La Iglesia y Las Misiones

18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo a través de Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación.

19 Esto quiere decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, sin tomarles en cuenta sus pecados, y que a nosotros nos encargó el mensaje de la reconciliación

El mensaje del Evangelio puede ser comunicado efectivamente solamente por aquellos que han experimentado su poder salvador.

HAGAMOS HISTORIA

Cuando Dios llamó a Adán y a Noé estaba pensando en toda la raza humana y aparece en el escenario la palabra “simiente” , la simiente de la mujer y la simiente de Abraham. (Génesis 3:15)

Se trazó una larga línea que debía culminar en Cristo para entonces darle cabida al evangelio donde Jesucristo es su protagonista principal.

Noé falló, Abraham falló, Isaac falló, Jacob falló pero Cristo no falló. Todos estos que fallaron en alguna manera ayudaron para que apareciera el que al final le pisaría la cabeza a la serpiente.

Para los días de Noé y de estos que mencionamos la iglesia estaba tenuemente en la mente de la humanidad pero bien clara en la mente de Dios; todo esto tenía que terminar en la fundación de la iglesia que es el cuerpo de Cristo.

Las misiones es un asunto que sólo la iglesia se ha tomado en serio, nunca se enviaron misioneros de Israel a las otras naciones aunque sí estaba expreso el deseo de Dios de dar conocer su nombre a todas las naciones.

Las misiones introducen en el lenguaje bíblico una expresión muy poco usada en el AT, el reino de Dios. Ese fue el mensaje de Juan Bautista, Jesús y de ahí en adelante sus discípulos y apóstoles.