DESEO QUE SEAS PROSPERADO EN TODO

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3 Juan 2 RVR60
2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

Introducción:

Vivimos en un tiempo en que un sermón de exhortación a vivir la sana doctrina, a prepararnos para la venida del Señor, a vivir en santidad, etc. no son tomados de la mejor manera, antes bien, se ven como algo anticuados e innecesarios. Los sermones que la iglesia pide y en ocasiones exige, son sermones motivacionales, mensajes que nos digan que en este año obtendremos todo lo que queremos, que el “el Señor nos va a sorprender de manera sobrenatural”. Este tipo de mensajes no son del todo malos ¡claro que no! El problema viene cuando nos hacen sentir o creer que merecemos las riquezas de Dios, porque él se hizo pobre para que nosotros fuésemos enriquecidos”, que Él nos va a prosperar porque lo prometió y nos lo merecemos, trayendo sobre nosotros la incertidumbre, la confusión al experimentar la escases y ver cómo los impíos prosperan más que nosotros, y nos pasa como al salmista que dijo:
Salmo 73:2-5
Salmo 73:2–5 NTV
2 Pero en cuanto a mí, casi perdí el equilibrio; mis pies resbalaron y estuve a punto de caer, 3 porque envidiaba a los orgullosos cuando los veía prosperar a pesar de su maldad. 4 Pareciera que viven sin problemas; tienen el cuerpo tan sano y fuerte. 5 No tienen dificultades como otras personas; no están llenos de problemas como los demás.
Salmo 73:12–14 NTV
12 Miren a esos perversos: disfrutan de una vida fácil mientras sus riquezas se multiplican. 13 ¿Conservé puro mi corazón en vano? ¿Me mantuve en inocencia sin ninguna razón? 14 En todo el día no consigo más que problemas; cada mañana me trae dolor.
Esto sucede porque nos dicen que Dios nos va bendecir, nos va a prosperar en todo; pero no nos dice qué debemos hacer para obtener la prosperidad en Dios. Pero sigue diciendo:
Salmo 73:16–19 NTV
16 Traté de entender por qué los malvados prosperan, ¡pero qué tarea tan difícil! 17 Entonces entré en tu santuario, oh Dios, y por fin entendí el destino de los perversos. 18 En verdad, los pones en un camino resbaladizo y haces que se deslicen por el precipicio hacia su ruina. 19 Al instante quedan destruidos, totalmente consumidos por los terrores.
Es decir, Dios nos quiere bendecir, pero lo hará en su tiempo y a su manera,
Proposición. Él ha diseñado bendecir a sus hijos, pero sus hijos deben caminar en sus estatutos. Nuestra prosperidad está sujeta a la prosperidad de nuestra alma: una mente renovada, una voluntad sometida a Dios, y unas emociones rendidas al Espíritu de Dios. Es cierto que Dios te quiere bendecir en todo, pero Él quiere que Cristo sea formado en ti antes de llenarte de bendiciones materiales.
O. Transicional. La prosperidad que Dios da está condicionada en la obediencia a sus estatutos, por lo que hay cosas que debemos hacer y cosas que debemos dejar de hacer para ser prosperados en todo.

I. LAS COSAS QUE DEBEMOS DEJAR DE HACER PARA SER PROSPERADOS EN TODO, SON...

1) La balanza falsa: La medida reducida, la mentira, el engaño).

Proverbios 20:23 RVR60
23 Abominación son a Jehová las pesas falsas, Y la balanza falsa no es buena.
2º Crónicas 19:2 RVR60
2 Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto.
El fraude y la injusticia no muestran la astucia sino lo abominable ante los ojos de Dios.

2) Comprar cosas robadas

Proverbios 29:24 NVI
24 El cómplice del ladrón atenta contra sí mismo; aunque esté bajo juramento, no testificará.

3) Dejar de endeudarnos.

Debemos esforzarnos en salir de las deudas y no endeudarnos más. Esto produce ataduras, pues empeñó su palabra al prestar, adquirió un compromiso. Lo que sembremos eso cosecharemos, es decir mañana no nos pagaran a nosotros.
Proverbios 22:7 RVR60
7 El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta.

4) Mezquindad en la obra de Dios.

Deuteronomio 15:10 RVR60
10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas.

