Una vida diferente
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Introducción
Introducción
Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente, entenebrecidos en su entendimiento, excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón; y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas. Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera, si en verdad lo oísteis y habéis sido enseñados en El, conforme a la verdad que hay en Jesús, que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos, y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.
El pasado 8 de marzo de este año se conmemoró a la mujer, celebración que comenzó en Dinamarca el 28 de febrero de 1909, y después cambiada al 8 de marzo en el año 1917. Pero a partir de unos años atrás, el Día Internacional de la Mujer se ha convertido en el “Día Internacional (al menos en México) de Vandalismo Femenino”. Este día en especial se han hecho manifestaciones feministas (diferencia de femenina) para “alzar su voz” dañando inmuebles en la sociedad, y agrediendo a hombres que estén por su camino, e incluso a agrediendo a mujeres que, según ellas, son traidoras a su género. Esto ha afectado a nuestro país a tal punto que, por ejemplo, la Librería cristiana donde yo trabajo, la sucursal del Centro, tuvo que cerrar ese día por seguridad. Realmente estamos viviendo en una época muy delicada, donde ya debes tener cuidado hasta de quien eres, porque si no hay ataques.
Lo triste, mis hermanos, es que muchas mujeres (incluso hombres) cristianas están participando de este movimiento feminista. Ha habido gran cantidad de jóvenes y mujeres en la iglesia que se hacen llamar a sí mismas feministas, y aprueban este vandalismo maquillado como libertad de expresión. Lo preocupante de este involucramiento de la iglesia en estos movimientos es que está habiendo cada vez menos diferencia entre la mentalidad de los del mundo, y los creyentes. Bien lo dijo un maestro de la maestría:
Cada vez que la sociedad experimenta cambios, la iglesia experimenta cambios, debido a que la iglesia está plantada en esa sociedad y el mundo termina contagiando la iglesia en vez de que la iglesia evangelice al mundo. (Miguel Núñez, De Pastores y predicadores, 19.)
Pero recordemos lo que hemos visto desde hace un par de semanas. Pablo ha pasado a la sección práctica de su carta para entonces hablar acerca de cómo vivir bajo la teología que está expresada en los primeros tres capítulos. Vimos que la Unidad en el cuerpo es un deber de todo creyente el mantenerla y luchar por ella, a pesar de las diferencias que hay entre los miembros. Vimos, además, que el Señor nos regaló a los pastores y maestros para ayudarnos a crecer como iglesia, y como Cuerpo de Cristo, pero también es deber de cada miembro involucrarse en ese crecimiento.
Ahora, Ef.4.17-24, nos hablará de la responsabilidad de todo creyente para con su propia vida. Hemos sido llamados a vivir una vida diferente a la del mundo, y por eso titulé así el sermón: Una vida diferente. Y la intención de mi corazón en esta mañana es que nos diagnostiquemos en cuanto a nuestra vida, si verdaderamente estamos en una nueva vida, o si seguimos “muertos en nuestros delitos y pecados” (cf. Ef.2.1).
Vemos aquí una exhortación del apóstol Pablo:
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
Pablo es muy enfático al decir “ahora como un cuerpo en Cristo, ya no deben vivir más igual a como viven los gentiles”. Lo que Pablo va a comenzar a decirnos es que todo lo que ahora va a mencionar debe ser tomado como si viniera del mismo “Señor Jesucristo”. Es interesante que Pablo comienza con una comparación entre dos tipos de personas: “gentiles que viven en la vanidad de su mente”; y “los gentiles que se despojan del viejo hombre”. Y, precisamente, esos dos diagnósticos veremos el día de hoy: La depravación de los inconversos (v.17-19); y La santidad de los convertidos (v.20-24).
