¡Consumado es!

Apologética Cristiana  •  Sermon  •  Submitted
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Este es un estudio sistemático sobre la Apologética Cristiana en el cual se abarcará: (1) Introducción a la Apologética Cristiana, 2. Apologética en la Teología Propia I-II, (3) Apologética en la Bibliología I-II, (4) Reflexión final sobre la Apologética Cristiana.

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Introducción

La apologética mayor es el núcleo de la apologética cristiana, sin una vida llena de bondad y fidelidad al Señor es imposible agradar a Dios. Es por eso que queremos en esta noche darle mucha importancia a este hecho. Justino Martir, apologista del siglo II dijo: “nos corresponde a nosotros […] ofrecerles a todos la oportunidad de inspeccionar nuestras vidas y enseñanzas…” Pablo le dijo a Timoteo: “Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Ti. 4:12), en ese sentido veamos esto tan importante de hacer la voluntad de Dios en su totalidad.
Texto bíblico
Juan 19:30 RVR60
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.

I. Preguntas y más preguntas

Es muy impresionante ver que las preguntas que le hicieron a Jesús antes de su arresto fueron respondidas por él de una forma tan asombrosa que los que preguntaban quedaban callados sin más qué decirle a Jesús, observemos algunas preguntas de las muchas que le hicieron, en el Evangelio según Mateo:
¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores? (Mt. 9:11)
¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tú y tus discípulos no ayunan? (Mt. 9:14)
¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? (Mt. 11:3)
¿Es lícito sanar en el día de reposo? (Mt. 12:10)
¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? (Mt. 15:2)
¿ Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? (Mt. 17:10)
¿Vuestro maestro no paga las dos dracmas? (Mt. 17:24)
¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cual quier causa? (Mt. 19:3)
¿Por qué pues mandó Moisés dar carta de divorcio. y repudiarla? (Mt. 19:7)
¿Qué bien haré para tener la vida eterna? (Mt. 19:16)
¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad? (Mt. 21:23)
¿Es lícito dar tributo a César, o no? (Mt. 22:17)
¿De cuál de los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron? (Mt. 22:28)
¿Cuál es el gran mandamiento en la ley? (Mt. 22:30)
¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? (Mt. 24:3)
Estas son las preguntas que le hicieron a Jesús hasta el día de su arresto, todas y cada una de ellas tuvieron respuesta. Muchas preguntas fueron por ignorancia y tras fueron porque quería hacer tropezar a Jesús. Preguntas y más preguntas fueron hechas a él, pero él pudo responder a todas, lo hizo porque él tuvo su preparación en la Ley de Moisés y los Escritos (Lc. 2:52, Is. 11:2-4).

II. Sin necesidad de palabras

Durante su ministerio realizado antes de su arresto él respondió a todas sus preguntas. La gente se maravillaba de la forma en que enseñaba y respondía todo (Mt. 7:28-29, 13:54; 22:33). Pero cuando se le acercaron a él para arrestarle, él dejó de responder preguntas. Ahora ya todo lo que había dicho lo iba a demostrar en completa obediencia a Dios. Ya no tenía necesidad de responder preguntas, los principales sacerdotes, los ancianos y todo el concilio buscaba falso testimonio para condenarlo, pero no hallaron nada en él (Mt. 26:59-61). Es decir su vida estaba limpia. Jesús hizo una apologética menor acompañada de la apologética mayor. Esto es Apologética Cristiana. Permitir que la vida de uno hable lo que los labios dicen (Mt. 26:62-63a). Delante de Caifás se quedó callado, delante de Pilato también se quedó callado (Mt. 27:11-14),delante de Herodes también sucede lo mismo (Lc. 23:9). La vida de Jesús fue vista limpia delante de Herodes (Lc. 23:15) y delante de Pilato (Lc 23:4) incluso la mujer de Pilato vio como justo a Jesús (Mt. 27:19).

III. Hágase tu voluntad

Jesucristo en una ocasión dijo que su comida, o lo que le daba las fuerza siempre, era hacer la voluntad de Dios (Juan 4:34). Durante toda la vida de Cristo su único propósito fue hacer lo que el Padre le había enviado a hacer. Le injuriaron, le escupieron, lo coronaron de espinas, lo menospreciaron, le asotaron, se burlaron de él, lo escarnecieron, lo despreciaron, le tuvieron por blasfemo, cuando más amor demostró más quisieron odiarlo, cuando no tenía culpa alguna quisiera condenarlo y así fue, lo condenaron a muerte, a una voz se unió todo el pueblo para gritar: “¡Crucifícale! (Mr. 15:13)” Sin tener argumento alguno en contra de él lo único que gritaron fue: “¡Crucifícale! (Mr. 15:14)”, lo desnudaron, le tiraron de la barba, pero él no abrió su boca, fu fiel hasta la muerte. Cristo Jesús es la mayor muestra de que defendió su propósito hasta la muerte. Su vida fue conocida como aquel que habló con la boca y con su propia vida. Su vida tuvo un impacto de integridad en cada uno de los creyentes. Él terminó con su tarea dando el grito de victoria: “Consumado es (Jn. 19:30)”, se acabó, se ha terminado aquello por lo que fue puesto, para morir por el pecador. Lo que sujetó a Cristo en la cruz no fueron los clavos, sino que fue el amor por cada uno de nosotros, ese amor lo sostuvo hasta que expiró.

Conclusión

Terminamos diciendo lo que Pedro dijo: “Santificado al Señor en vuestros corazones,… teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo”. ¿Cuál es el fin de todo esto? Es el siguiente, somos llamados a presentar defensa de nuestra fe de tal modo que no sólo hablemos y presentemos conocimiento intelectual, sino frutos dignos de arrepentimiento, vidas que han sido cambiadas por el poder del evangelio, ¿Lo estás haciendo? ¿Qué esperas para hacerlo? No sólo se trata de una mente que quiere alcanzar a otra mente, sino de un corazón que quiere alcanzar a otro corazón, por eso nuestras vidas principalmente deben estar alineadas a Dios, para que nuestra apologética también lo haga.
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