CONOCER A DIOS ES EVITAR EL PECADO
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Introducción:
Introducción:
Algunos de aquí saben que mi papá tiene terrenos en la selva, en Unión Mantus, que está promedio de una hora de San Ramón. Mi papá tiene algunas hectáreas de chacra, donde tiene plátanos, mango, palta (el oro verde), café y temporadas donde siembra una que otra fruta.
Pero lo cierto es que, mis primeros años de vida lo pase ahí, en la selva, en la chacra. Y para mí siempre me fue difícil reconocer los árboles, que árbol o que planta produce tal fruta. Así que, para mi edad de párvulo, porque solo estuve hasta los 5 años de edad luego salimos a la ciudad de San Ramón. Pero para mi edad de párvulo, lo único que hacía para reconocer cual fruto es de cual árbol, tenía que esperar a que naciera al menos un pequeño fruto. Si miraba un pequeño fruto de palta, pues decía: este es un árbol de palta. Si veía un pequeño fruto de pomarrosa, pues decía: este es un árbol de pomarrosa, así también con el caimito y el mango. Porque para mí, para mi edad estos árboles se me eran idénticos. Incluso ahora no diferencio entre el árbol de pomarrosa y de caimito a menos que vea su fruto.
Y la verdad es que la Palabra de Dios nos dice eso, las Escrituras nos dicen: Por sus frutos los conoceréis.
Si quieres saber si en verdad eres del Señor, mira tu vida. ¿Dónde está tu corazón? Por tus frutos puedes saber dónde está tu corazón. ¿Dónde está tu pasión? ¿Dónde está tu ilusión? ¿Dónde está tu lealtad? Hacía donde apuntan tus metas, hacía donde apuntan tus sueños. El cómo vivo es evidencia de quien yo soy y si Dios es mi Señor o no lo es.
Recuerda que Jesús dijo: Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Juan 15:5
Así que si eres pámpano no vas a producir tomate, si es que estás unido a la vid, si eres pámpano, vas a producir uvas. El cristiano tiene que dar el mismo fruto que Cristo. Cristo es la vid, nosotros los pámpanos. Nosotros producimos el mismo fruto que Cristo produce.
- La santidad de Cristo.
- La bondad de Cristo.
- Su paciencia.
- Su misericordia.
- Su amor.
- Su obediencia.
1 Juan 2:3 – 6
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
Este un tema muy importante y trascendental:
Este un tema muy importante y trascendental:
Este un tema muy importante y trascendental como cristianos.
Así que, nosotros tenemos que recordar todo lo que ya venimos viendo las semanas pasadas, recordar quién es Dios, recordar su carácter, recordar cómo es que Él se manifestó y manifestó su santidad. Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él.
Si Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él. La pregunta es: ¿Cómo es que te relacionas con Él? ¿Cómo es que vas a tener comunión con él?
Entonces lo que Juan hace, en todo lo que ya vimos, es que debemos de autoevaluarnos. Realizar una introspección a nuestra vida y preguntarnos: ¿Cuál es mi relación con las tinieblas y cuál es mi relación con la Luz?
Examínate, la respuesta que des a esta pregunta va a mostrar de forma práctica:
- Como es que estás viviendo hacia la luz y cómo es que estás viviendo hacia las tinieblas.
- Como esta tu vida en relación a Dios y cómo es que esta tu vida en relación al pecado.
Lo que nosotros tenemos que entender, es que, si deseamos saber, si deseamos tener convicción de que, si tenemos una comunión con la Luz, una comunión con Dios, es que debemos de experimentarlo de forma personal, esto es algo relacional, esto es algo vivo, esto es algo orgánico.
Ilustración: Fíjate en un gato, ¿cuál es su naturaleza?
Lo que hace el gato es huir del agua, el gato no busca mojarse o ser mojado. Y ahora lánzale una pequeña bola de estambre, una pequeña bola de lana o simplemente una pequeña pelota y tú vas a ver como este gato a jugar con esa pequeña bola de lana o pelota. El gato huye del agua, pero corre hacía la bola de lana. Y esa es la naturaleza del gato.