La depravación de los inconversos (17-19)
La depravación de los inconversos (17-19)
Ya hemos visto que la palabra “andéis” es una manera de decir “vivir continuamente”. Y Pablo exhorta a los efesios que éstos YA NO DEBEN VIVIR de la misma manera que los efesios en Éfeso. ¿Cómo está esto? Hay que recordar que a quienes Pablo se está refiriendo es a cristianos que viven en una comunidad geográficamente específica, sin embargo, tal lugar geográfico también es habitada por efesios que no son creyentes. Lo mismo podríamos decir de la comunidad en donde vivimos nosotros. No todos son creyentes, sin embargo, hay creyentes allí.
¿Por qué Pablo vuelve a mencionar a los incoversos?
Él ya se había referido a ellos en Ef. 2.1-3, 11-12, y aquí en Efesios 4.17-19 vuelve a mencionarlos, y volverá a hacerlo en versículos más adelante (ya llegaremos a ellos); y en cada una de estas ocasiones Pablo tenía un propósito para hacerlo. En este caso, para redactarnos un diagnóstico de la gente inconversa, que espero que haya alguno aquí en esta mañana, y que viendo su terrible e irremediable condición se arrepienta y corra a Cristo en fe.
¿Qué diagnóstico nos da Pablo de estos individuos?
Vemos al menos cinco eslabones en las que el hombre caído ha ido corrompiéndose poco a poco hasta llegar a la condición en la que ahora está. Pero antes de verlos, es necesario que mencione que todo ser humano ha nacido culpable ante un Dios santo. No hay nadie que haya nacido sin pecado, consciente o inconsciente. Todo ser humano es pecador desde la concepción (Sal. 51.5). No es que nace y con el tiempo se vuelve pecador porque se vuelve consciente de las cosas que son malas. No. Desde antes de entrar a este mundo ya es un enemigo de Dios. Nace muerto por el pecado que heredó de sus padres, y así crece… Muerto. Teniendo en mente esto, demos, entonces, entrada a esta doctrina bíblica que es “La Corrupción Radical o Depravación Total del hombre”.
“Se entregaron a la lascivia”
“Se entregaron a la lascivia”
ME llama la atención la palabra “entregaron”, porque es la misma palabra que se usa en los evangelios para describir la acción que hizo Judas con el Señor “lo entregó”. Pero para demostrar la depravación del hombre, Romanos 1.21-28 nos va a describir esto. Notemos qué es lo que hizo Dios con el hombre a causa de su pecado:
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.Profesando ser sabios, se hicieron necios,y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;
¿Quién fue el que entregó al hombre para continuar en sus pecados?
¿Quién fue el que entregó al hombre para la lascivia en Ef.4.19?
Aquí no hay contradicción. Tanto en Romanos como en Efesios, ambas cartas de Pablo, se está diciendo que el hombre es responsable de sus pecados, porque él se ha entregado a eso. Pero en Romanos, cuando dice que “Dios los entregó”, igualmente que en Efesios, la palabra entregar tiene la idea de “no estorbar para hacer algo”. En Romanos Dios soberanamente no le estorba al hombre que quiere vivir en su pecado, y en Efesios el hombre no se estorba para hacer actos libertinos. Esto nos enseña que el hombre puede y es completamente malo, pero no tan malo como pudiera serlo porque Dios lo mantiene en su línea. El hombre se rebela y Dios no le estorba; y Dios no le estorba al hombre y éste se rebela contra Dios. Así tan depravado está el hombre. Pero, ese es tan solo el primer eslabón.
“Perdieron la sensibilidad”
“Perdieron la sensibilidad”
Literalmente dice “perdieron la vergüenza” para cometer actos que deshonran a sus propios cuerpos. Romanos nuevamente nos enseña esto:
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
Es interesante que Pablo mencione la homosexualidad como producto de la pérdida de la sensibilidad, como un acto vergonzoso. La homosexualidad, mis hermanos, no es otra cosa que el pecado de la auto-negación biológica para satisfacer sus deseos en quien o quienes biológicamente no es posible aparearse. Contrario a lo que la sociedad dice, la homosexualidad es pecado porque atenta contra el diseño divino que Dios estableció en la relación entre un hombre y una mujer. Y Pablo dice que, por causa de su depravación, este sentir de diseño es ignorado, y sin vergüenza van en contra de su propia biología.