5) Gastar más de lo que te ganas

(por apariencias, por sostener el estrato, por falta de dominio propio, por no hacer y ajustarse a un presupuesto, etc).

6) Evita los dineros manchados de sangre y/o ilegales.

(Porque los tesoros mal habidos reclaman justicia al cielo. Algunos ejemplos son Giezi y Acán).
2º Reyes 5:20–27 RVR60
20 Entonces Giezi, criado de Eliseo el varón de Dios, dijo entre sí: He aquí mi señor estorbó a este sirio Naamán, no tomando de su mano las cosas que había traído. Vive Jehová, que correré yo tras él y tomaré de él alguna cosa. 21 Y siguió Giezi a Naamán; y cuando vio Naamán que venía corriendo tras él, se bajó del carro para recibirle, y dijo: ¿Va todo bien? 22 Y él dijo: Bien. Mi señor me envía a decirte: He aquí vinieron a mí en esta hora del monte de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas; te ruego que les des un talento de plata, y dos vestidos nuevos. 23 Dijo Naamán: Te ruego que tomes dos talentos. Y le insistió, y ató dos talentos de plata en dos bolsas, y dos vestidos nuevos, y lo puso todo a cuestas a dos de sus criados para que lo llevasen delante de él. 24 Y así que llegó a un lugar secreto, él lo tomó de mano de ellos, y lo guardó en la casa; luego mandó a los hombres que se fuesen. 25 Y él entró, y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿De dónde vienes, Giezi? Y él dijo: Tu siervo no ha ido a ninguna parte. 26 El entonces le dijo: ¿No estaba también allí mi corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte? ¿Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas? 27 Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.
Josué 7:1 RVR60
1 Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel.
El pecado del robo por medio del engaño y la avaricia tiene sus malas consecuencias que puede incluir aflicciones físicas. De manera que la enfermedad y la salud a veces depende de la fe de uno en la palabra de Dios. La biblia enseña que el premio y la recompensa llegan como consecuencia de haber “luchado legítimamente” (2 Timoteo 2:5). Debes tener temor de Dios y nunca sacar ventaja de cualquier tipo. Conduce todos tus negocios con integridad y rectitud, sabiendo que Dios honra la justicia (Salmos 37:6)

7) Evita a estos enemigos de la economía

Para esto, es importante mantener las cuentas claras con toda persona. Las expectativas para cualquier transacción o negocio deben estar claras y si es posible plasmadas en papel para evitar malentendidos. Aun con los empleados (si los tienes) se deben establecer claramente cuáles son sus responsabilidades desde el comienzo. Desde el inicio es crucial que todos sepan cuales son las expectativas de ambas partes.
De esta manera mostrarás que más allá del beneficio económico que puedas darle a un empleado, socio de tu empresa o a quien te contrate; la salvación es lo más valioso que tenemos para ofrecer. Por eso debes aprovechar las oportunidades para predicar el evangelio y para orientar a aquellos que lo necesitan, exhibiendo en todo momento el carácter de Cristo. Delante de tus empleados, clientes, jefes y proveedores eres un testimonio de Dios. En tu forma de tratar a las personas, en la manera como te conduces, en la forma como resuelves conflictos y cuando estas bajo presión, no debes olvidar que eres un hijo de Dios.
Mi amado hermano, sea que usted ofrezca un servicio o venda un producto, debes demostrar excelencia en todo lo que hace. La calidad de tu trabajo será determinante para el éxito de tu negocio. Recuerda que eres un representante del Reino de Dios y el producto que vendes o el servicio que ofreces deben ser testimonios de ello.

