Fe cuando nadie cree.
Imitando la fe de los valientes. • Sermon • Submitted
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Introducción.
Introducción.
Existen varios tipos de fe mencionada en las escrituras, por ejemplo la fe que justifica como la de Abel, la fe que se ejerce en medio de la adversidad como la de Job, la fe que se fortalece por medio del oir y escudriñar la palabra de Dios, también podemos mencionar la fe que es muerta y la fe que obra según el apóstol Santiago.
El día de hoy voy a exponer un tipo de fe que es muy importante que imitemos; es la fe que sobresale en medio de la incredulidad y esta es precisamente el tipo de fe que vemos en un hombre llamado Enoc, séptimo desde Adan y el primer hombre de la tierra que no experimento la muerte porque Dios le llevó con él.
La fe de Abel nos habla del calvario, fue el anuncio prematuro del sacrificio perfecto; Cristo Jesús, y la fe de Enoc es anuncio y recordatorio de la segunda venida de Cristo, cuando el Señor venga a juzgar al mundo.
El gran predicador Charles Spourgeon dijo una vez; “poca fe traerá su alma al cielo, pero mucha fe traerá el cielo a su alma” Con respecto a este pensamiento; ¿no le gustaría a usted tener una gran fe?
La fe de Enoc es un llamado urgente a nuestra generación...
La fe de Enoc es un llamado a ser diferentes.
La fe de Enoc es un llamado a ser diferentes.
“Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén” Gn 5.21a
Enoc vivió en una era de la historia humana de total incredulidad, había abundancia de años pero escasez de fe.
Con el nacimiento de su primer hijo Enoc decidió ser un ejemplo para sus hijos, apartándose de la conducta y estilo de vida de sus contemporáneos
Enoc era un extraño para su generación, vivía diferente, todo lo que hacía era contrario a lo que las personas de su tiempo hacían. Enoc no solo no imitaba los hábitos y costumbres de la gente que le rodeaba sino también los reprobaba.
“De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impias que han hecho impíamente...” Jd 14
Sin embargo la peor característica de la generación en la que vivió Enoc, era la incredulidad.
La incredulidad no es otra cosa que la ausencia total de fe en Dios. La incredulidad es el pecado que sirve de antesala del reino de las tinieblas. Lo que la fe en Cristo significa para la salvación la incredulidad lo es para la condenación eterna.
La incredulidad es a la fe lo que las tinieblas son a la luz. Al apagarse la luz, aparece la oscuridad para tomar su lugar; y habiendo desaparecido la luz, la oscuridad se enseñorea de todo. La incredulidad se encuentra solamente donde la fe no existe. Donde la fe esté completa y sea perfecta, no podrá haber incredulidad.
¿Acaso no es más asombrosa la incredulidad de los tiempos de Enoc que la del mundo de nuestros días?
La fe de Enoc no solo nos llama a ser diferentes en medio de una generación incrédula, sino también...
La fe de Enoc es un llamado a la consagración.
La fe de Enoc es un llamado a la consagración.
“antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios” Heb.11.5b
ENOC = viene del hebreo “consagrado” y apunta a que su carácter fue especialmente santo y agradable a Dios
NO HAY EXCUSA: Las señales para tener una fe verdadera como la de Enoc, están en todas partes. Tenemos las escrituras, el evangelio de Cristo, la iglesia del Señor, el testimonio transformador de su Espíritu Santo, el compañerismo cristiano, las manifestaciones de la gracia y el poder divino en los acontecimientos diarios y aún así no hay consagración en los cristianos y el testimonio de la mayoría deja mucho que desear.
¿Por qué el borracho no deja su botella, el fumador su cigarro, el jugador la suerte en la lotería y los chances, el hombre inmoral sus pensamientos impuros y pornografía, el hombre codicioso su negocio deshonesto, el que busca placeres sus lugares favoritos de diversión, el hombre contencioso sus peleas, el irreverente su profanidad o el ladrón el hurto? La respuesta es una sola: La total ausencia de fe o incredulidad.
