Ética Cristiana: Viviendo en medio del empoderamiento

Ética Cristiana  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 136 views

Esta es una serie consecutiva sobre la ética cristiana. En este serie se abordará los siguientes temas: 1) Introducción, 2) Viviendo en medio del empoderamiendo (Feminismo), 3) Viviendo en medio de la inconformidad (Ideología de género), 4) Viviendo en medio del menosprecio (Aborto) y 5) Reflexión final sobre Ética Cristiana.

Notes
Transcript

Introducción

Un privilegio se ha convertido en opresión, el amor se ha convertido en odio, la paz se ha convertido en guerra. Esta es la forma de vida que vemos que hoy en día se está queriendo implantar a toda costa en nuestra sociedad por medio de la televisión, redes sociales, música, educación, etc. Realmente la mujer ha dejado de ser mujer o está luchando por encontrar su propia identidad que ha perdido. Propone Simone de De Beauvoir: “No se nace mujer, llega una a serlo”. El feminismo de hoy en día es un Tsunami diabólico que se está entrando a la iglesia y que debemos luchar por no permitir que lo siga haciendo.
Cita bíblica
Génesis 2:18 RVR60
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

I. Clases de feminismo

Al adentrarnos en el tema del feminismo, primeramente debemos entender que no existe un sólo feminismo, sino que hay varios durante la historia. Por lo menos en esta ocasión vamos a observar 3 de los que pueden encabezar el asunto que queremos tratar.
Feminismo sufragista
Se caracterizó fundamentalmente por la igualdad ante la ley, reivindicando derechos cívicos y políticos para el sexo femenino lo cual, lejos de representar un mal social, fue un gran aporte en favor de la justicia.
Feminismo marxista
Resolver problemas con arreglo a una revolución violenta que acabe con la propiedad privada y con la familia como institución social, pues aquí se halla el germen del mal: “La liberación de la mujer exige, como condición primera, la reincorporación de todo el sexo femenino a la industria social, lo que a su vez requiere que se suprima la familia individual como unidad económica de la sociedad” (Friedrich Engels). Familia individual es un tipo de familia, existía antes matrimonio por grupos (Poligamia y poliandria).
Feminismo radical
Si la liberación de la mujer no fue lograda con las victorias feministas en el terreno de los derechos civiles y políticos ¿Qué es lo que ahora sigue “oprimiendo a las mujeres”? La respuesta a esto es los aspectos culturales del “rol femenino” (ser esposa y madre) como aquello que causa opresión. La obra más importante del feminismo del siglo XX es “El segundo sexo” de Simone de Beauvoir (1908-1986). La tesis central es que “mujer” es un concepto socialmente construido, es decir, carente de esencia, artificial, siempre definido por su opresor: el hombre. La famosa frase que resume la propuesta teórica de De Beauvoir es: “No se nace mujer: llega una a serlo”. La tarea de la mujer como género que pretende liberarse es, en este orden, romper con el concepto cultural de mujer y recuperar una presunta “identidad perdida”. El ser humano no es nada más que aquello que él hace de sí mismo. No existe nada como una “naturaleza humana”; todo lo que al ser humano respecta, es el resultado de los procesos históricos que envuelven el devenir de las sociedades.

II. Ponencias del feminismo radical

La institución familiar es opresiva
Porque hace de la mujer alguien que “no tiene otra forma de crear y de soñar en el futuro. No puede considerarse a sí misma bajo ningún otro aspecto que no sea el de madre de sus hijos o esposa de su marido”Friedan Betty. Los casos de la familia rusa, siendo el varón un macho.
La propiedad privada es el fundamento de dominación de los sexos.
La división del trabajo familiar puso sobre el hombre la función de procurar alimentos y herramientas, con lo cual aquél se fue apropiando de a poco de éstos. Así, el hombre irá tomando preeminencia por sobre la mujer a medida que aumentaba la riqueza, y tal cosa le permitirá empezar a modificar también la forma en que se establecía la línea de descendencia y, por tanto, el derecho de herencia. En este sentido, la propiedad privada, causal de explotación de clases, es causal también de la explotación de los sexos. “El derrocamiento del derecho materno fue la gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo. El hombre empuñó también las riendas en la casa; la mujer se vio degradada, convertida en la servidora, en la esclava de la lujuria del hombre, en un simple instrumento de reproducción.”
El matrimonio es un disvalor.
El matrimonio es aquello que no tiene cualidad estimable, y por lo tanto no es positiva. El matrimonio hace que la mujer no sea libre sino esclava. Es decir, cambiar de raíz la situación de la mujer no será posible hasta que no cambien todas las condiciones de la vida social y doméstica. Cambiar de raíz es “Si el origen de la familia celestial no es más que la prefiguración misma de la familia terrena humana, es a ésta a la que hay que destruir”. Marx sobre Feuerbach. Simone de Beauvoir opina lo mismo y lo curioso es que ella tenía un matrimonio particular.
Tener hijos es superfluo y sólo acrecienta la opresión
Es decir que es algo no esencial y frívolo “engendrar, amamantar, no constituyen actividades, son funciones naturales; ningún proyecto los afecta; por eso la mujer no encuentra en ello el motivo de una altiva afirmación de su existencia; sufre pasivamente su destino biológico”. Es llamativo que quien nunca engendró ni amamantó efectúe semejante declaración. Parece ser que su propia biografía afecta sus argumentos: ella nunca quiso parir hijos y, al contrario, escogió matarlos en su vientre.[129] Es paradójico que para De Beauvoir dar vida no sea un “proyecto”, mientras que matar sí lo sea.
El hombre es irreconciliable e incompatible con la mujer
Por todo lo anterior mencionado es el varón aquel que oprime a la mujer, no hay forma de conciliar con él, se vive en un mundo donde el patriarcado ha arrasado y es necesario liberarse de la opresión machista.