Del mismo modo, la naturaleza del verdadero cristiano es esta, que el huye de las tinieblas y corre hacia la Luz. Esto está en el ADN del creyente. Y esa es la evidencia en tu vida de que realmente lo conoces.
Recordemos un poco lo que ya vimos semanas antes. Versos anteriores Juan describió acerca de la santidad de Dios.
- Dios es Luz.
- Él es Santo.
- Él es Perfecto.
- Él es Puro.
- En Él no hay error.
- En Él no hay tinieblas.
- En Él no hay maldad.
Entonces en consecuencia a esto, el creyente puede entender que su naturaleza ha de ser similar a su Dios, semejante a su Creador, a su Salvador. El cristiano huye de las tinieblas y corre hacía la Luz. El cristiano que conoce a Dios evita pecar, porque tiene la capacidad de no pecar. Y el cristiano que tropieza con el pecado, tiene un profundo pesar, un profundo dolor, entonces él confiesa sus pecados y corre al único abogado que es fiel y justo para perdonar sus pecados y limpiarlo de toda maldad.
¿Cuál es nuestra relación con la Luz? ¿Cuál es nuestra relación con Dios?:
¿Cuál es nuestra relación con la Luz? ¿Cuál es nuestra relación con Dios?:
Ahora nosotros, vamos a ver que Juan nos invita a poder ver ¿Cuál es nuestra relación con la Luz? ¿Cuál es nuestra relación con Dios? Si conocemos o no a ese Dios, si conocemos o no a esa Luz.
v. 3
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
El verdadero cristiano es quien anda en Luz, y por lo tanto guarda la palabra de Dios, anda en sus mandamientos, se sujeta voluntariamente a la ley de Dios y todo eso es para él, una evidencia de que tiene comunión con Dios, que lo conoce.
¿Cómo saber si realmente le conozco?:
¿Cómo saber si realmente le conozco?:
Quizás te nace la pregunta: Marlon ¿Como puedo saber realmente que yo lo conozco?
Déjame responderte, mencionando primero, quienes no lo conocen. Y te diré quienes: Hay muchos en estos tiempos que dicen conocer a Dios.
Hay muchos familiares, compañeros, amigos, vecinos, personas que dicen conocer a Dios. Que se creen cristianos, incluso te pueden citar la Biblia.
En aquellos tiempos de Juan, también había muchos gnósticos que decían conocer a Dios, pero predicaban barbaridades y decían que eran cristianos, decían que conocían a Dios. Pero ni su vida, ni su doctrina estaba reflejando eso. Porqué una cosa es saber de Dios, saber algo de Dios, pero otra cosa es conocer a Dios.
Ilustración: Déjame ilustrarlo de esta manera y quizás esta ilustración ya la has escuchado, pero sienta muy bien para poder entender esta verdad.
Tú puedes ir un día al palacio de gobierno, presentarte a la puerta y pedir que te dejen entrar a ver al presidente, y decir al de seguridad que tu conoces a Sagasti.
Pero cuando el personal de seguridad entre a preguntar al presidente si él realmente te conoce, el volverá con la respuesta de que no es así; él no te conoce y déjame decirte que tú tampoco. Quizás sabes del presidente, escuchaste o leíste algo acerca de él, pero en realidad no lo conoces. No tienes una relación personal con él.
Así hay muchas personas que dicen conocer a Dios, pero ese conocer solo es mero intelecto, no lo conocen de forma personal a Dios.
Y la palabra conocer aquí en la Biblia no habla del mero conocimiento intelectual, sin afecto y sin efecto en el alma.
Aquí tenemos la palabra ginósko, el cual si tiene ese afecto y efecto en el alma. Es un conocer relacional, no es un conocer intelectual.
¿Cómo sabes entonces que conoces a Dios?
Es porque lo conoces de forma personal. No es que sabes algo de Él, sino que lo conoces.
