FE EN ACCIÓN

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La respuesta al sufrimiento es paciencia

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En estos tiempos la mayoría hemos sido tocados por el dolor y sufrimiento. Algún familiar que falleció, un negoció que quebró, un trabajo que desapareció, una oportunidad perdida, una deuda que se agrandó. Y quiero decirte que Dios no es ajeno y Su Palabra nos habla del tema, aunque quizá no te guste, porque lleva nuestra fe al límite. Incluso algunos han perdido la fe. Como creyentes ha sido un problema para quienes predican que nada malo te puede suceder como cristiano -no saben qué hacer con este pasaje-. Si no crees en Dios, quizá esta es la razón por la que no te acercas.
El dolor y el sufrimiento pueden debilitar o quitar la fe, en ese momento las dudas y preguntas abundan, preguntas que se pueden resumir en 2:
1. ¿Por qué? ¿por qué me sucede esto? Enfermedad, dolor, divorcio, negocio, despido.
2. ¿Cuándo? ¿hasta cuando me escucharás, harás algo, terminará, etc?
Santiago resuelve con 2 palabras frustrantes, que, si lo hubiera dicho alguien más, no tendría sentido. Sería mejor ignorarlo olímpicamente.
Santiago medio hermano de Jesús es quien hablará; no un quién un filósofo, predicador, religioso, maestro, senséi o alguien que se fue a la montaña a meditar sobre el dolor y sufrimiento. Santiago fue un tipo normal que siendo niño creció con Jesús. Imagina la escena: mamá Jesús se comió mi galleta, como todo niño. Cuando Jesús inicia su ministerio, Santiago no cree, es más, como que se burla.
Pues ni siquiera sus hermanos creían en él.” (Juan 7:5, NTV)
La razón por la que llegó a creer en ÉL como el Mesías, es porque lo vio colgar del madero y después lo ve caminando por las calles de Jerusalén, en ese momento cree y pone su fe en su medio hermano Jesús, como el Mesías, el Hijo de Dios.
El resto de su vida la dedica a informar y tratar de convencer a los judíos que Jesús es Hijo de Dios, no lo dice porque él sea un gran orador, escritor o filósofo, sino que vio al muerto volver a la vida. Tomando en cuenta que es su medio hermano, no dice: a los que no creen, quiero decirles que nuestro Señor Jesucristo nos da la respuesta al dolor y sufrimiento desde el punto de vista teórico, no. Santiago pertenece al grupo que ha sido perseguido por su fe, ha experimentado el sufrimiento y el dolor.
De entrada, te digo, la respuesta no te va a gustar, pero antes de descartarla, recuerda quien escribe. ¿Cómo respondemos al dolor y sufrimiento en este mundo? La respuesta es de 2 palabras:
Amados hermanos, tengan paciencia…” (Santiago 5:7, NTV)
¡Tengan paciencia! ¿qué? Esto no nos gusta, además ¡esa no es una respuesta! Eso lo dices cuando no sabes la respuesta o cuando no sabes qué decir dices ¡ten paciencia! Eso te dicen tus padres cuando quieres algo.
Amados hermanos, tengan paciencia mientras esperan el regreso del Señor…” (Santiago 5:7, NTV)
¿Hasta cuándo? Puedo ser paciente…digamos unas 3 horas, una semana, bueno 3 meses, quiero ser paciente con reloj en mano; pero, esperar hasta la venida del Señor, eso, tampoco es respuesta. Yo quiero tender una fecha, un día. Quiero orar hoy y ver a Dios hacer algo el fin de semana.
Santiago nos lleva a este tema que está en todo el NT, lo dice Jesús, Pablo. Además como cristianos, esto nos lleva a poner la fe en acción.
