El Rey ha llegado
EL Rey ha llegado • Sermon • Submitted
0 ratings
· 228 viewsEl pueblo lo recibe por quién ellos creen que es, no por quién ÉL ha dicho que es. ¿Cómo lo recibes tú?
Notes
Transcript
Domingo de Ramos
Lucas 19.28-40
El día de hoy recordamos un evento histórico: la última semana que nuestro Señor Jesús pasa con sus discípulos y el fin de su ministerio en la tierra. Va con rumbo a Jerusalén, va decidido a entregar SU vida, lo registra el doctor Lucas en su investigación.
“Cuando se acercaba el tiempo de ascender al cielo, Jesús salió con determinación hacia Jerusalén.” (Lucas 9.51, NTV)
En el inicio de la semana de la pasión, entra a la ciudad de Jerusalén, ya ha estado en otras ocasiones, pero ahora es diferente.
“… Jesús siguió rumbo a Jerusalén, caminando delante de sus discípulos. Al llegar a las ciudades de Betfagé y Betania, en el monte de los Olivos, mandó a dos discípulos que se adelantaran. «Vayan a la aldea que está allí —les dijo—. Al entrar, verán un burrito atado, que nadie ha montado jamás. Desátenlo y tráiganlo aquí. Si alguien les pregunta: “¿Por qué desatan al burrito?”, simplemente digan: “El Señor lo necesita”». Lucas 19.28-31 (NTV)
El Gran Rey no llegaría en carros de guerra, sino en un burrito que nadie ha montado. Jesús sabe lo del burrito, lo que dirán los dueños, y también la humillación que recibirá y su muerte en la cruz. Sabe que por esa muerte será exaltado a lo máximo y Dios le daría un Nombre sobre todo nombre. Va a la cruz y no duda, va directo al triunfo más grande, pasando por el más grande sacrificio. El profeta Zacarías dijo 500 años antes, cómo llegaría el Mesías.
“¡Alégrate, oh pueblo de Sión! ¡Grita de triunfo, oh pueblo de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti. Él es justo y victorioso, pero es humilde, montado en un burro: montado en la cría de una burra.” Zacarías 9.9 (NTV).
El Rey llega voluntariamente a morir, a dar otra vez la oportunidad que Adán perdió.
Hoy recordamos que un día Jesús entró a Jerusalén, recorrió unos 3 km. Los reyes entran en caballos triunfantes a la ciudad, pero los caudillos entraban en burros, animales que eran usados en forma doméstica, pero nunca en la guerra. Entrar en burro indica humildad y la mansedumbre que se identifica con un reinado de paz.
“Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado:...Príncipe de Paz.” Isaías 9.6 (NTV)
El burrito no ha sido montado, ha sido reservado para uso sagrado, días después Jesús será puesto en una tumba que tampoco nadie ha usado.
Quienes vieron entrar a Jesús, montado en un burrito a Jerusalén, tenían que entender el simbolismo, es el ¡Mesías esperado! Los profetas lo dijeron; pero ellos ya decidieron a quién quieren recibir. Muchos quieren que Dios se ajuste a lo que ellos quieren, como ellos quieren, cuando al aceptarle, nos da lo que necesitamos.
Jesús está contento de llegar a la ciudad Santa, pero está triste porque sabe que ellos tampoco aprovecharán esa oportunidad.
“Así que ellos fueron y encontraron el burrito tal como lo había dicho el Señor. Y, efectivamente, mientras lo desataban, los dueños les preguntaron: —¿Por qué desatan ese burrito? Y los discípulos simplemente contestaron: —El Señor lo necesita.” Lucas 19.32-34 (NTV)
Cuando los hombres saben que el Señor lo necesita, eso hace que no pongan objeción. Jesús tiene la simpatía del pueblo, de muchos hombres y mujeres que están dispuestos a servirle de varias formas. Tuvo muchos seguidores en Perea, Judea, Galilea; si necesita alojamiento, un cuarto para celebrar la pascua, un burro, incluso una tumba, sus amigos están dispuestos a dárselo, lo único que tienen que escuchar es: ¡El Señor lo necesita! Es lo único que tienes que escuchar tú también.
Jesús les dice a sus discípulos lo que verán y oirán, porque para ÉL todas las cosas le son conocidas, Sus ojos están en todo lugar. Saber eso ¿te alegra o te preocupa?