La evidencia de conocerlo:
La evidencia de conocerlo:
Pero ¿Cuál es la evidencia que necesitas para tu propio corazón, para tu tranquilidad, de que si lo conoces?
Que andas en sus mandamientos.
Entonces alguno de ustedes podría decir: haya, entiendo, entiendo, entonces si guardo sus mandamientos voy a conocer a Dios, porque eso es lo que entiendo. Aquí hay un condicional: v. 3
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, siguardamos sus mandamientos.
Sí guardo sus mandamientos entonces conoceré a Dios. No hermano, el pasaje no dice eso, está diciendo prácticamente lo contrario.
Sí, es cierto que ahí hay una condicional, pero hay que leer bien el pasaje, no hay que tergiversar las palabras que Dios dice a través de Juan. Ese “sí” que tú ves ahí, es para que tú sepas que, si guardas los mandamientos, es porque lo conoces.
Es para que entiendas que, si tú caminas en sus estatutos, en efecto conoces a Dios, es porque tienes una relación personal con Él. Tu obediencia al señor es una evidencia de que, tú si conoces en efecto al señor. Y que estás caminando en luz.
Esto es algo que nosotros debemos de tener muy presente, porque hay muchos creyentes que siempre están dudando de su salvación. Y una de las evidencias para poder estar seguros de nuestra salvación es esta: Que, si yo estoy andando en sus mandamientos, es porque lo conozco.
Juan lo cita porque realmente lo necesitamos, porque hay muchos creyentes que están inseguros de su propia salvación.
- ¿Seré del Señor?
- ¿Entrare al cielo?
Hay muchos cristianos que se lo preguntan y déjame aquí hacer una aclaración:
A veces hay razón para preguntárselo, porque:
- No tienen un entendimiento claro del Evangelio.
- A veces no ha habido un arrepentimiento sincero en el corazón.
- A veces hay cristianos que en su vida hay pautas pecado terribles e incluso a veces ellos se dicen a sí mismos que no puede alguien ser un cristiano estando en esto.
- A veces hay cuestiones serias para cuestionarse la salvación.
Y es por eso que muchas veces nos preguntamos: ¿cuál es la evidencia de salvación? Y muchas veces esperamos evidencias equivocadas.
- Esperamos una evidencia espectacular, que me diga que yo soy un hijo de Dios.
- A veces hay cristianos que esperan manifestaciones sobrenaturales para entender que ellos son del Señor.
- A veces esperan fuertes emociones.
- A veces esperan manifestaciones espectaculares del Espíritu.
- A veces quieren entender las doctrinas mas profundas e insondables que están solamente en la mente de Dios.
- O tener una experiencia mística de oración.
- Algunos quisieran que un ángel bajara del cielo y les avisará que su nombre esta escrito en el libro de la vida.
Pero Juan está diciendo que una de las evidencias, para que nosotros podamos estar seguros de nuestra salvación, es esta: guardar sus mandamientos porque esto refleja que realmente lo conocemos.
v. 3
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
Es por eso que los dos más grandes mandamientos nos dicen: Amarás a Dios y el segundo es semejante, amarás a tu prójimo. Porque obedecer este mandamiento de amar a Dios, evidencia que lo conoces, porque no puedes amar a alguien que no conoces. Y el amar a Dios, esta relación vertical, te llevará a una relación horizontal; amar a los hermanos.
Es por eso que el autor relaciona estos dos temas inseparables: conocer a Dios es una verdad, que es inseparable a guardar sus mandamientos.
La primera relación de dos temas:
La primera relación de dos temas:
Esta es la primera relación de dos temas que hace Juan.
Entonces la pregunta es: ¿Porque Juan relaciona estos dos temas? Para empezar, porque la sana doctrina se cree y se hace. Se cree y se hace.
Tito 2:10
no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.
La aplicación es siempre el resultado de la doctrina. Doctrina y práctica, son lo mismo.
