaban en busca de revelaciones nuevas.

Juan les dice: nada de sueños, nada de visiones, nada que Dios me dijo, lo que era desde el principio es lo que importa.

¿Qué es lo que era desde el principio?:

No nos dice el que era, sino lo que era desde el principio. Es un mensaje, una revelación dada desde el principio y que no debiera de haber algo que opaque a este mensaje.

Cuando leemos lo que era desde el principio pues se nos viene a la mente algunos textos en paralelo (Jn. 1:1; Gn. 1:1). Este mensaje, es el evangelio, el mensaje acerca del Verbo, el verbo echo carne, el dador de vida física, también es el dador de vida espiritual. No hay otro mensaje, no hay algo que opaque esta revelación dada desde el principio.

Jn. 1:14, el mensaje de este verbo, el Logos, la Palabra es que se hizo carne y habito entre nosotros.

Juan dice: No me importa que ustedes gnósticos, crean que Cristo solo es un ser espiritual. Yo sé que el verbo se hizo carne. Y Él estando en la condición de hombre no conoció pecado, sino que fue obediente hasta la muerte y muerte de Cruz.

Algo que pasaba con el gnosticismo, es que ellos no se conformaban con Cristo, siempre querían algo más. Pensaban que Cristo no es suficiente.

Y hoy sigue habiendo mucho gnosticismo disfrazado de cristianismo. Cristianos que no se conforman con Cristo. Piensan en Cristo y algo más. Cristo y bautismo, Cristo y obras. Cristo y… Basta ya de todos los aditivos, nuevos profetas, nuevos apóstoles, nuevas experiencias, nuevas sectas, nuevas visiones. Basta ya. Solo Cristo y punto.

Su sangre es suficiente, Su Palabra es suficiente, Su gracia es suficiente, Cristo es suficiente.

Es solo Cristo, es solo por medio de la fe, solo por gracia y al Él sea la gloria. Nunca digamos Cristo algo más. Rechacemos a todo aquel que traiga algo más aparte de Cristo. Aceptemos lo que era desde el principio.

Esta fe es una fe lógica:

Si, esta es una fe lógica, es una fe histórica. Porque lo escucharon, lo vieron y lo palparon, a este Verbo de vida 1 Jn. 1:1.

Por algo existe el d.C. y el a.C., nuestra fe es histórica. Me atrevo a decir que el Evangelio es científico, porque al final de la copa de la ciencia esta Dios, y si nosotros queremos llegar hacía Dios, es a través del Evangelio, a través de la persona de Cristo, Él es el camino, el único camino (Jn. 14:6).

Y Juan comienza a hablarnos con la autoridad apostólica que lo caracteriza: Juan es uno de los apóstoles que ha tenido una percepción sensorial de la persona de Cristo (le ha oído, le ha visto, le ha contemplado y le ha palpado).

Lo que era desde el principio se ha convertido en una realidad física que se puede oir, se puede ver y se puede tocar.

Las primeras palabras que Juan oyó al Verbo de vida: Juan sígueme y como los demás, Juan dejando las redes le siguió y ahí fue también la primera vez que lo vio.

Luego Juan pudo contemplar. Contemplar es distinto a mirar. Contemplar es algo con lo cual no te cansas de mirar, no te conformas con ello. Es como (porque incluso esto no llena la realidad) contemplar a aquella persona de la cual estás profundamente enamorado(a).

Contemplar es una percepción que requiere un conocimiento más allá de lo físico. Es como aquel evento que Juan pudo ver y contemplar, la crucifixión de Cristo: Ejem: Es muy distinto decir que Juan vio a Jesús de Nazaret muriendo en una cruz, a decir, Juan vio a Jesús de Nazaret muriendo en una cruz por mis pecados.Es ver con una percepción más allá de lo físico. Contemplar es no solamente ver el milagro si no la importancia del milagro.

Luego le palparon. Cristo Jesús resucito de entre los muertos en cuerpo, no como los gnósticos dicen que todo fue un hecho espiritual. Lc. 24:39 – leer Cristo tuvo un cuerpo físico y resucito con un cuerpo físico.