“No hay oscuridad tan densa que pueda esconder a los malos de sus ojos.” Job 34.22 (NTV)
Si vas a lo profundo ¡ahí está Dios! ¿planeas algo secreto? Ahí está Dios, el hombre puede ser engañado, pero no podemos engañarlo a ÉL, llegará un día que juzgará todos los secretos de los hombres.
“Y el mensaje que proclamo es que se acerca el día en que Dios juzgará, por medio de Cristo Jesús, la vida secreta de cada uno.” Romanos 2.16 (NTV)
La verdad es que saber que ve y sabe todo ¡debe animarnos! Los ojos del Señor siempre están sobre nosotros, ÉL sabe tus luchas, tus pruebas diarias, no hay palabra, pensamiento que ÉL desconozca. ÉL sabe cada anhelo de tu corazón, sabe cuándo te tratan injustamente, por eso ¡ten valor! Cuando alguien intente hacerte mal ¡Él lo sabe!
Esos hombres le dieron al burrito, en estos tiempos Dios necesita tus labios para evangelizar ¡El Señor lo necesita! Te necesita para consolar al necesitado, necesita tu vida para ser ejemplo, tus talentos, dones para preparar la iglesia, necesita tu obediencia para sostener la iglesia ¡EL Señor lo necesita! ¿qué respuesta obtendrá de ti?
“Entonces le llevaron el burrito a Jesús y pusieron sus prendas encima para que él lo montara.” Lucas 19.35 (NTV)
Los discípulos ponen sus mantos largos, delgados, cuadrangulares sobre el burro y formar una silla cómoda para Jesús.
“A medida que Jesús avanzaba, la multitud tendía sus prendas sobre el camino delante de él.” (Lucas 19:36, NTV)
“tomaron ramas de palmera y salieron al camino para recibirlo. Gritaban: «¡Alabado sea Dios! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor! ¡Viva el Rey de Israel!».” (Juan 12:13, NTV)
Se le llama Entrada Triunfal, porque es lo que parecía, la gente lo recibe a gritos, alegre, con cánticos, pero dicen con los labios algo que no entendían y tampoco aceptaban en su corazón.
Jesús sabe que con esta muestra de afecto los líderes religiosos se van a enojar mucho más y van a apresurar sus planes; lo que el pueblo hace queriendo apurara su liberación, en realidad apresura el plan para matarlo; pero aún esto es para que SU sacrificio coincida con el día de la Pascua y sea ÉL el Cordero del sacrificio.
El Rey ha llegado, tienden sus prendas, hay alegría. En griego es la palabra entheus qué es la palabra de donde tenemos la palabra entusiasmo, Una alegría que te lleva a la acción. Jesús sabe qué es el tiempo que su ministerio terrenal termine, pero antes de ese sacrificio, requiere tener la atención de toda la nación. El Cordero de Dios será sacrificado, la ofrenda por el pecado será dada, es necesario que los ojos de Israel lo vean; Su sacrificio no será en lo oculto ¡nadie lo podrá negar! Aunque muchos no crean en Su muerte expiatoria, no pueden negar la historicidad de este hecho.
Entra a Jerusalén públicamente, días después será llevado a los sacerdotes y Pilato de forma pública lo condena, lo llevan al Calvario y clavado públicamente; la Piedra Angular y principal acontecimiento de Su ministerio es Su muerte por los pecados y el evento más público de todo su ministerio ¡Fue Su muerte! Muerte que da vida a quien lo recibe.
“Yo soy el pan vivo que descendió del cielo. Todo el que coma de este pan vivirá para siempre; y este pan, que ofreceré para que el mundo viva, es mi carne».” (Juan 6.51, NTV)
Esa alegría desplegada ahí, no será nada comparado con SU entrada una vez más, ese primer gozo se acabó pronto y llegó la tristeza y las lágrimas. El segundo gozo será para siempre.
“...todos sus seguidores empezaron a gritar y a cantar mientras alababan a Dios por todos los milagros maravillosos que habían visto.” Lucas 19.37 (NTV)
Lo alaban por las grandes cosas que han visto, los milagros poderosos; seguro saben mucho más que nosotros, porque dice la Biblia que no se registraron todos los milagros que realizó.
La mayoría esperaba un salvador político, si Jesús hace milagros, seguro puede quitarnos el yugo romano. Y aunque Jesús ha dicho muchas veces que no es ese tipo de salvador, es más ha dicho que lo van a matar, aun así la gente lo recibe creyendo que será diferente. No es el tipo de Salvador que ellos querían, pero sí el que necesitan. Al ver toda esa bienvenida real, Jesús la acepta, no les pide que se callen.