La solución final al dolor y sufrimiento de la vida, no se encuentra en esta vida, la solución al dolor y sufrimiento de este mundo, no lo encuentras en este mundo. Esto nos frustra, porque quiero hacer de este tiempo y pedazo de tierra mi cielo en tu mirada, cada madrugada y uso mis habilidades, energías, recursos en lograr que el cielo sea aquí y ahora; quiero pasar esta vida sin sufrimiento, dolor, una vida libre de angustias.
Mientras más intentas una vida sin dolor y sufrimiento, la vida se vuelve más difícil para ti y quienes te rodean, porque al intentar hacer que la vida sea un cielo, la haces un infierno a los que viven contigo. Si vives con alguien perfeccionista, que quiere tener su vida perfecta, sin alteraciones sin sufrimiento ni dolor, eso te agota…o quizá tú eres quien ve el dolor en los ojos de tu pareja, tus hijos, porque quieres tener todo perfecto y los estás agotando porque ¡nada es como quieres! Verás que por mucho que lo intentes, te quedas sin fuerza, sin tiempo, sin juventud, energía, sin amigos, sin familia y llegarás a la misma conclusión de Santiago: ¡esto no es el cielo!
La verdad es que la solución al dolor y sufrimiento del mundo no lo encontrarás en esta vida, para eso y por eso ¡debes ser paciente hasta que Jesús regrese! Esa es la solución a los problemas del dolor y del sufrimiento, pero esa respuesta no nos gusta y ahora nos da una ilustración.
Amados hermanos, tengan paciencia mientras esperan el regreso del Señor. Piensen en los agricultores...” (Santiago 5:7, NTV)
¿Qué tiene que ver el agricultor? La magnesia con la gimnasia. La gente se está muriendo, hay dolor, hambre, niños sufriendo, enfermedades, padres que sufren ¿qué tiene que ver eso? No cambies el tema. Me pongo crítico y digo: Santiago, tratas el tema a la ligera, pero recuerdo quién es el que escribe, lo que vivió, experimentó y a quienes les está escribiendo.
Amados hermanos, tengan paciencia mientras esperan el regreso del Señor. Piensen en los agricultores, que con paciencia esperan las lluvias en el otoño y la primavera. Con ansias esperan a que maduren los preciosos cultivos.” (Santiago 5:7, NTV)
Nos lleva a la agricultura, nos quiere decir que hay algo que está pasando, algo que no puedes ver y ¡no tienes el control! No te importa y no tienes por qué saber lo que está pasando, pero debes saber que ¡sí está pasando algo! Sabes que en la siembra entierras la semilla y la dejas, lo que casi no meditamos es en lo que sucede en esos momentos, ahí la semilla se pudre ¡muere pues! Su interior queda expuesto y aprovecha para adquirir los nutrientes necesarios que le den la fuerza para romper el suelo y empezar a brotar.
Así como el agricultor siembra y espera, dejando que la naturaleza haga su trabajo, que llegue la lluvia, la tierra interactúe con la semilla, absorba los nutrientes necesarios, rompa el suelo, crezca y produzca fruto, en el tiempo indicado la semilla produce su fruto. Y, la semilla no da origen a otra semilla, sino a un árbol.
De igual manera tú debes esperar y ser paciente y recuerda ¡Dios está haciendo algo! No lo puedes ver, pero hay algo que sucede en lo oculto. Aunque sea difícil de aceptar y por más adictos que seas a los plazos, al control, nos dice: igual que el agricultor, tu respuesta al dolor y sufrimiento es ¡ser paciente!
Ustedes también deben ser pacientes. Anímense…” (Santiago 5:8, NTV)
Aguanten, animen su corazón, esta palabra en griego se puede traducir como: estabiliza tu corazón, cambia tu corazón a esta realidad. En el dolor y sufrimiento es fácil desanimarse, dudar, criticar, es fácil crear división entre nosotros, la gente que te rodea y con Dios.
