Parabola de los dos Deudores
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Introducción
Introducción
40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
Desarrollo
Desarrollo
La enseñanza de esta parabola son Tres
Mostrarle a Simon lo irrespetuoso y desconsiderado y desatento que había sido con Jesus
Jesus le quiere enseñar cuanto ama el que esta agradecido con Dios por haber sido perdonado de sus pecados
Enseñarle a Simon que ser un a persona religiosa no cambia su condición ante Dios
Que se necesita arrepentir para vivir en carne propia la gracia del perdón
El contexto inmediato de esta parabola es la intervención de una mujer pecadora en casa de Simon
(el contexto es lo que se habla inmediatamente antes o después)
Lo que llama fuertemente la atención en esta parabola en Lucas es el ungimiento de Jesus por una mujer pecadora que estaba en casa de Simon que era fariseo y ella llego sin ser invitada sabiendo que Los fariseos, como ya se sabe, eran muy escrupulosos en cuanto a sus relaciones interpersonales. No se asociaban con personas que eran consideradas “pecadoras”; menos deseaban que estas personas entraran a sus hogares, contaminándolas así con su presencia es por ello que Simon no mostraba gentileza , no demostro respeto ni educación
Una de las cosas que sobresale es que, pese a las costumbres de hospitalidad bastante rígidas entre los judíos, Simón no se preocupa en cumplir con ellas en el caso de Jesús. Una de las cortesías de rigor era el beso de saludo. Faltó por completo este acto de respeto. Tampoco se le lavó los pies a Jesús al entrar. Ya que la norma era llevar sandalias, los pies de los caminantes se empolvaban por la condición primitiva de los senderos. Todos los judíos de cierto rango se esmeraban en tener un siervo que se ocupara de lavar y secar los pies a los visitantes. El siervo encargado de esta tarea, al quitársele las sandalias a los visitantes, las guardaba hasta su salida de la casa. Parece, por lo dicho por Jesús después, “que se le quitaron las sandalias, pero no se le lavaron los pies”.
Por otro lado la mujer pecadora mostro su amor a Jesus ella deseaba regalarle un costoso perfume que tenia allí guardado para que de esa manera ella expresara su gratitud por lo que había recibido y ante su presencia ella no pudo contener sus emociones y empezo a llorar sus lagrimas caían ante los pies de Jesus y ella al no tener con que secarlos solto su cabello y comenzo a secarlos con su cabello
veamos algo del contexto inmediato en:
36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.
Veamos la palabra rogó en griego es ἐρωτάω y se pronuncia erotao
y esto nos habla que este fariseo se sentia igual o mayor a Jesus y esto concuerda perfectamente y lo entendemos por el trato que le dio a Jesus, cuando alguien considera a otra persona de menor importancia lo trata con desprecio, entonces ese ruego es en ese sentido
Veamos en el Versiculo 37 la actitud de la mujer
37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
Vemos en este versículo que Jesus estaba en la mesa, Las mesas en aquel tiempo eran muy bajas como de cincuenta o sesenta centimetros del suelo entonces la gente se recostaban en el suelo ponían tapetes y se sentaban y se apoyaban en su brazo y comían le explico esto para que vayamos entendiendo un poco mas la parabola
“Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume”
Cabe mencionar que esta mujer no era Marta la hermana de lazaro ni Maria magdalena la palabra nos dice que la mujer Era o fue pecadora es decir cuando ella llego a los pies de Jesus ella ya había sido liberada de la exclavitud del pecado
Veamos este versículo en la Biblia torres Amat
7. Cuando he aquí que una mujer de la ciudad, que era, o había sido, de mala conducta, luego que supo que se había puesto a la mesa en casa del fariseo, trajo un vaso de alabastro lleno de bálsamo o perfume;
7. Cuando he aquí que una mujer de la ciudad, que era, o había sido, de mala conducta, luego que supo que se había puesto a la mesa en casa del fariseo, trajo un vaso de alabastro lleno de bálsamo o perfume;
