Preparate, levanta la mirada
Sermon • Submitted
0 ratings
· 14 viewsNotes
Transcript
los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
El domingo pasado hablamos de prepararnos para el Señor y no distraernos con las cosas de esta vida.
Dijimos que una de las cosas mas importantes que estamos haciendo es preparándonos para el Señor para cuando él venga.
Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.
Una de las cosas que estamos haciendo al reunirnos, al escuchar la palabra de Dios, y participar de la comunión del cuerpo, es preparándonos para la venida del Señor… Todo lo que estamos enseñando, predicando, compartiendo es en parte con ese propósito. Para cuando venga el Señor. Es lo más importante.
Y hablamos de las distracciones, como por ejemplo; las preocupaciones de esta vida, el engaño del dinero, los malos deseos, de dedicarnos a lo que no es Dios (adoración) y de no ir donde nos lleva nuestro corazón pecaminoso e incrédulo.
Y también vimos de qué cosas tenemos que tener cuidado o cosas que no tenemos que descuidar. Como por ejemplo; que no debemos tener demasiada confianza en nosotros mismos, de prestar mayor atención a lo que nos enseñaron, cumplir con nuestro ministerio, mantener la coherencia y por último, mantener una sana relación con Dios, o sea, no me relaciono con Dios por mí, sino por él.
Y finalmente leímos
»Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma,
temer y andar en sus caminos. Mirada interna.
Amar y servir. Mirada externa.
De esta manera estaremos preparándonos para el Señor y no distrayéndonos con las cosas de esta vida.
Hoy quiero continuar con una de las últimas cosas que dijimos y desarrollarlo un poquito más como para tener mayor claridad.
El punto es, mirando la venida del Señor, mantener una relación sana con Dios, en la que me relaciono con él, no por mí, sino por él.
DESARROLLO:
DESARROLLO:
SANTIDAD
SANTIDAD
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Ya sabemos que ser santo, no es cuestión de tener una aureola en la cabeza, sino de entender que nuestra vida es dedicada pura y exclusivamente a Dios, entender que ya no vivo para mí sino para él, que estoy muerto a mi mismo para vivir para él.
Y el desafío no es simplemente entenderlo sino vivirlo, en perspectiva de su venida.
Y ahora, queridos hijos, permanezcamos en él para que, cuando se manifieste, podamos presentarnos ante él confiadamente, seguros de no ser avergonzados en su venida.
el pasaje anterior decía, que todo nuestro ser es guardado irreprensible por el Señor; por nuestra parte debemos nosotros mismos tomar decisiones que contribuyan a esa santificación.
Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.
Dios nos pone en el lugar de santidad, nosotros debemos permanecer ahí y también colaborar para que esa santidad se desarrolle y esto en el temor del Señor.
COMUNIÓN
COMUNIÓN
Una de las cosas que más vamos a encontrar en el nuevo testamento es la expresión “LOS UNOS POR LOS OTROS”.
El Señor no quiere que lo esperemos en la soledad de nuestro egocentrismo dentro de la burbuja que nos construimos, sino que él quiere lo esperemos en comunidad, como iglesia, como hermanos, como familia, etc.
Levantando la mirada a la espera de la venida del Señor, al desarrollar mi relación con Dios, si ésta es verdaderamente sana, entonces no podré dejar de preocuparme u ocuparme de los demás.
Yo no creo que tengas una sana relación con Dios, si no estás desarrollando relaciones sanas dentro del cuerpo de Cristo. Y esto no depende de los demás, depende de vos.
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras,
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Esto no es una expresión de deseo, sino una palabra directiva, o sea que nos está dando una dirección hacia donde el Señor quiere que vayamos.
Hermanos, les rogamos que amonesten a los perezosos. Alienten a los tímidos. Cuiden con ternura a los débiles. Sean pacientes con todos.
Esta es la acción, la practica de lo que leímos anteriormente. No hay verdadera fe y amor, si no hay acción, si no hay práctica.
FIDELIDAD
FIDELIDAD
Ser fieles es una característica de los que verdaderamente esperan al Señor.
Hermanos, sigan todos mi ejemplo, y fíjense en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado.
Como les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo.
Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Sólo piensan en lo terrenal.
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo.
Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.
Por lo tanto, queridos hermanos míos, a quienes amo y extraño mucho, ustedes que son mi alegría y mi corona, manténganse así firmes en el Señor.
El apóstol Pablo, dice que algunos hermanos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo, porque adoran al dios de sus propios deseos. Esto es infidelidad. Debemos mantenernos firmes en el Señor, en nuestro compromiso con él.
Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.
Pues dentro de muy poco tiempo, «el que ha de venir vendrá, y no tardará.
Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado.»
Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida.
Nosotros nos somos de los que abandonamos la fidelidad a Cristo.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.