Cuando nosotros estudiamos teología, nos vamos a encontrar con ello, con la ortodoxia y ortopraxia. La sana doctrina (ortodoxia) y su correcta aplicación (ortopraxia).
La vida práctica siempre va estar relacionada incuestionablemente con la doctrina. Es como aquel árbol alto y frondoso que nosotros vemos por afuera, con grandes ramas, un buen tallo, buenos frutos. Pero nosotros no vemos la raíz, no vemos cuan grande o pequeña es esa raíz, cuando profunda o no se ha desarrollado esa raíz.
Pero al ver aquel árbol alto y frondoso por afuera, con grandes ramas, un buen tallo, buenos frutos, nosotros podemos entender que también tiene una muy buena raíz.
- Una raíz que ha crecido y se ha desarrollado a profundidad.
- Una raíz que está succionando las proteínas, las vitaminas y el agua del suelo. Esa es nuestra doctrina.
Esa doctrina se va reflejar y se va a ver en el exterior.
- En nuestra vida.
- En nuestros hechos.
- En nuestras decisiones.
- En nuestras publicaciones.
Aléjatede esa idea errónea de solo querer tener una fe lógica, una doctrina intelectual. Ya que, si tu fe es solamente algo intelectual, es algo lógico. Si solamente es teórica, pero nada práctica; eso no es sana doctrina.
Stg. 2:14, 17 – 19
14 hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
Pausa, solo una aclaración rápida. Tu fe, tu doctrina se evidencian a través de tus obras, pero las obras no salvan.
17 así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
18 pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
19 tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
Preguntante en esta noche: ¿Tu fe es la misma fe que la de los demonios? Porque los demonios creen y en serio que creen.
- Ellos creen en Dios
- Ellos creen que Dios es Cristo.
- Ellos creen que la Biblia es la Palabra de Dios y se la saben de memoria.
- Ellos conocen la doctrina, mejor que tú y que yo.
- Ellos saben en que consiste la vida cristiana.
- Ellos se conocen todos los himnos.
- Ellos saben que Jesús el Hijo de Dios y que es el salvador, que es el cordero, pero no son salvos. Todo lo que creen, lo creen intelectualmente.
¿Tu fe es la misma fe que la de los demonios?
- Creen que Dios es Santo.
- Creen que Dios es justo y tiemblan. Porque saben que les espera el juicio, la condenación del infierno. Y el infierno no es la casa de los demonios, es el lugar donde serán enviados en juicio.
¿Es tu fe es la misma fe de los demonios?
- ¿Tu fe es solamente una fe intelectual, una fe fría, que solo es conocimiento, teoría o es una fe viva, una fe que da frutos, una fe que hace obras, una fe que muestra santidad?
- ¿Cuá es tu fe?
La sana doctrina se creey se hace, se cree y se hace.
La segunda relación de dos temas:
La segunda relación de dos temas:
Juan también presenta la segunda relación de dos temas.
La segunda es que, el amor a Dios y la obediencia a Dios son inseparables.No me digas que amas a Dios y desobedeces sus mandamientos. Estás engañando a ti mismo.
No puedes decir que amas a Cristo y no obedecer su Palabra.
- Cristo dijo: si mi amáis guardad mis mandamientos
- Jesús dijo: vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
- Jesús dijo: el que me ama, mi palabra guardará.
Recuerda que Cristo comisionó a la iglesia, a sus seguidores, el momento en que ascendió a los cielos, a realizar la gran comisión.
Mt 28:19 - 20
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado...
La tarea dentro del discipulado es enseñar todas las cosas que Cristo ha mandado, por eso tenemos que aprender realmente a vivir las cosas que Él nos ha mandado, para poder enseñar las cosas que Él nos ha mandado.
Y te diré algo más, acerca de un termino que se ha venido usando en la iglesia de hoy en día: el cristiano carnal.