¿Y esto en qué resulta?
“Dureza de su corazón”
“Dureza de su corazón”
La Biblia enseña que el hombre endurece su corazón, como en el caso de Faraón, y no quiere obedecer a lo que Dios demanda. Pero también la Biblia nos dice que Dios es quien pesa todos los corazones, y Él es quien, soberanamente endurece el corazón del hombre para que no crea.
Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Y cuando un corazón está endurecido, por más que se le llame al arrepentimiento, éste sigue en ese estado. Por ejemplo, tú amigo o amiga que estás escuchando esto y aún te resistes a creer en el evangelio. Tú eres la ilustración perfecta y vívida de este punto. Y esta dureza lleva al cuarto eslabón en la depravación del hombre:
“Entendimiento entenebrecido”
“Entendimiento entenebrecido”
Luego de entregarse al pecado; luego de perder toda sensibilidad; y después de que su corazón se endurece, el ser humano desde su nacimiento tiene “el entendimiento entenebrecido”. NO puede comprender lo que la Biblia enseña sobre sí mismo, sobre Dios, y sobre el pecado. No hay nada que lo haga entender la verdad del evangelio, porque su corazón esta endurecido, y ha perdido la sensibilidad para percibirlo, porque se ha entregado al desenfreno.
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Así que, esa idea de que el ser humano posee esa capacidad moral para buscar de Dios y entender el evangelio es equivocada, porque la Biblia es clara al decir: “no se sujeta a Dios, ni tampoco puede”. No dice que no quiere, lo cual es cierto. Dice explícitamente “no puede someterse a Dios”. Y esta condición lo lleva a vivir de esa manera.
“Anda en la vanidad de su mente”
“Anda en la vanidad de su mente”
Ese es su estilo de vida. Eso es lo que lo distingue. La palabra vanidad puede malentenderse a creer que se refiere a ese amor excesivo a uno mismo. Pero en realidad enseña la “futilidad” de la mente del hombre. Está engañada. No hay un destello de luz en él. Todo lo que hace está hueco, sin valor, sin entendimiento. Y de esta manera es como está viviendo todo aquel que no ha venido a la fe.
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.Profesando ser sabios, se hicieron necios,y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Y puede ser que lleguemos a pensar: “Así es como vive el mundo. No nosotros.” Pero aquí es donde la pregunta realmente queda adecuada:
¿Existe alguna diferencia entre tus pensamientos y maneras de pensar que las de los no creyentes?
Debe de haber una diferencia, mi hermano, entre nuestra manera de vivir con la del mundo. No es posible que nuestra manera de pensar no sea tan distinta a como piensa el mundo. Pablo lo dijo perfectamente en Ef. 4.20: “Ustedes no aprendieron así a Cristo”.
La santidad de los creyentes (20-24)
La santidad de los creyentes (20-24)
Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera,
Pablo es muy enfático al poner el contraste entre los efesios paganos y los santos a quienes les está escribiendo. “Pero”. Los efesios viven de esta manera pero ustedes no. Tus vecinos viven de esa manera, pero tú no. La gente que te rodea piensa de esa manera, pero ustedes no pueden pensar así. No es concebible. Sencillamente no es posible que ustedes, efesios, santos y apartados por Dios, sellados por el Espíritu vivan de esa manera.