entonces esa mujer que fue pecadora tuvo su conversion en alguno de los discursos de Jesus esa mujer escucho tal vez entre la multitud creyó el mensaje de Jesus creyendo que Jesus venia a perdonar los pecados y vino su transformación ella escucho la palabra por boca del mismo mesias y creyó porque la Fe viene por oir la palabra de Dios
Esta mujer, obviamente sin permiso y menos una invitación, se hace presente en la casa de Simón, porque se había enterado de la presencia de Jesús en ella. Para colmo, es posible que esta interrupción inesperada de la mujer tuviera lugar en sábado, el día especialmente sagrado para los judíos
Ella al saber que Jesus estaria allí tomo un Frasco de alabastro con perfume y no perdio la oportunidad de expresar a Jesus personalmente su profunda gratitud por haberle enseñado el camino al Padre por, haberla relacionado con el Padre por haberle explicado que El venia a perdonar los pecados del mundo y ella no dejo pasar la oportunidad
Y esto nos recuerda a los diez leprosos en Lucas 17:15 -18
15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
Vemos que eran Diez los leprosos y solo uno regreso glorificando a Dios a gran voz y entonces Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? esos nueve recibieron la sanidad de su cuerpo pero no fueron salvos ese gran problema que existe hoy que se le presenta a la gente solo un Cristo sanador un Cristo que hace milagros y no se le predica de un Cristo que vino a perdonar los pecados pero haciendo conciencia a las personas por medio de las escrituras que son pecadores, Entonces la gratitud del leproso el unico que regreso agradecido es la misma gratitud que muestra esta mujer de esa misma manera debemos estar cada uno de nosotros que hemos sido perdonados que fuimos trasladado de las tinieblas a la luz Pablo lo dijo en Efesios
20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Esto significa que en todo momento debemos de estar agradecidos con Nuestro Dios y padre sea cual sea la circunstancia en abundancia en escasez, en salud en la enfermedad demos le gracias y confiemos en el Señor
La medida de Nuestra gratitud a Dios la determina el valor que le otorgamos al sacrificio de Cristo en la cruz
Toda persona que se ha acercado a la cruz de Cristo buscando el perdón de sus pecados con eso debería de bastarle para estar agradecido eternamente
¿Que tan agradecido estas con Cristo?
¿estas consciente del valor incalculable de este sacrificio que Cristo hizo por cada uno de nosotros?
¿ Estas mas enfrascado pensando en u bienestar terrenal ?
Porque ahi radica el problema de muchos que no tienen esa gratitud para con Dios sabiendo aun que el sacrificio de Cristo en la cruz fue para quitarnos de la condenación del infierno y no para que estes pidiendo para tus propios deleites.
Pues esta Mujer que no le dio vergüenza pecar en su pasado tampoco le dio vergüenza expresar su agradecimiento.
Veamos el versículo 38
38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
Esta acción tiene que haber sido muy desconcertante para Simón porque viéndolo Desde la óptica de Simón, este era un incidente muy penoso. Si la mujer había comprado el perfume con dinero ganado en la prostitución, la dádiva estaba manchada Según
18 No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro.
Dios detestaba tales ganancias, y por lo tanto no era correcto que estuvieran en su casa. Regalos obsequiados por personas inmorales eran considerados sucios e inaceptables por cualquier persona respetable. Es más, la mujer había soltado el cabello en presencia de hombres; al hacerlo, demostraba qué clase de mujer era.
38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
Vemos tambien que no era socialmente aceptable que las mujeres soltaran su pelo en público y mas aun que regaba, inundaba los pies de Jesus con sus lagrimas y los secaba y al mismo tiempo los besaba de una manera desesperada rayando en adoración y la palabra adorar en en Griego Proskyneo
y es lo que esta mujer hacia
Adorar, postrarse y adorar, arrodillarse, hacer reverencia, caer a los pies de
Vemos nuevamente la actitud de Simon
39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.
Simón dudaba de la autenticidad profética de Jesús, porque pensaba que si éste fuera un verdadero profeta, sabría quién era la mujer, y no permitiría que ella entrara en diálogo con él.
