Jesús Vive en mi

Jesús vive en mi

Paula C.

¡Jesús ha resucitado! ¿cuántos pueden decir AMEN a esta afirmación.

Incluso con todos los datos que Jesús dio a través de su ministerio, algunos de sus discípulos no creían que pasara.

Jesús no les ocultó ninguna información, siempre fue claro para ellos.

Mateo 16:21 (PDT)

Desde entonces, Jesús comenzó a explicarles a sus seguidores que tendría que ir a Jerusalén, y que los ancianos líderes, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo harían sufrir mucho. Tendría que morir, pero a los tres días resucitaría.

Sólo Juan, el discípulo amado, estuvo al pie de la cruz y junto con Pedro y María, fueron de los primeros, en ser testigos de este hecho sin antecedente ni precedente.

Mucha gente en este tiempo sigue dudando si en realidad Cristo resucitó de entre los muertos.

Por eso, cuando tu y yo nos apartamos de ese pensamiento, fácilmente comenzamos a perder de vista lo eterno, lo celestial, lo sobrenatural y damos paso a acciones terrenales que nos alejan de la eternidad.

Jesús ha resucitado / Jesús vive en mi.

¿Por qué es tan difícil creer un hecho tan sencillo para Dios?

¿Por qué a veces los cristianos vivimos como si la resurrección de Cristo no tuviera nada que ver con nosotros?

Algunas verdades sobre este hecho:

En primer lugar:

La resurrección de Cristo estaba planeada desde antes de la fundación del mundo.

Mateo 22:31-32 (NBV)

Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que les fue dicho por Dios, cuando dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob”? Él no es Dios de muertos, sino de vivos».

Esta palabra la recibieron muchas personas antes de que el Mesías llegara a esta tierra.

Y todos ellos caminaron con la promesa de ser resucitados un día junto a Cristo.

En segundo lugar:

La resurrección de Cristo siempre tuvo un propósito perfecto, nuestra salvación.

1 Pedro 1:5-9 (NBLA)

Mediante la fe ustedes son protegidos por el poder de Dios, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. En lo cual ustedes se regocijan grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, sean afligidos con diversas prueba, para que la prueba de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; a quien sin haber visto, ustedes lo aman, y a quien ahora no ven, pero creen en Él, y se regocijan grandemente con gozo inefable y lleno de gloria, obteniendo, como, resultado de su fe, la salvación de sus almas.

La resurrección de Cristo selló el deseo del corazón de Dios, “para que todo aquel que en el crea, no se pierda, sino que tenga vida eterna” Juan 3.16

En tercer lugar:

La resurrección de Cristo es la columna vertebral de nuestra fe.

1 Corintios 15.12-19

12 Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre ustedes que no hay resurrección de muertos?

No podemos decir que Jesús resucitó y de la misma manera pensar que nosotros no seremos resucitados.

La base de nuestro mensaje es que Jesús resucitó y que un día volverá por sus hijos, los que hemos creído en Él.

El hecho de decir que Jesús vive en mi, me lleva a creer de todo corazón, y a tener esperanza viva, que un día, así como Cristo, tu y yo resucitaremos para toda una eternidad.

13 Y si no hay resurrección de muertos, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado;

Puedes imaginar la escena que nos presenta el evangelio:

Lucas 24:39-40 (NBV)

Miren Mis manos y Mis pies, que Yo mismo soy; tóquenme y vean, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como ustedes ven que Yo tengo». Cuando dijo esto, les mostró las manos y los pies.

Es una verdadera tragedia que hoy en día haya gente que se hace llamar cristiana, y que dude sobre la resurrección de Cristo.

Algunos dicen que realmente no murió, que el proceso de redención, fue un evento irreal, que los clavos no le dolieron ni la corona de espinos.

Cristo sufrió, por amor a ti y a mi, siempre pensando en el momento glorioso de dar eternidad a nuestro espíritu.

Jesús ha resucitado / Jesús vive en mi.

14 y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también la fe de ustedes.

Y si Cristo no resucitó, esta buena noticia que anunciamos no sirve para nada, y de nada sirve tampoco que ustedes crean en Cristo.

Cuando hablamos de predicación, hablamos de transmitir el mensaje de la cruz de forma audible, precisa y que traiga transformación a los corazones que escuchan.

Algo vano, es algo vacío sin sentido y es imposible que lo que tu y yo hemos vivido desde que conocemos a Jesús sea con esas características.

Jesús resucitó / Jesús vive en mi.

15 Aún más, somos hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra Dios que Él resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.

Cada persona que ha ofrecido su vida por Dios, no murieron por una mentira, sino que estaban convencidos de la resurrección de Cristo.

Cada discípulo de Jesús tuvieron la oportunidad de demostrar este hecho, con sus propias vidas.

No fueron falsos testigos de la resurección de su Maestro, sino que testificaron no solo con sus palabras, sino con su propia vida.

Tu y yo no hablamos de mentiras cuando decimos que tenemos paz, que tenemos gozo, que disfrutamos de misericordia y gracia, que cada día somos transformados de gloria en gloria y que un día estaremos por toda la eternidad con Dios.

16 Porque si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado;

Puedo pensar en la forma como ese hombre llamado Lázaro, que fue resucitado por Jesús, daba testimonio del poder de aquel que lo había levantado de los muertos.

Si Cristo pudo levantar un muerto, ¿crees que no tenía el poder para levantarse triunfante de la muerte?

Puedes dudar sobre este hecho, pero solo aquellos que hemos sido tocados por el amor de Dios, damos testimonio que Jesús vive y que un día nos levantara de la muerte.

17 y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es falsa; todavía están en sus pecados.

Por eso hablamos de este evento maravilloso y sin igual.

Nuestra fe es viva, verdadera, porque el cuerpo de nuestro Maestro, no está en la tumba, sino que está vivo, sentado a la diestra del Padre, intercediendo por nosotros.

Por eso, no podemos vivir en nuestros pecados, después de haber conocido el maravilloso amor que perdona y restaura.

Si creemos que Jesús vive, entonces nosotros tenemos vida nueva, en Cristo.

18 Entonces también los que han dormido en Cristo están perdidos.

19 Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima.

La gente se puede burlar de tu fe, de tus convicciones, pero nadie mejor que tu sabe de ese poder transformador, que ha quitado tu dolor, tu ansiedad, y que te ha dado una perspectiva nueva de la eternidad.

Hoy en día como jovenes necesitamos creer en este suceso y demostrarlo con nuestra propia vida, viviendo en un entrega completa a nuestro Dios.

Hermanos adultos, necesitan comprometerse con Dios cada día, para que sean personas imitables, por los que venimos detrás de ustedes.

Necesitamos escuchar sus palabras, pero tambien ver sus acciones.

Porque si Cristo vive, nosotros también tenemos vida.

¿Qué tiene que ver la resurección de Cristo conmigo?

1. Dios me conocía y me amaba desde antes de la fundación del mundo.

2. Cuando Él estaba en la cruz y después resucitando triunfante, seguía pensando en mi, en darme salvación plena, en darme una vida eterna.

3. La resurrección de Cristo es lo que me da esperanza viva, que un día, vendrá por mi y me llevará al lugar que ha preparado para mi, ¿cómo lo se? Porque Él lo prometió

Jesús murió y resucitó por ti y por mi en público, no vivas por Él en privado.