Mientras que el lente por el que ves las cosas sea el de: ¿dónde está Dios? ¿por qué no hace lo que debe hacer? Si hasta yo se lo que se debe hacer, mientras esa sea tu manera de reaccionar, vas a perder el ánimo. Por eso ¡anímate! Enfoca tu corazón en la perspectiva adecuada, porque Dios está haciendo algo bajo la superficie, no lo puedes ver y aún así, es la única respuesta que tenemos al dolor y al sufrimiento y no podemos hacer nada en este mundo para resolver, lo que sí podemos hacer es: ser pacientes.
Ustedes también deben ser pacientes. Anímense, porque la venida del Señor está cerca.” (Santiago 5:8, NTV)
Pero si hace 2 mil años que dice que su venida está cerca. En el NT los creyentes sabían que Jesús podía venir en cualquier momento ¿por qué creían eso? ¡porque lo vieron irse! No era una idea o una teoría. Fueron testigos, vieron a Jesús subir al cielo y por más difícil que sea para nosotros entenderlo ¡ellos lo vieron, lo vivieron! Por eso decían con certeza ¡Jesús viene otra vez! ÉL dijo que regresaría y por eso lo estamos esperando, por eso se podían animar unos a otras ¡porque fueron testigos!
Por más difícil que sea animar tu pensamiento y corazón, sabes que esto es verdad. Debes vivir tu vida, sabiendo que Jesucristo viene, no hay nada que le detenga para regresar más que Su soberana Voluntad. En cualquier momento puede irrumpir en el mundo, por eso debemos tener el corazón animado, sabiendo que el final está cerca, Cristo viene pronto y entonces, toda lágrima será borrada, pero no en esta vida, sino cuando regrese. Todo sufrimiento acabará. En lo que esperamos que regrese, Santiago nos dice cómo debemos tratarnos los unos a los otros.
Sabes que el dolor puede ser una barrera en tu matrimonio, un problema financiero que no es culpa de los dos, pero se puede volver una barrera por la presión que genera. Cuidar un familiar enfermo, puede crear una barrera, lo haces con amor, pero sabes que es agotador, día tras día, llega a poner presión y sabes que no hay más que puedas hacer y no es culpa del enfermo ni tuya.
Santiago además nos dice:
Hermanos, no se quejen unos de otros, o serán juzgados. ¡Pues miren, el Juez ya está a la puerta!” (Santiago 5:9, NTV)
Nos dice cómo vivir la vida, sabiendo que cualquier día puede regresar. Y nos dará 3 ejemplos, que no son fáciles y dan ganas de decir: ¡nadie hace eso! Dan ganas de decir: si supieras lo que he vivido, sabrías que no tengo que ser paciente ¡ya sufrí suficiente! Es más, hasta tengo derecho de estar enojado con Dios. Santiago dice: es posible vivir así, con dolor y sufrimiento:
Amados hermanos, tomen como ejemplo de paciencia durante el sufrimiento a los profetas que hablaron en nombre del Señor.” (Santiago 5:10, NTV)
Recuerda que habla a judíos que conocen la historia de los profetas. El profeta llegaba cuando parecía que todo estaba bien y le decía al rey: ¡busca a Dios ahora, si no lo haces, sufrirás las consecuencias de tus malas decisiones! El rey a veces no lo quería escuchar y lo metía a la cárcel.
El profeta en la cárcel por semanas, meses hasta años y todo por su fe, por creer en Dios, por obedecer. El profeta podía decir: Dios, hablé en tu Nombre, no dejes que me trate así; sin embargo, con paciencia esperaba…en la cárcel; de repente lo que el profeta había dicho se cumple y todos lo recuerdan, lo sacaban de la cárcel.
Santiago dice: recuerden como algunos profetas sufrían y se dolían porque la gente pensaba mal de ellos, no tenían muchos placeres, pero esperaban con paciencia y al final llegaba la respuesta de Dios y el profeta era bien visto una vez más.
En la Biblia tenemos a los profetas. Muchas veces, el lapso entre la profecía y su cumplimento tardaba, la gente pensaba que eran fanáticos o tontos y quizá el profeta por momento se desanimaba, pero con el tiempo, probaban que estaban en lo correcto.