Lo que no sabia Simon que estaba delante de Jesus y desprecio la Omnisciencia que es uno de sus atributos Jesus mira y conoce los pensamientos y las intenciones del corazón y jesus sabia perfectamente que la mujer ya no era pecadora ella había sido pecadora Fue pecadora pero Simon la seguia juzgando como si fuese pecadora aun.
y es muy lamentable que algunos al igual que el fariseo rebajen los atributos de Jesus duden de su capacidad porque oran ante una situación o circunstancia y piensan que Dios no escucha su oración pero lo que no entienden es la soberania de Dios porque el hecho de que no haya constestado tu oración no quiere decir que no te escucho lo que sucede es que simplemente no esta en su voluntad hacer lo que le pides porque el esta tratando con tu vida y sabe que es lo mejor para ti en cada momento entonces no seamos como el fariseo.
Versiculo 40
40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.
Jesús le dice directamente a Simón que tiene algo que decir. Esto pica el interés del fariseo, quien le manifiesta a Jesús que le comunique su mensaje diciéndole “Di, Maestro”
¿Ustedes creen que Jesus No conocía la intención del corazón del fariseo?
Jesus sabia que su intención era Hipócrita ese Di maestro era el “Señor Señor”
¿Realmente te interesa que Jesus Te hable?
Este mensaje fue expresado por medio de una parábola que se centraba en la experiencia de dos deudores versiculo 41
41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;
Uno de éstos le debía al acreedor quinientos denarios, o sea, el equivalente al dinero que un jornalero recibiría por quinientos días de labor. El otro deudor sólo le debía al acreedor cincuenta denarios.
42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?
Ninguno de los dos deudores tenía con qué pagarle al acreedor lo convenido. Sin dar una razón, Jesús dice que el acreedor perdonó la deuda a ambos. Aunque no se detalla la razón, se concluye que la bondad del acreedor para con los dos endeudados ocasionaría que se les cancelaran las deudas. Luego, Jesús recalca la idea principal del relato con una pregunta:
¿Cuál de éstos le amará más?
43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
Sin que lo dijera, Simón se daba cuenta de que Jesús de alguna manera tenía la intención de involucrarlo a él personalmente en el relato. Sabía de antemano que Jesús de alguna manera iba a referirse a la presencia de la mujer y a su propia falta de cortesía. Sabiendo todo esto, Simón responde a la pregunta de Jesús con cierto aire de desgano, como que no quería contestar directamente. Dice: Supongo que aquel a quien perdonó más
44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.
Haciendo caso omiso de su contestación soslayada, Jesús le dice a Simón que había dado en el clavo, había contestado correctamente.
Lo que sucede después llama la atención: Jesús, mirando a la mujer, le pregunta al fariseo si puede verla. Es obvio que Simón no era ciego físicamente; desde luego, la veía. Lo que Jesús quería, sin embargo, era que el fariseo la viera de manera distinta. Éste la veía únicamente como una intrusa pecadora. Jesús quería que Simón la viera como una persona perdonada. Físicamente Simón era vidente; espiritualmente era ciego. Sin reprocharlo, Jesús intentó darle al fariseo una nueva manera de ver las cosas. Para hacerlo, Jesús le recuerda a Simón de todas las atenciones que debiera haberle dado. Luego señala todas las acciones bondadosas de la mujer pecadora para con su persona. Mediante esta comparación, Jesús pudo lograr la enseñanza principal de la parábola de los dos deudores.
47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
Mientras más la deuda perdonada, más amor habrá para el perdonador. Era necesario que el fariseo entendiera que la mujer demostraba su amor para con Jesús porque su deuda había sido grande. Era más necesario aún que Simón captara la idea de que sus propios pecados eran grandes también, y hacía falta que pidiera perdón a Dios por causa de ellos. El fariseo no reconocía sus propios pecados, sólo los de la mujer. Si no reconociera sus pecados para luego pedir perdón, no experimentaría el gozo que tuvo la mujer.
Conclusion
Conclusion
Por medio de la parábola de los dos deudores Jesús quería que todos los oyentes (y lectores posteriores) se dieran cuenta de su propia deuda grande para con Dios por causa de su pecado. Sólo experimentando este perdón de Dios tomando como base nuestro arrepentimiento y fe, podremos corresponder con el amor grande que de hecho le debemos a Dios. Al igual que al acreedor de la parábola, le costó bastante el perdonar las deudas de los dos deudores, le costó caro a Dios el perdonarnos a nosotros: la muerte de su propio hijo.