Detengámonos un momento, los que gritan y aclaman a Jesús como Mesías ¡tienen razón! Los líderes están equivocados, pero los que gritan esperan un Mesías político, o sea que, aunque gritan ¡también están equivocados! Los líderes de forma abierta lo rechazan, los que gritan por fuera, de labios lo aceptan, pero en su corazón lo rechazan, porque no lo aceptan por lo que ÉL es, el Kyrios, sino por lo que ellos creen que es.
“Al acercarse a Jerusalén, Jesús vio la ciudad delante de él y comenzó a llorar, diciendo: «¡Cómo quisiera que hoy tú, entre todos los pueblos, entendieras el camino de la paz! Pero ahora es demasiado tarde, y la paz está oculta a tus ojos.” (Lucas 19.41–42, NTV)
Lucas registra a Jesús llorando por ellos, en medio de la multitud que lo aclama, pero que en realidad lo rechaza; actualmente hay muchos así, gente que tiene a Jesús, a Dios en la boca, pero sus corazones están lejos de EL, no le obedecen como a Kyrios.
Esa misma gente, días después gritaría ¡crucifícalo! Hoy celebran su entrada, porque les gusta los milagros, han visto cómo confronta a los líderes, pero eso es diferente a creer que es el Mesías, el Hijo de Dios, porque aun viendo milagros asombrosos, no los llevó al arrepentimiento.
“«¡Bendiciones al Rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en el cielo más alto!».” Lucas 19.38 (NTV)
EL Rey, Príncipe de Paz, Salvador del mundo, Emanuel, Hijo del hombre, Hijo de Dios, Esperanza de Israel que llega voluntariamente a ser sacrificado. La gente dice: Bendito el que viene en el Nombre del Señor, palabras parecidas a los ángeles cuando anunciaron su nacimiento.
“-¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de buena voluntad!” (Lucas 2.14, RVA)
Esas palabras eran un cántico que se cantaba en esas fechas.
“Bendigan al que viene en el nombre del Señor. Desde la casa del Señor, los bendecimos.” (Salmo 118.26, NTV)
Hay mucha alegría y festividad, pero no todos lo comparten.
“Algunos de los fariseos que estaban entre la multitud decían: —¡Maestro, reprende a tus seguidores por decir cosas como ésas!” Lucas 19.38 (NTV)
Algunos fariseos que ven y escuchan eso creen que es herejía y se enojan; si Jesús los va a liberar del yugo romano ¿para qué tanto ruido? No es necesario confrontar a Roma desde ahora; pero la Biblia dice que en realidad están celosos, resentidos, odian a Jesús, pero no se atreven a enfrentarse a la multitud, por eso le piden a Jesús que los calle. A diferencia de los demás que lo claman como rey, ellos le dicen: maestro, pero están más ofendidos de que Jesús acepte que le digan Rey.
“Jesús les respondió: —Si ellos se callaran, las piedras a lo largo del camino se pondrían a aclamar.” Lucas 19.340 (NTV)
El momento ha llegado, no tiene caso callarlos más, antes lo ha pedido, pero ahora no, porque todos deben saber alto y claro que ÉL es el Mesías, este es el momento, por eso, si ellos callan las piedras clamarían. Así como Dios puede hacer hijos de Abraham a las piedras, puede hacer que las piedras canten hosana, si la gente se calla.
Unos años después la gente dejaría de clamar, y en ese momento el mensaje fue dado por las piedras derribadas del templo de Jerusalén, esa sería la voz de la condenación por rechazar al Mesías. Los judíos dejaron de alabarlo, callaron y el año 70 d. C: el ejercito romano al mando del general Tito, entra a la ciudad, la destruye y no queda piedra sobre piedra.
Termino con esto, en nuestras vidas podemos tener muchos reyes, señores, el poder, dinero, control, ira, orgullo, soberbia, sexo, alcohol, pero ninguno de ellos llenará nuestra vida como el Kyrios. ÉL sigue apareciendo cada día, en la sonrisa de tus hijos, en cada nueva oportunidad, sigue llamando tu atención, hoy en día, algunos le avientan ramos, palmas, otros le dicen cosas bonitas con los labios, pero pocos le dan un corazón rendido. ¿Cuál será tu respuesta? Hoy es el día para decirle:
“«¡Bendiciones al Rey que viene en el nombre del Señor!.” Lucas 19.38 (NTV)
Entra a mi corazón, se mi Rey y mi Señor. Toma mi vida ¡es tuya! ¡está a tu servicio!
Palabra de Dios.
Oremos