No existe tal cosa, no existe un cristiano carnal. Si alguno de ustedes creía en este término. Pues lo siento, no existe, eso es algo que nos hemos inventado. Ese es un ser mitológico cómo los centauros, la sirena, los dragones. El cristiano carnal no existe. Ósea:
- ¿Cómo puede existir alguien que dice tener fe en Cristo y vivir como él quiere vivir?
- ¿Cómo puede existir alguien que dice amar a Cristo y vivir de una manera que desagrade a Él?
Ese es un invento de nuestra imaginación para sentirnos tranquilos con el hermano, para sentirnos tranquilos nosotros mismos. Pensar que, a pesar de lo que él es, algún día ese hermano estará en el cielo, es pensar equivocadamente, no estará en el cielo, estará en el infierno. Por qué por sus frutos los conoceréis. El que le conoce guarda sus mandamientos.
El verdadero cristiano ama Cristo y si ama a Cristo, también ama a servir a Cristo, obedecer a Cristo.
v. 4
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
Conocerle es a obedecerle. Conocer a Dios es evitar el pecado.
Y esto es desde el principio. Dios creó a Adán y a Eva para servirle, para adorarlo, para obedecerle. Eso es a lo máximo que podemos aspirar en esta vida. Obedecerle.
- Es ahí donde encontramos gozo.
- Es donde encontramos paz.
- Donde encontramos esperanza.
- Donde encontramos identidad.
- Donde encontramos propósito.
- Es donde encontramos satisfacción.
Y gracias a Dios por la obra que hizo a través de Jesucristo. Y es que, gracias a Cristo, nosotros podemos amar obedecer, amar guardar los mandamientos de Dios.
Todo aquel creyente genuino, todo aquel que se ha arrepentido y ha creído en Cristo como Señor y Salvador está ahora en la capacidad de poder obedecer a Dios.
- Y es que ahora la ley de Dios no está escrita en tablas de piedra, sino que ahora está escrita en nuestros corazones.
- Ya no es que tenemos que cumplir la ley, sino que ahora queremos cumplir la ley.
Porqué ahora somos un pueblo que conoce a Dios y camina en sus estatutos.
- Y ese pueblo es su iglesia.
- Ese pueblo es su casa.
- Ese pueblo es su esposa.
- Ese pueblo es el Israel espiritual.
- Ese pueblo son los salvos de todas las naciones. Son los creyentes de toda etnia, de todos los pueblos, de todas las lenguas y que ahora camina en santidad.
Así que, las palabras de Juan tienen mucho sentido, a través de esta realidad.
v. 3
Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
Esta es la evidencia de que Cristo ha cambiado tu corazón. Y por qué ha cambiado tu corazón:
- Ahora le amas.
- Ahora le sirves.
- Ahora le obedeces.
- Ahora guardas sus mandamientos.
Esta es la diferencia de todas las demás religiones. Las religiones que dicen que tienes que obedecer a Dios y conocerás a Dios o al menos eso intentan.
Pero el cristianismo no. El cristianismo dice: conoce a Dios y obedecerás a Dios.
Porque es necesario que Él primero te cambie, que Él primero transforme nuestra vida. Porque por nosotros solos no podemos cumplir lo que él demanda, no estamos capacitados para agradarle.
Yo por mí mismo no puedo andar en sus caminos. Y no es que yo lo busqué y lo conocí, No, Él es quien se dio a conocer, Él se manifestó.
Ez. 36:26 - 27
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
No es opcional. Es una realidad en la vida del cristiano.
No es que Dios dice: pondré en ustedes mi espíritu y ustedes pueden obedecer o no, ustedes decidirán obedecer mis estatutos o no. No.
Y si, Dios forma a un pueblo para sí mismo, un pueblo santo, un pueblo obediente, que le honra, que le obedece. Y nosotros cumplimos no porque seamos buenos, no, sino porque Él es bueno. Y él ha tenido misericordia de nosotros.
Gracias a Dios por su misericordia, gracias a Dios por amor a su pueblo.