De la misma manera, ustedes deben ser pacientes y mantener la fe, porque Dios cumple SU Palabra y promesas, sean pacientes, Dios está haciendo algo, está trabajando en lo profundo, en lo oculto, un día tus ojos lo verán. Y Santiago nos da otra ilustración.
Honramos en gran manera a quienes resisten con firmeza en tiempo de dolor...” (Santiago 5:11, NTV)
Nos dice, tú conoces alguien que ha pasado momentos de dolor, sufrimiento, han enterrado a sus seres queridos y ¡han mantenido la fe! ¿conoces alguien? Personas con problemas de salud, financieros, matrimonio, y en medio de todo eso mantienen su fe. Santiago dice ¿qué piensas cuando los ves? Acaso dices ¡tontos por mantener su fe! ¿te alejas de ellos? ¿te burlas? La verdad es que no haces nada de eso, lo contrario ¡los admiras! Ves que permanecen fieles hasta el final y dices: Dios, si algún día paso por el valle de sombra, que tenga la fe que ellos tienen ahora. El mejor ejemplo:
…Por ejemplo, han oído hablar de Job, un hombre de gran perseverancia. Pueden ver cómo al final el Señor fue bueno con él…” (Santiago 5:11, NTV)
Al finaaal Dios hizo algo. Es un buen ejemplo, porque Job fue un hombre con circunstancias dolorosas, sufrió mucho y pensó que Dios lo había abandonado, cuando en realidad la atención de Dios estaba sobre él.
¿Has sentido que Dios te ha abandonado? ¿lo buscas y no lo encuentras? Dios ¿por qué permites esto? Jonas pensó lo mismo, pero Dios estaba junto a el ¿Dios dónde estás? ¡aquí junto a ti, pero no te puedo decir lo que estoy haciendo! ¡aguanta! ¡ten ánimo! YO tengo el control.
La Biblia dice que Job perseveró, y lo vemos al final de su historia. Pero Santiago la menciona y nos pide que la recordemos. Dios no lo abandonó, estaba trabajando bajo el suelo, al final Dios fue fiel, justo y misericordioso, aunque ¡nadie lo sabía en el momento! Por eso Santiago dice: paciencia.
Lo que puedas hacer para mitigar el dolor y sufrimiento ¡hazlo! Pero debes saber que la solución final y total al dolor y sufrimiento no está en este mundo o esta vida, será cuando Jesucristo vuelva. Terminemos el pasaje y Santiago lo hace con algo que también batallamos.
…el Señor fue bueno con él, porque el Señor está lleno de ternura y misericordia.” (Santiago 5:11, NTV)
El Señor está lleno de ternura y misericordia, no a medias, no poco, está lleno, y cuando estamos con dolor decimos ¡espera! ¿qué? ¿cómo dices que sea paciente al mismo tiempo que dices que Dios es lleno de ternura y misericordia? Pero lo que dice es: esa es la naturaleza de Dios, si eres paciente al ver como se desarrollan los acontecimientos, será evidente para ti, como lo fue a los profetas, a Job. Y Dios no ha cambiado, pero para poder verlo, algunas veces necesitas ser paciente.
¿Por qué es difícil? Porque si las circunstancias no lo fueran ¡no necesitarías paciencia! Si no hay dificultades ¿para qué quieres paciencia?
Dime ¿qué pasa cuando debes ser paciente y no lo eres? ¿se mejoran las cosas? ¿qué pasa cuando estas en fila y no tienes paciencia? ¿La fila se apura, el tiempo se detiene? ¿qué sucede cuando inviertes y el resultado no es como esperabas? ¡te impacientas? Y ¿eso hace que el resultado cambie?