III. Respuesta bíblica a dichas ponencias.

Dice Étienne Gilson: “hay un problema ético en la raíz de nuestras dificultades filosóficas: los hombres somos muy aficionados a buscar la verdad, pero muy reacios a aceptarla”. Y así es la condición de la sociedad, una corrupción que no puede ser cuestionada, ni mucho menos combatida. Así se vive en este siglo. Un siglo lleno de sorpresas de mal gusto. Por eso vamos a defender la institución bíblica de lo que Dice respecto a la mujer y la familia, por que este es el blanco en el pensamiento feminista, dado que una vez destruida la familia, el resto es cuestión de esperar.
La institución familiar es una bendición (Gn. 2:18; 22-25)
Al afirmar este punto tratamos con tres de las ponencias del feminismo (a, c, e). Lo primero que debemos entender es que la familia no es una institución opresora, sino una institución divina con el propósito de darle la gloria a Dios. Dice Génesis 2:18 “haré ayuda idónea para él”. La mujer no está llamada a ser oprimida por su marido, sino a ser alguien que brinda ayuda, que es ayudadora. El término “ézer” aparece 21 veces en el A.T. y se usa para referirse a Dios como el Ayudador. El concepto de ayuda idónea no tiene implicación de inferioridad, sino a alguien que que trabaja de al lado de la persona a quien ayuda para llevar a cabo la labor que el Señor le ha encomendado. Por otro lado, “k`enegdo” que significa “delante de” y “opuesto a” esto significa que se nos habla de alguien que es “como él” pero como “opuesta a él”. Esto es, es como él en cuanto al valor y dignidad delante de Dios, pero que son diferentes en género, diseño, en su forma de ver la vida y reaccionar ante ella. Lo bello del matrimonio es que: saben que son iguales en valor hacia Dios, pero también que son distintos el uno al otro y esto no los hace inhabitables, sino complementarios. “Ambos tienen misma naturaleza, pero de lo que el hombre carecía (no era bueno que el hombre esté solo) ella lo suplía, y lo que a ella le faltaba, él lo proveía.” (John F. Walvoord). El matrimonio es algo hermoso, porque es un reflejo vivo de lo que es la relación entre la iglesia y Cristo.
El marido provee a su familia (Ef. 5:28-29; 2 Co. 12:14)
Al afirmar este punto se trata con el punto b. Sin duda alguna la providencia es uno de los atributos de Dios que nos sorprende en gran manera. Esta es una de las responsabilidades que el varón tenía cuando fue creado. El Apóstol Pablo reflexiona en esto cuando relaciona la provisión con la clase de amor que se debe brindar a su esposa, él arguye que quien se ama a sí mismo también ama a su esposa y consecuentemente debe sustentar y cuidar a ella y su familia. La idea es la de un pájaro alimentando a sus crías, los alimentan hasta que salen del nido. El esposo provee dos cosas, primero, sustento, y segundo, cuidado, similar al pájaro bajo sus alas. Pablo menciona la responsabilidad de proveer en 2 Corintios 12:14 mencionando que quienes hacen tesoro son los padres a los hijos y no viceversa.
Los hijos son esenciales (Gn. 1:27-28; 5:2; 9:1; 7)
Al afirmar este punto se trata con el punto d. En último lugar, yendo en contra del feminismo, tener hijos es esencial en el matrimonio. Y es que el matrimonio es para demostrar la relación de la iglesia y de Cristo y una de esas bendiciones de esa unión es la multiplicación. Algo muy interesante que debemos notar al leer Génesis 1:28 es que la bendición de Dios llegó al matrimonio, ese término utilizado para “bendecir” tiene la idea de conferir capacidad para existir y vivir plenamente, también implica tener el favor divino. Las ordenes de Dios al matrimonio fueron: “Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra.” En ese sentido, “fructificad” significa “producir una descendencia de la misma naturaleza” y “multiplicaos” implica que la descendencia debía ser muy numerosa. En Génesis 9:7 encontramos la frase “procread abundantemente” la misma idea de producir innumerables seres vivientes. Toda la creación de Dios, incluso los mandatos dados a los seres humanos eran “buenos en gran manera” todo lo que hizo tenía las características adecuadas de tal forma que esa adecuación era en extremo buena.

Conclusión

Hoy se habla mucho del empoderamiento de la mujer. Y yo creo que algunas mujeres están tan empoderadas que no se están dando cuenta del impacto que el feminismo está teniendo en ellas.
Cuando ella trata a tu esposo como si fuera su hijo, cuando irrespeta la autoridad de su marido, cuando no se convierte en una plataforma que ayude a surgir el liderazgo de su marido sino que lo aplasta y en las reuniones públicas cuando ella es la que más habla y el pobre marido tiene que pedir un turno para hablar, todas estas son manifestaciones del impacto del feminismo.¿Y saben quiénes están llamadas a ser un muro de contención para que esas olas diabólicas e ideológicas no penetren en la iglesia? ¡Son mujeres piadosas que se plantan en sus pies diciendo “Yo estoy dispuesta a abrazar con gozo y con convicción el hecho de que Dios me hizo mujer”! ¡Ustedes son ese muro de contención! Y para el mundo tiene que ser muy evidente que hay una diferencia entre lo que se ve aquí adentro y lo que se ve allí afuera. Y como Pablo dice: “Mujeres, hagan eso para que la Palabra de Dios no sea blasfemada”.
Related Media
See more
Related Sermons
See more