Las fiestas solemnes
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· 198 viewsAplicación de las fiestas Israelitas a la iglesia
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Las fiestas solemnes (Levítico 23)
Las fiestas solemnes (Levítico 23)
Levítico 23:1–3
Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán estas: Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo,* santa convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo* es de Jehová en dondequiera que habitéis.
Introducción
Introducción
Levítico es el libro de la santidad, hemos visto las cosas santas (el tabernáculo, los utensilios, las vestiduras), las personas santas (Los sacerdotes, el pueblo), los lugares santos (El Sinaí, el atrio, lugar santo y lugar santísimo), ahora Dios instituye los días santos, los tiempos sagrados establecidos por Dios. Desde la creación Dios santificó el séptimo día (Génesis 2:3) para proclamarse como El Señor del tiempo.
Dios establece para Israel el día de reposo además de 7 fiestas solemnes durante el año.
Los pueblos paganos medían el tiempo en base a las fases de la luna y de esa manera determinaban sus fiestas. Israel siguió respetando la medición del tiempo establecida por Dios, en semanas de siete días, 12 meses de 29 o 30 días, esto les permitía ser precisos en la calendarización de las fiestas solemnes establecidas por Dios.
El día de Reposo: Dios da descanso
El día de Reposo: Dios da descanso
Para Israel era el día de descanso, en el cual se dedicaban al estudio de la Palabra de Dios y a la convivencia. Para Israel cumplir este mandato era vital para la santidad.
En el nuevo testamento ya no se continua observando el día de reposo, pues Cristo es nuestro reposo Hebreos 3 y 4 lo explican: “Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. Hebreos 4:11”
El día que la iglesia se reúne a Adorar es el primer día de la semana cuando Cristo resucitó, la iglesia primitiva estableció sus reuniones ese día: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. 1 Corintios 16:2”
Fiesta de la Pascua: Dios libera
Fiesta de la Pascua: Dios libera
Levítico 23:4–5
Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos: En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.
Recuerdan su salida de Egipto, cuando Dios libró de la muerte a los primogénitos mediante el derramamiento de la sangre del cordero. duraba 1 día. Se celebraba comiendo en familia el cordero pascual. Este año se celebra el sábado 27 de marzo.
Para la iglesia simboliza el sacrificio de Cristo: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. 1 Pedro 1:18–19”
Cristo instituyó la Santa Cena cuando celebró la pascua con sus discípulos antes de ser crucificado.
Fiesta de los Panes sin levadura: Dios alimenta
Fiesta de los Panes sin levadura: Dios alimenta
Levítico 23:6–8
Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis.
Al día siguiente de la pascua, comenzaba la celebración de la fiesta de los panes sin levadura, la cual duraba 7 días. Este año se celebra del 28 al 3 de marzo. Los israelitas debían preparar su pan sin levadura símbolo del pecado. Esto les recordaba su salida apresurada de Egipto rumbo a la tierra prometida.
Para la iglesia La Pascua simboliza el sacrificio de Cristo que quita el pecado del mundo y los panes sin levadura simbolizan nuestro cuerpo libre de pecado: “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. 1 Corintios 5:7”
Cristo el pan de vida que nos fortalece para nuestro caminar en el evangelio hasta el día de nuestra redención.
Fiesta de las primicias: Dios reclama
Fiesta de las primicias: Dios reclama
Levítico 23:9–14
Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo* la mecerá. Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin. No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en dondequiera que habitéis.
Terminando la fiesta de los panes sin levadura, al siguiente día se celebraba la fiesta de las primicias, duraba un día, este año se celebra el domingo 4 de marzo. En esta fiesta presentaban a Dios como ofrenda los primeros frutos de la tierra, ellos no podían comer los primeros frutos de la cosecha sino presentarlas a Dios como una ofrenda mecida.
Les recordaba a los Israelitas que todo le pertenece a Dios, por lo tanto, lo primero y lo mejor era presentado a Dios.
Para la iglesia simboliza la resurrección de Cristo el primer día de la semana como primicia de los que durmieron: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 1 Corintios 15:20”
Ahora como iglesia no tenemos esta ley, pero con gratitud y amor, presentemos los primeros frutos de nuestras cosechas a Dios, reconociendo que es por su bendición que somos prosperados.
Fiesta de las semanas (Pentecostés): Dios provee
Fiesta de las semanas (Pentecostés): Dios provee
Levítico 23:15–21
Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo,* desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. 16 Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo* contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. 17 De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová. 18 Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 19 Ofreceréis además un macho cabrío por expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz. 20 Y el sacerdote los presentará como ofrenda mecida delante de Jehová, con el pan de las primicias y los dos corderos; serán cosa sagrada a Jehová para el sacerdote. 21 Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones.
