S2 - [...] hoy estarás conmigo en el paraiso
Introducción
1. Dios eligió como su ultimo compañero a un ladrón.
a) Jesús siempre convivió con los pecadores.
b) Este no era cualquier malhechor.
La leyenda se ha ocupado extensamente del ladrón arrepentido. Se le identifica por el nombre de Dismas, Demas o Dímaco. Una leyenda le convierte en una especie de Robin Hood judío, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Otra leyenda reaparece en el «Libro dels Tres Reis d’Orient», una joyita de los orígenes de la literatura española: cuenta que, cuando iba huyendo de Belén a Egipto la Sagrada Familia, fue apresada por dos bandoleros; uno cruel, que quería matar al niño Jesús, y otro compasivo que le salvó la vida, e invitó a la Sagrada Familia a pasar la noche en su cueva. La mujer de este «buen ladrón» le cuenta a María que tiene un hijito recién nacido que está leproso. María le baña en la misma agua en la que ha bañado a Jesús, y el niño queda sano y limpio. En el Calvario, el hijo del ladrón alevoso muere a la izquierda de Jesús, y el del compasivo, a la derecha.
2. Es un ladrón que despertó a última hora.
a) Había escuchado
Había visto y oído a Jesús y se había convencido por causa de su enseñanza, pero había sido desviado de él por los sacerdotes y príncipes. Procurando ahogar su convicción, se había hundido más y más en el pecado, hasta que fue arrestado, juzgado como criminal y condenado a morir en la cruz.
b) Ya no tenía tiempo de corregir
3. Un ladrón con esperanza
Según el texto griego, Jesús literalmente dijo: amēn soi légō sēmeron met’ emóu ésē en tō paradéisō; esto es: “De cierto te digo hoy conmigo estarás en el paraíso”.
1. ¿Fue Jesús al paraíso ese mismo día?
2. ¿Qué es el paraíso?
La palabra Paraíso viene del persa, y quiere decir un jardín amurallado. Cuando el rey persa quería hacerle un gran honor a alguno de sus servidores, le nombraba su acompañante en el paraíso, para que paseara y conversara con el rey en aquel lugar delicioso. Fue más que la inmortalidad lo que Jesús le prometió al ladrón arrepentido: le prometió el honor de gozar de su compañía en el jardín de la corte celestial.