Pero veamos lo que literalmente Pablo está diciendo. Él no está diciendo: ustedes no han aprendido así de Cristo, como si se estuviera refiriendo a esa doctrina que los efesios recibieron de Pablo, o de algún otro maestro. Pablo está diciendo: ustedes no han aprendido así A CRISTO. Es muy importante hacer esta aclaración porque hay una enorme diferencia entre saber acerca de Cristo, y otra muy distinta conocer A CRISTO. Puedes haber estado toda tu vida en medio de creyentes sin ser uno. Puedes escuchar domingo tras domingo el evangelio y no ser salvo. Puedes escuchar una y otra vez acerca de Cristo y lo que Él hizo por ti, y sin embargo, no conocerlo a Él. Puedes ser miembro de UNIFAM Izcalli desde tu nacimiento, y sin embargo estar de camino al infierno por no haber conocido personal y espiritualmente a Cristo.
Pero este conocimiento no ocurre en un instante, sino que es un proceso que va en aumento poco a poco.
si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
Aquí Pablo no está poniendo en tela de juicio que los efesios hubieren escuchado el evangelio. Nosotros al leer que una oración comienza con un “si”, automáticamente entendemos que se trata de una oración condicional. Es decir, no dando por seguro que algo haya ocurrido. Pero Pablo no está haciendo esto. Literalmente debería traducirse “puesto que ciertamente le han oído a Él y en Él han sido enseñados”. ¡Oh, cuánto hemos fallado en este punto, mis hermanos”.
Quiero enfatizar un punto que la semana pasada no mencioné. Mis hermanos, una evidencia de que la iglesia está creciendo saludablemente es que la iglesia está involucrada en el discipulado. Pablo está diciendo que los mismos efesios fueron sometidos a un discipulado pues ellos “han sido enseñados en Él”, en Cristo.
enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Mis hermanos, la obra de evangelismo no se queda únicamente en el hablar de Cristo, sino de enseñarles a la gente acerca de Cristo. Es necesario que se les enseñe a obedecer todo lo que Dios nos ha mandado (Mt.28.20); y para que sepan qué es lo que Dios ha mandado obedecer, es necesario que haya quien enseñe. Pero cómo cumpliremos ese mandato, si no hay discipulado. Mis hermanos, es necesarios que crezcamos en conocimiento, en madurez, en santidad (y de hecho de eso hablará más adelante).
que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos,
Ya vimos cómo es que viven los inconversos, y Pablo ya dejó en claro que los efesios habían sido rescatados y vivificados de su muerte espiritual. Pero entonces hay tres mandatos por parte de Pablo:
Despójense del viejo hombre
Despójense del viejo hombre
Yo creo que todos hemos hecho esto: Cuando llegamos del trabajo, después de un día ajetreado, lleno de actividades. Y llegas cansado y con dolor en los pies, y lo único que quieres hacer es quitarte los zapatos y dejar descansar tus pies. Algunos llegamos y en cuestión de segundos nos quitamos todo y nos ponemos la pijama. O, ¿quién de aquí vino el día de hoy con la misma ropa de ayer? Nadie.
Lo mismo es lo que todo creyente hace con su antigua manera de vivir. Ya no la tenemos puesta. Nos la quitamos de encima así como nos quitamos una ropa sucia, para ponernos algo más cómodo y limpio. Pero, notemos quién es el que realiza la acción.
Pablo no está diciendo: Bueno, ya son salvos, escogidos y predestinados, entonces ya no tienen por qué ni de qué preocuparse. Dios hará todo por ustedes. Solo tienen que sentarse y esperar a que Dios haga la obra. Aquel que piensa así NO HA ENTENDIDO EL EVANGELIO. Aquel que piensa que creer en la predestinación y seguridad de la salvación nos da licencia para pecar, NO HA ENTENDIDO LA DOCTRINA DE LA ELECCIÓN NI LA PRESERVACIÓN DE LOS SANTOS.
Si dices que has sido salvado, pero sigues viviendo de la misma manera que antes, ¿de qué fuiste salvado? Realmente te estás engañando, creyendo que eres salvo cuando realmente es posible que no lo seas. Mi hermano, el infierno esta lleno de gente que creyó que era salva, cuando no lo era y solo se auto-engañaba.
