La gran prueba de Juna. 1 Juan 1:1-5
Introducción:
1. Jesucristo siempre ha existido (v1)
1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida.
23 »Desde la eternidad fui establecidaa,
Desde el principio, desde los orígenes de la tierra.
2. Jesucristo ha demostrado quién es (v1)
14 Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangrea, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo,
15 y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida.
31 Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: «Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos;
32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres».
16 Porque cuando les dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de Su majestad.
24 Pero si alguien se gloría, gloríese de esto:
De que me entiende y me conoce,
Pues Yo soy el SEÑOR que hago misericordia,
Derecho y justicia en la tierra,
Porque en estas cosas me complazco», declara el SEÑOR.
39 »Miren Mis manos y Mis pies, que Yo mismo soy; tóquenme y vean, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como ustedes ven que Yo tengo».
3 Él es el resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
3. Jesucristo ha revelado quién es: la Palabra de la Vida (vv1-2)
2 Y la vida se manifestó. Nosotros la hemos visto, y damos testimonio y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y se manifestó a nosotros.
2 Y la vida se manifestó. Nosotros la hemos visto, y damos testimonio y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y se manifestó a nosotros.
14 »Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre,
15 para que todo aquel que cree, tenga en Él vida eterna.
36 »El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedeceb al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él»