Este verbo de vida fue manifestado (v.2):

Wau, lo que Juan nos dice, es que él viene anunciando lo que se le manifestó. No es una visión gnóstica, no es un sueño, sino lo que Juan sabe es porque Dios le ha dado a conocer.

Y esto es realmente muy buen, qué bueno que Dios se dio a conocer, porque si no, nosotros hubiésemos sido personas gnósticas, sin saber si existe o no un Dios. Si él está ahí, no lo sé y si esta, pues no importa, porque no tengo evidencia de que existe. Pero Dios se dio a conocer a través de la Persona de Cristo y los apóstoles lo anunciaron.

El Padre se revelo por el Hijo, el Hijo se revelo a los apóstoles, y los apóstoles dan testimonio de ello. Lo testifican y si nosotros creemos lo que ellos creen por vivencia personal, nosotros tendremos comunión con ellos (los apóstoles, la iglesia), con el Hijo y con el Padre.

Este es uno de los propósitos por el cual Juan escribe la carta. Así como el quiere que al final entendamos o que sepamos si tenemos vida eterna o no. Él busca desde el principio que entendamos que hay una comunión solo a través de este mensaje, a través del Verbo de vida, solo a través de Cristo.

Comunión con el Padre, el Hijo y la iglesia (v.3):

Tener una comunión con el Padre, a través del Hijo, y a través del Hijo también tener una comunión con la iglesia, es un misterio del N.T. y es un misterio para nosotros.

Es un gran misterio entender que estamos conectados a Cristo y al Padre, pero también es un misterio entender que estamos conectados unos con otros, siendo pámpanos de una sola Vid. Es un misterio, pero es una realidad.

La palabra comunión en el griego es koinonia no solamente abarca el significado común de poder compartir un tiempo con los hermanos en casa, en la iglesia, en un campo, etc. La palabra koinonia no solo se limita a tener una relación amical de compartir momentos juntos, sino también abarca una relación estrecha donde asociamos nuestros intereses, deseos y propósitos que también tienen el Padre con el Hijo.

Había gnósticos en aquel entonces que decían que solo tenían comunión con el Padre y no con el Hijo. (Jn. 5:23 - leer) La unidad espiritual con el Padre y con el Hijo, viene de creer lo mismo, de sentir lo mismo.

Cuando nosotros llegamos a tener realmente esta verdadera comunión con el Padre, con el Hijo y con su iglesia. Es ahí donde el gozo de Dios será cumplido en nuestras vidas.

El gozo de Dios:

Cumplido – pleróo también se traduce como lleno.

Ejemplo: niño en casa queriendo gaseosa.

El apóstol Juan desea llenar el vaso de tu gozo. Rebosante, a pesar de las persecuciones, a pesar de las dificultades, de los sufrimientos, a pesar del pesar de pesares, Juan desea que tu gozo sea lleno. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores, … mi copa está rebosando. Sal. 23:5

Aclarando que la alegría no es gozo. El gozo no depende de las circunstancias, depende de las cosas eternas. Miremos a Cristo.

Jamás conoceremos el gozo hasta que conozcamos a Cristo. Juan antes de poder hablar de cualquier otra cosa empieza hablando de la fuente de gozo, de Cristo. Lo que era desde el principio

El gozo de Cristo no lo vas a encontrar en tu futuro esposo o esposa, el gozo de Cristo no lo encontrarás en tus futuros hijos, en el trabajo o en los viajes, no te lo da ningún ser humano. Pongamos nuestros ojos en la única persona que, si puede hacer que nuestro gozo este rebosando, en la persona de nuestro Señor Jesucristo. Él está vivo, puedes visitar la tumba de buda, Mahoma pero no la de Cristo, esa tumba está vacía, porque Él vive.

No mires a otras cosas, eso es idolatría del corazón.

La búsqueda de tu felicidad no está en las metas, en una cuenta de banco llena, no, hay muchos famosos que tienen eso y terminan suicidándose. El hallar la felicidad no está en ninguna cosa creada solo en el Creador. No mires las cosas, no te mires ni a ti mismo. Mira a Cristo, es ahí donde se termina la búsqueda de la felicidad.