Sermón sin título

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Introducción.

Esta vida natural se desarrolla de una manera progresiva, desde el nacimiento hasta que el Señor nos llama a su presencia, nosotros estamos sujetos al desarrollo de nuestra fe, de nuestra compresión como llamados y escogidos de Dios para cumplir sus propósitos en esta tierra.
Dios nos guía desde antes de nuestro concepción por “palabras proféticas”. Esto es la revelación de su corazón y sus planes a nuestra vidas. Estas palabras deben infundir aliento a nuestras vidas todo el tiempo, principalmente en momentos difíciles, son guías en momentos de oscuridad, son la victoria en tiempos de guerra, son lamparas a nuestros pies.
Imagina que la vida es una carretera, donde las palabras proféticas son las lineas blancas al costado en en medio que te instruyen y guía a permanecer en el camino. Son las palabras de Dios recordándote que a pesar de lo que vivas en el proceso siempre estará el cuidándote para que no te desvíes.
Es por eso que hoy quiero exponerte 3 palabras proféticas que nunca debes olvidar.

Dios te ama con amor eterno.

Jeremías 31:3 RVR60
3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
El eterno amor de Dios.
Llega desde antes que tu nacieras.
Te protege y se mantiene expectante en tu gestación, Dios ha soñado con tu futuro.
Jeremías 29:11 RVR60
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Dios ha hablado de tu vida, escrito una historia maravillosas.
Salmo 139:16 RVR60
16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
Su amor llego antes que tus errores y permanece en tus aciertos. El ha jurado que su misericordia nunca se apartaría de tu vida.
Isaías 54:9–10 NTV
9 »Así como juré en tiempos de Noé que nunca más permitiría que un diluvio cubra la tierra, ahora también juro que nunca más me enojaré contigo ni te castigaré. 10 Pues las montañas podrán moverse y las colinas desaparecer, pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá; mi pacto de bendición nunca será roto —dice el Señor, que tiene misericordia de ti—.
Esta palabra es personal, Dios te la da para que tu la tomes como una herencia para tu vida “El te ama”, “El te ama”.

Dios te guía.

Salmo 23:1–4 NTV
1 El Señor es mi pastor; tengo todo lo que necesito. 2 En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos. 3 Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre. 4 Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan.
Las voz de Dios siempre estará como la voz del pastor.
Te guía por la senda correcta (camino) como esas lineas blancas que aun en la oscuridad puedes observar.
Salmo 119:105 RVR60
105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
La palabra profética estará siempre en tu camino, si la mantienes siempre en tus pensamientos.
Aunque “andes por el valle de sombra de muerte” La “Vara y su Cayado” te infunden “aliento”
Esta palabra viene del hebreo “Darte sentido” Dios recordandote sus palabras cuando no le ves sentido a esta vida “Su vara” te protege del lobo y su “Cayado” te rescata de tu necedad para al final confortarte con sus palabras que le dan sentido a todo tu vida.

Dios te protege.

La palabra profética es la voluntad de Dios revelada al hombre, viene en momentos donde la realidad es contraria.
La palabra profética te protege como un escudo.
Salmo 3:3–4 NTV
3 Pero tú, oh Señor, eres un escudo que me rodea; eres mi gloria, el que sostiene mi cabeza en alto. 4 Clamé al Señor, y él me respondió desde su monte santo. Interludio
La palabra profética de da la victoria es el poderoso gigante que esta siempre contigo.
Jeremías 20:11 RVR60
11 Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.
La palabra profética es tu lugar seguro.
Salmo 112:1–8 RVR60
1 Aleluya. Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. 2 Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita. 3 Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre. 4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Es clemente, misericordioso y justo. 5 El hombre de bien tiene misericordia, y presta; Gobierna sus asuntos con juicio, 6 Por lo cual no resbalará jamás; En memoria eterna será el justo. 7 No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová. 8 Asegurado está su corazón; no temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo.

Conclusiones.

Para concluir quisiera dejar la palabra proféticas mas certera.
Salmo 91 NTV
1 Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. 2 Declaro lo siguiente acerca del Señor: Sólo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío. 3 Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales. 4 Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección. 5 No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día. 6 No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía. 7 Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu alrededor, esos males no te tocarán. 8 Simplemente abre tus ojos y mira cómo los perversos reciben su merecido. 9 Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, 10 ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar. 11 Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas. 12 Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra. 13 Pisotearás leones y cobras; ¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies! 14 El Señor dice: «Rescataré a los que me aman; protegeré a los que confían en mi nombre. 15 Cuando me llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré. 16 Los recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación».
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