Sermón sin título

En medio de una pandemia con millones de muertos, en medio de una pandemia que ha causado tanta inseguridad económicamente, en medio de sufrimiento, en medio de dolor, y en un contexto lleno de maldad con ideas y actitudes anti-bíblicas, ¿qué es nuestra esperanza? En medio de la falta de comunidad por causa de la amenaza de COVID-19, ¿dónde debemos encontrar un refugio? Estas son las preguntas que me gustaría contestar esta mañana. Creo que podemos encontrar las respuestas a estas preguntas en Mateo 16:13-18.

El Contexto

Jesús y sus discípulos decidieron retirarse. Ellos pasaron al otro lado del Mar de Galilea, y llegaron a Cesarea de Filipo. Allí, en este lugar, no había una presencia mayormente judía, y Jesús y sus discípulos tuvieron privacidad del ministerio público. Cesarea de Filipo fue un lugar lleno con una historia de religiosa falsa.

Fue un lugar donde había presente la adoración de Baal.

Fue un lugar donde había presente la adoración de un dios griego se llama Pan.

Fue un lugar, donde en el tiempo de Jesús había presente la adoración de Caesar de Roma.

La Conexión

Es interesante que hay ciertos lugares aquí en Ecuador con un trasfondo de creencias falsas.

En la selva ecuatoriana hay comunidades atrapadas en sus tradiciones ocultas.

En la sierra y en la costa hay iglesias católicas que predican un evangelio falso.

En todo lado hay iglesias que predican un evangelio falso de la prosperidad.

Jesús y sus discípulos se encontraron en un lugar así, lleno de falsa enseñanza. Allí, como vamos a ver, Pedro hizo la declaración más importante en el mundo. Y nuestro Señor Jesús hizo la promesa más importante en el mundo. Y Dios mediante veremos como esta promesa nos da esperanza en medio de los tiempos en los cuales estamos viviendo. Con esto en mente, voy a leer el texto para nosotros esta tarde.

Lectura Biblíca

Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[a] y sobre esta roca[b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Oración

¿Quién es Jesús?

Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? - vss. 13-15

Jesús les preguntó a sus discípulos, “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” Jesús les preguntó, según ellos, ¿qué piensan de mi identidad? Los discípulos respondieron de la siguiente manera...

Juan el Bautista

Elías: El profeta más grande en la historia del pueblo judío.

Jeremías: Una leyenda que Jeremías iba a preceder la venida del Mesías.

Jesús, después preguntó sus discípulos lo siguiente:

Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? - vs. 15

Es como Jesus estuviera diciendo lo siguiente. Ahora, no quiero que ustedes me digan lo que los demás piensan de mi identidad, sino que quiero escuchar lo que ustedes piensan de mi identidad.

La Conexión

En nuestras vidas, cada uno de nosotros necesita tener nuestra propia convicción acerca de quién es Jesús. Nuestras propias creencias. Yo crecí en una familia cristiana, una familia en la cual mis papás creyeron en Cristo como su Salvador. Sin embargo, vino un momento en mi vida en el cual tuve que contestar la pregunta: ¿Quién es Jesús? ¿Para mi, quién es Jesús?

¿Un hombre histórico bueno?

¿Alguien quien mis papás piensan es Dios?

¿El hijo de Dios, El Señor y Salvador?

La Aplicación

¿Se ha dado cuenta de quién es Jesús? Pedro se ha dado cuenta, como veremos en el siguiente versículo.

La Confesión de Pedro

Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Vs. 16

La palabra Cristo viene de la traducción griega para la palabra Hebrea: Mesías. Pedro confesó que Jesús es divinidad, que Jesús es el Rey Divino y el Rey Prometido en la línea de Davíd quien iba a restaurar la relación entre los judios y su Dios, y entre el mundo entero y Dios.

La Conexión

Hermanos, no hay nada mejor que rendirse delante de Dios y decirle quien Él es. Hay libertad cuando …

… en humildad reconocemos que nosotros no somos Dios

… que nosotros no estamos el centro del mundo

… que Dios es nuestro creador, y que Él había enviado su hijo Jesús como El Único Salvador para salvarnos de nuestros pecados

... que nuestra vida es para Él.

Este es la fundación de la vida Cristiana, y de hecho la fundación de La Iglesia, como vamos a ver en los siguientes versículos.

La Esperanza Que Tenemos Como Líderes en La Iglesia

Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[a] y sobre esta roca[b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. - Mateo 16:17-18

Necesitamos tener cuidado aquí. La Iglesia Católica Romana ha sacado fuera del contexto versículo 18. En vez de abogar por una sucesión apostólica iniciada por Pedro como el primer papa, es mejor entender que aquí Jesús está haciendo un juego de palabras. El nombre Pedro significa piedra, y Jesús está diciendo que la confesión que hizo Pedro es la roca en la cual él edificará Su Iglesia. Pedro no es la roca, sino que la confesión de fe de Pedro es la roca y la fundación de La Iglesia. Cristo es la cabeza de Su Iglesia (Colosenses 1:18), y la confesión apostólica es el la roca en la cual El Señor está edificando Su Iglesia.

Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente.

Las buenas nuevas y la esperanza que tenemos de Jesús es que ni siquiera las puertas del Hades prevalecerán contra La Iglesia. La comunidad de fe que Jesús está edificando.

La Conexión

Hermanos queridos, sé que algunos de ustedes han sentido que es como si Satanás mismo estuviera desatando todas las fuerzas del infierno contra ustedes y sus congregaciones en estos últimos 11 meses.

Las ofrendas han bajado

Seres queridos en sus rebaños y en sus familias han estado contagiados

Su economía está muy fragile

Algunas personas han dejado de congregarse completamente

El futuro está lleno de incertidumbre

Seres queridos han fallecidos

Usted ha preguntado, “¿Estoy solo?”

La Aplicación

La respuesta es “no.” Nuestro Señor y Salvador Jesús ya nos ha prometido que su Iglesia y el evangelio en el cual pertenece a ella son fuerzas invencibles, a pesar de que el sufrimiento y las pruebas que experimentamos en este lado de la eternidad. Tenemos un libro entero al final de La Biblia, Apocalipsis, que nos muestra la victoria del Rey Jesús encima del pecado y sus efectos en la consumación de su Reino, un regreso a lo ideal que vemos en Edén en capítulos 1 y 2 en Génesis. Amados hermanos, somos …

Hijos e hijas de Dios, pertenecemos a la familia de nuestro Padre Celestial (Juan 1:12)

Somos amigos de Jesús, nuestro Maestro y Señor (Juan 15:15)

Hemos sidos justificados de gracia por fe en Cristo Jesús (Romanos 5:1)

Hemos sido transferidos del reino de las tinieblas al reino de Dios (Colosenses 1:13)

Pertenecemos al rebaño de Dios y nadie puede quitarnos de su mano (Juan 10:27-28)

Si la confesión de Pedro ha sido nuestra, entonces pertenecemos a Cristo y a su Iglesia. Tenemos el mandamiento y la comisión de enseñar la verdad apostólica que se encuentra en La Palabra de Dios en obras evangelísticas, en nuestro discipulado, y en consejería bíblica. Tenemos la promesa de que tales obras no son vanas. El Señor y sus propósitos se van a ganar.

Querido pastor, líder, y siervo, usted está sirviendo en la obra más importante en el mundo.

Querido pastor, líder, y siervo, sigue adelante en su obra.

Querido pastor, líder, y siervo, El Señor no nos va a desamparar. Si estamos alineados con sus propósitos, entonces podemos descansar en el plan de Dios y su soberanía en como y cuando Él va a cumplir sus propósitos.