II. LAS COSAS QUE DEBEMOS HACER PARA SER PROSPERADOS EN TODO, SON:

1. No ames a tu negocio o tu trabajo por encima de Dios.

Marcos 12:29–30 RVR60
29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Recuerda que tu habilidad, las puertas abiertas y la prosperidad de tu negocio serán un producto directo de la gracia de Dios sobre tu vida. Por eso, ningún negocio, empresa u ocupación, deben tomar el lugar de Dios. Lo mejor de tu tiempo y de tus fuerzas deben ser primeramente dedicados al Señor.
Recuerda que si Dios te bendice es para bendecir a otros a su propia obra, es por eso que Él mismo establece que de todos nuestros ingresos debemos diezmar y ofrendar fielmente. Y esto lo hacemos como:
Un acto de gratitud, como Abraham
Un acto de Fe
Al hacerlo, mostramos que somos hijos de Abraham, hijos de Dios.
Juan 8:39 RVR60
39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.
La Biblia declara que tu primer y único objetivo es amar a Dios. Esto provoca una reacción en cadena donde “El agrega lo demás.” ¿Cuál fue tu prioridad en este año? Es tiempo de consagrar nuestra vida y nuestros bienes a Dios. Es tiempo de entregar todo en manos de Dios: familia, amigos, empresa, trabajo, etc. Es tiempo de que dejemos de querer gobernar nuestra vida a nuestra manera y dejemos a Dios operar en ella.
Mateo 6:33 RVR60
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Tomar como principio de vida el buscar a Dios

2º Crónicas 26:3–5 RVR60
3 De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jecolías, de Jerusalén.4 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre.5 Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó.
El texto nos dice: “y en estos días que buscó a Jehová, él le prosperó”. El reinado de Uzías, fue muy prospero, su reinado se fortaleció y creció, mientras busco a Dios. Pero al igual que Salomón, en sus últimos días dejó de buscar al Señor, y vemos los tristes resultados.

Debemos Honrar a nuestros padres.

Efesios 6:2–3 RVR60
2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
¿Queremos ser bendecidos? Claro que si. Pero la pregunta es: ¿Qué estamos haciendo para ser bendecidos? ¿Está honrando a tus padres? Como he mencionado en enseñanzas anteriores, no hablo de los caprichos de sus padres, pues la “honra” que algunos padres reclaman a sus hijos NO ESTÁ POR ENCIMA DE LA HONRA A DIOS.
Dios nos promete: Si cumples esto te prometo, te puedo garantizar “Que te ira bien en la vida”

Y no solo a nuestros padres.

Es importante honrar a aquellos que contribuyen con el crecimiento y el desarrollo de tu negocio, de tu vida en el aspecto físico, emocional y espiritual. Reconozcamos a quienes han aportado a nuestra vida, a su trabajo o negocio. Sea los abuelos, el pastor o un líder de la Iglesia; sea un proveedor que te presta un buen servicio o un empleado quien da “la milla extra”. Cuando eso sucede debes celebrar, honrar y reconocer lo que hacen. Para este efecto, puedes dar algún presente o un detalle. Cuando se trata de tus empleados es importante que pagues un salario digno, de acuerdo a tus posibilidades.
La biblia dice que tenemos que tratar a todas las personas como superiores a nosotros mismos (Filipenses 2). Por eso, como jefe, empleado o dueño de negocio debes siempre tratar a los demás con dignidad. Recuerda que eres testimonio del Señor delante de ellos, sean creyentes o no.

Cumpla su palabra en sus compromisos laborales

Proverbios 22:1 NTV
1 Elige una buena reputación sobre las muchas riquezas; ser tenido en gran estima es mejor que la plata o el oro.
Tu palabra y tus promesas debes ser cumplidas a cabalidad. Cumplirás con tus contratos, aun si eso representa una perdida de dinero. Por encima del beneficio monetario, está el buen nombre y la reputación de tu negocio.

CONCLUSIÓN

La prosperidad implica obediencia a Dios también en nuestras finanzas. Esta obediencia debe ser por amor, por eso dice la Escritura: “no con tristeza, ni por necesidad”. Las cosas que hacemos para Dios deben ser motivadas por el amor, no por el miedo. Debemos ser fieles a Dios, también en nuestras finanzas, porque lo amamos.
El propósito de Dios DETRÁS DE LA PROSPERIDAD, es que nuestros bienes sean usados para la gloria de Dios.
Éxodo 35:4–5 RVR60
4 Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado: 5 Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová; oro, plata, bronce,
Éxodo 35:21 RVR60
21 Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras.
1 Timoteo 6:17 RVR60
17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
Hoy es un tiempo hermoso para depositar nuestras vidas en las manos del Señor y decirle a Dios: Este año quiero caminar contigo. Quiero obedecerte y quiero ver tu Gloria en todo lo que emprenda. Como dice la Escritura “Si crees veras la Gloria de Dios.
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