Desde la fiesta de las primicias se contaban siete semana y al primer día de la octava semana se celebraba la fiesta de las semanas conocida también como pentecostés. Este año se celebra del 16 al 18 de mayo.
Marcaba el final de las cosechas, ofrecían a Dios dos panes con levadura, símbolo de la futura unión de Israel y los gentiles por medio del sacrificio de Cristo. Esta era una fiesta de agradecimiento por la provisión de Dios. También recordaba a Israel la entrega de la ley en el Sinaí 50 días después de su salida de Egipto.
Para la iglesia simboliza el inicio de la Iglesia con el derramamiento del Espíritu Santo en el aposento alto. 50 días después de la resurrección de Cristo vino El Espíritu Santo. “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Hechos 2:1–4”
Fue en el día de pentecostés que hubo una cosecha de 3000 almas por el mensaje de Pedro.
Fiesta de las trompetas: Dios recuerda
Fiesta de las trompetas: Dios recuerda
Levítico 23:23–25
23 habló Jehová a Moisés, diciendo: 24 Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación. 25 Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.
4 meses después de pentecostés, se celebra la fiesta de las trompetas. Este año se celebra del 6 al 8 de septiembre.
La trompeta o Shofar, se sonaban para convocar al pueblo, durante todo el día debía escucharse el sonido. Esta era la convocación previa al día de la expiación, era un llamado al arrepentimiento.
Para la iglesia simboliza la proclamación del evangelio, el llamado al arrepentimiento: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado Isaías 58:1”.
También nos recuerda la final trompeta, cuando el Señor llamará a su amada iglesia: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 1 Tesalonicenses 4:16”
Día de la expiación: Dios perdona
Día de la expiación: Dios perdona
Levítico 23:26–28
26 También habló Jehová a Moisés, diciendo: 27 A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. 28 Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios.
Este era un día de humillación y ayuno, donde el sacerdote ofrecía sacrificios para el perdón de los pecados del pueblo. (lo vimos en levítico 16)
Más que día de celebración era un día de lamento, pero indispensable para la santidad.
Este año se celebra entre el 15 y 16 de septiembre.
Los Israelitas confesaban sus pecados. La confesión constituye siempre el primer paso hacia la justificación. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9”
Solamente el sumo sacerdote podía entrar al lugar santísimo para ofrecer la sangre del sacrificio para el perdón de pecados.
Ahora Cristo se presentó una vez y para siempre para limpiar los pecados de toda la humanidad en todos los tiempos, abriendo el camino hacia el Padre sin necesidad de un sacerdote intercesor.
Fiesta de los tabernáculos: Dios recuerda
Fiesta de los tabernáculos: Dios recuerda
Levítico 23:39–42
39 Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. 40 Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. 41 Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. 42 En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos,
4 días después del día de la expiación, celebraban la fiesta de los tabernáculos. Durante 7 días debía habitar en tiendas, no debían trabajar y debían ofrecer sacrificios a Dios. Este año se celebra del 20 al 27 de septiembre.
Esto les recordaba su peregrinaje en el desierto durante 40 años por su desobediencia.
Debía hacerles recapacitar que Dios proveyó para sus necesidades en ese tiempo, para que no se enorgullecieran por su éxito. Deuteronomio 29:5 Y yo os he traído cuarenta años en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.
También les recordaba que durante ese tiempo Dios moraba con ellos.
Esta fiesta recuerda la provisión de Dios, es en esta fiesta cuando Jesús exclamó estas palabras: Juan 7:37–38 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Para la iglesia la fiesta de los tabernáculos simboliza que somos peregrinos y extranjeros en esta tierra, y mientras estemos en este peregrinaje, Cristo es nuestro sustentador.
Conclusión
Conclusión
Las fiestas instituidas por Dios en resumen eran recordatorios de la misericordia de Dios, agradecimiento por las bendiciones y llamado al arrepentimiento.
Hoy día no estamos sujetos a celebrar estas fiestas, pero si debemos mantener el espíritu de estas fiestas.
La única fiesta que celebramos recordando el sacrificio de Cristo es la Santa Cena, es un tiempo de reflexión, arrepentimiento, gratitud y comunión con Cristo.
Aprendamos a traer nuestras ofrendas con gratitud reconociendo las bendiciones de Dios.
Recordemos que un día sonara la final trompeta, convocando a los santos a reunirse con Cristo en las nubes, esa es la esperanza que trae gozo y paz.