El amor de Dios es el centro de lo que venimos estudiando en esta noche, no nos quedemos con la idea de qué tenemos que guardar sus mandamientos. Sino de que, el amor de Dios es lo que gobierna lo que vamos estudiando.
vv. 4c, 5
y la verdad no está en él; …Pero…
Qué agradable poder leer un “pero” en la Biblia, ¿Sabes por qué? Porque cuando vemos que tenemos que guardar sus mandamientos y la condición en la que estamos. Ese “pero”alivia nuestro corazón.
pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
… En este verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios. Aquí está la clave, aquí es donde nosotros podemos ver que la base de nuestra obediencia es el amor de Dios.
- Por eso es que nosotros andamos en luz.
- Por eso es que guardamos sus mandamientos.
- Por eso es que confesamos nuestros pecados.
- Es por eso que tenemos comunión con Dios y no porque nosotros seamos perfectos sino porque su amor es perfecto.
- Nosotros lo amamos porque Él nos amó primero. Y por qué su amor se ha manifestado en nuestras vidas, su amor Se ha perfeccionado en nosotros. Y no porque Su amor en sí mismo no sea perfecto, sino que su amor en nosotros es una extensión de lo que verdaderamente es su amor perfecto. (x2)
Yo no sé si estás captando esta verdad, pero esto es maravilloso.
Su amor en nosotros se ha perfeccionado y se ha hecho evidente ¿Cómo?
- Nuestra obediencia.
- Nuestra devoción y nuestro servicio a Él.
El plan de Dios evidenciado en su amor se cumple en la vida del cristiano. El cristiano es objeto del amor de Dios Y la obra de su amor en nosotros se hace evidente cuando cumplimos Su Palabra, cuando obedecemos.
Esta es una realidad del creyente, si eres del señor, si su amor se ha manifestado en ti, caminas en obediencia.
Y tú puedes decir mis frutos son tan pequeños Marlon, mis frutos tan minúsculos, pero si ese fruto que estás dando, sea cual sea la proporción en la que estás evidenciando, si es idéntico al fruto de Cristo, gózate.
Y este pasaje nos debe de dar una tremenda seguridad, paz y tranquilidad de que realmente si nosotros estamos guardando sus mandamientos; estamos evidenciando su amor en nosotros, estamos evidenciando que le conocemos y que Dios está obrando en nosotros.
Por qué debemos entender que Dios, es quien prepara nuestros corazones, quien los labra, los pule, y los transforma y lo que Dios hace, es lo que se evidencia externamente en nosotros.
Recuerda: sus ovejas son las que oyen su voz, no las que no son sus ovejas. Así que, sus ovejas son las que realmente van a cumplir lo que su pastor está mandando a hacer. Sus ovejas oyen su voz y le siguen. No es que primero le siguen para que después sean sus ovejas.
Y quiero que estén entendiendo esta realidad, el pasaje nos muestra el poder de Dios que se está representado en su amor. Y nuestra responsabilidad de poder cumplir lo que Él nos ha mandado hacer, descansa en su poder.
v. 6
El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
Te diré esto: cómo tantas cosas en la vida cristiana, lo que primero Dios hace es que nos muestra su poder y luego apela nuestra responsabilidad.
- Es lo que siempre hace el Señor, hace lo que bien le parece, pero nos dice orad sin cesar.
- Dios ha escogido un pueblo desde antes de la fundación del mundo, y sus escogidos serán los que estarán en la ciudad santa (y para muchos es chocante esto) ¡Dios tiene escogidos!, sí, pero nos dice id por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura.
¿Vez lo que hace Dios? Dios nos muestra su poder y luego apela nuestra responsabilidad.
- Dios nos muestra en tantas cosas de la vida su soberanía absoluta, pero luego apela nuestros corazones, nuestra valentía, nuestra responsabilidad, a que caminemos en obediencia.
- Dios acabará en nosotros la obra de santificación que empezó, pero también nos dice: trabajen en vuestra santificación con temor y temblor.