Lo que me lleva al segundo mandato: renuevan su mente.
Renuevan su mente
Renuevan su mente
y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
¿Recuerdan que los inconversos andan en la vanidad de su mente, con el entendimiento entenebrecido?
Pablo aquí hace la comparativa opuesta del impío, y habla acerca de la renovación de la mente del creyente. Mi hermano, la salvación no solo es un cambio de condición condenada a libertada. También es un cambio de mentalidad. Ahora vemos la vida de una manera distinta.
Si antes vivíamos para nosotros mismos, ahora vivimos para que Cristo sea reconocido y nosotros pasados por alto. Si antes buscábamos satisfacer nuestros impulsos, ahora nos mueve el Espíritu para obedecerlo y agradar al Señor. Hay un cambio de pensamiento; o mejor dicho: Ahora sí entendemos.
¿Cómo es que podemos renovar nuestra mente?
Este verbo está en voz pasiva, lo que describe que nosotros recibimos la acción, no la realizamos. Es a través de la Palabra que nuestra mente se va renovando poco a poco.
¿Te has preguntado por qué después de haber escuchado una buena exposición de la Palabra te sientes renovado?
¿Te has preguntado cómo es que después de leer la Biblia tu mente parece estar más tranquila, y por consecuencia tus sentimientos están más controlados?
Es porque la Palabra es”viva y eficaz, y corta más que cualquier cuchillo, pues penetra hasta el alma, confronta las intenciones de nuestro corazón” (He. 4.12). Pero no solo debemos dejar nuestra antigua vida y saturar nuestra mente con la Palabra de Dios. También es necesario que nos revistamos del nuevo hombre.
Vístanse del nuevo hombre
Vístanse del nuevo hombre
y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Me encanta cómo Pablo usa el ejemplo de una ropa vieja y desecha para hablar acerca de la vieja naturaleza, mientras que para hablar de la nueva naturaleza utiliza la imagen de una ropa nueva y limpia. La misma ilustración utiliza Jesús para describir la condición de la iglesia en Laodicea, exhortándola a revestirse de buenas obras (vestiduras blancas, Ap.3.17-18).
Nuevamente Pablo menciona la estrecha relación que hay entre la doctrina y la práctica. Este nuevo hombre, dice Pablo, fue “creado en la justicia y santidad de la verdad”. Esta nueva naturaleza ha sido dada por Dios, solo por gracia, para con Sus hijos. Está bordada de justicia y santidad, y se nos exhorta a vestirnos de ella. Allí está, solo tienes que vestirte. Allí está, solo tienes que apropiarte de ella. Allí está, solo tienes que vivir en ella.
¿Notamos cómo Pablo fue construyendo todo su argumento para terminar en esta exhortación?
Ustedes, efesios, han sido escogidos para ser salvos (Ef. 1.4), y por lo tanto enseñados con el evangelio para que ahora deben vivir de acuerdo con él (Ef. 4.1). Han sido vivificados por y para Dios (Ef. 2.1-10) y fueron reconciliados con los hombres (Ef. 2.11-16), por tanto ahora deben vivir en unidad con sus hermanos (Ef. 4.11-16). Han sido resucitados con Cristo (Ef. 2.4-6), y por tanto deben vivir en una nueva vida (Ef. 4.20-24). Como pueden ver, de la teología es que derivan los mandatos. Como un pastor lo dijo:
La Teología sin santidad es la hipocresía que condena al infierno, en la misma manera que una obediencia sin teología es el legalismo que condena al infierno (Josías Grauman)
Y esto es debido a que nuestra teología no solo se cree, y hasta ahí. No. Nuestra teología también se vive, se viste. “revestidos del nuevo hombre”.
Y tú, ¿qué evidencia hay de tu regeneración?
Conclusión.
Conclusión.