Santiago dice: ¿cuáles son tus opciones? Puedes decir: como hay dolor y sufrimiento ¡Dios no debe existir! No hay Dios. Si Dios fuera de amor, todo estaría bien, pero el verdadero dilema es que, si dices: Dios NO PUEDE existir porque la maldad existe. Con eso, lo único que pruebas es que ese Dios, como a ti te gustaría, efectivamente ¡no existe! Eso es todo lo que pruebas, y sabes ¡tienes razón! Un dios así no existe, tu dios no existe, eso es verdad. Tienes la descripción perfecta de cómo debe ser Dios que te gusta y no lo vas a encontrar, ni lo encontrarás ¡no existe! Pero eso no prueba o dice algo sobre si hay o no hay Dios.
Si esa es tu manera de pensar la alternativa de Phill Yancey es para ti: lo único peor que tener un problema y tener a Dios, es tener un problema y no tener a Dios. La tragedia de decir que Dios no existe, es que el dolor y sufrimiento ¡no se va! Lo único que se va es tu esperanza y lo que te queda es vivir en un mundo sin esperanza, propósito ni significado.
Lo 2º es decir: Se que hay Dios, pero ¡no me gusta! Estoy enojado con ÉL, no actúa como creo que debería. Le doy órdenes y no obedece. Le doy la lista de los pendientes que debe hacer y no contesta. Y si ÉL te respondiera, eso es porque YO SOY DIOS, y tu respuesta es: estoy enojado, me voy y me llevo mi fe a otro lado. Aun así, la pregunta persiste ¿qué resuelves? ¿hay menos tragedias? ¿se curan las enfermedades? Y la respuesta es ¡no!
Te quedas con la decepción con Dios y te quedas con la decepción sin Dios. Eso no cambia nada en ti, y le estás dando la espalda a la única persona que le puede dar sentido al sufrimiento y al dolor; si le das la espalda, pasarás el resto de tu vida con desilusión, sufrimiento y sin esperanza.
Hay una 3ª opción y, es decir: no hay respuestas ni soluciones fuera de Dios. Le puedes decir: Dios no me gusta lo que haces, pero ¡tú eres Dios! No se porque haces lo que haces, pero tú eres Dios, yo no. Tú no eres Dios hecho a mi imagen, así que seré paciente, quizá a veces me enojaré, pero tú puedes manejar mi enojo. Lo más importantes es que ¡te amo! Y esperaré a que termines lo que has empezado y dejaré que pase el tiempo necesario, tu tiempo.
Al ver el sufrimiento dan ganas de decir Dios, ¿dónde estás? Quizá veas a otros con más problemas que tú y con más fe que tú. En nuestro mundo finito, algunas veces decimos: Dios, he visto el dolor y también he visto lo bueno que surge después. Pero al ver el mundo, parece que lo malo va ganando, pero recordamos: si hay un cielo, hay infierno; si la gente pasa la eternidad en uno de esos lugares, entonces, Dios en su infinita sabiduría, poder, amor, misericordia y compasión nos dice: espera, es mejor que seas paciente.
Recuerda que eso lo dice un testigo de la crucifixión y de la resurrección y te dice: yo lo vi, lo oí y te digo que es verdad que ÉL va a regresar.
Tenemos que hacer lo que podamos para disminuir el sufrimiento y dolor en este mundo, porque somos las Manos de Jesús, pero la solución para el sufrimiento y dolor del mundo no lo encontrarás en este mundo.
La solución llegará cuando Jesús regrese y quite todo lo malo, si se tarda, no es porque no le interesa, sino todo lo contrario, porque le interesa, por misericordia se espera y porque hay cielo y la gente pasa la eternidad en algún lugar, por eso ¡espera! Nuestro Dios lleno de ternura y misericordia, te ama y viene por ti.
Al ver el dolor y sufrimiento a través del lente del conocimiento que ÉL regresará y de la eternidad ¿sabes qué haremos? Seremos pacientes y tendremos fe, y así esperaremos con ansias su regreso.
Palabra de Dios.
Oremos
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