Vemos a personas que se dicen ser cristianos y que viven sin fe y continúan viviendo en sus viejos hábitos. Siguen codiciando lo que el mundo les ofrece, y no quieren obedecer los mandamientos del Señor o alguna cosa o negocio prohibido les ha llevado a alejarse de Cristo.
Al principio, en algunos su conciencia los molestaba cuando pecaban, pero después de un tiempo se han vuelto inmunes al pecado. Sus deseos los han llevado a una actitud de desobediencia y tal desobediencia les ha llevado a un estado de incredulidad.
Cristo se asombró de la incredulidad de la gente en su tiempo (Marcos 6.6)
“Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos”
“Cuándo venga el Hijo del hombre, ¿hallara fe en la tierra?” (Lucas 18:8).
La pregunta implica no solo falta de fe en la tierra sino también en el pueblo de Dios. Con respecto a la falta de fe y consagración, encontramos una seria advertencia en Heb 3.12
“Mirad hermanos que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo”
Hoy la pandemia que Dios ha permitido ha sacudido la fe de la iglesia. Esta circunstancia en cuanto a la fe ha sacado lo peor o lo mejor de nosotros. Si permitimos crecer aun pequeñas semillas de incredulidad en nuestro corazón, terminaremos en una condición muy penosa.
La fe de Enoc no solo nos llama a ser diferentes en medio de una generación incrédula, a ser consagrados para el Señor, sino también...
La fe de Enoc nos llama a estar deacuerdo con Dios.
La fe de Enoc nos llama a estar deacuerdo con Dios.
“Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trecientos años...” Gn 5.22a
Dios nos ha adoptado como hijos no para que le sirvamos, aunque le servimos por gratitud como una ofrenda agradable, no para que le adoremos, aunque le adoramos por que el es digno de recibir adoración. Dios nos creo y nos ha adoptado para tener comunión con cada uno, por eso él nos creo a su imagen y semejanza para que sus hijos tengan compañerismo con el Señor.
Es muy difícil que dos personas caminen juntas sino se conocen íntimamente, sino comparten los mismos intereses y concuerdan en su manera de pensar. Enoc camino con Dios por 300 años porque le conocía y estaba de acuerdo con él en todo. Hoy muchas personas llenan los templos cristianos sin conocer al Señor.
“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” Amós 3:3
¿Que significa estar de acuerdo con Dios?
Cuando usted y yo alineamos nuestros pensamientos, palabras y acciones con lo que Dios establece en Su Palabra, nos estamos poniendo de acuerdo con el Dios.
¿En que debemos estar de acuerdo con Dios?
Debes estar de acuerdo en cuanto al pecado.
Dios declara en forma inequívoca, categórica, en las Sagradas Escrituras, que todos hemos pecado, que todos hemos escogido nuestro propio camino. Rom 3.23
Debes estar de acuerdo en cuanto a la fe y señorío de Cristo.
Debemos ponernos de acuerdo con Dios respecto del Señorío de Cristo. Si hemos sido perdonados, si hemos nacido de nuevo, no es para que vivamos esta vida a nuestro antojo. Dios nos ha redimido y renovado para que cumplamos Sus propósitos.
Debes estar de acuerdo en cuanto al arrepentimiento sincero.
Lo que Dios pide es que nos arrepintamos, que cambiemos de dirección. Hemos estado caminando en la dirección equivocada lejos de Cristo, transitando por el camino del yo, del egoísmo.
Debemos hacer un giro y abandonar ese camino equivocado, confesar y abandonar nuestros pecados, acudiendo al Señor, pidiéndole que nos perdone y nos dé la libertad por amor de Jesús.
Una maestra de escuela dominical contó a los niños de su clase la historia de Enoc y termino diciendo: que Dios y Enoc tenían la costumbre de salir a caminar juntos todos los días. Un día habían caminado tanto que sin darse cuenta, vinieron las sombras de la noche; entonces el Señor dijo a Enoc: “Enoc, mi casa está más cerca que la tuya, te invito a que te quedes conmigo”.