Y ahora cuando hablamos de obediencia. Juan nos está recordando de qué si andamos en sus mandamientos, es que el amor de Dios nos está llevando a andar en sus mandamientos. Es su obra en nosotros, pero acaba con esta frase: Él que dice permanece en Él, debe de andar como Él anduvo.
Al final apela nuestra conciencia, a nuestra responsabilidad. No hay lugar en la vida del cristiano a la dejadez, no hay lugar para que el cristiano piense que: tenemos un Dios tan grande, tan soberano, que él lo tiene que hacer todo, y que yo puedo vivir de cualquier manera.
No, él que es del Señor debe de andar como Cristo anduvo.
¿Andas tú como Cristo anduvo?
Déjame leerte esta pequeña exposición de un pastor: Francis Chan. Y de paso te digo que esto a mí, me fue chocante.
Él dice: A ti te encanta Jesús, pero no quieres ser como él. Te explico de esta manera:
- Te sorprende en gran medida la humildad de Cristo, pero tú no quieres ser así de humilde.
- A todos nos parece hermoso lo que Cristo hizo, ponerse de rodillas y lavar los pies de sus discípulos, pensamos que eso es hermoso, pero ¿es esa tu meta en la vida?
- Estás agradecido porque Cristo te salvó, pero te olvidas que en el proceso Él fue escupido y maltratado, ¿estás dispuesto que eso te pase a ti?
- Es encantador poder saber de qué Cristo dejó Su Gloria, dejó todos sus derechos como Rey, pero tú te pasas toda la vida defendiendo tus derechos.
- En conclusión, tú piensas que Jesús es un gran salvador, pero no piensas ver a Jesús como un ejemplo a imitar.
Esto debería de estar abofeteándonos en esta noche a cada uno de nosotros.Porque pienso que esta es la realidad de cada uno de nosotros, pensamos en Cristo como el gran salvador, Él que entregó su vida por nosotros, pero no vemos a Él como alguien digno a quien imitar.
Y Juan apela a nuestro corazón y nos dice: si tú eres de Cristo debes de andar como Él anduvo.
Con la misma actitud de humildad, de abnegación, de sacrificio, obediencia, servicio, santidad. Debes andar como él anduvo.
Y el creyente debe de luchar a diario, debe de librar esta batalla a diario en su interior contra su propio ego, contra su propio orgullo, contra su propio yo, Contra el diablo, contra el mundo, queriendo servir al Señor y agradar al Señor.
Así como Josué conquistaba a la tierra prometida, con osadía, con valentía. Y al final daba toda la gloria y todo el mérito a Dios. Así el cristiano, debe de conquistar hasta el último rincón de su alma para la gloria de Cristo. Porque cuando lo hayas conseguido no te pongas ninguna medalla, no te mereces ningún trofeo, todo es para la gloria de Cristo.
Porqué Él es quien produce en nosotros, así como el querer como el hacer, por su buena voluntad.
En cada logro, en cada meta, en cada éxito, de lograr que tu carácter se asemeja al de Cristo, de que tu vida y tus frutos sean a imagen y semejanza de Él, es una evidencia de que tú y Dios están preocupados en lo mismo, en hacer de este corazón más como el de Cristo.
Tito 2:14
quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Seamos este pueblo, celoso de buenas obras para gloria del Señor.
Y si aún no eres de Cristo, es comprensible de qué no tengas ningún apetito por las cosas del señor, es comprensible que no entiendas la palabra, es comprensible que no quieres obedecer la ley de Dios, es comprensible que no quieras obedecerle porque no le conoces.
Mi oración es que tú puedas conocerlo, que puedas ver esa Luz resplandeciente como la que vio Saulo en el camino a Damasco. Y el paso de ser un perseguidor de la iglesia a ser celoso de buenas obras, a obedecer a Cristo, a servir a Cristo a dar todo por Cristo.
Clama a Dios por su misericordia que Él te dé un corazón nuevo, que amé a Dios, que busqué a Dios, que obedezca a Dios. Conocer a Dios es evidencia de eso.